Anda di halaman 1dari 34

La ciencia del cambio climático

La temperatura del aire en la superficie terrestre resulta del balance entre la energía
que llega al planeta a través de la radiación solar; y aquella que se pierde por
enfriamiento del planeta durante la noche, principalmente en forma de radiación
infrarroja. (figura 1.1). El sol es la única fuente externa de calor del Planeta. Cuando
su superficie es alcanzada por la radiación solar, en forma de luz visible, una parte
de ella es absorbida por la atmósfera y reflejada por las nubes, otra parte llega a la
superficie de la Tierra y es igualmente reflejada al espacio por los desiertos, cuerpos
de agua y capas de hielo. La radiación remanente es absorbida por la misma, y
liberada en forma de onda larga. Algunos gases en la 1. LA CIENCIA DEL CAMBIO
CLIMÁTICO GLOBAL ANAM -Primera Comunicación Nacional sobre Cambio
Climática- 2000 2 atmósfera tienen la capacidad de absorber esta energía y calentar
la atmósfera baja. Entre estos gases están el vapor de H2O, el CO2, el CH4 y el
N2O. Este proceso de retención de calor en la atmósfera baja es conocido como
efecto invernadero natural y es el responsable de que la temperatura media de la
superficie del planeta sea unos 30°C más de lo que sería en la ausencia de los
mismos, y permite que la vida, tal como la conocemos, sea posible. Figura 1.1.
Diagrama simplificado del efecto de invernadero Sin embargo, con el inicio de la
Revolución Industrial en 1750, y particularmente desde los inicios del siglo XX,
actividades humanas resultantes en emisiones “antropogénicas” de estos gases
han aumentado la concentración de los mismos en la atmósfera. Entre las
actividades que más han contribuido a dicho fenómeno están: el consumo de
combustibles fósiles, la producción de cemento, el cambio del uso del suelo, la
agricultura y la deforestación, lo que trae como resultado un forzamiento radiativo1
positivo que tiende a calentar la baja atmósfera y la superficie terrestre. Este es el
llamado efecto invernadero antropogénico, cuya magnitud dependerá de la
proporción del aumento en la concentración de cada gas involucrado, y de la
concentraciones de otros GEI ya presentes en la atmósfera. Esta intensificación del
efecto invernadero natural, llevaría a un cambio asociado en el clima mundial, lo
que podría traer consecuencias insospechadas para la humanidad. 1.3 AUMENTO
DE LAS CONCENTRACIONES DE GEI Con el fin de comprender lo que significa la
perturbación antropogénica sobre el efecto invernadero, y de obtener un
entendimiento cuantitativo de cuáles deberían ser las concentraciones de GEI que
no producirían esta interferencia peligrosa en el sistema climático, primero se deben
conocer las concentraciones actuales de los GEI ANAM -Primera Comunicación
Nacional sobre Cambio Climática- 2000 3 presentes como futuras para el sistema
climático global. Desde la época preindustrial, las concentraciones de estos gases
han producido un forzamiento radiativo positivo del clima que tiende a calentar la
superficie del planeta y a producir alteraciones en el sistema climático. · Las
concentraciones atmosféricas promedio globales de CO2, CH4, y N2O, han crecido
considerablemente: el CO2 de unos 280 a casi 360 ppmv (30%), el CH4 de 700 a
1720 ppbv (145%), y el N2O de unos 275 a unos 310 ppbv (15%) (valores para
1992). Según el PICC, estas tendencias pueden atribuirse en gran parte a las
actividades humanas, sobre todo al uso de combustibles fósiles, al cambio de uso
del suelo y a las prácticas agrícolas. · Existen GEI que permanecen en la atmósfera
durante mucho tiempo (por ejemplo, desde varios decenios hasta siglos para el CO2
y el N2O), afectando el forzamiento radiactivo en largas escalas de tiempo. El
forzamiento radiativo directo de los GEI de larga duración es de 2.45 Wm-2 , debido
sobre todo a los aumentos de las concentraciones de CO2 (1.56 Wm-2 ), CH4 (0.47
Wm-2 ) y N2O (0.14 Wm-2 ) (valores para 1992). · El forzamiento radiativo directo
producto de la combinación de clorofluorocarbonos (CFC) e
hidroclorofluorocarbonos (HCFC), es de 0.25 Wm-2 . Sin embargo, su forzamiento
radiativo neto se reduce a 0.1 Wm-2 porque han ocasionado el agotamiento del
ozono (O3) estratosférico, que a su vez, produce un forzamiento radiativo negativo.
Gracias a la implementación del Protocolo de Montreal y sus enmiendas y ajustes,
se prevé que las concentraciones de CFC y HCFC, y el consiguiente agotamiento
del ozono estratosférico, disminuirán considerablemente para el año 2050, pero
actualmente el adelgazamiento de la capa de ozono va en aumento. · En la
actualidad, otros GEI de larga duración, en especial el hidrofluorocarbono (PFC) y
el ANAM -Primera Comunicación Nacional sobre Cambio Climática- 2000 4
hexafluoruro de azufre (SF6), contribuyen poco al forzamiento radiativo, pero su
crecimiento previsto podría contribuir en varios puntos porcentuales al forzamiento
radiativo en el siglo XXI. · Si las emisiones de CO2 se mantienen a niveles parecidos
a los actuales (año de referencia 1994), se producirá una tasa de crecimiento casi
constante de las concentraciones atmosféricas durante, al menos, dos siglos, y se
alcanzarían unos 500 ppmv para fines del siglo XXI (aproximadamente el doble de
la concentración de la época preindustrial). · Diversos modelos del ciclo del carbono
indican que sólo se podría alcanzar la estabilización de las concentraciones
atmosféricas de CO2 en 450,650 ó 1000 ppmv, si las emisiones mundiales
antropogénicas de CO2 descienden a los niveles de 1990, en unos 40, 110 ó 240
años a partir del presente, respectivamente, y si a la postre, disminuyen hasta
alcanzar niveles inferiores a los del decenio de 1990. · En la serie de casos de
estabilización estudiados por el PICC, la estabilización a 450,650 ó 1000 ppmv de
emisiones antropogénicas acumuladas en el período 1991 – 2100 se situaba en 630
GtC, 1080 GtC, y 1410 GtC, respectivamente (± el 15% en cada caso). · La
estabilización de las concentraciones de CH4 y N2O a los niveles actuales supone
reducciones de emisiones antropogé- nicas del 8% y más del 50 %,
respectivamente. · Hay indicios de que las concentraciones del O3 troposférico en
el hemisferio norte han aumentado desde la época preindustrial debido a las
actividades humanas, produciendo un forzamiento radiativo positivo.

Este forzamiento todavía no está bien definido, pero se estima que es de unos 0.4
Wm-2 (15% del cual se debe a los gases de efecto invernadero de larga duración).
Sin embargo, las observaciones de los últimos decenios muestran que ANAM -
Primera Comunicación Nacional sobre Cambio Climática- 2000 5 la tendencia
ascendente ha disminuido o se ha detenido. No obstante, se esperan cambios
futuros en zonas tropicales y subtropicales.

