Ley que modifica el inciso C del artículo 41, el inciso A y F del artículo 43 del
decreto ley 882.
La Ley de Derechos de Autor (Decreto Legislativo 822), señala en su artículo 3º,
que la protección del derecho de autor recae sobre todas las obras del ingenio,
en el ámbito literario o artístico, cualquiera que sea su género, forma de
expresión, mérito o finalidad, de modo tal que nada obstará a los informes legales
efectuados por abogados, a ser objeto de protección por el derecho de autor.
No obstante lo precedentemente mencionado, debe tenerse en cuenta que no
todo lo que ha sido creado como producto del ingenio de alguna persona es
susceptible de ser protegido por el derecho de autor, pues existe una
característica o requisito esencial que debe ser cumplido por toda creación, para
ser considerada como obra, y por tanto, para estar enmarcada como un derecho
de autor.
Este requisito al que hacemos referencia, es la “originalidad”, la cual si bien no
es definida en nuestra actual Ley de Derechos de Autor, sí ha sido llenada de
contenido por un precedente de observancia obligatoria , emitido por la Sala de
Propiedad Intelectual del INDECOPI, en el cual se establece lo siguiente:
“Debe entenderse por originalidad de la obra la expresión (o forma
representativa) creativa e individualizada de la obra, por mínimas que sean esa
creación y esa individualidad. La obra debe expresar lo propio del autor, llevar la
impronta de su personalidad.
No será considerado individual lo que ya forma parte del patrimonio cultural -
artístico, científico o literario – ni la forma de expresión que se deriva de la
naturaleza de las cosas ni de una mera aplicación mecánica de lo dispuesto en
algunas normas jurídicas, así como tampoco lo será la forma de expresión que
se reduce a una simple técnica o a instrucciones simples que sólo requieren de
la habilidad manual para su ejecución.
En consecuencia, no todo lo producido con el esfuerzo de su creador merece
protección por derechos de autor. Igualmente aun cuando exista certeza de que
una creación carente de individualidad ha sido copiada textualmente, tal
circunstancia no convierte a ésta en obra.”
El derecho de autor no protegerá las meras ideas, sino la forma de expresión de
estas, pues qué duda cabe que muchos abogados podrían realizar tratados
sobre un mismo tema, como por ejemplo los derechos reales, sin que ello
implique la existencia de una infracción, pues precisamente, en base a una
misma idea, pueden surgir muchas formas de expresión, tales como diversos
libros con diferentes posiciones o interpretaciones, las cuales sí serán protegidas
por el Decreto Legislativo 822.
DECRETO 883
LA PROPIEDAD INDUSTRIAL