EL APRENDIZAJE EN EL SIGLO XVIII

Abordaré el tema haciendo una analogía con la película el Perfume que es una obra

escrita y publicada por Patrick Suskind un escritor y guionista Alemán en 1985, es estrenada

como filme el 19 de enero de 2007, se remonta a la Francia del siglo XVIII, a sus costumbres,

estilos de vida, el trabajo, pero sobre todo haré énfasis en la forma de aprender y los aspectos que

influyen o intervienen en dicho proceso. Me resulta necesario por principio de cuentas definir lo

que era aprendizaje en el siglo XVIII, aprendizaje: se obtenía a través de la observación y la

práctica, era empírico se obtenía a través de la experiencia y era de generación en generación,

además era confundido con el servir es decir el aprendizaje se confundía con el servicio

doméstico pues el muchacho no solo debía aprender un oficio sino también buenos modales

(Ariés, 1998), ahora bien Jean Baptiste quien es el personaje principal de la obra “ El Perfume”

es un joven que logra adquirir un aprendizaje podría llamarlo desorientado tal vez mal

encausado, faltó de un guía, llevado más por sus sentidos, su experiencia , nace en las peores

condiciones, es el quinto hijo de una madre de escasos recursos y también de escasos

sentimientos característica especifica en ese tiempo de todos las familias de la Europa occidental,

nace en un espacio insalubre, un puesto ambulante de pescado en donde su madre lo da a luz y lo

desecha como si fuera desperdicio, desde el momento en que Jean Baptiste nace desarrolla una

capacidad increíble de percibir y diferenciar los olores del medio, podemos ver aquí como su

entorno social influyó en el desarrollo de esa capacidad desde el primer momento que percibió

los aromas que le rodeaban y que después se convirtió en una habilidad, al nacer queda huérfano

pues su madre fue condenada a muerte por haber intentado deshacerse de él, él es llevado a un

orfanato en donde es rechazado por ser o actuar diferente al resto de los niños con los que vivía,
al cumplir 13 años es vendido a un curtidor y con esta acción podemos confirmar que en efecto

no existían los vínculos familiares y que la separación en este caso del lugar donde creció en

otros de la familia era un requisito para aprender cualquier oficio y servir a un maestro y aunque

no en el caso de Jean Baptiste otro requisito era establecer un contrato entre la familia del

aprendiz y el maestro, el aprendiz se convertía en una especie de propiedad temporal del

maestro, el cual podía incluso venderlo o alquilarlo a otros maestros (Manacorda, 1995). Jean

Baptiste se inició como curtidor en donde lo único que hacía era repetir los mismos trabajos cada

día, era un aprendizaje empírico basado en la observación y reproducción y además punitivo, el

trabajo era duro, las condiciones extremadamente malas, y en su caso por no tener una familia

que hubiera elaborado un contrato y aunque en la mayoría de los casos aún con contratos los

maestros maltrataban a sus aprendices a Jean Baptiste se le trataba como un mero sirviente quien

trabajaba tres cuartas partes del día y sin siquiera estar bien alimentado, después de llevar largo

tiempo trabajando Jean Baptiste es llevado a la ciudad en donde se da cuenta que existe otras

cosas nuevas, diferentes, de manera inmediata encuentra e identifica aquello que le gusta hacer,

en lo que es bueno, caminando por la calle observa una perfumería y detecta cada olor, cada

esencia, cada mezcla, cada sustancia, habilidad que no cualquiera sin un aprendizaje o

conocimiento además de practica previa hubieran desarrollado, ya desde ese tiempo existía tanto

el monopolio como las malas prácticas comerciales por lo que existían las corporaciones y en el

caso de Jean Baptiste el llegó a la corporación de perfumería su maestro que más bien yo

llamaría dueño o propietario , lo vendió a un maestro en la perfumería quien al ver la habilidad

de Jean Baptiste lo puso a prueba y resulta interesante porque incluso desde ese tiempo se

verificaba o evaluaba o ponía a prueba la habilidad o conocimiento, aparecen las pruebas de

examen; pero no desde el punto de vista didáctico-pedagógico, sino sólo desde el punto de vista
costumbrista (Manacorda, 1995), su prueba fue reproducir un perfume que había fabricado otro

maestro de tal manera que al hacerlo se interesó en él y lo compró, estando ya en el lugar donde

quería estar y con alguien que le podía enseñar Jean Baptiste continua haciendo las cosas a través

de su experiencia, seguido del empirismo y aunque ya tenía un guía este no le daba las

respuestas que él quería encontrar, por lo tanto no escuchaba y en lugar de convertir ese

conocimiento y habilidad quedo estancado, sin respuestas, Jean Baptiste buscaba conservar el

olor de las cosas y que además este olor se quedará y perdurará. La principal razón de que el no

encontrara respuestas era que el maestro solo quería obtener trabajo y es que ese tiempo se

caracterizaba porque entre el trabajar y el aprender no había una separación: una cosa es también

la otra, según las características inmutables de toda formación a través del aprendizaje, propia, en

todos los tiempos y en todos los lugares, de toda actividad inmediatamente productiva.

(Manacorda, 1995)

Jean Baptiste hizo un acuerdo con su maestro, él le prepararía todas las esencias que el

solicitará y a cambió el maestro le compartiría los secretos para conservar los olores, con esto

podemos analizar otro aspecto el aprendizaje del oficio, del cual se entrevén apenas los

procedimientos didácticos, hay sin duda, junto a un aspecto meramente ejecutivo, también un

aspecto científico, el conocimiento de las materias primas, de los criterios de elaboración, de los

instrumentos: incluso el más Ínfimo cincelador debe saber algo de petrografía, Pero este

conocimiento quedó confiado a la transmisión, rodeada del "secreto

del arte", no sistematizado orgánicamente, no coordinado con conocimientos más

generales, sino mínimos. (Manacorda, 1995) es por ello que Jean Baptiste se iniciaría en este

proceso pero al experimentar y no encontrar las respuestas y quedar con preguntas que responder

decide irse en busca de los conocimientos que él quería adquirir pero que sin ese guía, sin esa
orientación, sin esa experiencia previa que le transmitiera el porqué los olores solo podían ese

aprendizaje jamás encontraría y seguiría quedando estancado y equivocado en su ser, hacer,

conocer y en su convivencia con su entorno.

En conclusión puedo decir que la educación como cualquier proceso tiene una evolución

y que a su vez es influida o influenciada por el lugar, la época y los usos y costumbres en los que

se sitúa, que además no es solo un proceso que garantiza el desarrollo integral de un individuo

sino también el desarrollo social y económico de un país. Que busca dignificar la vida de las

personas y que es de vital importancia el papel de las familias pero que el papel del maestro es en

el que recae la mayor responsabilidad ya que él vendrá a impactar en la vida de los individuos

quienes son sus aprendices, como en el caso de Jean Baptiste y su maestro, me tomo un minuto

de reflexión y me surge una pregunta qué hubiera pasado si el maestro le hubiera explicado que

las personas no se destilan, que los olores no perduran para siempre, qué hubiera pasado si el

maestro hubiera guiado a Jean Baptiste en esa brecha de su aprendizaje subjetivo a un

aprendizaje objetivo.