Los aerosoles antropogénicos son aquellas partículas microscópicas que resultan


de la combustión de combustibles fósiles, de la combustión de la biomasa y de otras
fuentes. Su presencia ha dado lugar a un forzamiento negativo directo de unos 0.5
Wm-2 , como media mundial, y es posible que también sean la causa de un
forzamiento negativo que se centra en determinadas regiones y zonas
subcontinentales y puede afectar los esquemas climáticos a escala continental o
hemisférica. Los aerosoles antropogénicos, a diferencia de los GEI de larga
duración, tienen poca duración en la atmósfera, por lo tanto, su forzamiento radiativo
negativo se ajusta muy rápido a los aumentos y reducciones de la emisiones. Así,
su efecto de enfriamiento no compensa el calentamiento generado por los GEI de
larga duración. Según el informe del PICC, los análisis de los datos meteorológicos,
oceanológicos, geológicos y otros datos, correspondientes a zonas extensas y
durante períodos de varios decenios o más, han entregado evidencias de la
existencia de cambios sistemáticos importantes: · La temperatura media global del
aire cerca de la superficie terrestre ha aumentado entre unos 0.3 y 0.6°C desde
fines del siglo XIX. Los datos adicionales obtenidos desde 1990 y los análisis que
se han vuelto a realizar desde entonces, no alteran la forma significativa el rango
del aumento estimado. Figura 1.2 Tendencia observada de la Temperatura Global,
hasta Julio 1999. · La última década ha sido la más cálida desde 1860, a pesar del
ANAM -Primera Comunicación Nacional sobre Cambio Climática- 2000 6 efecto de
enfriamiento de 1991 producido por la erupción volcánica del Monte Pinatubo
(Filipinas). · En general, las temperaturas nocturnas sobre la Tierra han aumentado
más que las temperaturas diurnas. · Los cambios regionales son también evidentes.
Por ejemplo, el reciente calentamiento ha sido mayor sobre los continentes de latitud
media en invierno y en primavera, con algunas zonas de enfriamiento, como el
Atlántico Norte. Las precipitaciones han aumentado sobre la Tierra en latitudes altas
del hemisferio norte, sobre todo durante la estación fría. · El nivel mundial del mar
ha aumentado entre 10 y 25 cm en los últimos 100 años y gran parte de ese aumento
está relacionado con el incremento de la temperatura media mundial. · No se
dispone de los datos adecuados para determinar si a lo largo del siglo XX, se han
producido cambios duraderos en la variabilidad climática o en los valores extremos,
así como en indicadores de la variabilidad climática. Varios de estos cambios se
han producido en el sentido del aumento de la variabilidad. En otros casos, lo que
ha habido es un descenso de ella. · Entre 1990 y mediados de 1995, la fase de
calentamiento constante del fenómeno El Niño–Oscilación del Sur (ENOS), que
causa sequías e inundaciones en numerosas zonas, fue excepcional respecto a la
acostumbrada en los últimos 120 años.

clima se puede definir como el ‘tiempo promedio’ y se describe en términos de la


media y la variabilidad de sus principales características, como temperatura,
precipitación y viento, durante un periodo de tiempo que puede extenderse de
meses a miles o millones de años.

El clima refleja cómo el tiempo se comporta a largo plazo, y como tal es necesario
hacer la distinción con el tiempo que es la condición meteorológica que
experimentamos diariamente, caracterizada por la precipitación, el viento, la
temperatura, etc. Las condiciones meteorológicas, cómo la temperatura promedio
anual de la superficie de la tierra, cambian en el transcurso del tiempo. Los
pequeños cambios de estas condiciones pueden provocar eras de hielo o periodos
de calentamiento.
Durante el último siglo, se ha observado un aumento de la temperatura en la
superficie de la tierra de +0.76ºc. Existen varios factores naturales que pueden
ejercer influencia sobre el clima, como son los cambios de la órbita terrestre
alrededor del sol, las erupciones volcánicas o los periodos de actividad solar
aumentada o disminuida. Sin embargo, la tendencia de calentamiento actual está
ligada, principalmente, con el aumento en la atmósfera de la concentración de gases
de efecto invernadero (GEI) que atrapan el calor, como son el dióxido de carbono
(CO2), el metano (CH4) y el óxido de nitrógeno (N2O).
El 4to Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre
Cambio Climático (IPCC, en inglés) de 2007 confirmaba que el calentamiento
mundial es inequívoco y que probablemente se deba a las actividades humanas (las
llamadas actividades antropogénicas) y ha ido aumentando desde el principio de la
era industrial (desde 1750). Estas actividades incluyen, entre otras, la quema de
combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), la destrucción de la superficie forestal
y las prácticas agrícolas que provocan el aumento en la concentración de GEI en la
atmósfera.
Ya en el 5to Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio
Climático de 2014 (IPCC, en inglés) de 2007 se argumenta que la influencia
humana en el sistema climático es clara, y las emisiones antropógenas recientes de
gases de efecto invernadero son las más altas de la historia. Los cambios climáticos
recientes han tenido impactos generalizados en los sistemas humanos y naturales.
Por ello afirma que el calentamiento en el sistema climático es inequívoco, y desde
la década de 1950 muchos de los cambios observados no han tenido precedentes
en los últimos decenios a milenios. La atmósfera y el océano se han calentado, los
volúmenes de nieve y hielo han disminuido y el nivel del mar se ha elevado.
En los últimos decenios, los cambios del clima han causado impactos en los
sistemas naturales y humanos en todos los continentes y océanos. Los impactos se
deben al cambio climático observado, independientemente de su causa, lo que
indica la sensibilidad de los sistemas naturales y humanos al cambio del clima.

Los efectos del calentamiento mundial ya se pueden observar en el derretimiento


de glaciares, el aumento en la frecuencia de eventos hidrometeorológicos extremos
como son, la sequía, los ciclones o tormentas de lluvia, la subida del nivel del mar y
los cambios en el crecimiento de las plantas que afectan a la agricultura y la
producción alimentaria. Se espera que se intensifiquen estos y otros cambios
observados y que tengan un grave impacto sobre la humanidad y el medio ambiente
a nivel mundial, sobre todo si NO se toman medidas drásticas para reducir las
emisiones de GEI a la atmósfera.

La historia del descubrimiento científico del cambio climático se inició a principios


del siglo XIX cuando se sospechó por primera vez de las épocas glaciares y otros
cambios naturales en el paleoclima, y se identificó el efecto invernadero natural. A
finales del siglo XIX, los científicos ya argumentaron que las emisiones humanas
del efecto invernaderopodrían cambiar el clima, pero los cálculos fueron
cuestionados. Muchas otras teorías del cambio climático estaban más avanzadas,
involucrando fuerzas que iban desde el [vulcanismo]hasta la variación solar.

En los años 60 del siglo XX, el efecto de calentamiento atmosférico producido por
el dióxido de carbono se hizo cada vez más convincente, aunque algunos científicos
también apuntaron que las actividades humanas, en la forma
de aerosoles atmosféricos (por ejemplo la contaminación), podrían también tener
un efecto de enfriamiento.

