Véanse también: Arte precolombino de Costa Rica, Reino de Nicoya, Monumento Nacional
Guayabo, Esferas de piedra de Costa Rica y Jarrones trípodes de Costa Rica.
Mucho del legado colonial español en Costa Rica subsiste en sus ermitas e iglesias que datan de ese
periodo. Arriba, Iglesia colonial de Nicoya (1644), la tercera más antigua del país; a la derecha, Iglesia
colonial de Orosi (1743), declarada monumento nacional; abajo, a la izquierda, ruinas de la Iglesia de
la Inmaculada Concepción de Ujarrás, construida entre 1686 y 1693, en Paraíso de Cartago; a la
derecha, ruinas de la parroquia de Santiago Apóstol en Cartago, Patrimonio Cultural de Costa Rica.
Cartago fue la capital de Costa Rica desde la fundación de la ciudad, en 1563, hasta 1823.
Costa Rica fue desde 1574 la dependencia más austral de la Capitanía General de
Guatemala, parte del Virreinato de Nueva España, situación en la que permaneció hasta su
independencia. La lejanía de la ciudad de Guatemala, el reducido número de oficiales del
gobierno y de representantes de la Iglesia, y su carencia de riquezas agrícolas o mineras,
provocaron que se encontrara en total abandono por parte de las autoridades españolas, lo
cual facilitó que se desarrollara con mucha mayor autonomía que otras provincias de
Centroamérica. El interés relativo que mostraron los colonizadores hacia esta región modificó
algunas de las situaciones características que se dieron en otras naciones, dotando a Costa
Rica de algunas peculiaridades. Algunos estudiosos sostienen que parte de la idiosincrasia
nacional se formó durante esta época colonial,59 en donde las privaciones de tipo material
eran el común para todos y al no haber una fuerte mano de obra indígena y africana, tanto el
Gobernador Provincial como el más humilde de los campesinos, esclavos y amerindios, tenían
que velar cada cual por su sustento y por el de sus familias, creándose así una sociedad más
igualitaria y menos regida por castas. Otros estudios demuestran que en la Costa Rica
colonial, y sobre todo, a partir del siglo XVII, se empezó a cimentar una marcada
diferenciación social, con una élite comercial y terrateniente que manejaba a antojo los hilos
de la economía y la política interna.59
En 1573, con la desaparición de Garabito, el gobernador Alonso Anguciana de
Gamboa consolidó la colonización del territorio, y se formaron asentamientos en las ciudades
de Cartago y Espíritu Santo (actual Esparza), principalmente campesinos labradores.60
La Gobernación de Costa Rica se extendió desde el río Tempisque y la margen derecha
del río San Juan de Nicaragua, al oeste y norte, hasta la isla del Escudo de Veragua en Bocas
del Toro y el río Chiriquí en el sureste. El dominio efectivo español sobre el territorio fue más
pequeño: el Valle Central, la región del Pacífico seco, el Valle del río Reventazón hasta el
Caribe central y parte del Pacífico sur. La capital provincial se ubicó en Cartago.61 Talamanca,
algunas secciones del Pacífico sur y las llanuras del norte (actual San Carlos) funcionaron
como refugio para los indígenas, por su difícil acceso o falta de interés de las autoridades en
controlarlas. Nicoya se constituyó en una Alcaldía Mayor con fuertes lazos con la Provincia de
Nicaragua en parte cimentadas por el comercio ganadero. Entre 1570 y 1581 surgieron varias
villas que se fundaron primeramente como pueblos de indios, a cargo de un corregidor y bajo
el adoctrinamiento religioso de frailes franciscanos.62
La provincia tuvo varios ciclos económicos: una economía de subsistencia basada en los
tributos indígenas en especie (encomienda) y en el trabajo de labradores sin derecho a
encomienda (o encomenderos empobrecidos, que se volvieron campesinos), que subsistían
mediante la chacra, por lo menos hasta 1610;63 la exportación de maíz, trigo, harina, bizcocho,
sebo, cerdos y capones mediante mulas (1590-1680), que se hacía por tierra por los antiguos
caminos prehispánicos que comunicaban el Valle Central con el Pacífico, hacia Panamá;63 la
producción ganadera (1650-1750) en Esparza y Guanacaste hacia Granada y León; el ciclo
del cacao (1727-1747) en el valle de Matina, que era vendido mediante contrabando a
comerciantes ingleses y holandeses, comercio ilícito que rompía el monopolio impuesto por
los españoles;64 el cultivo del tabaco (1787-1792), que Costa Rica recibió como monopolio en
1787, exportado a Granada (Nicaragua), y que se cultivó en el Valle Central, lo que permitió
que se consolidaran algunas poblaciones en lo que luego serían San José y Heredia.
