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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO

VILLARREAL
FACULTAD DE HUMANIDADES
OFICINA DE GRADOS Y TITULOS

FACTORES QUE INFLUYERON EN LA ORGANIZACIÓN DEL NUEVO


EJÉRCITO DEL CENTRO (JULIO- OCTUBRE DE 1883)
INDICE

Resumen

Introducción………………………………………………………………………… 4.

I. Marco teórico y metodológico……………………………………….………. 6.

1.1. Antecedentes…………………………………………………………… 17.

1.2. Problema………………………………………………………………....18.

1.3. Objetivos………………………………………………………………...18.

1.4. Métodos………………………………………………………………….18.

1.4.1. Materiales………………………………………………,……….18.

1.4.2. Procedimientos…………………………………………………..18.

II. Contexto del Cuarto Periodo de la Resistencia

2.1. Hechos preliminares

2.2.1 La Batalla de Miraflores y la Huida a la Sierra

2.2 Primer periodo de la resistencia

2.2.1 Inicio de formación del Ejército

2.2.1 Expedición de Letelier, contramarcha de Letelier y Combate de Sangrar

2.2.3 Captura de Destacamento de García Calderón en Chilca

2.2.4 Organización del Ejército del Centro

2.2.5 Sucesos políticos

2.2.6 Cáceres en Chosica y la Expedición Gana-Lynch

2.2.7 La expedición Gana-Canto

2.1.8 Batalla de Pucará


2.2.8 El Paso de Jucamarca

2.1.9 El absurdo combate (batalla) de Acuchimay

2.1.10. Entrada del Ejército del centro a Ayacucho

2.2 Segundo periodo de la resistencia

2.2.1 Reorganización del Ejército del Centro

2.2.2 Contraofernsiva de Cáceres

2.23 Ataque de las guarniciones de Marvalle y Pucara

2.2.4 Batalla de la concepción y retirada de los chilenos

2.2.5 Las Guerrillas en el departamento de Ica

2.2.6 Batalla de San Pablo

2.2.7 Planes chilenos y bolivianos para la tregua con García Calderón

2.2. 8 La Guerra del Terror

2.29 El grito de Montan para firmar la paz

2.2.10. Asamblea de Cajamarca

2.2.11. Congreso de Arequipa y la pérdida de Tarapaca

2.2.12 Avance de Iglesias

2.3 Tercer Periodo de la resistencia

2.31 Cáceres en Canta y Huarochiri

2.3.2 Cáceres en Chancay

2.3.3 Expediciones Leon García y Canto

2.3.4 Cáceres y la retirada al Norte

2.3.5 Reorganización del Ejército del Centro

2.3.6 Marcha de Cáceres hacia el Norte


2.3.7 El Paso de Yanganuco

2.3.8 Palo Seco y Pelagatos

2.3.9. Retirada de Arriagada

2.3.10. La Batalla de Huamachuco (10 de julio de 1883)

III. El Nuevo Ejército del Centro en el Cuarto Periodo de la Resistencia

3.1 Inicio de la Formación del Nuevo Ejército del Centro

3.2. Agregue la tropa de Francisco Luna

3.2 La Expedición de Urriola contra el Nuevo Ejército del Centro

3.3 Apoyo de los patriotas al Nuevo Ejército

3.4 Apoyo de morochucos

3.5 Marcha sobre Ayacucho y organización del Nuevo Ejército

3.5 Marcha de Ayacucho al Centro

3.6. Firma del Tratado y huida de Montero

IV Factores que influyeron en la (caída) del Nuevo Ejército

4.1 La derrota en Huamachuco y la consolidación del Gobierno de Iglesias

4.1 Acciones para conseguir la paz de Chile

4.2 Dispersión del ejército de Arequipa

4.3. La Firma del Tratado de Ancón y la proclama de paz

4.4. Falta de apoyo polítco y militar de los gobernantes


Introducción

La Guerra con Chile es considerada como uno de los sucesos históricos más
desastrosos de la Historia del Perú, ya que representa el punto de quiebre en el devenir
histórico nacional, esto es, que el impacto de la guerra fue tan grande que hay un antes y
un después de este suceso histórico. Además, porque los factores que contribuyeron a la
derrota no fueron la falta de instrumentos militares, ejércitos organizados y patriotismo,
sino, primordialmente, la carencia total de apoyo de una clase política, que, en el
contexto de la guerra, gobernó en desmedro de los intereses nacionales, frenando todo
intento de victoria contra el invasor. De ahí, que suscribo literalmente lo mencionado
por Macera (): la Guerra del Pacífico fue un autogol para el Perú, y también lo señalado
por Cáceres ():

Por lo mencionado, la estudios historiográficos sobre esta etapa histórica, no eran


tan abundantes, porque escribir una historia de los derrotados detallando las verdaderas
razones por las que se perdió la guerra, eliminaría cualquiera esperanza sobre la clase
política peruana. Peor, aún sobre la Campaña de la Resistencia, desde el enfoque militar
resta importancia a comparación de la campaña marítima y terreste anterior a ella. Por
ello, para desarrollar contextualizar nuestro tema ubicado en el cuarto periodo de la
Campaña de la Resistencia entre los años 82 y 83, se ha recurrido a historiadores que
más destacan por su objetividad histórica que por su patriotismo.