Durante los años 70, la opinión de los científicos estaba cada vez más a favor de
los puntos de vista del calentamiento. Para los años 90, como resultado de las
mejoras de la fidelidad de los modelos informáticos y del trabajo observacional que
confirma la teoría de Milankovitch de las épocas glaciares, se llegó al consenso de
que el efecto invernadero estuvo involucrado en la mayoría de los cambios
climáticos y las emisiones humanas traían serios problemas de calentamiento
global. Desde entonces, la mayoría de los trabajos científicos han sido orientados a
la producción de informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el
Cambio Climático.

Descubrimiento de otros factores del cambio climático[editar]


Metano: en 1859, John Tyndall determinó que el gas de carbón, una mezcla
de metano y otros gases, absorbe fuertemente la radiación infrarroja. El metano fue
detectado posteriormente en la atmósfera en 1948 y, en los años ochenta, los
científicos se dieron cuenta que las emisiones humanas tenían un impacto
sustancial.42

Clorofluorocarbonos: en 1973, el científico británico James Lovelock especuló que


los clorofluorocarbonos (CFC) podrían contribuir al calentamiento global. En 1975,
Veerabhadran Ramanathan descubrió que una molécula de CFC podría ser 10 000
veces más eficaz absorbiendo la radiación infrarroja que una molécula de dióxido
de carbono, lo que convertía a los CFC en sustancias potencialmente importantes
a pesar de sus concentraciones muy bajas en la atmósfera. Mientras que los
primeros trabajos que trataban sobre los CFC en su mayoría se concentraron en el
papel de estas sustancias en la reducción de la capa de ozono, para el año 1985
Ramanathan y otros científicos demostraron que los CFC junto con el metano y
otros gases traza podrían tener un efecto casi tan importante en el clima como el
aumento del CO2.<sub>2</sub>.<ref name=aiphistoryother/>

ReferenciasLos primeros cálculos del cambio climático inducido por el hombre,


1896[editar]
En 1896 Svante Arrhenius cálculo el efecto de la duplicación del dióxido de
carbono atmosférico como resultado de un incremento de la temperatura de
superficie de 5-6 grados Celsius.

A finales de los años 1890, el científico americano Samuel Pierpont Langley había
intentado determinar la temperatura de la superficie de la Luna midiendo la radiación
de infrarrojo que sale de la luna y llega a la tierra.13 El ángulo de la luna en el cielo
cuando un científico tomó una medida determinó cuanto CO2 y vapor de agua la
radiación lunar tenía que atravesar para llegar a la superficie de la Tierra, dando
como resultado medidas más débiles cuando la Luna estaba baja en el cielo. Este
resultado fue poco sorprendente dado que los científicos sabían acerca del espectro
de absorción desde hace décadas.

Un científico sueco, Svante Arrhenius utilizó la observación de Langley sobre la


absorción aumentada de infrarrojo donde los rayos lunares pasan a través de la
atmósfera a un ángulo bajo, encontrando más dióxido de carbono (CO2), para
estimular un efecto de enfriamiento atmosférico a partir de una disminución futura
de CO2. Él se dio cuenta de que la atmósfera más fría retendría menos vapor de
agua (otro efecto invernadero) y calculó el efecto de enfriamiento adicional.
También se dio cuenta que el enfriamiento aumentaría la nieve y la cubierta de hielo
en altas latitudes, haciendo que el planeta refleje más luz solar y así promover el
enfriamiento, como James Croll había propuesto. En general Arrhenius calculó que
cortando el CO2 por la mitad sería suficiente para producir una glaciación. El
además calculó que una duplicación del CO2 atmosférico daría un total de
calentamiento de 5-6 grados Celsius.

Mientras tanto, otro científico sueco, Arvid Högbom, había estado intentando
cuantificar fuentes naturales de emisión de CO2 con el propósito de entender el ciclo
del carbono global. Högbom encontró que el estimado de la producción de carbón
de fuentes industriales en los años 1890 (principalmente de combustión de carbón)
eran comparables con la de las fuentes naturales.14 Arrhenius vio que esta emisión
humana de carbono llevaría eventualmente al calentamiento. Sin embargo, debido
a la tasa relativamente baja de producción de CO2 en 1896, Arrhenius pensó que
el calentamiento tomaría miles de años, y suponía que sería beneficioso para la
humanidad.

La explicación científica del cambio climático es una de las más debatidas a lo largo
de la historia. Si bien en los últimos años se ha adelantado de forma importante en
concienciación a niel global, sigue habiendo una corriente de escépticos que lo
niegan.
Sea como fuere, en este post nos vamos a centrar en la opinión mayoritaria, la que
atribuye al cambio climático una explicación antropogénica. Es decir, aquella que lo
explica como una consecuencia directa de las acciones humanas.
En efecto, según esta visión, el clima cambia a una gran velocidad por influencia del
ser humano y seguirá haciéndolo si no dejamos de producir ingentes cantidades de
gases de efecto invernadero.
Lo cierto es que el clima cambia constantemente, pero la clave de este fenómeno
impulsado por el ser humano es el ritmo al que lo hace y las consecuencias que de
ello se derivan.
¿Qué es el cambio climático?
Entender el concepto de cambio climático, según la ciencia que busca combatirlo,
nos ayudará a situarlo y comprenderlo de mejor forma.
Partamos de la noción de clima como idea básica, entendido desde un enfoque
amplio que abarca la manifestación del mismo durante largos periodos de forma
global.
El cambio climático que se observa de forma genérica, si bien se pueden hacer
análisis en función a criterios específicos que pueden relacionarse con las distintas
zonas climáticas o peculiaridades propias de los eventos extremos que ocasiona.
De hecho, la ciencia del cambio climático realiza con el mismo interés estudios
locales, regionales o globales. Pese a que se investiga de forma intensa, se trata de
un área todavía incipiente, de la que aún queda mucho por descubrir.
Por lo pronto, sin embargo, existe un gran consenso sobre su definición, que
podemos resumir fácilmente aludiendo al calentamiento planetario producido por
los cambios climático que ocasionan las emisiones de efecto invernadero.
Un proceso inédito en la historia de la humanidad, que se debe a un aumento de la
temperatura global, si bien éste se manifiesta de forma diferente según el lugar del
planeta en el que nos encontremos.

¿Por qué cambia el clima?


El clima cambia, como hemos apuntado, a
consecuencia de las actividades humanas,
según ha demostrado la ciencia. El progreso
asociado a la industrialización es el principal
culpable del calentamiento, en particular el
aumento de las emisiones en la atmósfera.
Sobre todo, la emisión de CO2 o el gas metano, dos de los principales gases de
efecto invernadero, cuya actuación se descubrió en el siglo XIX. Su concentración
es, por lo tanto, el que provoca este problema que finalmente se plasma en la
aceleración de los cambios climáticos.
Durante el último milenio, la temperatura mundial se ha mantenido más o menos
estable, entre los 13,5 y 14 grados centígrados, acelerándose desde los albores del
siglo XIX. Se trata, en suma, de un calentamiento sin precedentes, según apunta el
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), creado
en 1988 por la ONU con la finalidad de evaluar y analizar la documentación
científica, técnica y socio económica disponible.
Sus informes son trabajos hercúleos que buscan abordar el problema del cambio
climático y proporcionar un estudio
serio sobre el estado de la cuestión en
torno a cuestiones claves, como sus
consecuencias medioambientales y
socioeconómicas.
A partir de ellos se pueden formular
estrategias y se les considera una
ayudan a los gobiernos para diseñar y
aplicar políticas de respuesta al cambio climático, sobre todo de cara a un acuerdo
global como el adoptado en la Conferencia del Clima celebrado en París el pasado
mes de diciembre (COP21).

