Keywords: Abstract
- Tuberculosis Chronic bacterial infections (I). Tuberculosis
- Mycobacteria Tuberculosis is an infectious disease caused by Mycobacterium tuberculosis. It is one of the most
- Tuberculin prevalent infectious diseases in our country and worldwide. Its most common clinical presentation is the
lung, and it is manifested by weight loss, low-grade fever, cough and expectoration (sputum may or may
- IGRA not be bloody), and other symptoms of lymph node involvement. Extrapulmonary tuberculosis refers to the
- Multiresistant haematogenous spread of the mycobacteria, with secondary lymph node, pleural, military, urinary,
genital, central nervous system, osteoarticular, pericardial or cutaneous involvement. Diagnosis is based
on determining the presence of latent tuberculosis by the tuberculin test or interferon gamma release
assay that would benefit from quemoprophylaxis or active tuberculosis, observing the microorganism
using bacilloscopy, cultures or molecular techniques. Treatment must be given for at least 6 months, and
up to 2 years in cases of pharmacological resistance.
geria, Pakistán y Sudáfrica1. Tras la introducción del trata- supresores, lesiones pulmonares previas (silicosis, lesiones
miento antirretrovírico de gran actividad (TARGA), la inci- fibróticas pulmonares, tabaquismo), hemofilia, etc.8. Una de
dencia de la tuberculosis ha descendido notablemente en el las últimas propuestas para el control de la transmisión de la
mundo2. En España se trata de una enfermedad de declara- tuberculosis es el estudio de los llamados «catalizadores de
ción obligatoria por el Real Decreto 2210/1995, y en el año transmisión», es decir, aquellos factores de la conducta hu-
2015 se declararon un total de 4.191 casos de tuberculosis, de mana, propiedades del bacilo o características fisiopatológi-
los cuales un 74,4% eran pulmonares3. cas del huésped que favorecen la propagación de la tubercu-
En los últimos años se ha desarrollado como estrategia losis a nivel comunitario, con la intención de realizar
epidemiológica y de salud pública la detección y el estudio de intervenciones focalizadas en ellos y detectar con mayor bre-
contactos de los casos índice. Los profesionales de la salud vedad a aquellos pacientes con infección o enfermedad tu-
encargados de promover la adherencia al tratamiento e im- berculosa9.
plicar a las familias en la lucha contra la tuberculosis consi- La gran mayoría de las infecciones producidas por M.
guen obtener mejores resultados en cuanto a la detección de tuberculosis son debidas a la inhalación de núcleos de micro-
estos casos índice y, lógicamente, en cuanto a la adherencia y gotas generadas al hablar, toser o estornudar, siendo capaces
curación4. Además, como últimas tendencias, se están plan- de permanecer en suspensión en el aire durante largos perio-
teando medidas para la eliminación de la enfermedad tuber- dos de tiempo para alcanzar posteriormente las vías respira-
culosa mediante el diagnóstico y tratamiento de la infección torias terminales. Cuando estas partículas aerosolizadas esca-
tuberculosa latente en pacientes de elevado riesgo como in- pan a las medidas de aclaramiento y alcanzan el espacio
migrantes procedentes de zonas de elevada prevalencia o alveolar se origina una respuesta inmune innata mediada por
reclusos5. los macrófagos alveolares. Estos son capaces de fagocitar y
eliminar una cantidad limitada de bacilos, de modo que una
vez que M. tuberculosis se multiplica, los macrófagos son in-
Aspectos microbiológicos capaces de contenerlos. Los macrófagos infectados son
transportados hasta los ganglios linfáticos regionales, hiliares
El género Mycobacterium está compuesto por un conjunto de y mediastínicos, pudiendo pasar desde ellos al torrente san-
bacilos aerobios e inmóviles, capaces de formar filamentos guíneo y producir las manifestaciones clínicas extrapulmona-
ramificados. Su pared posee una estructura bastante comple- res de la tuberculosis.
