Las limitaciones que aún poseen las teorías frecuentemente usadas, no resultan de
importancia práctica seria, pues la exactitud alcanzada aún en las soluciones aproximadas, está
casi siempre limitadas por nuestra habilidad para evaluar las propiedades mecánicas del suelo
que deben introducirse en las fórmulas, más que por defectos de las teorías. Algunas teorías
reducen el problema a dos casos: la capacidad de carga en suelos puramente cohesivos (Ø=O)
y la de los suelos puramente Teorías de capacidad portante 72 friccionantes (c=O), sin
embargo las-teorías más usadas actualmente, se presentan para el caso más amplio de suelos
con cohesión y fricción (c≠0 y Ø≠0). Que son las teorías de Terzaghi, Meyerhof, Hansen y Vesic
para el caso de suelos homogéneos, isótropos, con cohesión y fricción, como veremos más
adelante.
Ecuación de capacidad portante deducida de la condición de. Estado de, Plástico de Rankine La
presión de hundimiento, q~, de un cimiento continuo cimentado sobre un suelo homogéneo,
cuando se presenta una falla general. Por corte, se puede determinar bajo la hipótesis de que
se forman zonas en estado de equilibrio plástico, tal como se puede determinar en forma
teórica 'y experimental. Estas zonas involucran superficie de falla curvas. En el estado de
equilibrio plástico de Rankine se consideran superficies planas de deslizamiento; por Ío · tanto,
este equilibrio no sirve para establecer una. soll1ción al problema planteado, sin embargo, se
puede plantear una primera aproximación de la ecuación de capacidad portante aceptand9
dicho estado. La solución es. Muy simple y solamente requiere. Conocer la relación entre
esfuerzos principales para un estado de equilibrio ·plástico de Rankine, cuya determinación se
presenta a continuación. El estado de equilibrio plástico de Rankine se puede identificar
mediante un círculo de Mohr tangente a la envolvente de resistencia al corte del suelo (Fig. 1),
caracterizada por el ángulo de resistencia al corte, Ø y cohesión c. La condición de plasticidad
se puede expresar de la siguiente manera:
Fig. 1 equilibrio plástico de Rankine.
Se aplican las relaciones entre esfuerzos principales, deducidas antes (ec.2.3), a cada una de
las zonas, al calcular los esfuerzos en la mitad de la altura H.
Zona 1:
Zona II:
Por equilibrio:
Los valores de los factores de capacidad portante calculados mediante las ecuaciones
anteriores resultan excesivamente conservadores por este motivo se prefieren valores
exactos, como se determinan por otros métodos descritos posteriormente.
Se obtiene una solución para la capacidad portante de un suelo con c y ᵩ, de acuerdo a la Fig.
21.4, donde la superficie de falla que se muestra se basa sobre consideraciones teóricas y
observaciones de modelos de cimentaciones (Jumikus, 1962), Ko y Davidson (1973). Cuando la
cuña se desplaza dentro del suelo, las presiones laterales se desarrollan a lo largo de la línea
ag, que tiende a trasladar el bloque agf horizontalmente contra la cuña afe. Las presiones a lo
largo de la línea vertical af se muestran por los esfuerzos del bloque al lado derecho de la
línea. Puede demostrarse empleando el Círculo de Mohr que la cuña agb desarrolla esfuerzos
en las líneas de deslizamiento, como se muestra en el pequeño bloque de la figura, con
α=45+ᵩ/2 con la horizontal y zapatas con base lisa, de modo que ab es un plano principal.
Análogamente, la cuña ate presenta líneas de deslizamiento con ángulos β=45-ᵩ/2 que salen a
la línea ae (tomada como plano principal).
A partir de los esfuerzos en el bloque, sobre la línea vertical ad (de longitud H) podemos
calcular la presión total resistente como fuerza Pp por integración de la ecuación 2.3:
y Nc, Nq y Ny son los factores de capacidad portante para una zapata superficial dependen de
ᵩ y la rugosidad de la base.
