ORGANIZANDO MI TIEMPO*
La gestión del tiempo es una filosofía de vida. Si adoptas esta filosofía te darás cuenta que el
tiempo es elástico y podrás hacer con él muchas más cosas de las que realizas en el
momento presente. Uno de los autores con mayor reconocimiento mundial en la gestión del
tiempo es Stephen Covey.
Covey ha desarrollado una herramienta muy famosa denominada “Los 4 cuadrantes”, una
matriz dividida en 4 cuadrantes.
*Adaptado de: Programa de inducción del Instituto Pedagógico Nacional Monterrico. Módulo:
Desarrollo Personal.
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3º Cuadrante: Se compone de aquellas cosas que no son importantes pero sí urgentes.
Tanto las interrupciones como las llamadas imprevistas forman parte de este cuadrante.
También encontramos cualquiera de las tareas superfluas que se decide encomendarte.
La correcta gestión del tiempo exige tener muy claro qué es lo que se quiere hacer y la
importancia de cada una de las tareas que se van a abordar. Exige ordenar las labores en
función de su importancia y prioridad. Con orden se aprovecha el tiempo y se multiplican las
posibilidades.
Para ello, es necesario detenerse un poco y tomarse unos minutos para pensar. No se
trata de hacer muchas cosas, sino que las que hagamos en cada momento sean de máxima
calidad, intentando diferenciar lo importante de aquello que no lo es. Pensar y programar las
tareas a desarrollar, planificando la actividad.
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A la planificación es necesario dedicarle un tiempo fijo, todos los días. Quizá durante el
desayuno, o las últimas horas del día sean una buena opción. La clave es adquirir el hábito
de dedicar cierto tiempo diario a la organización de nuestro funcionamiento diario. Aunque
parece sencillo, no lo es, si bien los beneficios que podemos obtener merecen la pena.
Te alcanzamos las siguientes ideas claves para gestionar bien el tiempo:
1. Listar las tareas pendientes. Esto nos permite organizarnos y evitar olvidos que quizá
hemos planificado para dentro de varios días, evitando agobios de última hora. Se
recomienda utilizar una agenda o una libreta donde ir anotando ideas y tareas
pendientes, de tal forma que luego puedas recopilarlas y ordenarlas, asignando
prioridades y estableciendo una secuencia realista. Puede que esta no sea la definitiva,
pero el hecho de haber tomado una decisión ya es importante.
2. Ejecutar lo decidido. El no hacerlo inutiliza el esfuerzo realizado y es contraproducente
para próximos intentos de planificación. Debemos tener en cuenta las incidencias que
pueden retrasarnos, pa no perder el norte.
3. Ser flexible, adaptándonos a las nuevas situaciones pero sin dejarnos llevar por lo
inmediato. En caso de que las nuevas situaciones parezcan superarnos, deberemos
“parar” para reorganizarnos, sin dejar que nos sobrepasen.
4. Afrontar las tareas una detrás de la otra, sin intentar abarcar todas al mismo tiempo,
ya que existe un peligro de bloqueo mental y emocional. Esta tendencia es común entre
muchas personas que tienden a comenzar nuevas tareas sin haber finalizado las
anteriores.
En estos casos estamos potenciando el stress y la inseguridad, pudiendo superar los
niveles personales de resistencia y llegando al agotamiento físico, mental y emocional.
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3. CÓMO ADAPTAR TU PLANIFICACIÓN HORARIA A LOS COMPROMISOS
ACADÉMICOS Y NO ACADÉMICOS
Haz una lista de “las cosas a hacer”. Apunta en ella las cosas que tienes que hacer, luego
decide qué hacer en el momento, qué programar para más tarde, qué dejar para que lo haga
otra persona y qué dejar para más tarde.
Planificación a largo plazo. Usa un calendario mensual de modo que siempre puedas
hacer planes por adelantado. Los planes a largo plazo también sirven como recordatorio de
que hay que reservar tiempo para uno mismo de una forma constructiva.
MI HORARIO PERSONAL
COMPROMÉTETE
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Recuerda que esto es importante para TU PLAN DE VIDA, que debe ser:
Alguien se ufanó ante UNAMUNO: “Yo duermo menos que usted”. Sí, replicó
Don Miguel, pero yo, cuando estoy despierto, estoy más despierto que usted”.
Bibliografía
Alafa Ediciones (2000). Mi futuro es importante hoy. Guía para el Docente. Aprendiendo a
querer. Venezuela: Alafa ediciones.