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• ADQUISICIÒN DEL APRENDIZAJE:

Ya adoptemos una perspectiva conductista o cognitiva, sabemos que ha ocurrido un aprendizaje


cuando observamos un cambio en la conducta de una persona. Por ejemplo, podríamos ver a un
aprendiz:

• Realizando una conducta completamente nueva, quizás, atando sus zapatos correctamente por
primera vez.

• Cambiando la frecuencia de una conducta ya existente, quizá, cooperar con más frecuencia con
sus compañeros, en vez de agredirles.

• Cambiando la velocidad de una conducta ya existente, por ejemplo, recurriendo a rabietas cada
vez más escandalosas para conseguir un objetivo.

• Modificando la complejidad de una conducta ya existente, quizá, discutiendo un tema


determinado con mayor profundidad después de haber recibido enseñanza sobre el mismo.

• Respondiendo de manera diferente ante un estímulo determinado, por ejemplo, llorando al ver
a un perro, aunque previamente se disfrutaba jugando con ellos.

• ELEMENTOS BÀSICOS DEL SISTEMA NERVIOSO HUMANO EN EL PROCESO DEL


APRENDIZAJE:

Neuronas

Cada neurona del cerebro humano tiene una de estas tres funciones. Las neuronas sensoriales
transportan la información que llega de las células receptoras. Vuelcan esta información a las
interneuronas, que integran e interpretan el input que proviene de diferentes lugares.

Las «decisiones» resultantes se transmiten a las neuronas motrices, las cuales envían mensajes
que indican a las partes apropiadas del cuerpo cómo actuar y responder. Como se puede adivinar,
las neuronas sensoriales y las motrices están localizadas en el sistema nervioso periférico,
mientras que la gran mayoría de las interneuronas pueden encontrarse en el sistema nervioso
central y, especialmente, en el cerebro. Si bien las neuronas pueden variar en cuanto a su forma y
tamaño, todas ellas tienen ciertas características en común. En primer lugar, igual que el resto de
las células, tienen un cuerpo celular o soma, que contiene el núcleo de la célula y es responsable
de la salud celular. Además, tienen unas estructuras ramificadas, las dendritas, que reciben los
mensajes procedentes de otras neuronas. También tienen un axón, una estructura muy larga
parecida a un látigo que transmite la información a otras neuronas (en ocasiones, una neurona
puede tener más de un axón). El extremo del axón puede ramificarse varias veces y al término de
esas delegadas ramificaciones encontramos unos botones terminales que contienen ciertas
sustancias químicas de las cuales hablaremos más adelante. En algunas neuronas, la mayor parte
del axón está recubierto por una sustancia blanca y grasienta, conocida como mielina. Cuando las
dendritas de las neuronas resultan estimuladas por otras células (ya sean las células receptoras u
otras neuronas), las dendritas se cargan de electricidad.
Algunas veces las cargas son tan pequeñas que la neurona las ignora. Pero cuando esa carga
alcanza un cierto nivel (que se conoce como umbral de excitación), la neurona se «dispara» y envía
un impulso eléctrico a lo largo de su axón hacia los botones terminales. Si el axón está recubierto
de mielina, el impulso viaja muy rápidamente, mientras que la ausencia de mielina repercute en
una transmisión más lenta.

Sinapsis

Los extremos ramificados de una neurona no llegan a tocar las dendritas o los somas de otras
neuronas. Si bien la transmisión de información en el interior de una neurona se realiza mediante
impulsos eléctricos, la transmisión entre neuronas se hace mediante sustancias químicas que se
denominan neurotransmisores. Estas sustancias son las que viajan entre las sinapsis y estimulan
las dendritas o los somas de otras neuronas.

Cada neurona tiene conexiones sinápticas con cientos de otras neuronas (Goodman y
TessierLavigne, 1997; R. F. Thompson, 1985). Algunos neurotransmisores incrementan el nivel de
actividad eléctrica de las neuronas que estimulan, mientras que otros lo inhiben. Por lo tanto, el
hecho de que una neurona determinada se dispare tiene mucho que ver con la medida en que sea
«animada» y «desanimada» por sus vecinas.

