Las palabras con que designamos las cosas (sustantivos) y sus cualidades (adjetivos) no
siempre son suficientes para hablar de todo lo que nos rodea.
Los seres vivos, las cosas, los objetos e incluso las ideas y los pensamientos no son algo
estático, están casi siempre en movimiento, en continua actividad: el perro corre y ladra,
nuestra hermanita se enfada y llora, el boli pinta, la pelota bota, el timbre suena, etc.
Estas palabras -corre, ladra, enfada, llora, pinta, bota, suena- expresan esa actividad de
los seres vivos y las cosas. Son verbos.
Los verbos son la clase de palabras que utilizamos para expresar acciones, estados y
procesos.
La mayor parte de los verbos expresan una acción que realiza un sujeto:
Fíjate bien. Cuando queremos nombrar un verbo utilizamos siempre el infinitivo: ladrar,
cocinar, seguir, etc.
Sufijos verbales
El infinitivo y el gerundio compuestos tienen los mismos usos que los simples. Sólo se
diferencian en que expresan aspecto perfecto, frente al aspecto imperfecto de los simples.
El infinitivo equivale a un sustantivo; el participio puede funcionar como adjetivo, y el
gerundio como adverbio.
Al ser verbo y nombre, el infinitivo forma siempre proposiciones que funcionan como un
sintagma nominal. Y como sintagmas nominales que son, los infinitivos pueden
desempeñar las funciones que ya estudiamos como propias de tales sintagmas:
Sujeto
Atributo
Complemento preposicional de un nombre
Complemento preposicional de un adjetivo
Complemento directo de un verbo
Complemento indirecto de un verbo
Complemento agente de la pasiva
Complemento circunstancial de un verbo
Como nombre que es, el infinitivo puede llevar determinante. El sujeto de la proposición
constituida por el infinitivo puede ser el mismo que el del otro verbo; pero puede ser
distinto. La construcción nombre a + infinitivo es un galicismo que debemos evitar.
El participio tiene uso estrictamente verbal cuando forma los tiempos compuestos con los
verbos auxiliares. Cuando acompaña al nombre funciona como un adjetivo.
En la lengua escrita y literaria, puede aparecer el participio con un sujeto expreso detrás
de él, formando un conjunto (una construcción absoluta) separado del resto de la oración
por pausas. Estas construcciones ya no tienen valor adjetivo, sino adverbial. Y como tales
adverbios pueden ser: de tiempo, de modo y condicionales.
Signos auxiliares
Paréntesis
Quién sabe si entonces verás que esa gran boca (Oh, dulce milagro…!) sonríe.
En ambos ejemplos los paréntesis se utilizan para encerrar una oración o frase
incidentales intercaladas en un período, muchas veces Sin relación gramatical con él
(como en el segundo caso), o bien se utilizan agregar algún dato o aclarar el sentido de
una frase o de una palabra (como ocurre en el primero de los ejemplos), también se
colocan entre paréntesis fechas importantes, datos que remiten a alguna obra
determinada, etcetera. Ejemplos:
León Felipe: español (1884-1968). Se dedicó a la poesía, que fue la pasión de su vida.
De todo esto se deduce que el paréntesis se usa para contener frases incidentales 0
aclaratorias, 0 para agregar datos, fechas, nacionalidad, autor y capítulos.
Raya
Su uso es parecido al de los paréntesis. Se emplea en lugar de éstos para intercalar notas
incidentales o aclaratorias.
—Mamá ——dijo (Clotilde. sin abandonar su postura de juez—. ¿Qué piensa usted?
En este caso se usan rayas porque se trata de un diálogo; cada raya indica que habla una
persona y, en lugar del nombre de esa persona que dialoga, se coloca el signo auxiliar.
Guión
Comillas
Las comillas se utilizan para encerrar el título de ti una disertación o de una conferencia, o
de artículos de diarios y revistas. Así, por ejemplo: el conferencista disertó sobre «El
teatro latino y su influencia en el teatro clásico francés».
También se emplean para encerrar fragmentos de obras escritas y para resaltar el valor
de una palabra
Diéresis
Este signo consiste en dos pequeños puntos que se colocan sobre la letra u solamente en
las sílabas güo, güi, con la finalidad de que se pronuncie la vocal u.
