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CRISTAL Y CUARZO

(Segunda edición, aumentada)

1
Los derechos de autor de esta obra están debidamente registrados y
protegidos por ley

La Paz, 2015

2
Las olas escriben sus mensajes a las nubes
El viento las lleva en estelas desde el mar

No hay tiempo que apresure los encuentros


No hay distancia que separe sus deseos

Sólo la visión constante y el vértigo querido


por el encuentro prometido que vendrá

Te espero con el respiro que me apura


Te espero lívido, anhelante y frenético

Pero ya estás en mí, siempre lo estuviste


Eres la nube para quien las olas escriben

su mensaje de amor que el viento


y el rayo llevarán

3
No pienso en ti, más bien te siento
En las gotas que las horas destilan al viento

Los pulsares de cada una de mis venas tatúan


la urgencia de que la distancia única termine

El fiero código que encripta mis deseos


se abre cuando llega la hora prohibida

Rastreo las huellas de la senda


tantas veces recorrida

las que me llevan, como los fieles lazarillos


hacia el encuentro contigo y mi dicha

4
Seguí a mi sombra, que en el ansia renovada
de llegar al urgente destino

arbitró, con arbitrio, el ritmo de mis pasos


que tenía por lentos y cansinos

Mi sombra es mi yo desplegado
Mi censor, confidente y crítico

Mi sombra es mi yo no dimensionado
Es la palabra suelta en los espacios censurados

Apuré los firmes compases del gong


de graves estruendos que resonaban, abiertos

gong tras gong; compás tras compás


en mi pecho

5
¿Es acequia, arroyo, catarata, río?
¿Remolino, tifón, huracán, tornado?

Es eso, pero es más

¿Nace en la gota y crea la ola del mar?


¿Surge en el segundo y diseña la eternidad?

Es eso, pero es más

¿Es una mirada aliada a otra mirada?


¿es una cadencia de hoguera y de hielo?

Es eso, pero es más

6
Los años han escrito en la bitácora de mi vida
los momentos más tristes y los más vívidos

De nada me quejo, de nada resiento


Amor y gloria; miedo y recelo

todo forma parte de mí, todo lo hecho

Sin embargo, en la textura de cada cielo


en la tempestad de cada infierno

veo mi sombra, gladiador sin escudo


veo mi luz, guerrero audaz sin espada…

Los años saben lo que escriben en el alma.

7
Vierte tu boca colores que fascinan
Tus ojos, sonidos que estremecen
Tu presencia, el vértigo que encanta

El vibrar de las teclas danzantes del piano


la nota que resbala, lánguida, del violín
urden la fuga rebelde y el contrapunto antelado

No es la armonía la que seduce en tu mirada


Es la hoguera que se hace tibia y sorprendida

La sombra que se vuelve luz en un parpadeo


semejante a la rúbrica que el relámpago
deja en medio de la tempestad encendida

No es la armonía la que seduce en tu mirada…

8
¡Qué hermosa la geometría del desierto!
¡Qué sublime el diseño de la cumbre nevada!

¡Cómo reverbera el azul en el verde del pasto!


¡Cómo se entibia el alma
ante el solitario témpano!

Y el río, cantando coplas de todos los pagos


me trae retazos del sueño recobrado

Y el viento me cuenta chismes de


las hojas del árbol
Y la danza de los remolinos, ebrios de vértigo

Todos ritman con la ola que canta


en la playa, a lo lejos

9
Allí, donde escribo un mensaje de amor
y de arena

Una carta que la lujuriosa marea


lleva mar adentro

Cómplice pícara de los secretos encuentros

En la nube, una ráfaga desnuda la arena


para mostrarme la respuesta callada:

Te espero, labio con labio, mirada con mirada

10
En la caverna de las estalactitas
de plata y de cuarzo

la Sombra Roja muestra lo diestro de su sigilo


Se filtra por las grietas, en busca de algo perdido

Cansado, se estampa en la pared


rugosa de piedra

Mira, la Sombra Roja


el techo aquo de la gruta
Amenaza, con ígneo recelo
a la oscuridad espantada

La gota de agua cae en el charco del suelo


Su sonido es un timbre de plata que despierta

11
La Sombra Roja la mira y por vez primera
su rostro muestra una sonrisa solapada

La Sombra Roja se zambulle en la poza mínima


y con un grito, que retumba
en las paredes de la caverna

¡Amor mío te encontré después de mil años!


