La inteligencia emocional determina la capacidad que tenemos para aprender
diferentes habilidades día a día, con ayuda de elementos como el autoconocimiento, la motivación, empatía, habilidades sociales, autocontrol. Es importante el conocimiento de nuestras emociones para saber cómo poder controlarlas y que no seamos esclavos de ellas ya que se podrían convertir en un problema interpersonal y laboral. El expresar las emociones tanto positivas como negativas genera de cierta manera un placer en las personas ya que pueden hacer conocer a los otros lo que piensan acerca de la situación que está ocurriendo. Me gusta expresar mis emociones si son negativas de una manera calmada porque conozco que puedo ser muy sensible al momento de expresarlas, así que siempre trato de prepararme cuando voy a decir algo negativo para en lo posible poder controlarme y no mostrar sensibilidad. Para expresar mis emociones positivas soy eufórica y me encanta expresarlas con un buen ánimo y realmente soy muy espontanea. Un ejemplo de cuando expreso mis emociones positivas puede ser cuando acabe la universidad y obtuve un excelente promedio académico, me encontraba muy feliz y lo hice saber a mis familiares de una manera muy muy alegre no pude contener la felicidad que eso me generaba pues pude tener muchos beneficios por eso. Un ejemplo de emociones negativas es cuando ocurren situaciones familiares en las que abarcan discusiones y de alguna manera genera emociones negativas, entonces siempre trato de ser lo más calmada posible y sentar a mi familiares y hablar de lo ocurrido.