Puede ocurrir, y la vida así lo enseña, que en el mundo de las relaciones jurídicas, se presenten
sucesiva o simultáneamente, casos y pretensiones que, resultan parcial o totalmente similares,
que al no ser debidamente analizadas generan litispendencia (juicios pendientes),
contradicciones y caos en el sistema jurídico. Para evitar tales sucesos, aparece entonces la
competencia por conexidad. Se trata cuando dos o más litigios diferentes tienen, sin embargo,
en común un elemento, ya sea, en la relación jurídica o en el proceso.
-Por razones subjetivas, por ejemplo cuando se hace un hecho delictivo con varias personas,
codelincuencia o coautoría penal.
-Por razón objetiva, con relación al objeto, robo de coche para atracar un banco, son delitos
distintos que van a un mismo hecho, el robo del banco, por lo que se juzga una sola vez.
-Por ultimo la conexidad mixta, que implica similitudes en dos elementos (objeto y sujeto o la
causa) quedando disímil uno de los elementos.
Cabe destacar, que hay ciertos casos que presentan similitudes o conexiones en los tres
elementos, conocidos como “Identidad”.
De acuerdo con COLOMBO existe conexidad cuando casos sustancialmente diversas tienen en
común el título, el objeto o ambos; o cuando el objeto o el título de una de ellas tiene con el
título o el objeto de la otra una relación tal que las decisiones que hubiesen de recaer en las
distintas causas deban tener el mismo fundamento, y éste no pudiera ser ad-mitido o negado
en unas y viceversa, sin que exista contra¬dicción y, eventualmente, imposibilidad de
ejecución.
En razón de esta vinculación estas cuestiones deben co¬rresponder a la competencia del juez
que entiende en una de ellas, considerada la cuestión principal, aun cuando la otra por su
naturaleza o monto sea de la competencia de otro juez.