exclama

La gota sonríe dulce y quedamente


debajo del agua

12
Desde la cima de la duna sobre el reluciente
desierto

Oteo las curvas de las sombras que bajan de las


palmeras

Son odaliscas que remolinean con el simún


desaforado

Vienen desde la Turquía, en vaivenes que


reptilean

Los tambores percuten, solemnes, rígidos y


autoritarios

Vibrátiles, los crótalos acompañan la dulzura


de las arpas

Los címbalos, productores de gemas sonoras,


duetan

13
con el eco llegado desde las azules y severas
montañas

La trompeta alborota la fina placidez de los


laúdes

Y las panderetas revolotean entre las duplicadas


luces

que cada grano de arena proyecta en los otros


granos

Es el concierto secreto de los misterios de


Oriente

donde duerme de la vida el misterio, sacro y


perenne

14
Un tul negro, negra zarpa, se alza
desde un profundo pozo ciego

Intenta cubrirme, imponerme el silencio


Ala de vampiro, oscuro y siniestro

Aprisiona las acuarelas blancas


impresas en la gran acuarela del cielo

Carbón encendido, con luz apagada


quiere forjar el resplandor de mis días

Pido socorro al viento y al mar


La nube liberada, llora de alegría

15
Son ferósticos los abismos en el gran abismo
Feroces los remolinos que hunden los latidos

No hay reposo en las almas agrietadas


por el recuerdo del ayer, negras manchas

La niebla, aliento del pasado, cubre el escenario


Los recelos son bloques de estío congelado

Pasará otro siglo, y otro más, de velas vacilantes

La luz estará prohibida por la bruma del


milenio

¡Qué oscura es la dimensión desperdigada!

16
¡Qué vacía es la soledad que a todos nos
embarga

Es que hay una línea de fuego feroz


que es hielo

llamas brutales de ofensas no olvidadas

Prendimos el fuego del infierno que arde y arde


Fuego vesánico de llamas que no se apagan

17
Olvidé que debía olvidarte
Olvidé que ya no estoy en tu mirada
que ya no estoy en tu pensamiento

Tu voz entona en otro pentagrama


Tu mano ya no está en mi mano
Tu aliento entibia otro aliento

Todo es ausencia
Todo es vacío

¡Cuán avaro es el recuerdo!


me niega el ansiado consuelo
de ahogarme en el olvido

18
Préstame una lágrima
Un dolor, una amargura
Un gran desengaño
Un trozo de llanto

Alguna angustia
Pesar que me llene de espanto
Pena que corroa mi alma
Tormento que agriete mi ser

Cualquier martirio
No importa cuán cruel sea

Nada, nada será peor


que el vacío, a fuego marcado
en el cráter quedado en mí
de tu perenne ausencia

19
Se encontraron en una nube tendida
por dos miradas

No hablemos, dijeron, sentenciosas


las palabras

Se acercaron como si un imán de plata


los guiara

Las arpas hicieron de los pechos


dos pentagramas

Pero la vida vino y, arbitraria,


separó las manos de las manos

Ella encontró otra nube tendida


con otra mirada

20
Él la vio saliendo de la iglesia
dulce y encandilada

“Es feliz”, se repetía,

Evocando el consuelo, con una voz


de sonrisa congelada

“Es feliz”, repetía


mientras que por la cara

lágrimas de hombre
el rostro le tatuaban

21
¿Cuántas sombras hacen una sombra?
¿Cuántas luces hacen una luz?
Nadie las cuenta, a nadie le importa
Sombras son sombras y luces son luz

¿Cuántas palabras hacen un verso?


¿Cuántos versos, una estrofa de amor?
No hay la fórmula arbitraria que mensure
ni la palabra, ni la vivencia ni la emoción

22
Sin embargo, en el fondo del alma
como en la cubeta de una alquimia
turbulentas, se entremezclan palabras
sombras, vivencias de mármol azul

Cae el rocío y descifra el algoritmo mágico


que hace de la sombra y de la penumbra, luz
de la luz, una vida que nace por vez primera
una vida que diseña su ansia única, tú.

23
Quedé atrapado en la esperanza
Veo espejos en los espejos flexuosos
Reflejan imágenes ausentes de cuerpo

La esperanza me atrapó con astucia


Hizo de mí, un vacilante ser ambiguo
que espera lo que no debe esperar

Puso en mí la certeza de que el ansia


nebulosa negra cargada de deseos
pareciera nube que me acompañara

La esperanza, hacedora de promesas


es una sádica de silueta encantadora
Sólo nos muestra el eterno mañana

24
Abro sendas tras de sendas
pero atrás queda sólo

grava y piedra

Labro surcos en la arena


que en vano esperan el rocío

de algún mañana

Nada ansío de la luz


fotón escuálido de esperanza

Voy diseñando sombras tras de sombras


en la sombra que me acompaña

25
A veces siento que es imperativo
darle vida a la vida

Las órbitas se repiten, impasibles


ante la emoción contenida

Los cometas del alma están presos


La quietud los espanta

Todo es igual a lo igual


Una madeja de Penélope

vieja y destartalada

¡Hay que darle vida a la vida!


