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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

LA ETICA Y LA FUNCION PÚBLICA

AUTORA:
JENNYFFER MASSIEL SOTIL VALLES

DOCENTE TUTOR:
Mgster. PERCY EDWIN GARCIA PAREDES

CURSO: ETICA PROFESIONAL


TEMA: ETICA Y LA FUNCION PÚBLICA

CODIGO: 2506132004
CAÑETE-PERU

2018
LA ETICA Y LA FUNCION PÚBLICA

FICHAS:

Título: Texto Universitario- Compilado de Deontología Forense

Autor: Mario Augusto Merchan Gordillo

Editorial: Texto Universitario- Serie Utex

Año: 2015

Edición: 1era Edición

País: Chimbote – Perú

Según Merchan M. (2015) manifiesta que: “el término ética procede del griego ethos, cuyo
significado originario hacía referencia a las costumbres. Sin embargo, pronto adquirió una
nueva significación filosófica, designando el carácter y el modo de ser de un individuo, en
cuanto ellos habían sido adquiridos por la educación, las costumbres y los hábitos de la
sociedad en la que vivía. Con la aparición de los primeros filósofos que reflexionaron sobre
las normas morales, el término pasó a designar la disciplina del saber que versaba sobre la
virtud y la justicia. En nuestros días, el concepto ética hace referencia a la reflexión sobre el
deber y a la justificación de por qué deben ser consideradas buenas o malas (justas o injustas)
ciertas acciones. Por tanto, se considera un comportamiento ético a aquel que está conforme
con las normas morales. ”

“En el lenguaje coloquial es frecuente utilizar como sinónimos los conceptos de ética y de
moral. Sin embargo, desde el punto de vista filosófico, muchos autores establecen una
distinción importante entre ellos dos: mientras la ética sería una reflexión teórica sobre los
fundamentos o principios en los que se inspiran las normas morales concretas, la moral, en
cambio, designaría al conjunto de normas y valores que una determinada colectividad
considera en un momento histórico concreto como justos o correctos, es decir, como pautas
del comportamiento virtuoso”.

Para entender el modo y como debe aplicarse el Código de Ética de la Función Pública es
preciso, ubicarnos previamente en lo que se denomina administración pública, para conocer
en qué medio ha de funcionar la ética. Igualmente debe determinarse a quien se le llama
servidor público y a que se llama función pública.

Sobre el particular, nos remitimos que se define lo que es función pública y servidor público.
Un hecho cierto es que la administración pública pasa por un desprestigio total, no existiendo,
casi ninguna institución que sea la excepción, este es el caso del poder judicial, del sector
salud, de las municipalidades. Los actos de corrupción, la incompetencia y la desatención al
público usuario, así como la falta de solidaridad y de conciencia del servicio que debe
prestarse es calamitoso. Desde esta perspectiva el Código de Ética de la Función Pública
pretende contribuir que la función pública, entendida ésta como un servicio a la nación, se
haga realidad, obteniendo mayores niveles de eficiencia del aparato estatal, de modo que se
logre una mejor atención a la ciudadanía, priorizando y optimizando el uso de los recursos
públicos.”
Título: Ética pública y buen gobierno- Regenerando la democracia y
luchando contra la corrupción desde el servicio público

Autor: Manuel Villoria Mendieta y Agustín Izquierdo Sanchez

Editorial: INAP

Año: 2016

Edición: 1era edición

País: México

Según Villoria M e Izquierdo A. (2016) nos dice: que la ética se compone de un conjunto de
juicios y de reglas que sirven para orientar nuestro comportamiento en la vida. Se comporta
como una autoridad interna por la que regulamos nuestros actos y juzgamos tanto nuestra
conducta como la de los demás. La brújula de la moral nos ayuda a distinguir que tipo de
vida y que tipo de acciones debemos escoger.

Según Villoria M e Izquierdo A. (2016) cita a Adam Smith quien sostiene: “quien piensa que
pongamos donde pongamos el fundamento de la moral, sobre cualquier principio de la
naturaleza, el sentimiento o la razón, es indudable que tenemos las facultades morales para
orientar nuestro comportamiento en esta vida, son las instancias superiores que juzgan
nuestros actos y vigilan nuestros sentidos.”