ja y contiene un alto contenido en lípidos, lo que hace que En las 4-10 semanas posteriores tiene lugar la activación
sea hidrofóbica y le aporte una alta resistencia a muchos des- de los linfocitos T, que condiciona la respuesta inmunológica
infectantes, antibióticos convencionales y tintes, lo que expli- específica a la infección. El proceso inflamatorio resultante
ca que no pueda teñirse mediante la técnica de Gram con- de la actividad de los linfocitos y de los macrófagos es el
vencional. Cuando se tiñen, los productos ácidos no son responsable del desarrollo de los granulomas caseificantes
capaces de decolorarlos, de ahí el término de bacilos ácido- con células gigantes multinucleadas de Langerhans, típicos
alcohol resistentes (BAAR). Debido a la complejidad de su de la enfermedad, aunque no patognomónicos10.
pared y a que se trata de microorganismos muy exigentes en La enfermedad tuberculosa puede tener lugar durante
cuanto a requerimientos nutricionales, suelen crecer muy la primoinfección o, más frecuentemente, durante la reacti-
lentamente en el laboratorio, tardando unas 12-24 horas en vación tras un periodo de infección latente. Si la respuesta
replicarse y necesitando así una media de 8 semanas para inmunológica es insuficiente para frenar la infección se
poder detectarse en medios de cultivo6. producirá la enfermedad en forma de tuberculosis primaria,
ya sea pulmonar o extrapulmonar, ocasionando el cuadro
clínico consiguiente. La tuberculosis primaria tiene lugar
Etiopatogenia en el 10-15% de los casos, el 80% de estos en los dos pri-
meros años. Si por el contrario se consigue frenar la multi-
El principal reservorio de M. tuberculosis es el ser humano y plicación de los bacilos tuberculosos, no se producirá la
el contagio suele producirse a partir de un enfermo con tu- evolución a la enfermedad, quedando como infección laten-
berculosis pulmonar. La principal vía de transmisión es la te, lo que ocurre en alrededor del 90% de las personas in-
aérea, aunque también puede transmitirse por vía digestiva a
través de la ingesta de productos lácteos no pasteurizados
TABLA 1
(sobre todo por M. bovis) y más raramente por vía cutáneo-
Factores de riesgo para padecer enfermedad tuberculosa
mucosa, urogenital o transplacentaria7.
Existen ciertos factores que condicionan un mayor riesgo Sida/infección por el virus de la inmunodeficiencia humana
de padecer la enfermedad tuberculosa (tabla 1); pueden en- Cortocircuito yeyunoileal
cuadrarse en aquellos que dependen del bacilo y aquellos que Neoplasias sólidas
dependen del huésped. Entre los factores dependientes del Neoplasias hematológicas
bacilo se encuentran la virulencia del mismo (determinada Silicosis
por las características genéticas) y el número de bacilos exis- Hemodiálisis
tentes en el foco infeccioso. Los factores dependientes del Lesiones fibróticas pulmonares
huésped son muy variados: infección por el VIH, cortocir- Fármacos inmunosupresores
Hemofilia
cuito yeyunoileal, neoplasias sólidas, hemodiálisis, inmuno-
fectadas. Estando en estado latente, puede reactivarse en pleural, aunque su rentabilidad en cuanto al diagnóstico por
años e incluso décadas posteriores produciendo una tuber- cultivo microbiológico es baja.
culosis posprimaria, siendo esta la forma más frecuente de En la reactivación tuberculosa o tuberculosis posprima-
enfermedad tuberculosa. ria, las consolidaciones se presentan con márgenes desigua-
les y mal delimitados, siendo este el hallazgo más frecuente
(más del 95% de los casos), localizado sobre todo en los
Síndromes clínicos segmentos apicales y posteriores de los lóbulos superiores y
en segmentos superiores de lóbulos inferiores. La afecta-
La clínica sistémica de la enfermedad tuberculosa es de de- ción exclusiva de lóbulos inferiores es infrecuente, ocurre
sarrollo subagudo o crónico y cursa con febrícula, sudora- en menos de un 5% de los casos de reactivación. La apari-
ción nocturna, disminución de peso y malestar general. La ción de cavernas tuberculosas es frecuente, encontrándose
tuberculosis de origen pulmonar cursa con clínica respirato- hasta en el 20-45% de los pacientes, y pueden persistir tras
ria, mientras que la tuberculosis extrapulmonar presenta un el tratamiento antibiótico, predisponiendo así al desarrollo
amplio abanico de manifestaciones clínicas según el órgano de múltiples complicaciones (sobreinfección bacteriana, le-
afectado11. sión de vasos sanguíneos adyacentes, formación de miceto-
mas, etc.)12.
