Es una danza de origen indígena, en la cual las personas se sujetan por
la cintura, uno detrás del otro, y forman hileras. Guiados por alguien disfrazado de un mono, los participantes recorren las calles a la manera de un tren humano hasta la plaza del Mono. Previamente la mayoría de los danzantes oscurecen sus caras con añil y hollín y se tiñen las ropas de colores. También se juega con agua, pintura, harina, azulillo y hollín a modo de carnaval. Seguidamente "El Mono" invita a los presentes a unirse al ritual, de no hacerlo le dará leves correazos a quien se niegue.
El baile del mono tiene lugar el 28 de diciembre y es celebrado desde
hace un siglo. Presenta rasgos marcadamente indígenas, cercanos al Maremare. Originalmente era acompañado musicalmente con instrumentos de viento llamados carrizos. Recientemente se usan tambores, instrumentos de cuerdas; como el cuatro y la mandolina, ciriacos, guaruras, cachos, maracas. Característicos son los cañonazos de Sebastián Baquero.