“La ética aplicada en el campo de las profesiones se concreta a veces en la elaboración de


códigos de conducta, conjunto de reglas o pautas que regulan la conducta de los miembros
de una determinada profesión, evidenciando la corrección e incorrección de ciertas prácticas
de esa profesión. La ética del gobierno y de la administración, después de analizar las posibles
conductas que pueden adoptar los trabajadores que desarrollan su actividad en instituciones
públicas y su adecuación con los criterios normativos morales, elabora un conjunto de normas
reguladoras de su actividad profesional. Uno de los objetivos de estos códigos es hacer
presente a los miembros de las organizaciones públicas la dimensión moral de su actividad
que en muchas ocasiones queda en penumbra por lo que apenas es percibida. La ética
gubernamental está dirigida a diversos grupos de profesionales, que van desde los cargos
electos del gobierno y del parlamento hasta los funcionarios públicos.”

Título: Derecho, Gerencia y Desarrollo

Autor: Francisco Córdova Sanchez

Web: Recuperado: http://formatoapa.com/como-citar-paginas-de-


internet/#Documento_web_pagina_web_o_informe

Editorial: Servicio ofrecido por la Dirección de informática Académica- El Tiempo

Año: 10/07/2011

Edición: Texto editado

País: Lima- Perú

Según Córdova S. (10-07-11). Derecho, gerencia y desarrollo. Recuperado de http:


formatoapa.com/como-citar-paginas-de-internet/#Documento_web_pagina_web_o_informe

Con mucha preocupación, aunque sin mucha sorpresa, la ciudadanía viene observando
algunos comportamientos reñidos con la ética en las nuevas gestiones, locales y regionales.
Es evidente que las antiguas prácticas del acuerdo bajo la mesa, el tarjetazo, el padrinazgo,
el “tráfico de influencias” y otras modalidades conocidas, aún persisten en los pasillos y
sillones de la administración pública nacional.

La Contraloría General de la República ha calculado que en el país los actos de corrupción


perjudican al Estado, es decir a todos los peruanos, con una suma que varía entre 6 y 10 mil
millones de soles (no hay una cifra exacta) anuales, y si no hacemos nada, esa cantidad y más
se perderá todos los años venideros.
Esta realidad es innegable no obstante que el estado, en los últimos años, ha dado importantes
pasos en la lucha contra este flagelo. Existe un conjunto de normas que orientan la
construcción de un Estado eficiente, transparente y al servicio del ciudadano. Sin embargo,
esto no es suficiente para detener esta lacra social que merma las arcas del estado, desprestigia
a la administración pública y descompone a la sociedad nacional.

Las autoridades y funcionarios públicos deben recordar que existe un Código de Ética de la
Función Pública, sustentado en principios y valores, que se propone lograr un desempeño
ético de los cargos públicos. Mediante una Directiva de la Presidencia del Consejo de
Ministros, aprobada por Resolución Ministerial N° 050-2009-PCM/SGP, del 4 de febrero de
2009, se establece que la promoción de este Código está a cargo de la Secretaría General de
cada entidad del Estado. Se dispone la conformación de Grupos de Trabajo para el Fomento
de la Ética, encargados de difundir el Código entre los servidores y funcionarios de cada
dependencia estatal. ¿Alguna institución pública, sectorial, municipal o regional del país,
habrá cumplido con este encargo?

Además, desde el año 2008 se aprobó el Plan Nacional de Lucha contra la


Corrupción, instrumento consensuado entre organismos del Estado, instituciones privadas,
colegios profesionales y organizaciones de la sociedad civil. Entre otros, este Plan tiene el
objetivo de institucionalizar en la Administración Pública las prácticas de buen gobierno, la
ética, y la transparencia, y de lograr el compromiso de la sociedad para que participe de
manera activa en la lucha contra la corrupción.
Por otra parte, para ahondar en el análisis, en las instituciones públicas debe recordarse que
la Vigésimo Sexta Política de Estado aprobada por el Acuerdo Nacional, establece
compromisos sobre promoción de la ética y la transparencia y la erradicación de la
corrupción, el lavado de dinero, la evasión tributaria y el contrabando en todas sus formas.