La tuberculosis pulmonar puede originar diversas com-
Tuberculosis de localización pulmonar plicaciones, aunque muchas de ellas han disminuido tras la
introducción del tratamiento tuberculostático (tabla 2)13,14.
La tuberculosis de localización pulmonar es la forma más
frecuente de enfermedad tuberculosa. La sintomatología
principal es sistémica, junto con tos persistente que puede ser Tuberculosis de localización extrapulmonar
seca o productiva e incluso de carácter hemoptoico. La dis-
nea y el dolor pleurítico no son propios de la tuberculosis, La diseminación hematógena de M. tuberculosis le permite
aunque pueden estar presentes. Frecuentemente, la clínica acceder a distintas zonas del organismo, produciendo mani-
sistémica o los episodios de hemoptisis aportan la sospecha festaciones clínicas según el órgano afectado15. Característi-
clínica y llevarán a la realización de
pruebas de imagen. En la exploración
clínica pueden encontrarse algunos
roncus y crepitantes o bien la semiolo-
gía propia del derrame pleural en caso
de existir de forma asociada.
La radiografía de tórax es uno de
los elementos fundamentales para el
diagnóstico (fig. 1). Los hallazgos ra-
diológicos difieren en la tuberculosis
primaria y en la tuberculosis posprima-
ria. Las linfadenopatías mediastínicas e
hiliares son la manifestación radiológi-
ca más frecuente en la tuberculosis
primaria. Con técnicas de mayor reso-
lución, como la tomografía computa- A B
dorizada (TC), pueden apreciarse estas
adenopatías con zonas de atenuación
central en relación con la necrosis ca-
seosa y zonas de realce periférico por la
inflamación del tejido periférico granu-
lomatoso. En el parénquima pulmonar
puede observarse consolidación seg-
mentaria o lobar y existe derrame pleu-
ral hasta en el 25% de los casos de
tuberculosis primaria, casi siempre uni-
lateral. Este derrame pleural se origina
por la hipersensibilidad a las proteínas
de M. tuberculosis, no porque exista in-
fección de la pleura en sí, dando lugar a
un líquido con características de exuda- C D
do. La toracocentesis es útil para el Fig. 1. Algunos patrones radiológicos de la tuberculosis. A y B: cavitaciones; C: diseminación miliar y D: pleuritis
diagnóstico diferencial del derrame tuberculosa.
Pericárdica TABLA 3
Interpretación de la positividad de la prueba cutánea de la tuberculina
Se produce por diseminación hematógena o por contigüidad,
y puede cursar como un derrame pericárdico o como una Tamaño de la Sujetos en los que se considera positiva
pericarditis constrictiva. Clínicamente suele manifestarse induración
como una pericarditis de desarrollo subagudo que no res- ≥ 5 mm Contactos estrechos a casos demostrados de tuberculosis
activa
ponde a tratamiento antiinflamatorio. Personas inmunodeprimidas (en particular aquellos con
infección por el VIH)
Tuberculosis abdominal Sujetos con evidencia clínica o radiológica de enfermedad
tuberculosa previa o actual
La afectación intestinal es una forma rara de tuberculosis
Personas en tratamiento con anti-TNF
extrapulmonar que cursa con dolor abdominal difuso que
≥ 10 mm Otras personas en riesgo de tuberculosis latente son:
puede aumentar con la palpación, distensión abdominal y
Personas nacidas en zonas de alta prevalencia
diarrea o alternancia de diarrea y estreñimiento. Se localiza Personas con riesgo ocupacional
con mayor frecuencia en íleon terminal y ciego, presentán- Sujetos con alto riesgo de progresión de enfermedad latente a
dose de forma ulcerosa, hipertrófica o cicatricial. Su diag- enfermedad activa
nóstico es difícil y requiere la toma de biopsias para cultivos ≥ 15 mm Resto de sujetos
microbiológicos específicos. La sospecha clínica es funda- TNF: factor de necrosis tumoral; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.
