La reciente propuesta del presidente de México Enrique Peña Nieto de “dar pasos firmes hacia un nuevo paradigma
que concibe a las drogas desde un enfoque de prevención, salud pública y derechos humanos” ha puesto
Lo que el presidente Nieto quiere para México, una nación que ha visto más de 100.000 muertos y 26.000
desaparecidos desde que el ex presidente Felipe Calderón declarara una guerra frontal contra las drogas, es
despenalizar la posesión de menos de 28 gramos de marihuana y permitir que “se autorice el uso de medicamentos
elaborados a base de marihuana y/o sus ingredientes activos, así como la investigación clínica con fines de
registro”. De conseguirlo, México se uniría a Chile, Colombia, Puerto Rico y Uruguay que ya la han legalizado con
esos fines.
Si bien es cierto que la despenalización del uso recreativo de la marihuana tiene también profundas implicancias
en la salud pública, este artículo no se enfocará en ese punto, si no en la necesidad de estudiar y aprobar el uso
de la marihuana medicinal en el Perú.
Corolario
El uso medicinal de la marihuana (muy diferente del uso recreativo) es una realidad científica actual que no resiste
ya ninguna oposición racional. La pregunta no es si la marihuana tiene o no propiedades medicinales, sino más
bien, cuáles son esas propiedades medicinales en las diferentes poblaciones de nuestro continente.
La exposición del presidente Peña Nieto fue consecuencia de un debate nacional, con 200 expositores y 4.000
interesados (consumidores y padres de familia), agrupados en cinco foros temáticos.
Es momento que los políticos peruanos (empezando por los actuales candidatos presidenciales) se pronuncien, e
inicien el diálogo necesario para el beneficio de miles de enfermos peruanos en necesidad de productos
medicinales derivados de la marihuana.