Los cometas del alma exclaman

26
Las ilusiones son mariposas
Que nunca se posan en una flor

Colibríes que no gustan néctar alguno

Pañuelos de seda de hermosos colores


Que languidecen, planeando en el aire

Nos guían hasta la sombre


Donde se refugia la noche

Allí encontramos nuestras deudas


De ayer, de hoy y de mañana

Nunca las alcanzamos, son como el tiempo


Siempre dicen: esperen, ya veremos

27
Nada le preguntes al tiempo
Está siempre yendo y viniendo

Cumple la tarea de apremiar


en sincronía perfecta
el pulsar de las estrellas
en la bóveda del firmamento

Diseña las espirales de las galaxias


y la ruta misma de los universos

No le preguntes nada, para nosotros


el tiempo no tiene tiempo

28
El dos por cuatro de un tango apache
irrumpe el ritmo soberbio del día-noche
Diseña, mayúsculo, el catálogo nuevo
de las nubes que orillan sobre los mares

Vesánicos, los vórtices submarinos


Perforan las entrañas de las aguas
Un doble-ocho, profano y palpitante
aprisiona, feroz, la caída de una cascada

En el abrazo febril y entrecruzado


de los pasos certeros y cimbrados
nunca un hombre se siente tan ufano
de sentirla tan mujer a su lado
Nunca una mujer es tan radiante
al saberlo hombre ideal encarnado
El dos por cuatro es un encuentro vital
Una respiración a dueto, misterioso, mágico

29
Decir adiós es decir “nunca más”

Nunca más contemplaré tus ojos


Nunca más acariciaré tus manos

Nunca más sentiré el éxtasis


de tenerte a mi lado

Ni seré el rapsoda
que te cantaba con la mirada

El prepotente destino dijo

“Es preciso que pronunciéis


la palabra sagrada”

30
Al decirla, siento que este adiós
es el adiós más adiós de todos

El que me deja una cinta de luto


en lo más recóndito del alma

Adiós; el amor se ha ido,


aunque

donde hay un adiós


no siempre hay olvido

31
El chacal tiene dos catalejos
proyectados en los ojos
Sus faúces anticipan el banquete
de los caídos, todos, en el campo
de la muerte

La risa de la hiena hiere


al mismo aire que le lleva
el olor de los muertos
caídos, todos, en el campo
de la muerte

32
El buitre circunvala
el cementerio sin cruces
adelanta el goce del festín
de los muertos, caídos todos
en el campo de la muerte

Y somos humanos
y somos humanos
y somos humanos

33
Las palabras de un poema
surgidas del fondo del silencio
expresan, con trémula rudeza
cómo se escribe y se dice “Te quiero”

Esas palabras sentidas, alegres


como gotas cálidas de verano
como tañidos lejanos de campana
brillan en la pupila del hombre que ama

34
Pueden ser cintas de seda
de momentos sublimes
en momentos intensos del choque
de una nube con el viento

Enlazan dulcemente, el alma


de la eterna mujer amada
Somos rudos, es cierto, pero tenemos
las palabras surgidas del silencio

incubadas en el fondo del pecho

35
El arquetipo mora en el misterio
de la memoria, no de uno, pero de todos
Vive en medio de luces cubiertas de sombras

Se mueve con la solemnidad


de los heraldos cósmicos,
para anunciar que lo que fuimos
siempre estará junto a lo que somos

36
El arquetipo es la llama azul
que muestra llamas verdes y blancas
en la memoria colectiva de los seres
que hablan el lenguaje de vida y muerte

El Arquetipo, el ayer de nosotros


y el mañana de los nuestros, nos recuerda
el Guerrero muere envuelto en rebelión
la heroína muere, sacrificada por amor

37
El Poeta ha dicho:
¡Qué solos se quedan los muertos!

Pero vienen, arañando la vida


dos palabras neutras, inertes
Convocan, como ninguna otra
el dolor, el silencio y el recuerdo

Las gibas de la llanura ondulada


reciben, por cada lágrima
un nuevo grano de arena
que les lleva el viento

38
Ha muerto el ser querido
Nos deja divagando por el mundo
Convertido, de vergel, en desierto
Por el arbitrio del destino

“Ha muerto”
¡Poeta de cantares altivos!
¿Acaso no ves?
¿Qué solos nos quedamos los vivos?