Nuestro tema el Nuevo Ejército del Centro en el Cuarto Periodo de la


Resistencia( 10 de julio hasta 20 de octubre de 1883) se encuadra dentro de una etapa
posterior a las derrota de la Batalla de Huamacucho, caracterizada por un escenario
donde imperaba, en la clase gobernante, el fortalecimiento político del Gobierno de
Iglesias, el proceso pacificador de Chile hasta la firma del Tratado de Ancón; en tanto,
que para Cáceres, esta etapa significaba la continuación de la resistencia contra el
invasor chileno con la organización de su Nuevo Ejército. Así, nuestro tema representa
el último bastión de la resistencia donde el Nuevo Ejército del Centro, constituye la
intención patriótica de Cáceres de ganar la guerra organizando paulatinamente sus
fuerza militares en la sierra central, sin embargo, tal proceso fue frustrado por la falta de
apoyo político y militar, y principalmente, por la firma del Tratado que puso fin a la
guerra cediendo territorios a Chile.
Entonces, el objetivo de la presente tesina de determinar cuáles son los factores
que influyeron en la organización del Nuevo Ejército de Cáceres en el contexto del
Cuarto Periodo de la Resistencia.

Para tal fin, se ha dividido el trabajo en cuatro capítulos. En el primer capítulo,


se trata el Marco Teórico y Metodológico donde se desarrollan los antecedentes, el
planteamiento del problema y los objetivos. En el segundo capítulo, se ubica
históricamente nuestro tema, por ello, se presentan los tres periodos de la Campaña de la
Resistencia o Campaña de la Breña, y los principales acontecimientos políticos y
militares que dieron origen a la formación del Nuevo Ejército. En el capítulo tercero, se
explica cómo surge y ser organiza el Nuevo Ejército del Centro en el Cuarto Periodo de
la Resistencia. Finalmente, en el cuarto capítulo, explica qué factores impidieron el
desarrollo del Cuarto Ejército.
CAPITULO I: MARCO TEÓRICO Y METODOLÓGICO

1.1. Antecedentes

El tema objeto de nuestro trabajo: El Nuevo Ejército del Centro en el contexto


del Cuarto Periodo de la Resistencia (82- ) que abarca el periodo entre la derrota en
Huamachuco y la firma del Tratado de Ancón, no ha sido estudiado a profundidad por la
historiografía nacional, ni mucho menos hay estudios sistemáticos, debido a
principalmente a que después de la derrota militar en Huamachuco, y una vez caída la
capital, según señala Nelson Manrique (1981):

La continuación en la campaña en la sierra aparecía así como el exabrupto de un


caudillo porfiado que, si bien brindó una lección de patriotismo a las generaciones
venideras, había emprendido una tarea que estaba condenada al fracaso aún antes de su
inicio (p. 5).

Sin embargo, hay algunos estudios históricos que describen tanto la etapa de la
Campaña de la Resistencia como el Cuarto periodo donde aparece el Nuevo ejército a
los que hemos recurrido para su desarrollo. Pero, antes de mencionarlos, procederé a
realizar un breve recuento de los antecedentes historiográficos sobre este periodo, como
en toda investigación, que incluirá una breve clasificación de la historiografía nacional
sobre la Guerra del Pacífico en general y sobre el Cuarto periodo de la resistencia en
particular.

Un notable trabajo que sistematiza la historiografía nacional que estudia este


periodo, es el de Emilio Rosario quien en su artículo Por el devenir de un «gran
paradigma nacional»: un balance historiográfico a la Guerra del Pacífico, propone la
división en cinco etapas los estudios historiográficos sobre la Guerra del Pacífico hasta
su final. Estos son: Un revisión a la crónica de los vencidos (1884-1910), Remembranza
a los hijos de la guerra (1910-1950), 3. Nuevos enfoques, vieja esencia (1950-1979) y
Celebrando la centuria (1979).

A Una revisión a la crónica de los vencidos (1884-1910)

En esta primera etapa se encuentran los diversos autores que abordan la Guerra
de Chile como protagonistas directos, llámese militares y políticos, que en sus
testimonios expresaron la enorme frustración y ese sabor amargo de la derrota.
Así, una de las fuentes documentales que nos proporciona importante
información

para aproximarnos a lo sucedido a partir de 1879 es la obra de Cáceres( 1973), La


guerra del 79, sus campañas(Memorias), quien describiría con un estilo confesional,
aunque muy bien detallados, los pormenores de la campaña terrestre desde el
bombardeo y desembarco chileno en Pisagua hasta su triunfo en la batalla de Tacna que
determinó al parecer la definitiva salida de Bolivia de la guerra, pero como se verá más
adelante esta nación siguió apoyando fielmente al Perú, dentro de sus limitadas
posibilidades.

Francisco García Calderón (1949), quien en Memorias de un Cautiverio nos


describiría en sus recuerdos aspectos tan importantes como su vertiginoso ascenso al
poder con apoyo de una Junta de Notables en medio de la debacle pierolista. También
nos narraría los sucesos más saltantes producidos en la mesa de negociaciones de paz y
dentro de esta su obstinada, pero comprensible, actitud de pagar sólo las acostumbradas
–aunque onerosas– indemnizaciones de guerra, sin que ello implique cesión territorial
alguna. Esa actitud disgustaría a los cada vez más impacientes chilenos, provocando con
ello su posterior expulsión del Perú y su confinamiento en el país del sur donde
prosiguieron las presiones pero sin éxito.