En poesía también Se usa este signo para marcar; el hiato, con el fin de partir un
diptongo.
Asterisco
Es un signo usado al pie de la página para explicar el significado de una palabra, o dar
una nota aclaratoria que sea necesaria. Se identifica por (*).
Si en la hoja ya Se ha colocado un asterisco, el próximo será doble (**), luego triple (***), y
así sucesivamente. En la actualidad Se usan números en lugar de asteriscos, por tratarse
de un procedimiento más práctico.
Actualmente, en gramática, el asterisco tiene además otra función: Señalar que una
oración no es correcta, y por tanto no pertenece a la lengua que, estudiamos.
Llave
La gramática estructural utiliza los corchetes para marcar el principio y el fin de una
oración. Ejemplo:
[Levánteme el día siguiente cundan amanecía.] [Los resplandores que delineaban hacia el
oriente las cúspides de la cordillera central doraban, en semicírculo sobre ella, algunas
nubes ligeras que se desataban las unas de las otras para alejarse y desaparecer.]
Signos de entonación
¡Qué escándalo!
Sin embargo, a veces, el signo no coincide con inicio de la oración, ya que la entonación
especial , se produce después de comenzada la oración. Ejemplos
Cuando la intensidad de la emoción que se quiere transmitir es muy grande, los signos se
duplican o triplican. Ejemplos:
¡¡Silvia!!
¿¿Qué pasa??
Definición de Monosílabas
Una sílaba es cada uno de los golpes de voz en los que se separa una palabra. En un
lenguaje más académico podríamos decir que una sílaba es cada una de las unidades
fonológicas en las que se divide una palabra. Otra definición podría ser la siguiente: las
palabras monosílabas son las que no se pueden dividir en sílabas porque solo tienen una.
Hay palabras de tres o más sílabas (trisílabas), de dos (bisílabas) o de una (monosílabas).
En este último caso se trata de palabras con un único golpe de voz, como dos, mil, sal,
sol, col, de, sin o por. La mayoría de monosílabos son breves, pero no siempre es así (por
ejemplo, friais y guieis son monosílabos y tienen seis letras cada una). Por otra parte, hay
palabras muy breves que tienen varias sílabas (por ejemplo oía es trisílaba).
En la mayoría de casos estas palabras no llevan acento. Sin embargo, esta norma
general tiene algunas excepciones. El criterio de la excepción es el siguiente: que la
palabra que conforma el monosílabo tenga más de un significado. De esta manera, para
diferenciar una palabra de otra, una lleva acento y otra no.
El monosílabo "de" que se usa como proposición no lleva acento, pero sí lo lleva cuando
se trata del verbo dar (por ejemplo, "el anillo es de mi primo" y "espero a que me lo dé").
Si "el" es un artículo va sin acento, pero no así si se trata de un pronombre personal ("el
amigo es simpático" y "quiero que sea para él").
Cuando "se" es pronombre no lleva acento, pero sí lo lleva para el verbo saber ("se lo
comuniqué esta mañana" y "no lo sé ").
En el caso del monosílabo "si", lleva acento cuando es un adverbio afirmativo ("sí que me
gusta la idea") y no lo lleva cuando es una conjunción ("si hace frío no saldré de casa").
Las palabras que entran en un compuesto como primer elemento del mismo se escriben
sin la tilde que como simples les hubiera correspondido: asimismo, decimoséptimo,
sabelotodo, metomentodo (estos dos últimos, compuestos de verbo con enclítico más
complemento se escriben sin la tilde que le correspondería: sábelo). Se exceptúan de
esta regla los ADVERBIOS EN - MENTE, que conservan la tilde si les correspondía
llevarla como palabra simple: ágilmente, fácilmente; pero buenamente, tontamente.
También conservan su tilde los compuestos de dos o más palabras unidas por un guión:
cántabro-astur, histórico-crítico-filosófico. En los COMPUESTOS ERUDITOS de vocablos
latinos o griegos se sigue, por lo general, la regla del latín, o sea: se acentúa la primera
parte si la segunda es bisílaba y tiene breve la vocal de la primera sílaba: bípedo,
centímetro. Si dicha vocal es larga, en ella recae el acento prosódico: telegrama,
centigramo.