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LA ÉTICA DEL ABOGADO

INTRODUCCIÓN
¿Subiré con trabajo al palacio, que habita la justicia, o marcharé por
el torcido sendero del fraude, para asegurar la felicidad de mi vida?
Platón
Quise iniciar el presente trabajo de investigación con la frase
anterior, porque plasma verdaderamente situaciones a las que nos
podemos encontrar en el sendero de nuestra profesión, y es ahí
donde debemos atender al llamado de nuestros valores, de la
responsabilidad moral y ética y en ningún momento dejarnos
titubear por intereses mezquinos que nos hagan perder el rumbo de
la rectitud, de la dignidad profesional, tal como lo menciona Platón:
“subir con trabajo al palacio que habita la justicia”.
El tema de la ética del abogado, es de suma importancia y
necesidad, ya que es, precisamente, el profesional del derecho en
quien la sociedad busca una actuación recta, indisoluble, de
atender al llamado de su conciencia que le dicte e induzca a una
realidad equitativa.
Con esta recopilación nos darnos cuenta que hablar de ética en
nuestro tiempo equivale a hablar de justicia, bien común, seguridad
y fines del derecho, que desde antaño se han buscado,
trayéndonos esos principios inherentes a la actividad del abogado,
a la reflexión, a la práctica y a la conciencia,
CAPÍTULO I
DIVERSOS CONCEPTOS DE ÉTICA Y ÉTICA JURÍDICA
1.1 Significado gramatical de la ética
La palabra ética tiene su origen en el vocablo griego ethos, que
significa costumbre. Se le estima en una situación de sinonimia con
la palabra moral que, a su vez, deriva de la voz latina more, que por
su parte, corresponde a ethos.[1]
Por tanto, la ética se refiere a las normas que constituyen
determinado sistema de conducta moral, tal y como lo señala la
Enciclopedia Jurídica Omeba.[2]
1.2 Diversos conceptos de ética
La ética o filosofía moral es “la ciencia filosófica que trata de la
rectitud (bondad o malicia de los actos humanos”.[3]
Por su parte, la maestra Martha Silvia Moreno Luce, menciona que,
“la ética es una disciplina que forma parte de la filosofía y tiene
como una de sus tareas la reflexión sobre la particularidad del ser
humano de autolimitarse, a pesar de la libertad absoluta de decisión
para actuar de acuerdo a lo que nuestra propia conciencia nos
indica, dando origen a la moral”.[4]
Un concepto más, “la ética es el conjunto sistemático de
conocimientos racionales y objetivos acerca del comportamiento
humano moral.[5] Por ello, la ética es la ciencia de la moral.[6]
1.3 Conceptos de ética jurídica
La ética aplicada al ejercicio del derecho se denomina deontología
jurídica. La palabra deontología es de origen griego y significa
“tratado o estudio del deber”. El neologismo se debe, a Jeremías
Bentham: su libro Deontology of the Science of Morality se publicó
en Londres en 1834, dos años después de su muerte.[7]
Un concepto más de ética jurídica es el que nos proporciona Villoro
Toranzo, donde nos inicia en la deontología jurídica, como la ética
profesional de los juristas, para evitar abusos elevar el nivel moral y
mantenerlo alto.[8]
CAPITULO II
BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA ETICA
2.1 La ética en la Antigua Grecia
En el origen, la ética aparece subordinada a la política, ya que el
hombre de la Antigua Grecia, sentía la polis como algo incorporado
a su naturaleza. El sentido de comunidad era importante y la ética
estaba orientada al ¿cómo vivir?, puesto que en ese entonces ser
ético consistía en realizar la justicia en comunidad. [9]
Platón en su obra La República, considerada como un completo
tratado de Ética, se señalan cuatro virtudes, como son: la sabiduría,
fortaleza de ánimo, templanza y la justicia. Menciona, asimismo, la
parte más sublime del alma, la parte racional, es la que posee como
una virtud propia la sabiduría. [10]
Ética a Nicómato, de Aristóteles, habla sobre la ética eudemónica,
de buscar la felicidad, el bien común, la razón y la justicia. En dicha
obra, Aristóteles plantea que la ética no es una ciencia, sino una
reflexión, donde la felicidad consiste en una actividad constante.
Asimismo, menciona el filósofo, que la ética procede de la
costumbre, que las virtudes son un conjunto de buenos hábitos.
Los filósofos estoicos y epicúreos, aparecieron en el mundo en la
decadencia del mundo grecoromano, después de Aristóteles, la
filosofía tomó rumbos nuevos. A ello ocurrieron las circunstancias
políticas del tiempo. Las grandiosas concepciones de Platón y
Aristóteles quedaron en el olvido aunque siguieron influyendo en
algunos pensadores.[11]
2.2 La ética en la Edad Moderna
Ya en la era moderna, filósofos como Inmanuel Kant, parte del
hecho de la moralidad, en donde dice que es un hecho indiscutible
que el hombre tiene conciencia de sus actos y de su deber. Pero el
problema de la ética es cómo proponer una norma universal de los
actos pues la ética debe ser ciencia. Kant critica las éticas
anteriores porque se basan en la metafísica o en las tendencias
naturales del hombre. La ética de Kant supera al hedonismo,
pragmatismo e inmoralismo; exalta la dignidad de la persona
humana; coincide con la ética cristiana en la espiritualidad y
universalismo.[12]
2.3 La ética en la Edad Contemporánea
En esta época ha habido aportes importantes de importantes
autores que han contribuido al tema de la ética, tales como los
vitalistas y existencialistas; las aportaciones de Max Scheler, Alaínn
Badiou, Maclntyre, entre otros.