Luego, hay otros autores que se han profundizado en la investigación histórica


como Mariano Felipe Paz Soldán, quien en Narración histórica de la guerra de Chile
contra Perú y Bolivia, la primera historia peruana de la Guerra del Pacífico (1883);
resalta los esfuerzos del pueblo peruano por resistir los fortísimos embates del ejército
chileno, remarcando en todo momento su gran valentía. Cabe mencionar además que
este importante trabajo se vio facilitado en su elaboración por la estratégica posición
que tenía Paz Soldán al interior de las altas esferas de poder político de aquella época,
en la medida que llegó a ser nombrado ministro en el ramo de Justicia durante el
gobierno del presidente Mariano Ignacio Prado, permitiéndole contar con información
de primera mano.
B. Remembranza a los hijos de la guerra (1910-1950)

Un siguiente grupo que podría ser hijos de la guerra, nombre surgido debido a
que ninguno de sus integrantes había llegado a enfrentarse directamente con las huestes
chilenas a causa justamente de su prematura edad.
Para aproximarnos a la diversidad de formas con la que abordaron la historia
bélica de 1879 los hijos de la guerra, los hemos clasificado en tres grupos teniendo en
cuenta su cercanía o lejanía respecto al discurso histórico elaborado por la crónica de los
vencidos.
En el primer grupo se encuentran aquellos que prosiguieron la senda trazada
por las memorias y los diarios, es decir, relatando vivencias exaltadas a la imagen
heroica de diversos personajes y grupos sociales durante la lucha con el país sureño.
Adriana Vernuil de González Prada y su libro Mi Manuel, dedicado a su esposo Manuel
González Prada y escrito por insistencia de Luis Alberto Sánchez. En esta obra, la
autora centra su atención a lo acontecido durante la larga permanencia chilena en la
capital, narra acciones como el desembarco de Baquedano en Chilca que provocó la
defensa organizada de Lima dirigida personalmente por Nicolás de Piérola, quien
recibió –resalta la autora– el apoyo de miles de reclutas venidos de la sierra, la mayoría
procedente de pueblos que apenas hablaban castellano, hecho que causó sorpresa y
extrañeza entre los limeños pero, a la vez, motivó el enlistamiento de importantes
elementos civiles –sin contar las levas– de escasa preparación militar.
Los acontecimientos siguientes serán retratados por Zoila Aurora Cáceres,
descendiente del clan familiar del Cáceres, en su obra La Campaña de la Breña,
título que expresa claramente la temática de su escrito: la resistencia del mariscal
Cáceres y sus guerrillas en la sierra central. En esta mezclará las experiencias
personales con los relatos familiares resaltando no sólo la figura del pater familis,
Andrés A. Cáceres, sino, de manera particular, la de su esposa Antonia Moreno
de Cáceres cuando describe el envío a la sierra central de vituallas y armas desde
la ocupada ciudad de Lima.
El segundo grupo lo conforman aquellos que sin desligarse de la temática
desarrollada por los seguidores de la remembranza personal, se aproximan más a los
parámetros trazados por los iniciadores de la investigación histórica: acuciosidad en la
información vertida, estructura acontecimental, heroicidad en las acciones personales,
etcétera. Esta presenta en su larga lista a uno de sus más importantes representantes en
ese entonces como era Ricardo Luna quien en su obra El conflicto del Pacífico se
introduce en los entretelones de las causas provocadoras de la guerra de 1879, llegando
a la conclusión del factor predominante que impulsó el estallido del conflicto, los cuales
fueron las ambiciones geopolíticas chilenas de consolidar su posición en el Pacífico Sur;
para ello era necesario obtener nuevos recursos y territorios.
Finalmente, el tercer grupo se encuentra conformado por los miembros de la
llamada Generación del 900, que constituyen la moderna historiografía sobre este
periodo, quienes lograron ir más allá de la vivencia personal y de la clásica estructura
positivista de narración acontecimental de las acciones heroicas, en la medida que
insertaron a la historia de la Guerra del Pacífico dentro de una síntesis interpretativa
total de la historia peruana, construyendo una especie de paradigma historiográfico
bastante sólido, difundido hasta la celebración del centenario.
Para Víctor Andrés Belaunde en su obra las Campaña Diplomáticas de la
Guerra del Pacífico, se sumerge en las aguas de la acción diplomática, analizando los
debates sobre la posición asumida por nuestro país con respecto a la ocupación chilena
de la provincia boliviana de Antofagasta y al Tratado de Alianza Defensiva de 1873,
para luego pasar a los servicios de mediación que cumplió con muy poca suerte José
Antonio de Lavalle.
En tanto José de la Riva Agüero resalta que la derrota no fue a causa de la
inutilidad de los militares sino que se debió a la falta de una clase dirigente. Riva
Agüero incorporará a su discurso la necesidad de construir la nación peruana alrededor
de una nueva clase dirigente que asumiera su pasado y fuera capaz de afrontar los
desafíos de un país poco integrado. De esa forma se concluye que fue la no existencia
de una nación peruana en el imaginario colectivo, sumada como ya se dijo, a la carencia
de una verdadera dirigencia, las causas principales por las que nos mantuvimos
divididos y poco cohesionados para enfrentar al insaciable invasor chileno.