Imagen actual de la superficie de Venus, un planeta que anteriormente se pareció


en muchos aspectos a la Tierra actual.1

El cambio climático es un cambio en la distribución estadística


de los patrones meteorológicos durante un periodo
prolongado de tiempo (décadas a millones de años). Puede
referirse a un cambio en las condiciones promedio del tiempo
o en la variación temporal meteorológica de las condiciones
promedio a largo plazo (por ejemplo, más o menos fenómenos
meteorológicos extremos). Está causado por factores como
procesos bióticos, variaciones en la radiación solar recibida por la Tierra, tectónica
de placas y erupciones volcánicas. También se han identificado ciertas actividades
humanas como causa principal del cambio climático reciente, a menudo
llamado calentamiento global.2

Los científicos trabajan activamente para entender el clima pasado y futuro


mediante observaciones y modelos teóricos. Se ha recopilado un registro climático,
que se extiende profundamente en el pasado de la Tierra y continúa
construyéndose, basado en la evidencia geológica a partir de perfiles térmicos de
perforaciones, núcleos removidos de profundas acumulaciones de hielo, registro de
la flora y fauna, procesos glaciares y peri glaciares, isótopos estables y otros
análisis de las capas de sedimento y registros de los niveles del mar del pasado. El
registro instrumental provee de datos más recientes. Los modelos de circulación
general, sustentados por las ciencias físicas, se usan a menudo en los enfoques
teóricos para corresponder a los datos del clima pasado, realizar proyecciones
futuras y asociar las causas y efectos del cambio climático.

El clima es un promedio a una escala de tiempo dado del tiempo atmosférico. Los
distintos tipos climáticos y su localización en la superficie terrestre obedecen a
ciertos factores, siendo los principales, la latitud geográfica, la altitud, la distancia al
mar, la orientación del relieve terrestre con respecto a
la insolación (vertientes de solana y umbría) y a la dirección de
los vientos (vertientes de Sotavento y barlovento) y por último, las corrientes
marinas. Estos factores y sus variaciones en el tiempo producen cambios en los
principales elementos constituyentes del clima que también son cinco: temperatura
atmosférica, presión atmosférica, vientos, humedad y precipitaciones.

Un cambio en la emisión de radiaciones solares, en la composición de la atmósfera,


en la disposición de los continentes, en las corrientes marinas o en la órbita de la
Tierra puede modificar la distribución de energía y el equilibrio térmico, alterando
así profundamente el clima cuando se trata de procesos de larga duración.

Animación del mapa mundial de la temperatura media mensual del aire de la


superficie

Estas influencias se pueden clasificar en externas e internas a la Tierra. Las


externas también reciben el nombre de forzamientos, dado que normalmente actúan
de manera sistemática sobre el clima, aunque también las hay aleatorias como es
el caso de los impactos de meteoritos (astroblemas). La influencia humana sobre el
clima en muchos casos se considera forzamiento externo ya que su influencia es
más sistemática que caótica pero también es cierto que el Homo sapiens pertenece
a la propia biosfera terrestre pudiéndose considerar también como forzamientos
internos según el criterio que se use. En las causas internas se encuentran una
mayoría de factores no sistemáticos o caóticos. Es en este grupo donde se
encuentran los factores amplificadores y moderadores que actúan en respuesta a
los cambios introduciendo una variable más al problema ya que no solo hay que
tener en cuenta los factores que actúan sino también las respuestas que dichas
modificaciones pueden conllevar. Por todo eso al clima se le considera un sistema
complejo. Según qué tipo de factores dominen la variación del clima será
sistemática o caótica. En esto depende mucho la escala de tiempo en la que se
observe la variación ya que pueden quedar patrones regulares de baja frecuencia
ocultos en variaciones caóticas de alta frecuencia y viceversa. Puede darse el caso
de que algunas variaciones caóticas del clima no lo sean en realidad y que sean
catalogadas como tales por un desconocimiento de las verdaderas razones
causantes de las mismas.

Las investigaciones hechas por algunos científicos apuntan que la razón principal
del aumento de temperatura en el planeta es debido al
proceso de industrialización iniciado hace siglo y medio y,
en particular la combustión de cantidades cada vez
mayores de petróleo, gasolina y carbón, la tala de árboles
y algunos métodos de explotación agrícola. Estas
actividades aumentan el volumen de gases de efecto invernadero (GEI) en la
atmósfera, principalmente de dióxido de carbono, metano y óxido-nitroso.8 Lo
anterior, ha provocado que los rayos del Sol queden atrapados en la atmósfera del
Planeta Tierra, provocando así un aumento de temperatura.

Siete artículos sobre el consenso del calentamiento global antropogénico desde


2004-2015 por Naomi Oreskes,1 Peter Doran,2 William
Anderegg,3 Bart Verheggen,4 Neil Stenhouse,5 J. Stuart
Carlton6 y John Cook.78

Estudios revisados por pares sobre el consenso del


calentamiento global.

La opinión científica sobre el cambio climático es el juicio global entre científicos con
respecto a la extensión en la que está ocurriendo el calentamiento global, sus
causas y sus consecuencias probables. El consenso científico es que el sistema
climático de la Tierra inequívocamente está en calentamiento y que
es extremadamente probable (es decir, con una probabilidad mayor al 95 %) que
este calentamiento sea predominantemente causado por el hombre. Es probable
que esto surja principalmente del aumento de las concentraciones de gases de
efecto invernadero en la atmósfera producto de la deforestación y la quema
de combustibles fósiles, parcialmente compensado por el aumento de
los aerosoles causado por el hombre; los cambios naturales tuvieron poco efecto.9

Esta opinión científica está expresada en informes de síntesis, por cuerpos


científicos de prestigio nacionales e internacionales y por encuestas de opinión entre
científicos del clima. Científicos, universidades y los laboratorios individuales
contribuyen a la opinión científica global a través de sus sus publicaciones revisadas
por pares, y las áreas del acuerdo colectivo y certeza relativa son resumidas en los
informes y encuestas.

Efecto invernadero

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

Esquema del efecto invernadero mostrando los flujos de energía entre el espacio,
la atmósfera y superficie de la tierra. En esta gráfica la radiación absorbida es igual
a la emitida, por lo que la Tierra no se calienta ni se enfría. La habilidad de la
atmósfera para capturar y reciclar la energía emitida a la superficie terrestre es el
fenómeno que caracteriza al efecto invernadero.
Esquema del balance anual de energía del planeta Tierra
desarrollado por Trenberth, Fasullo y Kiehl de la NCAR en
2008. Se basa en datos del periodo de marzo de 2000 a
mayo de 2004 y es una actualización de su trabajo
publicado en 1997. La superficie de la Tierra recibe del Sol
161 w/m2 y del efecto invernadero de la atmósfera
333 w/m², en total 494 w/m2, como la superficie de la
Tierra emite un total de 493 w/m2 (17+80+396), supone
una absorción neta de calor de 0,9 w/m2, que en el presente está provocando el
calentamiento de la Tierra.