Los vitalistas y existencialistas, desarrollan el sentido de la opción y
la responsabilidad.
Max Scheler, su obra, mayormente conocida como la “ética de los
valores”, concibe a tarea moral como una transformación radical de
la persona, de llegar a ser mejor, algo mucho más profundo y
general que obrar mejor, y por supuesto que cumplir ciertos
mandatos.[13]
Para Alain Badiou, la ideología “ética” es, en nuestras sociedades,
el principal (pero transitorio) adversario de todos aquellos que se
esfuerzan por hacer justicia a un pensamiento, cualquiera que este
sea.
En cambio, Maclntyre, menciona la importancia del bien moral
definido en relación a una comunidad de personas involucradas en
una práctica que llama bienes internos de excelencia, en lugar de
centrarse en fenómenos independientes de una práctica, como la
obligación de un agente moral (ética deontológica) o en las
consecuencias de un acto moral particular (utilitarismo).
CAPÍTULO III
LA ÉTICA DEL ABOGADO
3.1 Conceptualización de abogado
Podemos decir que el abogado es un profesional que brinda
asesoría y representación a sus clientes en cuestiones jurídicas,
más, existe varias conceptualizaciones que nos dan diversos
autores, y serán algunas las que mencionaremos.
El abogado es “un profesional del derecho que ejerce la abogacía.
Para el ejercicio de esta profesión es requisito sine qua non, tener e
título de la licenciatura en derecho y obtener la cédula
correspondiente de la Dirección General de Profesiones. Del
abogado se ha dicho –encareciendo la importancia de su misión-
que es ‘el primer juez de todas las causas’. Según Couture
(Vocabulario jurídico): profesional universitario, con título hábil, a
quien compete el consejo o asesoramiento en materia jurídica, la
conciliación de las partes interesadas opuestas y el patrocinio de
las causas que considere justas.[14]
En el libro “El jurista y el simulador del derecho”, su autor, alude
que: “el abogado debe ser un jurisprudente, esto es, un sapiente del
Derecho. Sería absurdo que no lo fuese, es decir, que padeciese
“ignorantia juris”. Sin los conocimientos jurídicos no podría ejercer
digna y acertadamente su profesión. Ahora bien, el abogado es una
especie de jurisprudente que se vale de su sabiduría para
patrocinar, dirigir o asesorar a las partes contendientes en un litigio,
ante un órgano jurisdiccional del Estado que desea resolverlo.[15]
Con los conceptos anteriores, podemos afinar que para ejercer la
abogacía en México, es necesario realizar estudios durante varios
años, en una universidad o escuela de derecho, legalmente
reconocida y obtener y el título y cédula correspondiente, en
licenciado en Derecho, previamente registrado en la Secretaría de
Educación Pública.
3.2 Noción de la ética del abogado
La ética del abogado, se refiere a las diversas reglas de conducta
que rigen al profesional del derecho, con las cuales puede hacer el
bien y evitar el mal.
Dice Ángel Ossorio, que en la abogacía actúa el alma sola, porque
cuando se hace es obra de la conciencia y nada más que de ella.
[16], esto refriéndose a la rectitud de la conciencia, a la que
conocemos y nos conoce. Aquella cuya voz no siempre se sigue. El
dilema ante la opción o la opción por no tener dilema. Pero, por
sobre todo ello, la ética, como ciencia del bien y del mal, o de los
actos humanos o de la filosofía moral. [17]
Si bien la ética se traduce en un comportamiento del ser humano
que se caracteriza por ser unilateral, inherente a la conciencia del
sujeto y solo imperativo para él, resulta de vital importancia para la
sana convivencia dentro de una colectividad, y particularmente en la
profesión del abogado.
3.3 Importancia de la ética del abogado
La importancia de la ética en el mundo jurídico es algo urgente e
imprescindible. Es cierto que el derecho no lo es todo, pero, si lo
jurídico estuviera impregnado de valores éticos, se daría un paso
decisivo hacia un mundo más humano y más justo.
Todo abogado debe saber lo importante que es tener ética y moral
en su quehacer diario; ya que hoy en día, casi se ha perdido,
debido a las acciones inmorales que se han creado dentro de la
abogacía, ya que el abogado tiene el deber de cumplir con los
reglamentos que los diversos códigos de ética indican.
3.4 Valores de la abogacía
El abogado no es, por lo tanto, una pieza aislada e independiente
del aparato institucional de la aplicación del Derecho por el Estado,
sino que se integra en él. Pero esto no quiere decir que el abogado
sea un mero servidor del Estado. Más bien, Estado (o más
exactamente, los funcionarios del Estado y todavía más
concretamente los jueces y abogados son servidores del Derecho.
Por eso, el artículo primero del Código de Ética Profesional de la
Barra Mexicana –Código de Abogados-comienza: “El abogado ha
de tener presente que es un servidor del Derecho y un coadyuvante
de la justicia...” [18]
Así los valores que siempre deben perseguir el pretendiente a
ejercer la ciencia del derecho son la justicia, la seguridad jurídica y
el bien común.