Finalmente, en Piura por ejemplo, mediante Ordenanza Regional N° 202-2011 se ha puesto


en marcha el Sistema Regional de Lucha contra la Corrupción, con la finalidad de articular
las acciones de las instituciones del Estado en la Región Piura, para la promoción de la ética
en la función pública y la prevención y lucha contra la corrupción.
Poner en práctica estas disposiciones requiere promover la vigilancia ciudadana, que
demande de los gestores públicos transparencia y rendición de cuentas; se necesita también
eliminar las trabas burocráticas para el acceso a la información pública, sobre planes,
programas y gasto público; asimismo, capacitar y sensibilizar a los funcionarios públicos
resaltando y premiando las buenas prácticas gubernamentales; y, principalmente, erradicar la
ilegal e indecorosa práctica de gestión de intereses particulares, realizada mayormente por
regidores, consejeros y altos funcionarios, que genera conflictos en el desempeño de su
función y les procura la obtención de ventajas indebidas.

Si no es así, todos estos esfuerzos normativos, las acciones positivas desarrolladas por
muchas instituciones estatales (como el Sistema Regional Anticorrupción de Piura), los
valiosos instrumentos introducidos en el proceso de modernización del Estado, y el generoso
esfuerzo de honestos servidores públicos (que los hay, y muchos), se habrán quedado
solamente en el nivel de las “buenas intenciones”, lejos de un desempeño basado en
principios y valores, y en el cumplimiento de deberes que garantice el profesionalismo y la
eficacia en el ejercicio de la función pública, puesta al servicio de los ciudadanos y de la
sociedad en general

Título: La ética, los derechos y la justicia

Autor: Julio de Zan

Editorial: Adenauer - Stiftung E.V

Año: 2004

Edición: FORES- foro de estudios sobre la administración de justicia

País: Montevideo- Uruguay


Según De Zan J. (2004) nos dice que: “las palabras “ética” y “moral” tienen un significado
etimológico semejante en sus raíces griega y latina. En el uso común se emplean casi siempre
indistintamente y, a veces, conjuntamente, aunque quienes las usan así probablemente no
serían capaces de decirnos con precisión si significan lo mismo o se refieren a algo diferente.
De todos modos, quizás para dar mayor énfasis retórico al discurso, parece que suena bien
reforzar a la “ética” con la “moral”, aun a riesgo de incurrir en una redundancia, como ocurre
si nos atenemos al significado etimológico de los términos.

En el lenguaje filosófico contemporáneo se han estipulado, sin embargo, dos distinciones y


dos clases de definiciones diferentes de estos términos.

En un primer sentido se comprende a lo moral como una dimensión que pertenece al mundo
vital, o al Lebenswelt, y que está compuesta de valoraciones, actitudes, normas y costumbres
que orientan o regulan el obrar humano. Se entiende a la ética, en cambio, como la ciencia o
disciplina filosófica que lleva a cabo el análisis del lenguaje moral y que ha elaborado
diferentes teorías y maneras de justificar o de fundamentar y de revisar críticamente las
pretensiones de validez de los enunciados morales. Por eso, coincidiendo con un uso
lingüístico no del todo desacostumbrado en filosofía, se puede usar el término Ética como
sinónimo de filosofía de lo moral. Conforme a este uso del lenguaje, la ética puede
considerarse entonces como una ciencia que pertenece al campo de la filosofía, como la
metafísica o la epistemología, mientras que lo moral es, en general, el objeto de esta ciencia,
es decir, lo que ella estudia.”
Que es la función publica
La ética tiene un importante Fines de la Función Pública
Toda actividad hecha por una persona en nombre
impacto público en la estabilidad y del estado o de las entidades del estado. Es una
sostenibilidad del orden social y Los fines de la función pública son el
actividad pagada temporal o permanente.
democrático, pues si el vínculo de Servicio a la Nación, de
confianza entre ciudadanos e conformidad con lo dispuesto en la
instituciones se rompe y las Constitución Política, y la obtención
personas no se sienten de mayores niveles de eficiencia del
representadas o protegidas por las aparato estatal, de manera que se
organizaciones, se pueden sentir logre una mejor atención a la
proclives a apoyar iniciativas ciudadanía, priorizando y
políticas no democráticas. Se necesita tener muy claro el fin, la meta por la que optimizando el uso de los recursos
cobra sentido la administración pública. Es curioso,
públicos.
pero el déficit ético que enfrentan los organismos
públicos en general está muy relacionado con una
cierta desconexión con los objetivos centrales de
estas instituciones.

La administración pública existe para servir al interés


general; es decir, para promover y proteger el ejercicio
de los deberes y derechos de la ciudadanía. Pero a decir
de Adela Cortina, en muchos casos la Res Pública, que
es la cosa de todos, se gestiona como "cosa nostra". En
otras palabras, como si se tratase de un organismo
diseñado para servir al interés de unos pocos

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