C. Nuevos enfoques, vieja esencia (1950-1979)

A partir de la década de 1950 se abriría una nueva etapa con respecto al


tratamiento histórico de la Guerra del Pacífico, por parte de la historiografía tradicional,
esta sin ser innovadora se caracterizaría por expresar una estructura dual de análisis con
cierto carácter maniqueo, quien brindaría entre sus líneas, primero el sentimiento del
más férreo orgullo patriótico debido a la acción valerosa de nuestros héroes, y segundo,
cada vez más incontenible sensación de malestar y frustración heredada debido a la
derrota sufrida a merced de los chilenos que se ahondaba cuando se recordaba la
cercenación de nuestro territorio, culpa en gran parte de nuestra clase dominante.

A este grupo esencialista de mediados del siglo xx podemos dividirlo en tres


partes dependiendo de su cercanía o lejanía relativa con respecto al discurso
tradicionalista hegemónico. En primer lugar mencionaremos a los herederos natos del
culto heroico, como es el caso de Luis Humberto Delgado, consagrado tradicionalista,
quien en su obra Estampas de la guerra entre Perú y Chile de 1957 hace una visión
panorámica y general de la guerra de 1879, vista como ya era costumbre desde el
accionar mismo de los actores en conflicto, entregando al bando de los valientes
peruanos las loas más enfervorizadas y patrióticas, todo esto acompañado de un
importante acopio documental y una ágil narrativa.

Otro autor destacado es Luis Alayza y Paz Soldán, quien en su obra de


1956titulada La Breña nos entregaría con un estilo narrativo bastante coloquial lo que
fue la resistencia en la sierra central, lastimosamente su obra pierde brillo al seguir
fielmente los pasos establecidos por sus predecesores, de hacer de su escrito un discurso
panegírico al heroico esfuerzo de nuestros soldados. Quien logra superar hasta cierto
punto estos cánones estilísticos de corte nacionalista es el R. P. Rubén Vargas Ugarte,
quien siguiendo la línea trazada por su padre y fiel a su forma de hacer historia se avoca
exhaustivamente a la búsqueda y recopilación archivística, esto se observa claramente
en su obra Guerra con Chile.

Pero por suerte en nuestra historiografía no todos estuvieron adscritos


completamente a esta corriente, hubo honrosas excepciones o, si se quiere, más bien
personalidades solitarias. Una de ellas fue Jorge Basadre, historiador analítico
interesado por los aspectos teóricos y metodológicos de la historia, así como por los
temas relevantes de nuestra historiografía. Uno de estos fue hurgar sobre los avatares de
la guerra con Chile, este interés personal impulsará al boom que vendrá con la
celebración del centenario del conflicto en 1979.

Este tercer grupo formado por diversos científicos sociales postularán la idea de
que el destino de los países en conflicto –Perú, Chile y Bolivia– no estaba en sus manos,
sino que muy por el contrario este se encontraba dentro de los intereses económicos de
las grandes potencias extranjeras, en especiallos de la Inglaterra Victoriana. Uno de sus
más preclaros representantes fue Heraclio Bonilla, quien continuó la tradición emitida
décadas atrás por Manuel González Prada, el cual había de criticar leoninamente
aspectos tan cruciales para el análisis histórico como la conformación y distribución del
poder político decimonónico.

D. Celebrando la centuria (1979)

Para aproximarnos al despliegue retórico desarrollado por la historiografía


tradicional, a lo largo de 1979, bastará considerar algunas de sus más representativas
obras aparecidas a lo largo de este año. Comencemos mencionando entre los libros más
difundidos las novelas de corte histórico escritas por Guillermo Thorndike, quien con
una ágil pluma narrativa logró cautivar rápidamente al público lector.

Otra obra importante será la de Luis Guerrero, quien con su libro titulado Una guerra de
ocasiones perdidas seguirá los pasos trazados por Riva Agüero y Basadre, al abordar el
conflicto del 79 desde la perspectiva de las posibles oportunidades que tuvimos en la
historia y que durante la guerra salitrera no las supimos aprovechar otra vez, ya que para
el autor nuestras posibilidades de triunfo se vieron perdidas no por la habilidad
diplomática o militar de los chilenos sino por la desunión y el natural infortunio que
acompañó a la débil nación peruana.

Otros autores consultados que no se enmarcan dentro de este periodo


serían:

Nelson Manrique en las guerrillas indígenas en la guerra con chile (1981), no se


ocupa de la vida y obra del general Cáceres, sino las guerrillas campesinas durante la
guerra con Chile. A pesar de eso, el enfoque del trabajo incide en la importancia de
entender la relación entre Cáceres y los guerrilleros para observar el accionar de estos
grupos en la guerra. El propósito de Manrique es atender los sucesos posteriores a la
ocupación de Lima por los chilenos y a la participación de los campesinos para explicar
si en estos últimos pudo desarrollarse una conciencia nacional. Así mismo, del estudio
de los guerrilleros, Cáceres toma un papel protagónico a lo largo de toda la obra, por ser
él quien encabeza la resistencia en la sierra central tras la caída de Lima. El análisis de
la postura de Cáceres inicia desde sus diferencias políticas con Piérola. El autor señala
que mientras el segundo se inclinaba por terminar la guerra y firmar la paz con los
chilenos, el primero estaba decidido a continuar las hostilidades y establecer una fase de
“guerra de desgaste”. Otro de los aspectos que trata, se refiere a la gran capacidad de
Cáceres para convocar y organizar los ejércitos, que se potenciaba debido a la
conciencia anti chilena formada en los campesinos que sufrieron abusos cometidos por
parte de las tropas extranjeras. Pero sin duda alguna, el principal aspecto que ha
contribuido a los debates en torno a este personaje, es su aparente postura
contradictoria. También destaca que Andrés A. Cáceres, quien había apoyado y
liderado a las masas campesinas en un primer momento, luego de la guerra, cambiaría
de posición a favor de los sectores terratenientes que por ese entonces se encontraban en
lucha social con los grupos campesinos. Respecto a la conciencia nacionalista indígena
tiene varios momentos debido a la aceleración del tiempo histórico producida por los
conflictos sociales y la polarización de fuerzas. Así como el comportamiento de los
indios no es homogéneo de un periodo a otro.