El análisis anterior está basado en la teoría de la plasticidad, y las zonas correspondientes de
equilibrio plástico en el material se muestran en la Fig-.1, para el caso de una cimentación
rugosa. Por debajo, la zona central ABC, permanece en estado de equilibrio elástico y actúa
como parte de la cimentación; a cada lado de esta zona hay dos zonas plásticas, i.e. una zona
de corte radial, ACD y una zona de corte plano, ADE, similar en ambos lados bajo la superficie
de la zapata. En el caso de cimentaciones superficiales se desprecia el esfuerzo de corte de la
sobrecarga y solo es toma en cuenta, como una sobrecarga equivalente, Po. Igual a Yd. Se ha
encontrado que este método es conservativo y el mecanismo de falla supuesto generalmente
no concuerda con el movimiento de la tierra abservado (Meyerhof, 1948).
En intento de superar estas limitaciones el autor ha extendido los análisis previos del equilibrio
plástico de la superficie de un cimiento superficial a profundo. De acuerdo a esta teoría la
zonas de equilibrio plástico se equilibran con la profundidad a un máximo para una
cimentación (Fig-.1-): Para una profundidad dada, el tamaño de estas zonas varían con la
rugosidad de la cimentación, y para una cimentación perfectamente lisa dos planos simétricos
de corte son formados bajo la base. La extensión de las zonas el también ampliamente
gobernado por el forma de la cimentación siendo mínimo para el caso de una cimentación
circular. En la capacidad portante última la región superior es una superficie de falla
compuesta, generalmente se divide en dos zonas principales a cada lado de la zona central
ABC (Fig. 1a), especialmente una zona de corte radial BCD y una zona mixta de corte BDEF en
la cual el corte varía entre los límites del corte radial y plano, dependiendo ampliamente de la
profundidad y de la rugosidad de la cimentación. El equilibrio plástico en estas zonas puede ser
establecido de las condiciones iniciales de borde de la cimentación. Para simplificar el análisis,
la resultante de las fuerzas de sobre la cimentación BF y el peso de la cuña adyacente BEF son
reemplazados por ros esfuerzos equivalentes Po y So, normal y tangencial respectivamente, al
plano BE. Este plano puede ser considerado como- una "superficie libre equivalente" sujeta a
los "esfuerzos en la superficie libre equivalente” Po y So. La inclinación β de la "superficie libre
equivalente" se incrementa con la profundidad de la cimentación y junto con la «esfuerzos en
la superficie libre equivalente" forma por consiguiente un parámetro de esa profundidad.
Sobre estas bases, la capacidad portante puede ser representada aproximadamente por la
ecuación:
Esta expresión tiene la misma forma que la dada por Terzaghi, pero Nc1, Nq y Ny ahora son los
factores de la ecuación general de capacidad portante los· cuales dependen de la profundidad
y forma de la cimentación así como del ángulo ᵩ y la rugosidad de la base. Desde la
investigación de. La influencia del peso del material sobre las características del equilibrio
plástico aún no ha pasado adelante el estado de formulación de las ecuaciones diferenciales, el
problema actualmente puede ser resuelto- solo en dos estados:
El primer estado es un tratamiento analítico basado en una extensión del Trabajo de Prandtl
(1920) y Reissner (1924); este asume un material de peso- despreciable y para una parte de la
capacidad portante da la ecuación:
Para una cimentación con una base perfectamente lisa que es la misma, pero:
Los cálculos realizados han demostrado que en la práctica la base puede tomarse siempre
como perfectamente rugosa, pero la superficie lateral puede variar entre perfectamente
rugosa y perfectamente lisa. En cada caso los factores de capacidad portante son primero
deducidos en términos de los parámetros de profundidad de la cimentación (β, Po y So); estos
tres parámetros son determinados posteriormente explícitamente para cimentaciones de
varias profundidades.