Reproducción de una pintura del presbítero Florencio del Castillo, diputado por Costa Rica y Nicoya en
las Cortes de Cádiz en 1812, realizada en 1832 por Francisco López. Ubicada en la Universidad Benito
Juárez, Oaxaca, México.
Con el fin de concentrar a una población cada vez más dispersa, las autoridades civiles y
eclesiásticas ordenaron la fundación de iglesias, oratorios y parroquias en el Valle Central:
Villa Vieja (1707, actual Heredia); Villa Nueva de la Boca del Monte (1738, actual San José);
Villa Hermosa (1782, actual Alajuela). En el Pacífico, Esparza (Costa Rica) fue la ciudad más
importante, que se fue despoblando por los ataques piratas, por lo que mucha población se
trasladó hacia el valle de Bagaces, dando lugar a la población de Cañas en 1751. Hacia la
segunda mitad del siglo XVIII, se inició la actividad en el puerto de Puntarenas, principalmente
para comerciar tabaco, pero no fue declarado oficialmente puerto hasta 1814. En Nicoya, la
actividad ganadera con Nicaragua permitió una fuerte influencia de esa provincia en toda la
región hasta el valle del Tempisque, la cual, sin embargo, contaba con una población dispersa,
por lo que en 1769 se fundó una ermita en un importante cruce de caminos, que dio lugar a la
ciudad de Liberia.65
Juan Mora Fernández, primer Jefe de Estado. De su tino como gobernante responde el periodo de
tranquilidad y progreso que caracterizaron a Costa Rica entre 1824 y 1833.
Costa Rica se independizó del Imperio español el 15 de septiembre de 1821, junto al resto de
la Capitanía General de Guatemala. Después de recibir el pronunciamiento de la ciudad
de León, establecido en el "Acta de los Nublados",71 el ayuntamiento de Cartago emitió el acta
del 29 de octubre, declaró la independencia y, el 1 de diciembre, una Junta de Legados
promulgó el Pacto de Concordia, la primera Constitución, en la que constituyó su propia forma
de gobierno, a cargo de una Junta Superior Gubernativa, se reconocieron los derechos civiles
de los habitantes, se abolió la esclavitud y se proclamó la libertad de comercio.72 Costa Rica
formó parte de la República Federal de Centroamérica (1823), pero su participación (1823-
1842) fue bastante marginal. Costa Rica buscó solucionar sus problemas por sí misma: para
1825, contaba con su propia moneda, Jefe de Estado, Asamblea Legislativa y Corte Suprema
de Justicia. Entre 1825 y 1833, mientras la República Federal se debate en la anarquía política
y la guerra civil (1826-1829), Costa Rica vive un periodo de relativa estabilidad política. El
Estado ganó territorio con la anexión del Partido de Nicoya al país, el 25 de julio de 1824, pero
también perdió con la ocupación de Bocas del Toro de 1836 por la República de la Nueva
Granada.