Justicia. Disposición de la voluntad del hombre dirigida al
reconocimiento de lo que a cada cual es debido o le corresponde
según el criterio inspirador del sistema de normas establecido para
asegurar la pacífica convivencia dentro de un grupo social más o
menos amplio. Aristóteles nos habla de una justicia distributiva, que
exige que en el reparto de los bienes y honores públicos cada cual
sea tratado según sus merecimientos, y de una justicia correctiva,
que puede ser conmutativa (referida a las relaciones contractuales)
o judicial (referida a la aplicación judicial del derecho). El
sentimiento de justicia es común a todos los hombres.
Tradicionalmente, la justicia ha sido considerada como el valor
jurídico por excelencia.[19]
Seguridad jurídica. Una de las finalidades del Estado es
proporcionar seguridad jurídica a los ciudadanos, esto es, la certeza
y convicción de que sus derechos no serán violados ni física ni
jurídicamente, la cual otorga por medio de la fe pública que confiere
al Registro Civil, al Registro Público de la Propiedad, al Ministerio
Público, al Secretario Judicial y, fundamentalmente a los notarios,
instituciones todas ellas que se encuentran a cargo de los
abogados. [20]
La seguridad jurídica, por tanto, es uno de los valores más
preciados que el Estado debe de garantizar, mediante la actividad
jurisdiccional, con la cual busca facilitar a la sociedad, unos medios
eficaces para conseguirla. Además, esta seguridad jurídica, se
refiere a que toda persona debe contar con la seguridad de que en
todo momento sus derechos y posesiones serán respetados en
todo momento.
Así dice la Suprema Corte de Justicia de la Nación, acerca de la
seguridad jurídica: “es la certeza que debe tener el gobernado de
que su persona, sus posesiones o sus derechos serán respetados
por la autoridad, pero si ésta debe producir una afectación en ellos,
deberá ajustarse a los procedimientos previamente establecidos en
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las
leyes secundarias.[21]
Bien común. Se relaciona con las personas por la ley de la
superación y por la ley de la distribución. De ahí resulta,
evidentemente, una ordenación de las personas entre sí y con todo,
que hace posible la comunidad. Por constituirse en función de él la
unidad de orden, el bien común resulta ser un principio de
organización social, que no puede establecerse sin la determinación
de lo que cada uno corresponde dar y recibir, y en este sentido el
bien común es un principio jurídico. [22]
Es complicado enunciar todo los valores que deben existir en un
abogado pero a continuación se enmarcaran los más notorios:
Honestidad: para cumplir con esto hace falta ser sinceros en todo lo
que decimos, fieles a las promesas en el campo laboral esto
ayudara a reafirmar nuestro trabajo como transparente y legal ante
la sociedad
Justicia: ella consiste en conocer, respetar y hacer valer los
derechos de las personas honrar a los que han sido buenos con
otros ser justo implica reconocer y fomentar las buenas acciones y
en todo el ejercicio profesional velar por que siempre prevalezca la
justicia ante todo.
Imparcialidad: este valor lo podemos explicar mediante un ejemplo
en el ejercicio como abogado son latentes las probabilidades de
oportunidad de trabajo como órgano que imparta la justicia ejemplo
como juez en materia civil, penal, mercantil o como funcionario
funcionario público en la amplia gama del de la administración
pública debe prevalecer la imparcialidad sin ningún tipo de
distinción racial, social, política o religioso.
PRINCIPIOS GENERALES DEL ORDEN MORAL APLICADO AL
DERECHO:
• Principio Ontológico: este es un principio necesario de todo orden
jurídico ya que este principio no llena las lagunas normativas,
pudiendo haber conductas que no estén prohibidas ni estén
permitidas y que interesan por sus consecuencias respeto a
terceros o a la sociedad y no tienen una solución adecuada en el
mundo normativo de una sociedad jurídicamente organizada.
• Principio de Respeto: es el derecho que posee propiedades
objetivas no basadas en condiciones históricas dadas o en
propósitos que tiene una comunidad con respecto al futuro. El
derecho es la única que puede hacer posible la unidad jurídica de
una comunidad.
• Principio de Solidaridad: Esta contiene 2 reglas: - Un individuo
jurídicamente vinculado no debe nunca ser excluido de la
comunidad por la arbitrariedad del otro y – todo poder de
disposición otorgado por el derecho solo podrá excluir a los demás
de tal modo que en el excluido se siga viendo al prójimo.
• Principio de Efectividad: se refiere al curso del ser, coincide con el
deber ser que la norma expresa. Toda norma tiene un máximo de
cumplimiento en la comunidad para que así sea una norma
verdadera.
• Principio de la autonomía de la persona humana: pertenece a la
filosofía liberal donde el estado diseña instituciones y es neutral
respecto a los planes individuales. La persona tiene el derecho de
realizar actos que no perjudiquen a los terceros.
• Principio de la dignidad de la persona: se dice que las personas
deben ser tratadas para ciertos fines, sobre la base de sus acciones
voluntarias y no por otras circunstancias como raza, nacionalidad,
sexo, clase social, entre otras.
• Principio de mayor felicidad: pertenece a una teoría ética
normativa que defiende este principio el cual la corrección moral de
un acto está determinada por la contribución de las consecuencias
de la felicidad.