Brooke Larson en Indígenas, élites y Estado en la conformación de las repúblicas


andinas (2002), sostiene para el caso peruano que uno de los episodios centrales en el
asunto lo constituye el análisis de los campesinos y las élites en el contexto de la guerra
del Pacífico. Del mismo modo que Nelson Manrique, el tema central del texto de
Larson ciertamente no gira en torno al general Cáceres. Sin embargo, su inclusión es
vital para comprender el desenvolvimiento de los campesinos durante la guerra y,
específicamente, contribuye al análisis de la actuación política del general. Larson
muestra una primera etapa donde los guerrilleros indígenas son liderados por Cáceres
contra las tropas chilenas en el periodo de resistencia. En ese contexto, muchos
terratenientes de la sierra central iniciaron una fase de colaboracionismo con los
chilenos y entonces Cáceres también dirigió sus ataques contra estos grupos. En la
segunda etapa, Larson apunta a una utilización de los campesinos por parte de Cáceres,
quien ahora los conducía contra Miguel Iglesias (enemigo político de Cáceres). De ese
modo, sostiene que Cáceres movilizó a los indígenas con fines personales,
impulsándolos hacia una encarnizada guerra civil. No obstante, en 1884, cuando
Cáceres estableció alianzas políticas con su antiguo enemigo Iglesias, no necesitó más
la ayuda de los montoneros, por el contrario, los comenzó a caracterizar como agentes
de desorden e inestabilidad. Larson señala que Cáceres dio la espalda a sus propios
soldados campesinos, una vez en el poder, emprendió radicalmente una campaña de
represión contra los montoneros con el fin de desacreditar su participación contra los
invasores en un intento por borrarlos de la memoria oficial.
Hugo Pereyra en Nacionalismo campesino a fines de la guerra con Chile: una revisión
historiográfica de la ejecución del guerrillero Tomas Laymes (2004), explica que a
partir del centenario de la guerra con Chile, la historiografía peruana y extranjera
profundizó en distintos aspectos de la campaña de la breña, referentes a la historia social
y económica del conflicto en cuanto se refiere al proceso mismo, como a sus
antecesores y consecuencias. Según Pereyra, enfoques novedosos como los de Bonilla
al estudiar el comportamiento de la población china y la compleja participación de los
campesinos en el conflicto, contribuyó a enriquecer el panorama bastante negativo de
literatura histórica de efemérides militares. Destaca que a partir de la revisión con otros
ojos de las fuentes primarias los temas de sociedad y economía ofrecen una visión
distinta de la región. Así mismo, ofrece una reflexión sobre el origen y las formas que
adoptó el nacionalismo campesino en la sierra central del Perú, principalmente entre
1881 y 1885. Para ello, toma como principal objeto de estudio la ejecución del
guerrillero Tomás Laymes, en julio de 1884. Tanto este tema como otros vinculados a la
actividad de los guerrilleros durante la campaña de la sierra contra· las fuerzas invasoras
chilenas y en el tiempo de la guerra civil que la siguió, son analizados a partir de una
relectura de las fuentes conocidas. El estudio también ha considerado documentos que
no habían sido usados antes por los investigadores. Se presta una atención especial a la
actitud del" general Andrés A. Cáceres con respecto a los guerrilleros. El tema de la
participación campesina en la guerra del pacifico generó mucha polémica. Existe cierta
coincidencia entre los investigadores sobre el origen de la participación campesina,
donde la causa fundamental fue combatir las expediciones chilenas. Este origen y las
formas de nacionalismo campesino tienen su relación con el general Andrés A. Cáceres
a través del estudio de la ejecución del guerrillero Tomás Laymes. Cabe mencionar que
Laymes fue un campesino mestizo que integró el ejército de Cáceres en las campañas
contra los chilenos en la guerra del Pacífico. Sin embargo, luego del conflicto se vería
involucrado en saqueos y asesinatos de terratenientes colaboracionistas que justificó por
las pérdidas ocasionadas durante la invasión. Estos hechos llevarían a Laymes a ser
fusilado y el propio Cáceres daría la orden.

