En la actualidad, la tendencia mundial se enfoca al uso de energías renovables,
mismas que son amigables con el medio ambiente, aprovechando los recursos naturales para generarlas (Vega, 2010). Las fuentes de energías renovables se han convertido en un tema prioritario en las agendas energéticas, tanto en los países industrializados como en muchas economías en desarrollo, gracias a sus efectos beneficiosos en las esferas económicas, sociales y ambientales. Así se destaca la importancia de disponer de fuentes alternativas de energía para satisfacer la demanda de las grandes naciones al proporcionar la expansión del crecimiento en las fuentes alternativas. A partir de la gran importancia que ha tomado este tema, las políticas energéticas de los diferentes países se han enfocado en aumentar gradualmente el suministro de energía renovable, elaborándose para ello una estrategia de desarrollo en diversas regiones, tales como la Unión Europea, Sudamérica y Centroamérica busquen un modo de aprovechar los recursos naturales para la producción de energía, mismos que minimicen el impacto ambiental de la actividad humana sobre el ambiente natural (Bertinat, 2004). La capacidad que tiene la vegetación de transformar la energía del sol y almacenarla para posteriormente ser liberada mediante diversas técnicas para solventar necesidades energéticas convencionales, es un tema que muchas universidades y centros de investigación están explorando en busca de una solución energética amigable con el medio ambiente, sostenible y eficiente. Actualmente, la generación de energía mundial por medio de Fuentes de Energía Renovables No Convencionales, tiene a la biomasa como la responsable del 65% de la producción, claro está, dentro del 6% que aquélla debida a fuentes alternativas. Aun así, esto indica que la capacidad de generación de esta fuente, con investigación y mejor tecnología, podría ser una de las primeras soluciones a nivel mundial frente a una crisis energética. Los primeros pasos para impulsar la energía procedente de las olas se han dado En Euskadi, con la cual se podría abastecer el 10% del consumo eléctrico. En Julio de 2011, el EVE (Ente Vasco de Energía), agencia energética perteneciente al Gobierno Vasco, ha puesto en marcha en Mutriku la primera planta en el mundo que utiliza múltiples turbinas basadas en la tecnología OWC. Las energías renovables provenientes del mar se deben a la influencia de la radiación solar y de los campos gravitatorios solar, terrestre y lunar sobre los océanos. OBGETIVO GENERAL. ANTECEDENTES HISTORICOS. Las energías renovables han constituido una parte importante de la energía utilizada por los humanos desde tiempos remotos, especialmente la solar, la eólica y la hidráulica. La navegación a vela, los molinos de viento o de agua y las disposiciones constructivas de los edificios para aprovechar la del sol, son buenos ejemplos de ello. Con el invento de la máquina de vapor por James Watt, se van abandonando estas formas de aprovechamiento, por considerarse inestables en el tiempo y caprichosas y se utilizan cada vez más los motores térmicos y eléctricos, en una época en que el todavía relativamente escaso consumo, no hacía prever un agotamiento de las fuentes, ni otros problemas ambientales que más tarde se presentaron. Hacia la década de años 1970 las energías renovables se consideraron una alternativa a las energías tradicionales, tanto por su disponibilidad presente y futura garantizada (a diferencia de los combustibles fósiles que precisan miles de años para su formación) como por su menor impacto ambiental en el caso de las energías limpias, y por esta razón fueron llamadas energías alternativas. Actualmente muchas de estas energías son una realidad, no una alternativa, por lo que el nombre de alternativas ya no debe emplearse. Según la Comisión Nacional de Energía española, la venta anual de energía del Régimen Especial se ha multiplicado por más de 10 en España, a la vez que sus precios se han rebajado un 11 %. En España las energías renovables supusieron en el año 2005 un 5,9% del total de energía primaria, un 1,2% es eólica, un 1,1% hidroeléctrica, un 2,9 biomasa y el 0,7% otras. La energía eólica es la que más crece.