En consiguiente con los valores del abogado existe el código de
ética el cual implanta cierta normativa al ejerció profesional

CAPITULO IV
LOS DEBERES DEL ABOGADO
4.1 La importancia de los deberes del abogado
Aquí basta decir que se pretende señalar lo importante que son las
normas que, en concreto, deben regular la conducta del abogado,
para que no se le denostara con apodos por demás conocidos que
afectan su renombre.
El profesional del derecho requiere observar un comportamiento
ejemplar en el ejercicio de sus deberes, frente a los sujetos a los
que habrá de prestarles sus servicios intelectuales.
Aquí mencionaremos, solamente, algunos deberes del
abogado, dado que el tema es muy amplio y requeriríamos una
investigación específica del contenido.
4.2 El Secreto Profesional del Abogado
Un secreto, es la cosa que se tiene reservada y oculta.[23]
Referente a secreto profesional, es el deber que tienen los
miembros de ciertas profesionales, entre ellos los abogados, de no
descubrir los hechos que han sido conocidos por él, durante el
ejercicio de su profesión. Esto hace que, el abogado tenga que
actuar muchas veces en el papel de confesor o en el papel de
sacerdote, pues escucha activamente a las partes y a los clientes y
trata de “aconsejarlos” con ideas adecuadas.
El secreto profesional, nace pues de una relación en la que existe
una persona que confía un hecho o confía también un documento y
un confidente que recibe la noticia, con la obligación de guardarla y
no comunicarla a ninguna persona ajena a la situación. Por lo que,
de este modo el secreto es a toda luces el total resultado de la
confianza existente. La abogacía se caracteriza entonces por ser un
oficio o una profesión en el que la confianza es sin lugar a
objeciones la principal base.[24]
El Código de Ética profesional de la Barra Mexicana, Colegio de
Abogados, referente al Secreto profesional, explica o siguiente: [25]
Art. 10º Secreto Profesional. Guardar el secreto profesional
constituye un deber y un derecho del abogado. Es hacia los clientes
un deber que perdura en lo absoluto aún después de que les haya
dejado de presta sus servicios; y es un derecho ante los jueces y
demás autoridades. Llamado a declarar como testigo, debe el
letrado concurrir a la citación y, con toda independencia de criterio,
negarse a contestar las preguntas que lo lleven a violar el secreto
profesional o lo exponga a ello.

Art. 11º. Alcance de la obligación de guardar el secreto profesional.


La obligación de guardar el secreto profesional abarca las
confidencias hechas por terceros al abogado en razón de su
ministerio y las que sean consecuencias de pláticas para realizar
una transacción que fracasó. El secreto cubre también las
confidencias de los colegas. El abogado no debe intervenir sin
consentimiento del cliente que le confió un secreto, en algún asunto
con motivo del cual pudiera verse en el caso de revelar o de
aprovechar tal secreto.
Art. 12º. Extinción de la obligación de guardar el secreto. El
abogado que sea objeto de un ataque grave e injustificado de su
cliente, estará dispensado de la obligación de guardar el secreto
profesional y podrá revelar lo indispensable para su defensa.
Cuando un cliente comunicare a su abogado la intención de
cometer un delito, tal confidencia no quedará amparada por el
secreto profesional y el abogado deberá hacer las revelaciones
necesarias para prevenir un acto delictuoso o proteger a personas
en peligro.
La ley para el Ejercicio de las profesiones y actividades técnicas en
el Estado de Nayarit, en su artículo 27, menciona que “Todo
profesionista o técnico estará obligado a guardar estrictamente el
secreto de los asuntos que se le confíen por sus clientes, salvo los
informes que obligadamente establezcan las leyes respectivas”
En cuanto a lo que dice el Código Penal del Estado de Nayarit, este
expresa en el artículo 208, que: “Se aplicará prisión de un mes a un
año y multa de uno a cinco días de salario, al que sin justa causa,
con perjuicio d alguien y sin consentimiento del que pueda resultar
perjudicado, revele algún secreto o comunicación reservada que
conoce o ha recibido con motivo de su empleo, cargo o de la
confianza en él depositada o por alguna otra causa.
4.3 Honorarios adecuados
Cuando nos referimos a los honorarios adecuados, estamos
señalando que éstos pueden cobrarse conforme a varios aspectos,
los cuales podrían ser: el trabajo efectivamente desarrollado por el
abogado, el prestigio del abogado, la complejidad del asunto, el
monto o la cuantía de la pretensión, la capacidad económica del
cliente, y la voluntad contractual de las partes.
El Código de Ética profesional, cita algunos factores, como la
cuantía e importancia del asunto; la novedad o dificultad del
contenido jurídico que se ha debatido; la capacidad económica de
cliente, la experiencia, reptación y especialidad del abogado; la
costumbre del lugar; si los servicios que presta dicho profesional
son aislados o constantes; el tiempo empleado en el patrocinio; el
grado de participación en el estudio, planteamiento y desarrollo del
asunto, así como el éxito alcanzado y su trascendencia; si
únicamente patrocinó al cliente o si también lo sirvió como
mandatario; y la posibilidad de intervenir en otros casos o de
desavenirse con otros cliente o con terceros.