El efecto invernadero es un proceso en el que la radiación térmica emitida por la


superficie planetaria es absorbida por los gases de efecto invernadero (GEI)
atmosféricos y es irradiada en todas las direcciones. Como parte de esta radiación
es devuelta hacia la superficie y la atmósfera inferior, ello resulta en un incremento
de la temperatura superficial media respecto a lo que habría en ausencia de los
GEI.12

La radiación solar en frecuencias de la luz visible pasa en su mayor parte a través


de la atmósfera para calentar la superficie planetaria y luego ésta emite esta energía
en frecuencias menores de radiación térmica infrarroja. Esta última es absorbida por
los GEI, los que a su vez reirradian mucha de esta energía a
la superficie y atmósfera inferior. Este mecanismo recibe su nombre debido a su
analogía al efecto de la radiación solar que pasa a través de un vidrio y calienta un
invernadero, pero la manera en que atrapa calor es fundamentalmente diferente a
como funciona un invernadero al reducir las corrientes de aire, aislando el aire
caliente dentro de la habitación y con ello no se pierde el calor por convección.234

Si un cuerpo negro ideal estuviese a la misma distancia del Sol que la Tierra, tendría
una temperatura de cerca de 5,3 °C. Sin embargo, dado que nuestro planeta refleja
un 30 % de la radiación entrante,56 la temperatura efectiva de este planeta
hipotético (la temperatura de un cuerpo negro que reflejara la misma cantidad de
radiación de la Tierra) sería cercana a −18 °C.78 La temperatura superficial de este
planeta negro es 33 °C inferiores a la temperatura superficial real de la Tierra (de
unos 14 °C).9 El mecanismo que produce esta diferencia entre la temperatura
superficial efectiva y la real es debido a la atmósfera y es conocido como efecto
invernadero.10

El efecto invernadero natural de la Tierra hace posible la vida como la conocemos.


Sin embargo, las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles
fósiles y la deforestación, han intensificado el fenómeno natural, causando
un calentamiento global.

Balance energético de la Tierra

Artículo principal: Equilibrio térmico de la Tierra

En la atmósfera el mantenimiento del equilibrio entre la recepción de la radiación


solar y la emisión de radiación infrarroja devuelve al espacio la misma energía que
recibe del Sol. Esta acción de equilibrio se llama balance energético de la Tierra y
permite mantener la temperatura en un estrecho margen que posibilita la vida.12

En un período suficientemente largo el sistema climático debe estar en equilibrio.


La radiación solar entrante en la atmósfera está compensada por la radiación
saliente, pues si la radiación entrante fuese mayor que la radiación saliente se
produciría un calentamiento y lo contrario produciría un enfriamiento.13 Por tanto,
en equilibrio, la cantidad de radiación solar entrante en la atmósfera debe ser igual
a la radiación solar reflejada saliente más la radiación infrarroja térmica saliente.
Toda alteración de este balance de radiación, ya sea por causas naturales u
originado por el hombre (antropógeno), es un forzamiento radiativo y supone un
cambio de clima y del tiempo asociado.14

Los flujos de energía entrante y saliente interaccionan en el sistema climático


ocasionando muchos fenómenos tanto en la atmósfera, como en el océano o en la
tierra. Así, la radiación entrante solar se puede dispersar en la atmósfera o ser
reflejada por las nubes. La superficie terrestre puede reflejar o absorber la energía
solar que le llega. La energía solar de onda corta se transforma en la Tierra en calor.
Esa energía no se disipa; se encuentra como calor sensible o calor latente, se
puede almacenar durante algún tiempo, transportarse en varias formas, dando lugar
a una gran variedad de tiempo y a fenómenos turbulentos en la atmósfera o en el
océano. Finalmente vuelve a ser emitida a la atmósfera como energía radiante de
onda larga.13 Un proceso importante del balance de calor es el efecto albedo, por
el que algunos objetos reflejan más energía solar que otros. Los objetos de colores
claros, como las nubes o las superficies nevadas, reflejan más energía, mientras
que los objetos oscuros absorben más energía solar que la que reflejan. Otro
ejemplo de estos procesos es la energía solar que actúa en los océanos; la mayor
parte se consume en la evaporación del agua de mar, luego esta energía es liberada
en la atmósfera cuando el vapor de agua se condensa en lluvia.15

La Tierra, como todo cuerpo caliente superior al cero absoluto, emite radiación
térmica, pero al ser su temperatura mucho menor que la solar, emite radiación
infrarroja por ser un cuerpo negro. La radiación emitida depende de la temperatura
del cuerpo. En el estudio del NCAR han concluido una oscilación anual media entre
15,9 °C en julio y 12,2 °C en enero compensando los dos hemisferios, que se
encuentran en estaciones distintas y la parte terrestre que es de día con la que es
de noche. Esta oscilación de temperatura supone una radiación media anual emitida
por la Tierra de 396 W/m².16

La energía infrarroja emitida por la Tierra es atrapada en su mayor parte en la


atmósfera y reenviada de nuevo a la Tierra. Este fenómeno se llama efecto
invernadero y garantiza las temperaturas templadas del planeta.17 Según el estudio
anterior de la NCAR, el efecto invernadero de la atmósfera hace retornar
nuevamente a la Tierra 333 W/m².18

Globalmente la superficie de la Tierra absorbe energía solar por valor de 161 w/m²
y del efecto invernadero de la atmósfera recibe 333 w/m², lo que suma 494 w/m²,
como la superficie de la Tierra emite (o dicho de otra manera pierde) un total de
493 w/m² (que se desglosan en 17 w/m² de calor sensible, 80 w/m² de calor latente
de la evaporación del agua y 396 w/m² de energía infrarroja), supone una absorción
neta de calor de 0,9 w/m², que en el tiempo actual está provocando el calentamiento
de la Tierra.19

Efecto invernadero de varios gases de la atmósfera[editar]

Es el proceso por el que el aire retiene gran parte de la radiación infrarroja emitida
por la Tierra, lo cual da origen a toda la compleja serie de fenómenos atmosféricos
estudiados por la meteorología en detalle y a corto plazo, así como por
la climatología a grandes rasgos y a largo plazo.

Aunque la atmósfera seca está compuesta prácticamente


por nitrógeno (78,1 %), oxígeno (20,9 %) y argón (0,93 %). El 0,07 % restante está
formado por gases muy minoritarios en su composición como el dióxido de
carbono (0,035 %: 350 ppm), el ozono y otros que desarrollan esta actividad
radiactiva. Además, la atmósfera contiene vapor de agua (1 %: 10 000 ppm) que
también es un gas radiactivamente activo, siendo con diferencia el gas natural
invernadero más importante. El dióxido de carbono ocupa el segundo lugar en
importancia.14

La denominada curva Keelingmuestra el continuo crecimiento de CO2 en la


atmósfera desde 1958. Recoge las mediciones de Keeling en el observatorio
del volcán Mauna Loa. Estas mediciones fueron la primera evidencia significativa
del rápido aumento de CO2 en la atmósfera y atrajo la atención mundial sobre el
impacto de las emisiones de los gases invernaderos.20

El efecto invernadero es esencial para la vida del planeta: sin CO2 ni vapor de agua
(sin el efecto invernadero) la temperatura media de la Tierra sería unos 33 °C
menos, del orden de 18 °C bajo cero, lo que haría inviable la vida.21
Actualmente el CO2 presente en la atmósfera está creciendo de modo no natural
por las actividades humanas, principalmente por la combustión de carbón, petróleo
y gas natural que está liberando el carbono almacenado en estos combustibles
fósiles. Por tanto es preciso diferenciar entre el efecto invernadero natural del
originado por las actividades humanas (o antropogénico).