TABLA 6
Esquemas terapéuticos de la tuberculosis confirmada por bacilos sensibles
Esquemas de tratamiento (por Fármacos Intervalo y dosis Fármacos Intervalo y dosis Rango de dosis Comentarios
orden de eficacia) (duración mínima) (duración mínima) totales
1º INH 7 d/sem x 56 dosis (8 INH 7 d/sem x 126 dosis (18 182-130 Esquema preferido para nuevos
sem) o 5 d/sem x 40 dosis sem) o 5 d/sem x 90 dosis diagnósticos de TB
RIF (8 sem) RIF (18 sem)
2º PZA 3 veces/sem x 54 dosis (18 110-94 Esquema alternativo preferido
EMB sem) cuando no se garantice el TDO
3º 3 veces/sem x 24 dosis (8 3 veces/sem x 54 dosis (18 78 Con precaución en pacientes
sem) sem) infectados por el VIH y/o
cavitaciones
4º 7 d/sem x 14 dosis y 2 veces/sem x 36 dosis (18 62 No usar en pacientes infectados
luego 2 veces/sem x 12 sem) por el VIH o pacientes con
dosis baciloscopia positiva y/o
cavitaciones
d: días; EMB: etambutol; INH: isoniazida; PZA: pirazinamida; Rif: rifampicina; sem: semanas; TB: tuberculosis; TDO: tratamiento directamente observado; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.
Modificada de Nahid P, et al25.
pirse en pacientes sintomáticos si se Dosificación de los principales fármacos de primera y segunda línea para el tratamiento
de la tuberculosis en adultos
alcanzan niveles de transaminasas 3
veces por encima de lo normal y en Fármaco Diario Una vez a la semana Dos veces a la semana Tres veces a la semana
(dosis habitual) (dosis habitual) (dosis habitual) (dosis habitual)
pacientes asintomáticos, 5 veces.
3. En pacientes expuestos a cepas Primera línea
fármaco de primera línea, que puede incluir isoniazida o ri- 3. En casos en los que el paciente no esté recibiendo
fampicina, pero no ambos. Cuando encontramos cepas resis- TARGA, sí se recomienda mantener el tratamiento un total
tentes a al menos isoniazida y rifampicina las denominamos de 9 meses.
multirresistentes (MDR-TB). Se reserva el término de tu- 4. Los esquemas terapéuticos que incluyen pautas inter-
berculosis extensa o extremadamente resistente (XDR-TB) mitentes de tratamientos se asocian en pacientes con infec-
para las infecciones por cepas resistentes al menos a isoniazi- ción por el VIH a recaídas y aparición de resistencias, por lo
da, rifampicina, fluoroquinolonas y además a aminoglucósi- que no se recomienda su uso.
dos o capreomicina o ambos. 5. Es frecuente el diagnóstico síncrono de la tuberculosis
En pacientes con historia previa de infección tuberculo- con la infección por el VIH. En este escenario, se recomien-
sa es frecuente la presentación de resistencias farmacológi- da iniciar el TARGA en las primeras dos semanas del trata-
cas, especialmente en aquellos con progresión clínica y/o miento para la tuberculosis en pacientes con un recuento
radiológica en el curso del tratamiento, persistencia de ba- linfocitario CD4 menor de 50 células/ul y en las semanas
ciloscopias y/o cultivos positivos, falta de adherencia o uti- 8-12 en pacientes con un recuento linfocitario CD4 igual o
lización de un régimen inadecuado. Pero también es posi- superior a 50 células/ul.