En todo caso, en México, existen leyes arancelarias en diferentes
Entidades federales, con el objeto de regular el pago de los
honorarios de los licenciados en derecho, que cuenten con una
cédula profesional para ejercer dicha profesión, en aquellos casos
en que no se haya pactado el monto que corresponda en el
contrato de prestaciones de servicios profesionales.
4.4 La lealtad del abogado
Dice Eduardo J. Couture, en los 10 mandamientos del abogado: “Se
leal. Leal para con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que
comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aún
cuando él sea desleal contigo. Leal para con el juez, que ignora los
hechos y debe confiar en lo que tú dices; y que, en cuanto al
derecho, alguna que otra vez, debe confiar en el que tú le invocas”.
En este deber, lo expresado por Eduardo J. Couture, en uno de sus
diez mandamientos, escribe de la lealtad del cliente; sobre este
tópico, reflexionamos que la lealtad hacia el cliente debe hacerse
presente en todos los instantes. Refiere, asimismo, lealtad hacia el
adversario aun cuando nos demos cuenta de astucias del contrario
y sus deslealtades. La lealtad al juez, Ossorio en su libro “El alma
de la toga”, considera que el juez respecto a los hechos está
indefenso frente al abogado, como los ignora, forzosamente debe
creer de buena fe en lo que el abogado e dice, más, en cuanto al
derecho, ahí actúan en igualdad.
Quien contrata a un abogado, está en el entendido que lo
representará desde el principio y que no abandonará o lo
traicionará; la lealtad está basada en los valores de justicia, verdad
y honradez, y en caso de que este tipo de conductas impropias del
abogado se den, las sanciones se especifican en:
El artículo 229, del Código Penal del Estado de Nayarit, expresa:
“se impondrá prisión de seis meses a tres años y multa de diez a
treinta días de salario y suspensión en el ejercicio profesional de un
mes a dos años, a los abogados, patronos o litigantes, cuando
éstos últimos no sean ostensiblemente patrocinados por abogados,
si cometen algunos de los delitos siguientes:
I. Alegar, a sabiendas, hechos falsos o leyes inexistentes o
derogadas;
II. Pedir términos para probar lo que notoriamente no puede
probarse o no ha de aprovechar a su parte; o promover artículos o
incidentes con el fin de crear dilaciones o trámites innecesarios para
el normal desarrollo del juicio, o recursos claramente
improcedentes, o de cualquier otra manera, procurar dilaciones
notoriamente indebidas.
Para proceder a la iniciación de la averiguación penal será
necesaria la previa calificación de los hechos a que se refiere esta
fracción, realizada por el Juez o Tribunal que conozca del negocio;
y
III. Presentar por sí mismo o aconsejar a su patrocinado, a que
presente testigos o documentos falsos.
En el caso de ésta fracción, las sanciones expresadas se
impondrán sin perjuicio de las que correspondan por la participación
del infractor en la comisión del delito de falsedad en declaraciones
ante la Autoridad; falsificación de documentos o uso de los mismos.
4. 5 Otros deberes del abogado
· El abogado deberá de estudiará el asunto y en caso de no
tener la pericia para llevarlo a cabo no deberá de aceptarlo.
· La preparación constante en la abogacía es fundamental para
la profesión para llegar al éxito.
· Deberá siempre actuar con la verdad, requisito sine qua non
para todo profesionista.
· La profesión del abogado exige probidad.
· La confianza depositada por el cliente en su abogado debe ser
correspondida con la lealtad, con una fidelidad a toda prueba.
· Evitará el abogado descuidos en las diligencias para el avance
del procedimiento a su cargo. Cuidar cada asunto como si fuera el
propio
· Busca los medios alternativos para que al que representa
tenga los menores riesgos y desgastes tanto emocional como
económico, sin utilizar medios ilícitos o antiéticos
· No invocar o aconsejar a sus clientes hechos falsos, o
presentación de documentos apócrifos o testigos falsos, que
pongan en peligro la libertad de su cliente.
· El abogado tiene el deber de seleccionar los asuntos que más
le convenga, rechazando los que no sean de su interés, algo que no
es contrario a la ética profesional.
· Un deber que emerge de la ética del abogado, es el de
proporcionar, en la medida de las posibilidades el servicio
profesional gratuito.
· La investidura del abogado le exige conciliar su vida
profesional con un decoro en su vida privada. Evitar cualquier
aspecto negativo que ponga en tela de juico su reputación.
· Abstenerse de valerse de recursos que distorsionen o dilaten
la verdad en los litigios.
· Evitar la práctica del soborno o cohecho, corrompiendo a
alguien con dádivas para conseguir de él algún beneficio.
· Deberá servir al derecho y coadyuvar con la justicia.
· Entre los abogados deberá existir respeto recíproco y
fraternidad
CAPITULO V
LOS POSTULADOS Y COLEGIOS DE ABOGADOS

5.1 Importancia de los Postulados y Códigos de Ética de los


abogados
Los postulados de los abogados tienen un valor su profesión,
puesto que, están relacionados con el deber de éstos, de su seguir
en la rectitud.
De otro lado, como es bien sabido, los códigos de ética del abogado
enumeran la forma de conducirse; son principios, responsabilidades
que se imponen al profesional.
A continuación nos referiremos a algunos de los tantos códigos de
ética y postulados d los abogados, mismos que colocamos como
anexos, al final de estos capítulos.