La población se ha multiplicado y la tecnología ha alcanzado una enorme y


sofisticada producción de forma que se está presionando muchas partes del medio
ambiente terrestre siendo la atmósfera la zona más vulnerable de todas por su
delgadez. Dado el reducido espesor atmosférico la alteración de algunos
componentes moleculares básicos que también se encuentran en pequeña
proporción supone un cambio significativo. En concreto, la variación de la
concentración de CO2, el más importante de los gases invernadero de la atmósfera,
clasificado en este caso con referencia a las aportaciones por actividades humanas.

Los gases invernadero permanecen activos en la atmósfera mucho tiempo, por eso
se les denomina de larga permanencia. Eso significa que los gases que se emiten
hoy permanecerán durante muchas generaciones produciendo el efecto
invernadero. Así del CO2 emitido a la atmósfera: sobre el 50 % tardará 30 años en
desaparecer, un 30 % permanecerá varios siglos y el 20 % restante durará varios
millares de años.22

La concentración de CO2 atmosférico se ha incrementado desde la época


preindustrial (año 1750) desde un valor de 280 ppm a 379 ppm en 2005. Se estima
que 2/3 de las emisiones procedían de la quema de combustibles fósiles (petróleo,
gas y carbón) mientras un 1/3 procede del cambio en la utilización del suelo (Incluida
la deforestación). Del total emitido solo el 45 % permanece en la atmósfera, sobre
el 30 % es absorbido por los océanos y el restante 25 % pasa a la biosfera terrestre.
Por tanto no solo la atmósfera está aumentando su concentración de CO2, también
está ocurriendo en los océanos y en la biosfera.

Que es el efecto invernadero?


Se llama efecto invernadero al fenómeno por el que determinados gases
componentes de una atmosfera planetaria retienen parte de la energía que el suelo
emite al haber sido calentado por la radiación solar. Afecta a todos los cuerpos
planetarios dotados de atmósfera. De acuerdo con el actual consenso científico, el
efecto invernadero se está acentuando en la tierra por la emisión de ciertos gases,
como el dióxido de carbono y el metano, debido a la actividad económica humana.
Este fenómeno evita que la energía del sol recibida constantemente por la tierra
vuelva imediatamente al espacio produciendo a escala planetaria un efecto similar
al observado en un invernadero.

¿Por qué se produce?(subir)

Se podría decir que el efecto invernadero es un fenómeno atmosférico natural que


permite mantener una temperatura agradable en el planeta, al retener parte de la
energía que proviene del sol. El aumento de la concentración de dióxido de carbono
(CO2) proveniente del uso de combustibles fósiles ha provocado la intensificacion
del fenómeno invernadero.Principales gases: Dioxido de carbono/ CO2.
Consecuencias (subir)

Grandes cambios en el clima a nivel mundial

 El deshielo de los casquetes polares lo que provocaría el aumento del


nivel del mar.
 Las temperaturas regionales y los regimenes de lluvia también sufren
alteraciones, lo que afecta negativamente ala agricultura.
 Aumento de la desertificación
 Cambios en las estaciones, lo que afectará a la migración de las aves,
a la reproducción de los seres vivos etc…
 El efecto invernadero es un fenómeno por el cual ciertos gases
retienen parte de la energía emitida por el suelo tras haber sido
calentado por la radiación solar. Se produce, por lo tanto, un efecto
de calentamiento similar al que ocurre en un invernadero, con una
elevación de la temperatura.

 Aunque el efecto invernadero se produce por la acción de varios
componentes de la atmósfera planetaria, el proceso de calentamiento
ha sido acentuado en las últimas décadas por la acción del hombre,
con la emisión de dióxido de carbono, metano y otros gases.
 Así, además de esos dos citados gases también se encuentran el vapor
de agua, el óxido de nitrógeno, el clorofluorocarbono y el ozono.
Elementos todos ellos que son naturales pero que, a raíz de la conocida
Revolución Industrial en la que comenzó una intensa actividad en
materia del uso de lo que son combustibles fósiles, han visto
incrementar su presencia en la atmósfera y eso origina la situación de
efecto invernadero que ahora nos ocupa.
 Es importante tener en cuenta que el efecto invernadero es esencial
para el clima de la Tierra. El problema radica en la contaminación ya
que, en una situación de equilibrio, la cantidad de energía que llega al
planeta por la radiación solar se compensa con la cantidad de energía
radiada al espacio; por lo tanto, la temperatura terrestre se mantiene
constante.
 Entre ese conjunto de importantes cambios que el citado fenómeno
origina en el clima y, por tanto, en nuestro entorno se encuentran
algunos tan relevantes e importantes como es el deshielo de los
casquetes polares. Un hecho este que lo que trae consigo es un
notable aumento del nivel del mar que podría llevar a inundar ciudades
y poblaciones.
 Asimismo otra de las consecuencias más relevantes del efecto
invernadero es el aumento de la desertización, gracias a esas altas
temperaturas y a la escasez de lluvias. Sin olvidar tampoco que aquel
también origina y puede originar en mayor medida que esos citados
cambios metereológicos afecten notablemente al sector de la
agricultura, y a sus cosechas. Esto supone no sólo un varapalo para el
mencionado ámbito sino también un perjuicio para todos, en general.
 La cuarta gran consecuencia del citado efecto invernadero es que el
hecho de que se produzcan esa serie de modificaciones en las distintas
estaciones del año también trae consigo cambios en lo que son los
procesos de migraciones de aves e incluso en la reproducción de las
mismas.

 El cambio climático y cómo nos afecta?

 icono barra herramientas

 El estudio del clima es un campo de investigación complejo y en rápida


evolución, debido a la gran cantidad de factores que intervienen. El
clima de la Tierra nunca ha sido estático. Como consecuencia de
alteraciones en el balance energético, está sometido a variaciones en
todas las escalas temporales, desde decenios a miles y millones de
años. Entre las variaciones climáticas más destacables que se han
producido a lo largo de la historia de la Tierra, figura el ciclo de unos
100.000 años, de períodos glaciares, seguido de períodos
interglaciares.

 Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra.


Es debido a causas naturales y también a la acción del hombre y se
producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los
parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc. El
término "efecto de invernadero" se refiere es la retención del calor del
Sol en la atmósfera de la Tierra por parte de una capa de gases en la
atmósfera. Sin ellos la vida tal como la conocemos no sería posible, ya
que el planeta sería demasiado frío. Entre estos gases se encuentran
el dióxido de carbono, el óxido nitroso y el metano, que son liberados
por la industria, la agricultura y la combustión de combustibles
fósiles. El mundo industrializado ha conseguido que la concentración
de estos gases haya aumentado un 30% desde el siglo pasado,
cuando, sin la actuación humana, la naturaleza se encargaba de
equilibrar las emisiones.