39
En un rincón del alma tengo
un pozo de olvidos

Cada recuerdo en un ataúd


hecho de sombra, se amortaja

Cada vivencia acumulada


llora en una fosa, encadenada

Pasan los años y el pozo


como un tumor gangrenado

crece y crece a la par de los olvidos


para siempre olvidados

40
En un rincón del alma
mis recuerdos, ¡Justicia! Claman

Y desde el pozo de olvidos


la noria cómplice deja
que se arrastren a mis sueños
en las noches de cardos y espinos

En silencio, trepan hacia mí


“Sois del pozo de los olvidos
volved de donde venís”
les impreco, lleno de miedo no redimido

41
“Somos del pozo de los olvidos”
Me susurran, trágicos y atrevidos
“Pero cada olvido guarda un recuerdo
De otro modo, no seríamos olvidos”

Miramos, con ansia el futuro


pero el pasado se arrastra desde el pozo
nos rastrea y nos encuentra
con un recuerdo envuelto en cada olvido

42
Montaña severa, adusta, inexorable
Quietud de alientos congelados
Vientos que aúllan torturados por el frío

La paja brava entona su miserere


hipotermia de piedras que revientan
cuando el hielo se vuelve vidrio

Montaña, filósofo estoico de la pradera mustia


Rector impasible de la planicie infinita
Línea horizonte entre el cielo y la puna mística

43
¡Que bella es la ciudad engalanada
de ópalos, rubíes y esmeraldas
rosas, gardenias, dalias y azucenas
cuando el sol reposa al otro lado de la montaña

Violines que pulsan notas de luz


cítaras que arpegian luminosos colores
vergel vivo de gamas y de flores
lentejuelas rojas de un vestido blanco

44
Pero está la sombra, siempre al acecho
en el callejón oscuro de siluetas umbrías
Un relámpago de luna brilla en el puñal
que chorrea gotas de sangre noble

La ciudad danza al vaivén de sus resplandores


En la noche-noche, la sombra tiene la cadencia,
de un vibrante diapasón de nota única y letal
como el parpadeo de una mujer hermosa y fatal

45
La oscuridad pesa, con encono
y gravedad siempre dirigida
a los callados gemidos
de los corazones solitarios

Murmura en el oído
burbujas de sonidos falaces
que los ecos del silencio devuelven
a los corazones olvidados

La oscuridad está llena de vesania


Triza, con renovada furia
una por una, las agonizantes fibras
de un corazón abandonado

46
La mamy está batiendo huevos
harina y mantequilla
con batidora nueva y granitos
diminutos de vainilla

La intuición de los pequeños se abre


se abre la del grandulón de la casa

No hay humo papal que anuncie el término


de la tarea, acto de renovada magia

47
Mas, el aroma de la cocina sale y anuncia
que la obra de alquimia está terminada
La mamy la pone en el lugar
más inaccesible del estante

Los tres confabulados: dos niños


y el grandulón, están dispuestos al ataque
Pero la mamy dice: esto es para mañana

48
Los piratas van a la cama
y esperan el paso de las horas
Saben que la mañana llegará
con un poco de demora

La madrugada será el heraldo


que anuncie la nueva esperada
La mamy ha hecho otra
de sus famosas tartas de manzana

49
En las llanuras y montañas
más allá del gran meridiano
capa sobre capa, nieve sobre nieve
ocultan hielo bajo hielo
La cadena ha cavado fosas
profundas y sin rastro
como sepulturas de silencio
de las hojas del invierno

50
La libertad gime en los cepos
Las risas son ecos de espanto
Las miradas se congelan
entre el hambre y el miedo

Vencidos, los guerreros de cepa


crispan las manos y aprietan los dientes
Lágrimas de oscura escarcha
ruedan hacia adentro

51
Las noches del universo transcurren
llenas de cósmicos sucesos

Las estrellas, pícaras y audaces


guiñan guiñando a los cometas
que bailan moviendo las colas
de polvo de gas y hielo

Los agujeros negros se abren


radiantes y se pavonean
ante las coquetas galaxias
pero siempre se asombran
por el paso de la Vía Láctea

52
La materia negra, sombra de materia
resplandece ruborosa
y junto a ella, la energía oscura
empuja los límites del universo

¡Qué cosas que pasan


en las noches del universo
cuando la fuerza del Big Bang
crea más espacio y tiempo!

53
Una estrella ha muerto
en el fondo del universo
dicen que fue el victimario
un feroz agujero negro

La gravedad pierde sustento


las supernovas se hacen oscuras
el espacio-tiempo se envuelve
en un tul cósmico de hielo negro

54
Por un segundo del infinito
el cosmos deja el latido
los pulsares no palpitan
los cometas quedan lívidos

Hay cien mil millones de estrellas


en las espirales de la galaxia
pero una ha muerto
Lágrimas de luna llora
nuestra Vía Láctea

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