5.1.1 Decálogo del abogado de Ángel Ossorio y Gallardo
Ángel Ossorio y Gallardo, fue un jurista español, que en el año de
1919, cuando tenía 46 años, escribió un libro clásico de la
deontología jurídica, llamado el Alma de la Toga.
Al final del éste libro el autor escribió diez profundos
pronunciamientos, dirigidos a los jóvenes estudiante del derecho,
que invocan la conciencia; es una obra de vida.
5.1.2 Mandamientos de Eduardo J. Couture
El abogado Couture, plasma sus mandamientos con una belleza
ética; recorriendo uno a uno de ellos, nos damos cuenta de la
importancia trascendental, que un hombre de derecho hizo sus
postulados de una forma majestuosa para que los profesionales
del derecho tengamos presente que contamos con conceptos
breves que, de seguirlos, nos llevan por el camino del conocimiento
y de la debida actuación.
Los diez mandamientos de Eduardo J. Couture, tienen en cada
frase una parte que nos sirve como cimiento para seguir creciendo.
Uno de los diez mandamientos que más nos gusta es el décimo:
“Ama a tu profesión. Trata de considerar la abogacía de tal manera
que el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino,
consideres un honor para ti proponerle que se haga abogado”.
El calor humano, la excelsitud de pensamiento que brota de los
mandamientos del abogado formulados por Eduardo J. Couture,
vuelven a actualizarse en el décimo mandamiento trascrito. Amar a
la profesión de abogado es haber tenido la fortuna de haberse
sacado el premio mayor en el reparto de vocaciones.... Los golpes
de una vida profesional dura y exigente, como es la del abogado,
habrán formado a un humano ejemplar.[26]
5.1.3 Postulado del abogado de Carlos Arellano García
El doctor en Derecho Carlos Arellano García, fallecido en el 2011,
nos deja, derivado de muchos años de trabajo, de estudio y de
reflexión, sus postulados del abogado.
Arellano García señala que el objetivo principal y lo que lo inspiró a
redactar una guía para el ejercicio profesional de la abogacía, ya
que esta profesión se ha incurrido en el abandono de la enseñanza
de lo pragmático jurídico y que detectó que existía la necesidad de
que difundieran las lecciones que la vida real imparte al profesional,
además de que, como él lo menciona, era su deseo el “coadyuvar a
la atención de ese requerimiento”.
Los postulados del Abogado, mismos que se contienen en su obra
Manuel del Abogado, vieron la luz por primera vez en 1979. Luego
fueron publicados siete años después en la Revista de la Facultad
de Derecho de la UNAM, específicamente en el número 18, para
que la comunidad jurídica tuviese acceso a ellos.[27]
5.1.4 Código de Ética Profesional de la Barra Mexicana, Colegio de
Abogados
La Barra Mexicana, Colegio de Abogados, señala los siguientes
sobre la aprobación de su Código de Ética:[28]
“Desde la fundación de la Asociación, por escritura de 29 de
diciembre de 1922, ha sido propósito esencial de sus miembros que
la profesión de la abogacía se ejerza en el interés superior del
derecho y de justicia.
Que en dicho instrumento los barristas empeñaron solemnemente
su honor en la observancia de ciertos principios de moralidad, entre
ellos los dos fundamentales de que el concepto del honor y de la
dignidad profesionales, así como el sincero deseo de cooperar a la
buena administración de justicia de la abogacía”
El código de ética “procura el decoro y la dignidad de la abogacía y
que su ejercicio se ajuste estrictamente a las normas de la moral y
el derecho e imponen a los asociados el deber de cumplir con las
normas de ética profesional que establezca la Asamblea General, a
propuesta de la junta de honor”
5.2 Importancia de la Colegiación de abogados
La colegiación, para la Real Academia Española, es el acto de
colegiar o colegiarse; así que, colegiar, es inscribir a alguien a un
colegio, dicho de los individuos de una misma profesión o clase:
Reunirse en un colegio.
De lo anterior, entendemos, que colegiación, es el acto de reunirse
los individuos que ejercen una misma profesión, arte u oficio;
generalmente es voluntaria excepto para algunas profesiones,
como los médicos, donde la colegiación es forzosa, para poder
desempeñar sus actividades propias de su profesión.
La importancia de la colegiación de abogados, permitiría vigilar la
disciplina y el actuar del abogado, amén de defender sus intereses
colectivos y contar con la representación de un colegio frente al
Estado y grupos de poder.
5.3 La colegiación de abogados en México
En México, todavía no contamos con la colegiación obligatoria para
los abogados, algo que se ha venido planteando a través de los
años sin llegar a concretarse este objetivo.
Para muchos conocedores del derecho, la colegiación de abogados
en México no es obligatoria, ya que de lo contrario se violarían las
garantías de libre asociación y de trabajo establecidas en la
Constitución, específicamente en su artículo 9: “No se podrá coartar
el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier
objeto lícito...” y el artículo 5: “ninguna persona podrá impedirse que
se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le
acomode, siendo lícitos...”,
Aparte de que “la ley reglamentaria del artículo 5º constitucional no
ve a las asociaciones como un órgano de control y vigilancia, ya
que prevalece la libertad de profesión. La ley en comento le delega
a las entidades federativas la regulación de las asociaciones
profesionales; siendo pocas entidades las que lo ha hecho. [29]
Nayarit es una de las entidades que tiene una ley que regula las
asociaciones profesionales: “Ley para el ejercicio de las profesiones
y actividades técnicas en el Estado de Nayarit”, en donde su
capítulo VII, art. 33 reseña: “Todos los profesionales y Técnicos de
una misma rama podrán construir en el Estado, una o varias
asociaciones....”