 En la actualidad existe un consenso científico, casi generalizado, en


torno a la idea de que nuestro modo de producción y consumo
energético está generando una alteración climática global, que
provocará, a su vez, serios impactos tanto sobre la tierra como sobre
los sistemas socioeconómicos.

 Ya en el año 2001 el Tercer Informe de Evaluación del Grupo


Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) ponía
de manifiesto la evidencia proporcionada por las observaciones de los
sistemas físicos y biológicos que mostraba que los cambios regionales
en el clima, en concreto los aumentos de las temperaturas, estaban
afectando a los diferentes sistemas y en distintas partes del globo
terráqueo. Señalaba, en definitiva, que se están acumulando
numerosas evidencias de la existencia del cambio climático y de los
impactos que de él se derivan. En promedio, la temperatura ha
aumentado aproximadamente 0,6°C en el siglo XX. El nivel del mar ha
crecido de 10 a 12 centímetros y los investigadores consideran que
esto se debe a la expansión de océanos, cada vez más calientes.

 El cambio climático nos afecta a todos. El impacto potencial es enorme,


con predicciones de falta de agua potable, grandes cambios en las
condiciones para la producción de alimentos y un aumento en los
índices de mortalidad debido a inundaciones, tormentas, sequías y olas
de calor. En definitiva, el cambio climático no es un fenómeno sólo
ambiental sino de profundas consecuencias económicas y sociales.
Los países más pobres, que están peor preparados para enfrentar
cambios rápidos, serán los que sufrirán las peores consecuencias.

 Se predice la extinción de animales y plantas, ya que los hábitats


cambiarán tan rápido que muchas especies no se podrán adaptar a
tiempo. La Organización Mundial de la Salud ha advertido que la salud
de millones de personas podría verse amenazada por el aumento de
la malaria, la desnutrición y las enfermedades transmitidas por el agua.
España, por su situación geográfica y características socioeconómicas,
es muy vulnerable al cambio climático.

 En consecuencia, aunque existen incertidumbres que no permiten


cuantificar con la suficiente precisión los cambios del clima previstos,
la información validada hasta ahora es suficiente para tomar medidas
de forma inmediata, de acuerdo al denominado "principio de
precaución" al que hace referencia el Artículo 3 de la Convención
Marco sobre Cambio Climático. La inercia, los retrasos y la
irreversibilidad del sistema climático son factores muy importantes a
tener en cuenta y, cuanto más se tarde en tomar esas medidas, los
efectos del incremento de las concentraciones de los gases de efecto
invernadero serán menos reversibles.

El cambio climático representa un reto único para la economía, pudiéndose afirmar


que las variaciones que se producirán en el mercado ha de ser objeto de un análisis
económico global en el que se deben abordar las consecuencias a largo plazo así
como los riesgos y las incertidumbres que el cambio climático provocará en la
economía mundial.

Para hacer frente a esta situación, el gobierno del Reino Unido encargó al
economista Nicholas Stern un informe sobre el impacto del cambio climático y el
calentamiento global sobre la economía mundial que dio como resultado el
denominado "Informe Stern," publicado en el año 2006, cuyos consejos y
conclusiones son la base de las políticas económicas seguidas por la mayoría de
los gobiernos.

Según este importante documento, se necesita una inversión equivalente al 1% del


PIB mundial para mitigar los efectos del cambio climático ya que de lo contrario el
mercado mundial sufriría una recesión que podría alcanzar el 20% del PIB global.
Pero ¿Qué medidas se deben tomar para conseguir estos resultados?

En primer lugar hay que tener en cuenta que las consecuencias de nuestras
acciones presentes sobre los futuros cambios climáticos no serán inmediatas, de tal
manera que lo que hagamos ahora tendrá un impacto limitado sobre el clima de los
próximos 40 o 50 años.

En este sentido, si bien es cierto que nadie puede predecir con total certeza las
consecuencias del cambio climático, sí que contamos con suficientes conocimientos
para reconocer los riesgos a los que nos exponemos. Por ello, la puesta en práctica
de medidas para reducir el impacto del calentamiento global deberá entenderse
como una inversión para evitar el riesgo de consecuencias muy graves en el futuro.
Si estas inversiones se realizan acertadamente, los costes serán razonables y, al
mismo tiempo, se abrirá una amplia gama de oportunidades de crecimiento y
desarrollo. A fin de que esto funcione de una manera adecuada, las políticas
adoptadas por los gobiernos deberán actuar sobre los mercados, promoviendo su
eficacia y mitigando los riesgos que el cambio climático va a provocar.

En este sentido, el Informe Stern analiza los costes económicos del impacto del
clima teniendo en cuenta tres elementos. Por un lado, considerando las
consecuencias del cambio climático sobre la economía, sobre la vida humana y
sobre el medio ambiente, examinando los costes de las diferentes tecnologías y
estrategias para reducir las emisiones de gases invernadero. En segundo lugar
utilizando modelos económicos de evaluación integrada que calculen el impacto
económico, así como estudiando los modelos macroeconómicos que se ocupen de
los costes y consecuencias de la transición a sistemas energéticos bajos en
carbono. Por último comparando el "coste social del carbono" en las diferentes
partes del mundo. Tomando como base estos parámetros vamos a analizar los
principales aspectos económicos afectados por el calentamiento global.

La repercusión del cambio climático en los movimientos demográficos

El cambio climático es una seria amenaza para el mundo en desarrollo y un


importante obstáculo para la reducción continuada de la pobreza en sus múltiples
dimensiones. En este sentido, el calentamiento global constituye una amenaza
contra los elementos básicos de la vida humana en las distintas partes del mundo
como son el acceso al suministro de agua, la El cambio climático nos afecta a todos.
Su impacto potencial para el planeta es enorme con proyecciones de falta de agua
potable, grandes cambios en las condiciones para la producción de alimentos,
derretimiento de los polos y como consecuencia aumento en el nivel del mar,
erosión costera, perdida de seguridad alimentaria y un aumento en los índices de
mortalidad debido a inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor. En definitiva,
el cambio climático no es un fenómeno sólo ambiental sino de profundas
consecuencias económicas y sociales.

Los países más pobres, que no están preparados para enfrentar los cambios
rápidos del clima, serán los que sufrirán las peores consecuencias del fenómeno.

Otros impactos generados por el cambio climático serán la extinción de especies


debido al rápido cambio que tendrán que enfrentar los hábitats, la amenaza en la
salud de las personas por el incremento de enfermedades tropicales y desnutrición,
según lo ha determinado la Organización Mundial de la Salud, razón que obliga a
los países a enfrentar el cambio climático adaptándose al fenómeno.

El clima de Latinoamérica está cambiando debido principalmente a las crecientes


concentraciones de dióxido de carbono atmosférico. Los patrones de precipitación
están cambiando, las temperaturas están aumentando y algunas áreas están
experimentando cambios en la frecuencia y severidad de los fenómenos
meteorológicos extremos, como las lluvias intensas. Los impactos van desde el
derretimiento de los glaciares andinos hasta devastadoras inundaciones y sequías.