Hugo Pereyra en Andrés A. Cáceres y la Campaña de la Breña (1882 – 1883) (2006),


realiza un análisis exhaustivo de la figura de Andrés A. Cáceres y la llamada campaña
de la Breña entre los años de 1882 y 1883. Para Pereyra (2006), Cáceres es claramente
el protagonista central de la campaña de la sierra. Uno de los capítulos está centrado en
estudiar el pensamiento político y militar de Cáceres en esta etapa. El autor explora las
perspectivas de este personaje con respecto al desarrollo de la Guerra del Pacífico.
Temas contemplados desde el pensamiento del mariscal como el indigenismo, las
causas de la derrota, el patriotismo y el empleo de la violencia, se incluyen en el análisis
de este periodo. El estudio muestra una relación paternalista de Cáceres hacia sus
montoneros, pero que anticipaba una suerte de sentimiento de corte indigenista. Su
visión estratégica andina apuntaba a una utilización masiva de guerrilleros que debían
combinarse con el ejército regular. Pereyra (2006) enfatiza no solo la gran capacidad
militar del general, sino que lo considera un político de muy buen nivel, un personaje
con una visión sorprendentemente amplia de la realidad peruana y un lingüista práctico
que empleó el dominio del idioma quechua como una poderosa herramienta de
motivación y de integración. A estas cualidades de Cáceres, se añade el conocimiento
práctico de la geografía nacional. Otro de los puntos que se abordan en el texto es como
Cáceres es recordado por los peruanos en nuestros días. Se señala que la campaña de la
Breña fue históricamente vista como una epopeya y que Cáceres quedó en la memoria
bajo una estimación popular comparable a Francisco Bolognesi y Alfonso Ugarte.

Iván Millones en El Mariscal Cáceres: ¿Un héroe militar o popular? Reflexiones sobre
un héroe patrio peruano (2006), analiza la construcción de Andrés A. Cáceres como
héroe nacional y cómo la figura de este personaje es asimilada como símbolo del
reciente movimiento Etnocacerista. Sin embargo, el análisis de este trabajo busca
explicaciones en los propios hechos alrededor de la Guerra del Pacífico y en el legado
de Cáceres para la posteridad. Millones afirma que el carácter político de Cáceres lo
convierte en una figura controversial, a diferencia de otros héroes de la guerra. En tres
terrenos generó aplausos y rechazos: en la cuestión indígena, donde lideró una gran
cantidad de montoneros por mucho tiempo; en materia de desarrollo económico,
firmando el polémico contrato Grace; y el militarismo, con su participación en las
guerras civiles. Otro de los puntos que se ocupa el trabajo, intenta observar la
apropiación de la figura de Cáceres por el Estado en varias oportunidades. Señala que
en el contexto del Oncenio de Leguía se realizaron apoteósicos funerales honrando a
este personaje. No obstante, se decidió no integrarlo en la “Cripta de Los Héroes” por lo
controversial de su figura, ya que generaba el rechazo de importantes sectores de la élite
limeña. Durante los gobiernos militares de la década de 1930 se produjo un mayor
acercamiento con la figura de Cáceres (caso de Odría, por ejemplo), lo que incidió en la
difusión de una imagen de carácter popular e indigenista. No obstante este
reconocimiento, desde el Estado nunca se le otorgó una posición central en el Panteón
de los Héroes; no así desde grupos como los Etnocaceristas, quienes establecieron una
estrecha vinculación a Cáceres combatieron junto contra los chilenos.

Nelson Manrique en Yawar Mayu. Sociedades terratenientes serranas: 1879-1910


(1988), plantea que uno de los aspectos que está presente a lo largo de la historia del
Perú desde la Conquista, es el enfrentamiento entre indios y blancos. Sin embargo, es en
las sociedades terratenientes de la sierra donde este conflicto alcanza su mayor
dimensión. Yawar Mayu (Río de sangre) es un libro que examina el enfrentamiento
entre blancos-terratenientes e indios-campesinos (señores e indios, según expresión de
Arguedas extraído de la obra Yawar fiesta), en una coyuntura de aguda crisis: el periodo
abierto por la guerra con Chile (1879-1884) y que se prolongó hasta comienzos del siglo
XX (1910). Enfrentamiento que se dio en el terreno político y en su doble expresión de
conflicto étnico y clasista. La guerra con Chile agudizó fuertemente los conflictos
sociales que atravesaban a la sociedad andina de la sierra. Así, se observa que aparte de
los diversos niveles del conflicto social existentes en la región (conflictos étnicos y
clasistas), la guerra añadió otro elemento más: el de la confrontación nacional contra un
enemigo extranjero, cuya presencia afectaba a todos, aunque fuera en diversos grados y
de distintas maneras. El trabajo de Manrique (1988), se centra en el análisis del
comportamiento de dos grupos sociales con intereses antagónicos: blancos-
terratenientes e indios-campesinos. El texto se divide en cuatro capítulos. Siendo el
primer capítulo el que nos interesa, está dedicado a la sierra central y dirige su estudio a
las barreras étnico-culturales existentes en el interior de la sociedad terrateniente del
último cuarto del siglo XIX, y la forma en que éstas interactuaban con las barreras
sociales de naturaleza clasista. Se examina el significado de la guerra para los
terratenientes serranos y para los indios campesinos; para los primeros significó
inicialmente una movilización masiva en defensa de la patria, para los segundos
representó una experiencia diferente debido al compulsivo enrolamiento al que fueron
obligados. Sin embargo, fueron los indígenas de la sierra central los principales
protagonistas de la resistencia anti chilena que dirigió el general Andrés A. Cáceres.
También se hace referencia en este capítulo a la ruptura del bloque terrateniente, así
como a la opción colaboracionista que se les presentaba como consecuencia de la crisis
económica provocada por la guerra, y por verse amenazada su existencia misma como
clase y truncadas sus expectativas de expansión. La guerra produjo una crisis política
que rompió el encuadramiento tradicional de los indígenas en las estructuras de
dominación vigentes. Los indios de la sierra central estaban armados y organizados en
guerrillas, lo que les permitió volverse autónomos, bajo una dirección netamente
indígena. Fue esta movilización lo que obligó a los blancos-terratenientes a colaborar
con el ejército chileno, a fin de salvaguardar sus vidas y propiedades que se veían
amenazadas. Por último este capítulo se refiere a la ausencia de un contacto étnico-
cultural entre indios y blancos en la sierra central. La clase dominante era ajena al
mundo ideológico y cultural de la población indígena; no lo comprendía y lo
menospreciaba.