ble la infección por cepas resistentes en pacientes sin 6. Vigilar la aparición de síndrome de reconstitución in-
historia previa de enfermedad, pero que han estado expues- mune, especialmente en pacientes con un recuento linfocita-
tos a un paciente con enfermedad activa por cepas resisten- rio CD4 menor de 50 células/ul, consistente en fiebre, em-
tes o viven, trabajan o han viajado a zonas endémicas con peoramiento respiratorio, adenomegalias, lesiones expansivas
resistencias asentadas26. del SNC, derrame pleural o abscesos abdominales. Este
Si existe sospecha de enfermedad resistente, a la espera de diagnóstico debe establecerse tras excluir otras patologías
cultivos, es preciso iniciar un tratamiento de primera línea (iso- concomitantes. Su manejo es sintomático, con antiinflamato-
niazida más rifampicina más pirazinamida) asociado a 2 fárma- rios en casos leves y, si la gravedad es mayor, puede asociarse
cos de segunda línea, en las dosis comentadas en la tabla 6. prednisona en dosis de 1,25 mg/kg/día durante 2 a 4 sema-
En caso de MDR-TB, puede optarse por: nas, con una disminución progresiva de dosis durante al me-
1. Esquema corto, en no gestantes sin afectación extra- nos 6-12 semanas.
pulmonar, con sensibilidad a quinolonas y agentes inyecta-
bles y sin historia de exposición previa a fármacos de segunda Pericarditis tuberculosa
línea en el último mes. Se basa en la administración diaria de Clásicamente se ha recomendado asociar corticoides al trata-
7 fármacos durante 4 meses, seguida de una fase de continua- miento tuberculostático de la pericarditis tuberculosa. Sin
ción de 4 fármacos diarios durante 5 meses más. embargo, un reciente ensayo clínico ha demostrado que no
2. Esquema convencional, cuando no se cumplen los cri- existen diferencias significativas en mortalidad, taponamien-
terios anteriores. Consiste en una fase intensiva con al menos to pericárdico o pericarditis constrictiva entre el tratamiento
5 fármacos al menos durante 6 meses tras la negativización con corticoides y el placebo, por lo que actualmente no se
de cultivos, seguida de una fase de continuación con los mis- recomienda salvo en casos de presentación inicial con derra-
mos fármacos excepto el inyectable, durante al menos 18-24 me pericárdico severo, importante componente inflamatorio
meses tras la conversión. o con signos incipientes de constricción25,29.
En pacientes con XDR-TB, el tratamiento se basa en la
combinación de 6 fármacos durante al menos 6 meses tras Meningitis tuberculosa
la negativización de cultivos, seguido de una fase de conti- Existe mayor evidencia de la asociación de corticoides en el
nuación con los mismos fármacos excepto el inyectable, por tratamiento de la tuberculosis meníngea con resultados favo-
al menos 18-24 meses tras la conversión. rables en reducción de complicaciones y de mortalidad, por
En MDR-TB y XDR-TB y no respuesta a los 6 meses de lo que se recomienda añadir dexametasona o prednisona du-
tratamiento o con complicaciones mayores, se pueden plan- rante las 6-8 primeras semanas de tratamiento30. Se reco-
tear las opciones quirúrgicas como adyuvancia al tratamiento mienda repetir la punción lumbar para monitorizar cambios
médico27. en la citobioquímica del líquido cefalorraquídeo. La dura-
ción del tratamiento no está claramente definida, pero debe
Pacientes con infección por el VIH mantenerse por un tiempo no inferior a 9-12 meses.
El manejo de la tuberculosis en el paciente con infección por
el VIH presenta una serie de consideraciones particulares: Tuberculosis pulmonar con cultivo negativo
1. Existen frecuentes interacciones entre el TARGA y el No es infrecuente que exista una alta sospecha clínica y ra-
tratamiento de la tuberculosis, por lo que antes de iniciar diológica de tuberculosis pero que las baciloscopias y culti-
cualquier esquema terapéutico es preciso consultar dichas vos sean negativos. Esto es especialmente frecuente en pa-
interacciones. cientes paucibacilíferos, con toma de muestras inadecuadas o
2. Existe una tendencia a sugerir que es preciso un trata- colonizados por otros microorganismos. Es preciso insistir
miento más prolongado en estos pacientes, fundamental- en una toma correcta de las muestras, induciendo la produc-
mente basada en estudios de la era previa al TARGA, pero ción y expulsión de esputos con nebulizaciones de suero sa-
desde la introducción del mismo existe evidencia suficiente lino fisiológico e incluso con toma de muestras mediante fi-
para recomendar el tratamiento solo hasta los 6 meses en brobroncoscopia. Cuando la sospecha clínica y radiológica
pacientes con TARGA28. de tuberculosis sigue siendo alta, se recomienda iniciar el
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