1.

El pitador:

Para este juego, es necesario que los niños hagan un círculo y que uno de ellos
quede en el centro. Ese niño deberá llevar los ojos vendados y un silbato atado a
la cintura. El resto de los niños intentará acercarse al centro del círculo para coger
el silbato sin ser oído por el niño del centro. Se trata de un juego que agudiza los
sentidos y fomenta el sentido de cooperación.

2. Cazar al ruidoso:

Es un juego que fomenta el trabajo en equipo. Todos los niños, menos uno, deben
llevar una venda en los ojos y andar por un terreno delimitado. La idea es que,
pese a no ver nada, se pongan de acuerdo para capturar al niño que no lleva la
venda. El primero que lo logra pasará a ocupar el lugar del niño sin venda.

3. La red:

Todos los niños, salvo uno, deben ponerse en uno de los extremos de un terreno
que previamente haya sido delimitado. En el medio se colocará el niño que ha sido
elegido para ocupar dicho rol. Los demás deben tratar de pasar al otro lado sin
que el niño del medio los capture; si lo logra, deberán unirse a él y formarán una
red que seguirá atrapando a los niños que intenten pasar de un extremo a otro.
Ganará el último niño en ser capturado.