INTRODUCCIÓN
¿Subiré con trabajo al palacio, que habita la justicia, o marcharé por
el torcido sendero del fraude, para asegurar la felicidad de mi vida?
Platón
Quise iniciar el presente trabajo de investigación con la frase
anterior, porque plasma verdaderamente situaciones a las que nos
podemos encontrar en el sendero de nuestra profesión, y es ahí
donde debemos atender al llamado de nuestros valores, de la
responsabilidad moral y ética y en ningún momento dejarnos
titubear por intereses mezquinos que nos hagan perder el rumbo de
la rectitud, de la dignidad profesional, tal como lo menciona Platón:
“subir con trabajo al palacio que habita la justicia”.
El tema de la ética del abogado, es de suma importancia y
necesidad, ya que es, precisamente, el profesional del derecho en
quien la sociedad busca una actuación recta, indisoluble, de
atender al llamado de su conciencia que le dicte e induzca a una
realidad equitativa.
Con esta recopilación nos darnos cuenta que hablar de ética en
nuestro tiempo equivale a hablar de justicia, bien común, seguridad
y fines del derecho, que desde antaño se han buscado,
trayéndonos esos principios inherentes a la actividad del abogado,
a la reflexión, a la práctica y a la conciencia,
CAPÍTULO I
DIVERSOS CONCEPTOS DE ÉTICA Y ÉTICA JURÍDICA
1.1 Significado gramatical de la ética
La palabra ética tiene su origen en el vocablo griego ethos, que
significa costumbre. Se le estima en una situación de sinonimia con
la palabra moral que, a su vez, deriva de la voz latina more, que por
su parte, corresponde a ethos.[1]
Por tanto, la ética se refiere a las normas que constituyen
determinado sistema de conducta moral, tal y como lo señala la
Enciclopedia Jurídica Omeba.[2]
1.2 Diversos conceptos de ética
La ética o filosofía moral es “la ciencia filosófica que trata de la
rectitud (bondad o malicia de los actos humanos”.[3]
Por su parte, la maestra Martha Silvia Moreno Luce, menciona que,
“la ética es una disciplina que forma parte de la filosofía y tiene
como una de sus tareas la reflexión sobre la particularidad del ser
humano de autolimitarse, a pesar de la libertad absoluta de decisión
para actuar de acuerdo a lo que nuestra propia conciencia nos
indica, dando origen a la moral”.[4]
Un concepto más, “la ética es el conjunto sistemático de
conocimientos racionales y objetivos acerca del comportamiento
humano moral.[5] Por ello, la ética es la ciencia de la moral.[6]
1.3 Conceptos de ética jurídica
La ética aplicada al ejercicio del derecho se denomina deontología
jurídica. La palabra deontología es de origen griego y significa
“tratado o estudio del deber”. El neologismo se debe, a Jeremías
Bentham: su libro Deontology of the Science of Morality se publicó
en Londres en 1834, dos años después de su muerte.[7]
Un concepto más de ética jurídica es el que nos proporciona Villoro
Toranzo, donde nos inicia en la deontología jurídica, como la ética
profesional de los juristas, para evitar abusos elevar el nivel moral y
mantenerlo alto.[8]
CAPITULO II
BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA ETICA
2.1 La ética en la Antigua Grecia
En el origen, la ética aparece subordinada a la política, ya que el
hombre de la Antigua Grecia, sentía la polis como algo incorporado
a su naturaleza. El sentido de comunidad era importante y la ética
estaba orientada al ¿cómo vivir?, puesto que en ese entonces ser
ético consistía en realizar la justicia en comunidad. [9]
Platón en su obra La República, considerada como un completo
tratado de Ética, se señalan cuatro virtudes, como son: la sabiduría,
fortaleza de ánimo, templanza y la justicia. Menciona, asimismo, la
parte más sublime del alma, la parte racional, es la que posee como
una virtud propia la sabiduría. [10]
Ética a Nicómato, de Aristóteles, habla sobre la ética eudemónica,
de buscar la felicidad, el bien común, la razón y la justicia. En dicha
obra, Aristóteles plantea que la ética no es una ciencia, sino una
reflexión, donde la felicidad consiste en una actividad constante.
Asimismo, menciona el filósofo, que la ética procede de la
costumbre, que las virtudes son un conjunto de buenos hábitos.