Células gliares

Sólo el 10% de las células del sistema nervioso son neuronas. El otro 90% son células gliares,
también conocidas como neuroglía. Las células gliares no transmiten mensajes por sí mismas, sino
que actúan como apoyo para que las neuronas realicen su trabajo. Por ejemplo, proporcionan una
estructura estable que permite que las neuronas permanezcan en su sitio y aisladas entre sí.
También proporcionan las sustancias químicas que las neuronas necesitan para funcionar
adecuadamente. Constituyen las fundas de mielina que recubren los axones de muchas neuronas,
y trabajan como equipo de limpieza para eliminar las neuronas muertas y el exceso de sustancias
neurotransmisoras.

• TEORÍAS CONDUCTISTAS:

El sello distintivo de las teorías del condicionamiento no es que se ocupen de la conducta (todas
las teorías lo hacen), sino que explican el aprendizaje en términos de eventos ambientales.
Aunque no niegan la existencia de los fenómenos mentales, estas teorías plantean que tales
fenómenos no son necesarios para explicar el aprendizaje.

La teoría del condicionamiento más conocida es la teoría del condicionamiento operante de B. F.


Skinner. Antes de analizarla, y con el fin de establecer sus antecedentes, se presenta parte del
trabajo que otros investigadores realizaron a lo largo de la historia de la teoría del
condicionamiento. Se analiza en particular el conexionismo de Thorndike, el condicionamiento
clásico de Pavlov y el condicionamiento contiguo de Guthrie.

CONEXIONISMO (ENSAYO Y ERROR) THORNDIKE:


Edward L. Thorndike (1874-1949) fue un destacado psicólogo estadounidense, cuya teoría del
aprendizaje (el conexionismo) dominó en Estados Unidos durante la primera mitad del siglo xx
(Mayer, 2003). A diferencia de muchos psicólogos pioneros, él estaba interesado en la educación,
en especial en el aprendizaje, la transferencia, las diferencias individuales y la inteligencia
Thorndike aplicó un enfoque experimental al medir el aprovechamiento de los estudiantes

Thorndike creía que el aprendizaje suele ocurrir por ensayo y error (seleccionando y conectando).
Empezó a estudiar el aprendizaje mediante una serie de experimentos con animales (Thorndike,
1911). Los animales que se encuentran en situaciones problemáticas tratan de lograr una meta
(por ejemplo, obtener comida o llegar a un destino). De entre las muchas respuestas que pueden
emitir, seleccionan una, la llevan a cabo y experimentan las consecuencias. Cuanto mayor sea el
número de veces que emitan una respuesta ante un estímulo, la respuesta se conecta con mayor
firmeza a ese estímulo. En una situación experimental típica se coloca un gato en una jaula. El gato
puede abrir una compuerta de escape presionando una varilla o jalando una cadena. Después de
una serie de respuestas aleatorias, el gato termina escapándose al encontrar la respuesta que abre
la compuerta. Luego, se vuelve a colocar al gato en la jaula. Después de varios ensayos el gato
logrará la meta (escapar) con mayor rapidez y cometerá menos errores antes de responder
correctamente.

Leyes del ejercicio y del efecto

Las ideas básicas de Thorndike sobre el aprendizaje están incluidas en las leyes del ejercicio y del
efecto. La ley del ejercicio tiene dos partes: la ley del uso, según la cual cuando un estímulo recibe
respuesta, se fortalece la conexión; y la ley del desuso, de acuerdo con la cual, cuando no hay
respuesta para un estímulo, la fuerza de la conexión se debilita (se olvida). Cuanto más tiempo
pase antes de que se produzca una respuesta, más se debilita la conexión. La ley del efecto es
fundamental para la teoría de Thorndike.

Cuando se establece una conexión modificable entre una situación y una respuesta, y esta va
acompañada o seguida por un estado de satisfacción, dicha conexión se fortalece o se incrementa;
cuando la conexión se establece y va acompañada o seguida por un estado de insatisfacción, su
fuerza se debilita.

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