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Universidad Nacional Mayor de San Marcos

(Universidad del Perú Decana de América)

Facultad de Psicología

Escuela de Psicología General

“Ensayo sobre la película: El Náufrago:”

Psicología de la comunicación

Alumno: Piero André Segovia Bacilio

Profesor: Torres Valladares, Manuel Encarnación

-2017-
Ensayo sobre la película “El Náufrago”

Apellidos y Nombres: Segovia Bacilio, Piero

Código: 16180112

Curso: Psicología de la Comunicación

Esta película, que narra el vivir diario de un hombre de negocios, de un hombre muy
centrado en su trabajo, que apenas duras presta atención a su vida personal, y su posterior
desventura, un accidente de avión, siendo el único sobreviviente y viviendo en un isla en
medio del océano pacifico, solo y sin conocimientos de supervivencia.

En este película es muy resaltante el afán por el tiempo del protagonista, siempre
midiendo el tiempo, intentado no desperdiciar si quiera un mínimo de segundos. Este afán
por el tiempo, a mi parecer, solo puede demostrar la intensidad con la que trabajamos en
nuestra día a día, un reflejo de la riguridad o rigidez con la que nuestro día común está
programado, y que nos acatamos a él, dando por justificado, su carácter imprescindible
para nuestro sustento.

Ahora bien, téngase en cuenta que el tiempo, tal como lo experimentamos, hace quizá
más referencia a la experiencia subjetiva de durabilidad posterior a una acción, es decir,
a la impresión de cuánto dura un acto después de realizado, cuando meditamos sobre lo
hecho, el tiempo en este sentido se puede experimentar como algo muy duradero ,hasta
un impresión de efímero, el criterio para cuando experimentamos el tiempo(durabilidad),
de una manera u otra, lo encontramos en el concepto de experiencias optimas de Mihaly
Csikszentmihalyi, las actividades que no son aburridas, que no nos hacen sentir bienestar
unas vez hechas, se trata de la percepción de que el tiempo que transcurre es muy
prologando y las que provoquen, a la inversa, bienestar y satisfacción, se experimentaran
con tiempo muy reducido, ahora bien, estas “experiencias óptimas”, no implica que se
esté realizando algo, dígase beneficioso o constructivo, al grupo humano al que se
pertenezca, nada más describe procesos interindividuales, de modo pues que, un persona
bien podría realizar un acto caritativo y otra persona un crimen atroz, y sin embargo,
ambos experimentarían la misma experiencia optima, si se da el caso.

Esta noción se ve claramente en el personaje de Chuck Noland, el cual es claramente


una persona muy inmersa en su trabajo, esta noción de experiencias optimas, permite
además otra inferencia, su escaza capacidad de disfrutar otros aspectos de su vida, como
la emocional, que queda reflejado en su trato con su novia. Ahora, esta falta de
competencias en las diferentes esferas de nuestra vida, es la que motiva a unos como a
otros, ha arraigarse en la actividad que más satisfacción provoca, afrontar los otros
aspectos solo puede llevar al fracasó (entiéndase, en la creencia irracional del sujeto), y
todo lo que acarrea, estrés, depresión, decepciones, etc.

Es compresible que haya personas, que no disfruten plenamente su actividades diarias,


ver el día como algo muy prolongado y tedioso, y sin embargo estar ocupadísimo en sin
fin de actividades, queda pues claro, la necesidad de disfrutar la mayor cantidad de
actividades de nuestra trajinada vida. La vida en ese estado, puede tener, a mi jucio
diferente cauces en la vivir diario, asi una persona muy ocupadísima en una actividad,
puede llevarle a un retraimiento excesivo y a unas tendencias consumistas, en el caso de
Chuck Noland, a un mirar por él, ignorando plenamente las personas de su alrededor.

El otro tema que resalta, es el tema de la soledad, que se hace evidente en las escenas
que se desarrollan en la isla. En un principio se puede observar como dice muy poca,
habla poco o solo para quejarse o murmurar, sus esfuerzos están centrados en alimentarse
de lo que encuentre y salir de la isla, ahora bien, llega el momento en que se frustra al no
poder generar fuego, es en ese momento en que crea un rostro a partir de su sangre
derramada en un balón que había rescatado del accidente, en ese momento le da un
nombre al balón “Wilson”, y empieza a conversar con él, como si de una persona se
tratase. ¿Qué motiva a un individuo a delirar la existencia de una personalidad en un
balón?, ciertamente, se puede hablar de una soledad física y otra emocional, la soledad
física en la vida urbana, es muy difícil sino imposible, debido a la densidad demográfica
propia de la ciudades, en ese sentido, no estamos solos físicamente, sino por tiempo muy
cortos, exiguos. La soledad emocional, puede entenderse, como la ausencia de vínculos
afectivos en una persona, y más concretamente la falta de contacto y participación en
algún tipo de vínculo afectivo. En la vida urbana común, solemos tener vínculos afectivos,
aunque la intensidad de estos vínculos sea muy débiles, solemos tener alguno, más si se
puede dar el caso de no presentar ningún vínculo afectivo, y en ese caso hablamos de una
soledad emocional. Ahora bien, la vida gregaria, parece una condición sine qua non,
debido a que filogenéticamente el hombre a evolucionado, en grupos humanos, no es
despreciable, atribuir al vínculo afectivo, diferentes virtudes por las cuales la especia
humana a sobrevivido, me parece, en principio la de facilitar de la organización social,
formando la identidad de unos con otros, y la subsistencia facilitando la reproducción.
Dicho así, resulta explicable que el protagonista, se viera forzada a suplantar estas
necesidades, con el delirio de una pelota con personalidad. Además de dejar patente, los
pensamientos que tuviera Chuck Noland, tuviera en los momentos de su estadio en la isla.

No solo es un personalización de una persona el balón llamado “Wilson”, sino que es


una parte de la personalidad de Chuck Noland, lo que en psicoanálisis se denomina una
proyección, en él está pues manifiesto el pesimismo que guarda con respecto a sus
posibilidades de salir de la isla. Wilson no es solo un figura necesaria para la
comunicación, sino que se vuelve instrumentos o mediador de la comunicación con uno
mismo. Esto solo puede demostrar la necesidad de las seres humanos para entablar
comunicación, esta soledad que padece el protagonista en una isla, bien podría representar
esa grado de soledad emocional a la que estamos sometidos en la vida de ciudad. Por un
lado estamos rodeados de personas físicamente, pero los sentimientos de soledad se hacen
cada más grandes, aislándonos como en una isla, lo que carece aquí, solo puede ser una
necesidad impetuosa de querer comunicarse, y las barreras de la comunicación que no
nos deja entablar vínculos afectivos estables, teniendo en cuenta, que en principio
debemos aprender a comunicarnos con nosotros mismos.

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