Los filósofos estoicos y epicúreos, aparecieron en el mundo en la
decadencia del mundo grecoromano, después de Aristóteles, la
filosofía tomó rumbos nuevos. A ello ocurrieron las circunstancias
políticas del tiempo. Las grandiosas concepciones de Platón y
Aristóteles quedaron en el olvido aunque siguieron influyendo en
algunos pensadores.[11]
2.2 La ética en la Edad Moderna
Ya en la era moderna, filósofos como Inmanuel Kant, parte del
hecho de la moralidad, en donde dice que es un hecho indiscutible
que el hombre tiene conciencia de sus actos y de su deber. Pero el
problema de la ética es cómo proponer una norma universal de los
actos pues la ética debe ser ciencia. Kant critica las éticas
anteriores porque se basan en la metafísica o en las tendencias
naturales del hombre. La ética de Kant supera al hedonismo,
pragmatismo e inmoralismo; exalta la dignidad de la persona
humana; coincide con la ética cristiana en la espiritualidad y
universalismo.[12]
2.3 La ética en la Edad Contemporánea
En esta época ha habido aportes importantes de importantes
autores que han contribuido al tema de la ética, tales como los
vitalistas y existencialistas; las aportaciones de Max Scheler, Alaínn
Badiou, Maclntyre, entre otros.
Los vitalistas y existencialistas, desarrollan el sentido de la opción y
la responsabilidad.
Max Scheler, su obra, mayormente conocida como la “ética de los
valores”, concibe a tarea moral como una transformación radical de
la persona, de llegar a ser mejor, algo mucho más profundo y
general que obrar mejor, y por supuesto que cumplir ciertos
mandatos.[13]
Para Alain Badiou, la ideología “ética” es, en nuestras sociedades,
el principal (pero transitorio) adversario de todos aquellos que se
esfuerzan por hacer justicia a un pensamiento, cualquiera que este
sea.
En cambio, Maclntyre, menciona la importancia del bien moral
definido en relación a una comunidad de personas involucradas en
una práctica que llama bienes internos de excelencia, en lugar de
centrarse en fenómenos independientes de una práctica, como la
obligación de un agente moral (ética deontológica) o en las
consecuencias de un acto moral particular (utilitarismo).
CAPÍTULO III
LA ÉTICA DEL ABOGADO
3.1 Conceptualización de abogado
Podemos decir que el abogado es un profesional que brinda
asesoría y representación a sus clientes en cuestiones jurídicas,
más, existe varias conceptualizaciones que nos dan diversos
autores, y serán algunas las que mencionaremos.
El abogado es “un profesional del derecho que ejerce la abogacía.
Para el ejercicio de esta profesión es requisito sine qua non, tener e
título de la licenciatura en derecho y obtener la cédula
correspondiente de la Dirección General de Profesiones. Del
abogado se ha dicho –encareciendo la importancia de su misión-
que es ‘el primer juez de todas las causas’. Según Couture
(Vocabulario jurídico): profesional universitario, con título hábil, a
quien compete el consejo o asesoramiento en materia jurídica, la
conciliación de las partes interesadas opuestas y el patrocinio de
las causas que considere justas.[14]
En el libro “El jurista y el simulador del derecho”, su autor, alude
que: “el abogado debe ser un jurisprudente, esto es, un sapiente del
Derecho. Sería absurdo que no lo fuese, es decir, que padeciese
“ignorantia juris”. Sin los conocimientos jurídicos no podría ejercer
digna y acertadamente su profesión. Ahora bien, el abogado es una
especie de jurisprudente que se vale de su sabiduría para
patrocinar, dirigir o asesorar a las partes contendientes en un litigio,
ante un órgano jurisdiccional del Estado que desea resolverlo.[15]
Con los conceptos anteriores, podemos afinar que para ejercer la
abogacía en México, es necesario realizar estudios durante varios
años, en una universidad o escuela de derecho, legalmente
reconocida y obtener y el título y cédula correspondiente, en
licenciado en Derecho, previamente registrado en la Secretaría de
Educación Pública.
3.2 Noción de la ética del abogado
La ética del abogado, se refiere a las diversas reglas de conducta
que rigen al profesional del derecho, con las cuales puede hacer el
bien y evitar el mal.
Dice Ángel Ossorio, que en la abogacía actúa el alma sola, porque
cuando se hace es obra de la conciencia y nada más que de ella.
[16], esto refriéndose a la rectitud de la conciencia, a la que
conocemos y nos conoce. Aquella cuya voz no siempre se sigue. El
dilema ante la opción o la opción por no tener dilema. Pero, por
sobre todo ello, la ética, como ciencia del bien y del mal, o de los
actos humanos o de la filosofía moral. [17]
Si bien la ética se traduce en un comportamiento del ser humano
que se caracteriza por ser unilateral, inherente a la conciencia del
sujeto y solo imperativo para él, resulta de vital importancia para la
sana convivencia dentro de una colectividad, y particularmente en la
profesión del abogado.
3.3 Importancia de la ética del abogado
La importancia de la ética en el mundo jurídico es algo urgente e
imprescindible. Es cierto que el derecho no lo es todo, pero, si lo
jurídico estuviera impregnado de valores éticos, se daría un paso
decisivo hacia un mundo más humano y más justo.