5.4 La colegiación de abogados en otros países
En más de una ocasión escuchamos que en Estados Unidos, los
abogados deberán de estar certificados para poder laborar, y
ciertamente, los abogados deben ser admitidos para ejercer en un
Estado en particular. Como requisito de la admisión, deberán hacer
un examen del Colegio de Abogados administrado por la junta
estatal de examinadores de dicho colegio.
Los exámenes del colegio se realizan dos veces al año, a finales de
febrero y de julio. Normalmente este examen está compuesto por el
Musltistate Bar Examination (MBE). [30]
En otros países, particularmente, en Francia, España, Italia,
Alemania, Inglaterra, Estados Unidos y Canadá, tienen la obligación
de colegiarse para ejercer su profesión, Existen, sin embargo,
algunas diferencias. En el caso de Francia, España e Italia, al
finalizar los estudios de derecho, el estudiante debe obtener un
certificado que acredite su aptitud profesional (Francia), realizar una
pasantía de dos años en algún despacho de abogados o en la
oficina de gobierno (Italia) y, posteriormente incorporarse a un
colegio para ejercer la profesión (Francia y España). Asimismo, en
Alemania el examen de acreditación, realizado por un colegio de
abogados acreditado, se realiza en dos partes: la teoría y a
práctica, conocida como del derecho de la realidad. En el caso de
Inglaterra, Estados Unidos y Canadá, al ser países pertenecientes
al common law, la colegiación se realiza por Estados, por lo que no
se acredita el ejercicio de la abogacía a nivel federal. [31]
CONCLUSIONES
Hemos terminado un interesante e importante tema como lo es
la Ética del Abogado, sobre todo en esta época en que el panorama
para la abogacía es sombría, donde se olvidan en muchas
ocasiones, las normas de ética profesional.
Haber comentado los principios de los postulados de algunos
juristas como Ángel Ossorio, Eduardo j. Couture y Arellano García,
así como y el Código de Ética de la Barra Mexicana de Abogados,
nos dejo conocer los principios rectores de la función del abogado y
reconocer la importancia de la ética en el desempeño profesional.
Se han tratado los conceptos teóricos que forman la base en
que se construye la ética del abogado y reconocemos con estos
que la ética es un aspecto trascendental en la legitimización de la
labor de la abogacía ante la sociedad.
Analizamos la colegiación en México y su importancia de esta
para la abogacía, terminando con esto con aquellos malos
abogados que mucho daño han hecho al gremio, ya que, en
ocasiones, por unos cuantos perdemos todos.
Los datos sobre la colegiación de otros países permiten ver la
enorme distancia que nos falta por recorrer para mantener un
verdadero control sobre el ejercicio de la profesión, evitando las
malas prácticas y promover el estudio de la cultura jurídica.

ANEXOS
"El decálogo del abogado" de Ángel Ossorio y Gallardo
http://luisito67.files.wordpress.com/2012/06/159770311.jpg?w=164&
h=230
“I. No pases por encima de un estado de tu conciencia”.
“II. No afectes una convicción que no tengas”.
“III. No te rindas ante la popularidad ni adules a la tiranía”.
“IV. Piensa siempre que tú eres para el cliente y no el cliente para
ti”.
“V. No procures nunca en los tribunales ser más que los
magistrados, pero no consientas ser menos”.
“VI. Ten fe en la razón, que es lo que, en general, prevalece”.
“VII. Pon la moral por encima de las leyes”.
“VIII. Aprecia como el mejor de los textos el sentido común”.
“IX. Procura la paz como el mayor de los triunfos”.
“X. Busca siempre la justicia por el camino de la sinceridad y sin
otras armas que las de tu saber”
Mandamientos de Eduardo J. Couture
http://2.bp.blogspot.com/-
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ture.jpg

I. Estudia. El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues


sus pasos serás cada día un poco menos Abogado.
II. Piensa. El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce
pensando.
III. Trabaja. La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la
Justicia.
IV. Lucha. Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día que
encuentres en conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la
Justicia.
V. Sé leal. Leal como tu cliente al que no puedes abandonar hasta
que comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario,
aun cuando él sea desleal contigo. Leal para con el Juez que ignora
los hechos y debe confiar en lo que tú le dices y que, en cuanto al
Derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que tú le invocas.
VI. Tolera. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que
quieres que sea tolerada la tuya.
VII. Ten paciencia. El tiempo se venga de las cosas que se hacen
sin su colaboración.
VIII. Ten fe. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para
la convivencia humana; en la Justicia, como destino normal del
Derecho; en la Paz, como substitutivo bondadoso de la Justicia; y
sobre todo, ten fe en la Libertad, sin la cual no hay Derecho, ni
Justicia, ni Paz.
IX. Olvida. La Abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada
batalla fueras llenando tu alma de rencor llegaría un día en que la
vida sería imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto
tu victoria como tu derrota.
X. Ama tu profesión. Trata de considerar la Abogacía de tal manera
que el día que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres
un honor para ti proponerle que sea Abogado.