Heraclio Bonilla en El problema nacional y colonial del Perú en el contexto de la


guerra del pacifico (1980), plantea que al examinar la dimensión social de la guerra del
pacifico. La participación popular en la resistencia contra Chile y la aparición de
propuestas, sentimientos e ideologías nacionalistas al interior de los distintos segmentos
de la población peruana Este énfasis deriva del convencimiento de que tanto el proceso
como los efectos producidos en la guerra del pacifico se explican mejor por un
adecuado conocimiento de la estructuración interna de la sociedad peruana y de las
manifestaciones que, al compás del conflicto se produjeron en su seno. De esta forma el
problema es la fractura y el conflicto étnico al interior de la guerra nacional. En la
primera parte del ensayo vemos la destrucción del estado oligárquico, como
consecuencia de la invasión chilena y de la ocupación, provoco el enfrentamiento
directo entre, la clase dirigente contra el conjunto de la clase subordinadas y, por otro
parte las diferentes facciones de esta clase y las diferentes clientelas políticas lideradas
por los múltiples caciques y caudillos locales. Pero el conflicto armado de chile también
genero otro tipo de enfrentamiento que atravesaba las líneas de clase para oponer entre
sí al conjunto de los estamentos que integraban la sociedad peruana. De esta forma la
derrota peruana obedeció, entre otras causas, a una profunda dislocación social que
tenía entre sus ingredientes la falta de unidad nacional y las divisiones étnicas al interior
de la población peruana, y negaron la posibilidad de que ideas de "nación" y
"nacionalismo" que debían ser hechuras de una clase burguesa que en el Perú no existía,
pudieran cristalizar en esas circunstancias.

Heraclio Bonilla en Comunidades de indígenas y Estado Nación en el Perú (1982),


sostiene que el carácter colonial de la economía y de la sociedad peruanas en la segunda
mitad del siglo XIX, su profundo dislocamiento interno, explica la conducta del grueso
del campesinado andino al interior de la guerra nacional que el Perú sostuvo contra
Chile en los años 1879-1884. Este conflicto, lejos de involucrar solidariamente a las
diferentes clases y estamentos étnicos en defensa de la patria en peligro, en realidad fue
el teatro de un profundo enfrentamiento y desgarramiento interno entre clases y
estamentos entre sí. En el combate las fracciones indígenas reclutadas por generales-
terratenientes en virtud de su condición de siervos, demostraban tanto o mayor ardor en
combatir las huestes del caudillo local adversario que en el combate con las fuerzas
chilenas de Ocupación. Sin embargo, al interior de este dramático proceso fracciones
importantes del campesinado indígena adquirieron nueva conciencia de su fuerza
política ante el desbande de la clase dominante y empezó a desarrollar lealtades
absolutas que sus anteriores adhesiones localistas. Pero la guerra contra Chile no
solamente generó transformaciones sensibles en el comportamiento del campesinado
indígena, sino que puso al desnudo las inconsistencias de la clase dominante y la
profunda precariedad del Estado y de su control. No es casual, por consiguiente, que un
pensador como Gonzales Prada, quien inaugurara el cuestionamiento radical del orden
causante de la catástrofe de la guerra, encontrara en la debacle con Chile los argumentos
esenciales para sustentar sus planteamientos.

1.2. Problema.

Como ya lo mencioné anteriormente, la bibliografía sobre nuestra tema escasa


debido a que la historiografía nacional centro su estudio en la campaña marítima y
terrestre de la Guerra del Pacífico hasta la derrota en Huamachuco. No obstante, los
autores que trabajaron el periodo de la Campaña de la Resistencia como Jorge Basadre,
Nelson Manrique, las Memorias de Andrés Avelino Cáceres, Heraclio Bonilla entre
otros, describen los hechos más importantes que caracterizaron al Cuarto Periodo de la
Campaña de la Resistencia. Este término fue usado por André Avelino Cáceres para
referirse a la Campaña de la Breña, y además, lo divide en cuatro periodo según lo
referido por Basadre, donde el Tercer Periodo culmina con la derrota en Humachuco y
el cuarto inicia con la organización del Nuevo Ejército de Andrés Avelino Cáceres para
continuar la resistencia en contra el invasor chileno, en un contexto de pacificación
general.
Es así, que nuestra pregunta principal apunta a explicar los factores que
influyeron tanto en el surgimiento como en la caída de este Nuevo Ejército de Andrés
Avelino Cáceres, que de haber llegado a su organización final, otra hubiera sido la
historia de la guerra.