Braulio Carrillo Colina. Por su obra monumental, se le reconoce como el "Arquitecto del Estado
Costarricense"
El 3 de marzo de 1823, se formó el primer Congreso con diputados de las cuatro ciudades
principales del Valle Central. Los localismos llevaron a un enfrentamiento por el poder entre
las ciudades conservadoras de Cartago y Heredia, partidarias de unirse al Primer Imperio
Mexicano, y las ciudades liberales y republicanas de San José y Alajuela. La batalla de
Ochomogo (5 de abril de 1823) resultó en la victoria de los republicanos, dirigidos por Gregorio
José Ramírez, y el traslado de la capital a San José.72 Ramírez devolvió el poder a los pocos
días, y se nombró una nueva Junta Gubernativa que gobernó hasta 1824, año en que se
nombró al primer Jefe de Estado, Juan Mora Fernández (1824-1833), josefino liberal con
amplia experiencia administrativa, bajo cuyo gobierno se introdujo la imprenta, se estableció la
primera casa de moneda y se reorganizó la Casa de Enseñanza de Santo Tomás,
considerada la primera universidad de Costa Rica; se promulgó una nueva constitución, la Ley
Fundamental del Estado Libre de Costa Rica (1825), así como la Ley Aprilia, que daba
autonomía al país dentro de la República Federal.73
A Mora le sucedió José Rafael de Gallegos en 1833, en cuyo gobierno entró en vigencia
la Ley de la Ambulancia, que rotaba la capital del país entre las cuatro principales ciudades del
Valle Central.74 Esta ley fue derogada por su sucesor, Braulio Carrillo (1835-1837, 1838-1842),
lo que detonó la Guerra de la Liga, la segunda guerra civil de Costa Rica, en la que la victoria
josefina afianzó a la ciudad como capital.75 Carrillo impuso el orden del país: fortaleció las
instituciones públicas, creó el pago de impuestos, impulsó el cultivo del café, promulgó la Ley
Contra la Vagancia y el respeto a las autoridades. Derrotado por Manuel Aguilar Chacón en
las elecciones de 1837, Carrillo lo derrocó en 1838. En su segundo mandato, estableció
códigos en materia penal, civil y de procedimientos, fundamentales para el país, y promulgó
el Decreto de Bases y Garantías, en el cual se proclamó Jefe Vitalicio.75 El 15 de noviembre
de 1838 separó al país de manera definitiva de la República Federal y lo proclamó estado
libre, soberano e independiente.75 En 1842, los adversarios políticos de Carrillo convocaron al
país a Francisco Morazán, quien lo derrocó. Morazán intentó usar a Costa Rica como base
militar para reconstruir la República Federal, disuelta en 1839, por lo que fue depuesto y
fusilado en San José el 15 de septiembre de 1842.76 Le sucedió José María Alfaro(1842-1844,
1846-1847),77 y tras él Francisco María Oreamuno (1844-1846), primer Jefe de
Estado electo por sufragio directo.
En 1847 fue electo José María Castro Madriz (1847-1849, 1866-1868), doctor en leyes que
llegó a ocupar la presidencia de los tres poderes de la República. Hombre culto, propició la
educación de la mujer, la libertad de prensa y la gestión para crear la primera diócesis en
Costa Rica en 1850, con Monseñor Anselmo Llorente y Lafuente como el primer obispo de
Costa Rica. El 31 de agosto de 1848 promulgó una nueva constitución en la que declaró a
Costa Rica como nación soberana e independiente de cualquier otro estado, nombrándola
definitivamente como República de Costa Rica. El 29 de septiembre de 1848 dotó al país de la
primera bandera tricolor, obra de su esposa, Pacífica Fernández, y las bases del actual
escudo. La Constitución de 1848 estableció un Poder Ejecutivo fuerte frente al Legislativo,
permitiendo al país agilidad para nombrar funcionarios públicos, acelerando la centralización
del poder y abriendo camino al país para su conversión hacia un Estado moderno.77
En 1849 ascendió al poder Juan Rafael Mora Porras (1849-1859), bajo cuya administración el
país presentó un gran auge económico y social, secundario al establecimiento de un modelo
agroexportador basado en el café, lo que permitió la formación