Por otra parte, los riesgos también pueden ser visto por la otra cara de la
moneda, no siempre pueden ser acciones futras negativas, también estas
pueden generar oportunidades positivas de mejora, por lo que se debe analizar
desde todos los ángulos y teniendo en cuenta todo tipo de situaciones y futuras
eventualidades que puedan perturbar el resultado esperado.
Para concluir es importante tener presente que eliminar por completo el riesgo
de una organización no es posible, es necesario encontrar el equilibrio entre los
esfuerzos invertidos en su gestión y el riesgo residual que nos queda.