Planteamiento del problema

Pregunta general

¿Cuáles son los factores que influenciaron en la organización del Nuevo Ejército de
Cáceres en el contexto del Cuarto Periodo de la Resistencia (julio- octubre 1883)?

Preguntas específicas

¿En qué contexto se desarrolló el Cuarto Periodo de Resistencia?

¿Cómo se organizó (desarrolló) el Nuevo Ejército de Cáceres en el Cuarto Periodo de la


Resistencia?

¿Qué factores influyeron en la caída del Nuevo Ejército del Centro en el Cuarto Periodo
de la Resistencia?

1.3. Objetivos.

Objetivos generales

Determinar cuáles son los factores que influenciaron en la organización del Nuevo
Ejército de Cáceres en el contexto del Cuarto Periodo de la Resistencia

Objetivos específicos

• Determinar en qué contexto se desarrolló el Cuarto Periodo de Resistencia

• Determinar cómo se organizó (desarrolló) el Nuevo Ejército de Cáceres en el


Cuarto Periodo de la Resistencia

• Determinar qué factores influyeron en la caída del Nuevo Ejército del Centro en
el Cuarto Periodo de la Resistencia?
1.4. Método.

La investigación histórica se caracteriza por ser historiográfica y documental. Por ello,


hemos utilizado el método histórico.

1.4.1. Materiales.

1.4.1.1. Fuentes de información.

La información que sustenta el presente trabajo investigación lo hemos clasificado de la


siguiente manera:

A) Historiográficas:

La guerra con Chile como parte de nuestra dramática historia del siglo XIX, siempre
llama la atención de los historiadores. Especialmente, desde el centenario en 1979, las
reflexiones han contribuido a entender aspectos vinculados a la idea de nación,
nacionalismo, región; de igual manera, la participación de los diversos sectores sociales
que se involucraron. Nosotros hemos consultado un conjunto de trabajos que abordan la
guerra así como de las guerrillas campesinas en la sierra central, como los de Carmen
Mc Evoy (1997), Paul Gutenberg (1998), José Basadre Grohmann (1969), Carlos
Contreras y Marcos Cueto (2000), Peter Klaren (2004), José Chaupis (2007), Hugo
Pereyra (2004 y 2006), Ivan millones (2006), Nelson Manrique (1981 y 1988), Brooke
Larson (2002), Heraclio Bonilla(1979 y1982) y Jesús Cosamalon (1997).

B) Hemerográficas:

Periódicos de la época como “El Comercio” de 1884.

1.4.1.2. Centros de información.

Iniciamos nuestra investigación a través del análisis del contenido, acopiando


sistemáticamente material bibliográfico. Para los cuales se acudió a las bibliotecas y/o
centros de documentación:

Biblioteca de la Facultad de Humanidades de la UNFV.

Biblioteca Central de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.


Biblioteca de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos.

Biblioteca Nacional del Perú.

1.4.2. Procedimientos.

La presente investigación se realizó realizando los siguientes pasos:

a. Elaboración de las preguntas.

b. Realizamos una investigación sobre la historiografía sobre el tema en las


diferentes bibliotecas.

c. Elaborar el esquema del trabajo de investigación y correcciones del proyecto.

d. Se procederá a la recolección de datos que se encontraron en las diversas fuentes


de información y centros de información.

e. Analizamos y procesamos los datos encontrados para iniciar el trabajo de


investigación.

f. Analizar el trabajo de investigación situándolo en el contexto, los conceptos y


fuentes para la redacción del tema investigado.

g. Redactar el informe final. Asimismo se procederá a la corrección del trabajo de


investigación.
Referencias

Basadre, J. (1969) Historia de la República del Perú. Lima: Editorial Universitaria.

Bonilla, H. (1980) Un siglo a la deriva. Ensayos sobre el Perú, Bolivia y la guerra.


Lima: Instituto de Estudios Peruanos.

(1982) Comunidades indígenas y Estado nación en el Perú. En Histórica, Vol. VI, Nº 1,


p. 35-51.

Cáceres, A. (1981) Memorias del Mariscal del Perú, Andrés Avelino Cáceres. Lima:
Editorial Milla Batres.

Klaren, P. (2004) Nación y sociedad en la historia del Perú. Lima: Instituto de


Estudios Peruanos.

Mallon, F. (1981) Problema nacional y lucha de clases en la guerra del Pacífico. En

Manrique, N. (1978a) Los movimientos campesinos en la guerra del Pacífico. En

Mendoza, E. (1981) Historia de la campaña de La Breña. Lima: Editorial Milla Batres.

Millones, I. (2006) El Mariscal Cáceres: ¿un héroe militar o popular? Reflexiones


sobre un héroe patrio. En Revista Iconos, Nº 46, p. 47-57.

Peña, R. (2013) La guerra con Chile y la participación de los


Departamentos del Centro del Perú. Lima: H & C Matto E.I.R.L.

Pereyra, H. (2004) El nacionalismo campesino a fines de la guerra con Chile: una


revisión de la historiografía de la ejecución del guerrillero Tomás Laymes. En Histórica,
Vol. XXVIII, Nº 1, p. 131-175.

Robles, R. (1984) La resistencia campesina y el folklore. En Reátegui, W. (ed.), La


Guerra del Pacifico. Volumen II. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

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