Todo abogado debe saber lo importante que es tener ética y moral
en su quehacer diario; ya que hoy en día, casi se ha perdido,
debido a las acciones inmorales que se han creado dentro de la
abogacía, ya que el abogado tiene el deber de cumplir con los
reglamentos que los diversos códigos de ética indican.
3.4 Valores de la abogacía
El abogado no es, por lo tanto, una pieza aislada e independiente
del aparato institucional de la aplicación del Derecho por el Estado,
sino que se integra en él. Pero esto no quiere decir que el abogado
sea un mero servidor del Estado. Más bien, Estado (o más
exactamente, los funcionarios del Estado y todavía más
concretamente los jueces y abogados son servidores del Derecho.
Por eso, el artículo primero del Código de Ética Profesional de la
Barra Mexicana –Código de Abogados-comienza: “El abogado ha
de tener presente que es un servidor del Derecho y un coadyuvante
de la justicia...” [18]
Así los valores que siempre deben perseguir el pretendiente a
ejercer la ciencia del derecho son la justicia, la seguridad jurídica y
el bien común.
Justicia. Disposición de la voluntad del hombre dirigida al
reconocimiento de lo que a cada cual es debido o le corresponde
según el criterio inspirador del sistema de normas establecido para
asegurar la pacífica convivencia dentro de un grupo social más o
menos amplio. Aristóteles nos habla de una justicia distributiva, que
exige que en el reparto de los bienes y honores públicos cada cual
sea tratado según sus merecimientos, y de una justicia correctiva,
que puede ser conmutativa (referida a las relaciones contractuales)
o judicial (referida a la aplicación judicial del derecho). El
sentimiento de justicia es común a todos los hombres.
Tradicionalmente, la justicia ha sido considerada como el valor
jurídico por excelencia.[19]
Seguridad jurídica. Una de las finalidades del Estado es
proporcionar seguridad jurídica a los ciudadanos, esto es, la certeza
y convicción de que sus derechos no serán violados ni física ni
jurídicamente, la cual otorga por medio de la fe pública que confiere
al Registro Civil, al Registro Público de la Propiedad, al Ministerio
Público, al Secretario Judicial y, fundamentalmente a los notarios,
instituciones todas ellas que se encuentran a cargo de los
abogados. [20]
La seguridad jurídica, por tanto, es uno de los valores más
preciados que el Estado debe de garantizar, mediante la actividad
jurisdiccional, con la cual busca facilitar a la sociedad, unos medios
eficaces para conseguirla. Además, esta seguridad jurídica, se
refiere a que toda persona debe contar con la seguridad de que en
todo momento sus derechos y posesiones serán respetados en
todo momento.
Así dice la Suprema Corte de Justicia de la Nación, acerca de la
seguridad jurídica: “es la certeza que debe tener el gobernado de
que su persona, sus posesiones o sus derechos serán respetados
por la autoridad, pero si ésta debe producir una afectación en ellos,
deberá ajustarse a los procedimientos previamente establecidos en
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las
leyes secundarias.[21]
Bien común. Se relaciona con las personas por la ley de la
superación y por la ley de la distribución. De ahí resulta,
evidentemente, una ordenación de las personas entre sí y con todo,
que hace posible la comunidad. Por constituirse en función de él la
unidad de orden, el bien común resulta ser un principio de
organización social, que no puede establecerse sin la determinación
de lo que cada uno corresponde dar y recibir, y en este sentido el
bien común es un principio jurídico. [22]
Es complicado enunciar todo los valores que deben existir en un
abogado pero a continuación se enmarcaran los más notorios:
Honestidad: para cumplir con esto hace falta ser sinceros en todo lo
que decimos, fieles a las promesas en el campo laboral esto
ayudara a reafirmar nuestro trabajo como transparente y legal ante
la sociedad
Justicia: ella consiste en conocer, respetar y hacer valer los
derechos de las personas honrar a los que han sido buenos con
otros ser justo implica reconocer y fomentar las buenas acciones y
en todo el ejercicio profesional velar por que siempre prevalezca la
justicia ante todo.
Imparcialidad: este valor lo podemos explicar mediante un ejemplo
en el ejercicio como abogado son latentes las probabilidades de
oportunidad de trabajo como órgano que imparta la justicia ejemplo
como juez en materia civil, penal, mercantil o como funcionario
funcionario público en la amplia gama del de la administración
pública debe prevalecer la imparcialidad sin ningún tipo de
distinción racial, social, política o religioso.
PRINCIPIOS GENERALES DEL ORDEN MORAL APLICADO AL
DERECHO:
• Principio Ontológico: este es un principio necesario de todo orden
jurídico ya que este principio no llena las lagunas normativas,
pudiendo haber conductas que no estén prohibidas ni estén
permitidas y que interesan por sus consecuencias respeto a
terceros o a la sociedad y no tienen una solución adecuada en el
mundo normativo de una sociedad jurídicamente organizada.