Los dos grandes océanos que rodean el continente, el Pacífico y el Atlántico, se


están calentando y acidificando a medida que aumenta el nivel del mar.

Desafortunadamente, se esperan mayores impactos en la región ya que la


atmósfera y los océanos siguen cambiando rápidamente. El suministro de alimentos
y agua se verá afectado. Los pueblos y las ciudades, así como la infraestructura
necesaria para sostenerlos, estarán cada vez más en riesgo. La salud y el bienestar
humano se verán afectados negativamente, así como los ecosistemas naturales.

La siguiente foto historia nos muestra algunos de los impactos devastadores en


Latinoamérica.

Los cambios en el clima y los fenómenos meteorológicos extremos han afectado


severamente a América Latina. Eventos como tifones y huracanes, tormentas
eléctricas, granizadas, tornados, tormentas de nieve, fuertes nevadas, aludes,
marejadas, inundaciones incluyendo inundaciones repentinas, sequías, olas de
calor y olas de frío, son cada vez más frecuentes y severos. Todo esto ha provocado
el desplazamiento de personas, numerosas muertes e importantes pérdidas
económicas.
© Nigel Dickinson /
WWF

Las tormentas
tropicales originadas
tanto en el Atlántico
como en el Pacífico
han devastado
algunas áreas de
México, Centro
América y el Caribe.
Más allá de los daños
causados por las
tormentas en las zonas costeras, las lluvias torrenciales en el interior han causado
muchos mayores daños. En 1998, tan sólo el huracán Mitch afectó a 600,000
personas - en gran parte debido a las inundaciones y deslizamientos de tierra
causados por las fuertes lluvias.

SEQUÍAS
Los investigadores están conservadoramente seguros de que el Amazonas, el
noreste de Brasil, Centro América y partes de México sufrirán mayores sequías. La
principal preocupación es la posibilidad de sequías extremas y más frecuentes en
el Amazonas, lo cual podría
orillar a la región hasta un
"punto de no retorno", lo
que aumentaría la
probabilidad de que se
perdieran grandes
cantidades de selva
amazónica.

Entre las sequías recientes


que afectaron el Amazonas destacan las de 2005 y 2010. Asimismo, las actuales
condiciones de sequía en México, Centro América y el Caribe pueden intensificarse
debido al fuerte fenómeno de El Niño 2015-2016, que está ocurriendo en un
contexto de temperaturas más altas asociadas con el calentamiento global.

© Adriano Gambarini / WWF-Brazil

A mediados de 2015, tras cuatro años con lluvias inferiores a lo normal, São Paulo,
en Brasil, estaba atravesando por la peor sequía en más de 80 años. El principal
sistema de agua de la ciudad, la reserva Cantareira, abastece las necesidades de
agua de 5.3 millones de personas, cuando antes de la sequía llego a abastecer
hasta 9 millones de personas. En agosto de 2015, los funcionarios declararon que
la situación de agua de la ciudad era "crítica" y el Servicio de Inversiones Moody
estimó, a principios de septiembre, que la Compañía de Saneamiento Básico del
Estado de Sao Paulo tenía almacenada agua solo para aproximadamente cinco
meses de suministro.

Esta situación ilustra la vulnerabilidad de algunas ciudades latinoamericanas ante


la sequía, mientras que el cambio climático altera la frecuencia y/o severidad de las
sequías en la región.

AUMENTO DEL NIVEL DEL MAR


+© WWF / Carlos DREWS
Al
calentarse,
los océanos
se
expanden y
se elevan
aún más al
recibir
grandes
cantidades
de agua
dulce debido al derretimiento de los glaciares y las capas de hielo. El nivel del mar
continuará aumentando a un ritmo acelerado en el futuro. Para 2100, el nivel del
mar podría aumentar de uno a cuatro pies más.

Según indican los investigadores, el aumento del nivel del mar amenaza a la
población latinoamericana - gran parte de la cual vive en zonas costeras - debido a
la contaminación de los acuíferos, la erosión de las costas, las inundaciones en
zonas bajas y el aumento del riesgo de marejadas.

© Anthony B. Rath / WWF


Aumento del nivel del mar y acidificación del océano
Gran parte del área costera que rodea al arrecife mesoamericano e islas cercanas
son zonas bajas y por lo tanto
vulnerables al aumento del nivel del mar
provocado por el cambio climático. La
erosión costera ya ha sido documentada
y, entre otras cosas, puede afectar los
procesos de anidación y reproducción
de las tortugas marinas. El aumento de
la temperatura del agua genera más
episodios de blanqueamiento de los
corales, lo cual es devastador para los arrecifes y toda la vida marina que depende
de ellos. La acidificación del océano, provocada por el aumento de la concentración
de dióxido de carbono en el agua, es otra amenaza que afecta a los arrecifes
coralinos.

Al igual que la tierra hoy en día, a lo largo de millones de años, la tierra ha


experimentado alteraciones en su clima, sufriendo
cambios de temperatura como los periodos
glaciares y los calentamientos globales del pasado.
Cada vez que se han dado dichos cambios
climáticos, se han producido alteraciones el medio
ambiente se producen a muy diversas escalas de
tiempo y sobre todos los parámetros climáticos:
temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc. Éstos
son debidos a causas naturales y en los últimos años debido también a la acción
del hombre. Estos cambios climáticos son una modificación del clima a una escala
global o únicamente regional. Y estas acciones hacen que el medio ambiente varíe
en mayor o menor medida adaptándose al cambio.

Esquema ilustrativo de los principales factores que provocan los cambios climáticos
de la Tierra. La actividad industrial y las variaciones de la actividad solar se
encuentran entre los más importantes.
Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Tales cambios
se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros
climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etcétera. Son debidos a
causas naturales y, en los últimos siglos, también a la acción del hombre.

El término suele usarse, de forma poco apropiada, para hacer referencia tan solo a
los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo
de calentamiento global. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático usa el término cambio climático sólo para referirse al cambio por
causas humanas (el párrafo 2 del artículo 1 reza así: "Por 'cambio climático' se
entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad
humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la
variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables").
Al producido por causas naturales lo denomina variabilidad natural del clima. En
algunos casos, para referirse al cambio de origen humano se usa también la
expresión cambio climático antropogénico.

El cambio climático se define como un cambio estable y durable en la distribución


de los patrones de clima en periodos de tiempo que van desde décadas hasta
millones de años. Puede ser un cambio en las condiciones climáticas promedio, o
la distribución de eventos en torno a ese promedio (por ejemplo, más o menos
eventos climáticos extremos). El cambio climático puede estar limitado a una región
específica, como puede abarcar toda la superficie terrestre.
El término, cada vez más, se refiere específicamente al cambio climático causado
por la actividad humana, a diferencia de aquellos causados por procesos naturales
de la Tierra y el Sistema Solar. En este sentido, especialmente en el contexto de la
política ambiental, el término “cambio climático” ha llegado a ser sinónimo de
“calentamiento global antropogénico” o “cambio climático antrópico“, es decir, un
aumento de las temperaturas por acción de las actividades humanas.

Anda mungkin juga menyukai