"Los postulados del abogado" de Carlos Arellano García
http://www.primerainstancia.com.mx/photo/1141920306ARRELLAN
O.jpg
“A las máximas establecidas se les denominó Postulados porque un
postulado es una proposición cuya verdad se admite sin pruebas y
que es necesaria para servir de base en ulteriores razonamientos.
Al enunciarse cada proposición, a continuación se establecen los
razonamientos inmediatos:
“I. Actualiza permanentemente tus conocimientos. El Derecho es
dinámico, no debes empezar a desconocerlo. Quien se empolva,
muere lentamente como profesionista. Realiza los esfuerzos
necesarios para enterarte de los nuevos ordenamientos, de las
reformas, de las adiciones, de la nueva jurisprudencia y participa en
la tarea exegética.
“II. Capacítate a través de los estudios de posgrado. La vida es
corta para alcanzar el pensamiento pleno, pero debes expandir tus
conocimientos a través de estudios de especialización, de maestría
y de doctorado. Si no te es posible, por lo menos ilústrate en las
obras jurídicas.
“III. Proscribe la pereza. Haz fructífera tu vida profesional cotidiana.
Programa tus tareas con tiempo suficiente. En particular, recuerda
que eres esclavo de los términos que para ti vencen un día antes.
Que la lentitud de los asuntos no te sea imputable.
“IV. Cumple irrefragablemente tus deberes. Si adquiriste algún
compromiso, aún si es cuesta arriba, harás honra a él. No requieres
de presiones, basta el dictado de tu conciencia. Eres libre para no
adquirir obligaciones, pero adquiridas, como abogado que eres, no
puedes soslayar su acatamiento puntual.
“V. Rechaza las tentaciones. No estás en venta. Tu capacidad y tu
preparación pertenecen al bien. Ninguna moneda puede adquirir
desviación alguna de tu rectilíneo camino. Puedes vivir
modestamente y gozar de la retribución proporcionada y honesta.
No sucumbirás a la corrupción. Tu rectitud no claudicará ni un
ápice.
“VI. La austeridad es tu línea. No estudiaste para hombre
enriquecido. No acumularás riquezas materiales, la abundancia
espiritual será tu meta. No exagerarás el cobro de tus honorarios.
“VII. Asume tu responsabilidad. Se te han confiado elevados valores
humanos y deberás rendir cuentas a tus patrocinados. No darás
ocasión al descuido. Esmérate en la eficacia de tus esfuerzos.
Medita profundamente el planteamiento de los asuntos antes de
someterlos al juzgador.
“VIII. Proporciona permanente servicio social. Al lado de tus
servicios remunerados guarda un lugar de honor para el servicio
social. Devuelve al pueblo y a tu país algo del privilegio que
recibiste como profesionista. Ayuda a los desvalidos.
“IX. Serás respetuoso al ejercer tu profesión. Te abstendrás del
lenguaje denostante en tus escritos y en tus intervenciones verbales
ante las autoridades, ante la parte contraria y ante tu cliente. No
utilizarás fórmulas tortuosas o dilatorias. Repudiarás
intransigentemente el cohecho y no violarás el secreto profesional.
“X. Dignifica tu profesión. Deberás apegarte permanentemente a los
más exigentes principios jurídicos y éticos que rigen la abogacía:
Que jamás te sea imputable el sufrimiento de persona alguna. Que
nadie te reproche atentar contra los derechos del
hombre”https://blogger.googleusercontent.com/tracker/2794912322
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[5] Instituto de la Judicatura Federal, “Moral, moralidad y ética
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[6] Sánchez Vázquez, Adolfo, Ética, México, De bolsillo, 2006, p.24.
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[7] Pérez Valera, Víctor Manuel. Deontología Jurídica. La ética en el
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[8] Hernández Romo, Miguel Ángel. “Deontología Jurídica” del Dr.
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[9] Uribe, Catalina, Reseña de "Historia de la ética" de Alasdair
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[10] Ídem
[11] Sanabria, J.R. Ética epicúrea y estoica. En Ética, México,
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[12] Sanabria, J.R. Ética de Kant. En Ética, México, editorial Porrúa,
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[13] Sánchez-Migallón, Sergio, El seguimiento y los valores en la
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[14] De Pina, Rafael, De Pina Vara, Rafael, Diccionario de derecho,
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[15] Burgoa Orihuela, Ignacio, El jurista y el simulador del derecho,
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[16] Ossorio Gallardo, Angel. El Alma de la Toga, editorial Flores
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[17] Irigoyen, Raúl Eduardo, Ética de los abogados, Biblioteca
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[18] Villoro Toranzo, Miguel, Deontología jurídica, colección textos
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[19] De Pina, Rafael, De Pina Vara, Rafael, op. cit., nota 14, p. 343
[20] Pérez Fernández del Castillo, Bernardo, Deontología Jurídica:
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[21] Suprema Corte de Justicia de la Nación, Las Garantías de
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[22] González y González, Felipe, El bien común como principio
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[23] Real Academia Española. Diccionario de la lengua española.
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[25] Código de ética, Barra Mexicana Colegio de Abogados.
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[27] Los postulados del abogado de Carlos Arellano García,
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[28] Barra Mexicana, Colegio de Abogados, Código de ética
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[29] Galicia Villarreal, Paulina, Reseñas Bibliográficas, Instituto de
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