• Principio de Respeto: es el derecho que posee propiedades
objetivas no basadas en condiciones históricas dadas o en
propósitos que tiene una comunidad con respecto al futuro. El
derecho es la única que puede hacer posible la unidad jurídica de
una comunidad.
• Principio de Solidaridad: Esta contiene 2 reglas: - Un individuo
jurídicamente vinculado no debe nunca ser excluido de la
comunidad por la arbitrariedad del otro y – todo poder de
disposición otorgado por el derecho solo podrá excluir a los demás
de tal modo que en el excluido se siga viendo al prójimo.
• Principio de Efectividad: se refiere al curso del ser, coincide con el
deber ser que la norma expresa. Toda norma tiene un máximo de
cumplimiento en la comunidad para que así sea una norma
verdadera.
• Principio de la autonomía de la persona humana: pertenece a la
filosofía liberal donde el estado diseña instituciones y es neutral
respecto a los planes individuales. La persona tiene el derecho de
realizar actos que no perjudiquen a los terceros.
• Principio de la dignidad de la persona: se dice que las personas
deben ser tratadas para ciertos fines, sobre la base de sus acciones
voluntarias y no por otras circunstancias como raza, nacionalidad,
sexo, clase social, entre otras.
• Principio de mayor felicidad: pertenece a una teoría ética
normativa que defiende este principio el cual la corrección moral de
un acto está determinada por la contribución de las consecuencias
de la felicidad.
En consiguiente con los valores del abogado existe el código de
ética el cual implanta cierta normativa al ejerció profesional
CAPITULO IV
LOS DEBERES DEL ABOGADO
4.1 La importancia de los deberes del abogado
Aquí basta decir que se pretende señalar lo importante que son las
normas que, en concreto, deben regular la conducta del abogado,
para que no se le denostara con apodos por demás conocidos que
afectan su renombre.
El profesional del derecho requiere observar un comportamiento
ejemplar en el ejercicio de sus deberes, frente a los sujetos a los
que habrá de prestarles sus servicios intelectuales.
Aquí mencionaremos, solamente, algunos deberes del
abogado, dado que el tema es muy amplio y requeriríamos una
investigación específica del contenido.
4.2 El Secreto Profesional del Abogado
Un secreto, es la cosa que se tiene reservada y oculta.[23]
Referente a secreto profesional, es el deber que tienen los
miembros de ciertas profesionales, entre ellos los abogados, de no
descubrir los hechos que han sido conocidos por él, durante el
ejercicio de su profesión. Esto hace que, el abogado tenga que
actuar muchas veces en el papel de confesor o en el papel de
sacerdote, pues escucha activamente a las partes y a los clientes y
trata de “aconsejarlos” con ideas adecuadas.
El secreto profesional, nace pues de una relación en la que existe
una persona que confía un hecho o confía también un documento y
un confidente que recibe la noticia, con la obligación de guardarla y
no comunicarla a ninguna persona ajena a la situación. Por lo que,
de este modo el secreto es a toda luces el total resultado de la
confianza existente. La abogacía se caracteriza entonces por ser un
oficio o una profesión en el que la confianza es sin lugar a
objeciones la principal base.[24]
El Código de Ética profesional de la Barra Mexicana, Colegio de
Abogados, referente al Secreto profesional, explica o siguiente: [25]
Art. 10º Secreto Profesional. Guardar el secreto profesional
constituye un deber y un derecho del abogado. Es hacia los clientes
un deber que perdura en lo absoluto aún después de que les haya
dejado de presta sus servicios; y es un derecho ante los jueces y
demás autoridades. Llamado a declarar como testigo, debe el
letrado concurrir a la citación y, con toda independencia de criterio,
negarse a contestar las preguntas que lo lleven a violar el secreto
profesional o lo exponga a ello.
ANEXOS
"El decálogo del abogado" de Ángel Ossorio y Gallardo
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h=230
“I. No pases por encima de un estado de tu conciencia”.
“II. No afectes una convicción que no tengas”.
“III. No te rindas ante la popularidad ni adules a la tiranía”.
“IV. Piensa siempre que tú eres para el cliente y no el cliente para
ti”.
“V. No procures nunca en los tribunales ser más que los
magistrados, pero no consientas ser menos”.
“VI. Ten fe en la razón, que es lo que, en general, prevalece”.
“VII. Pon la moral por encima de las leyes”.
“VIII. Aprecia como el mejor de los textos el sentido común”.
“IX. Procura la paz como el mayor de los triunfos”.
“X. Busca siempre la justicia por el camino de la sinceridad y sin
otras armas que las de tu saber”
Mandamientos de Eduardo J. Couture
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HiBjwanhIZo/Tv4uCJBnZ8I/AAAAAAAAArs/Kjgvzz3Rht4/s1600/Cou
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