presentarnos hoy a los pies del Señor y de la Virgen del Milagro. Venimos a reafirmar el
Esta tradición secular no solo reafirma lo que juraron nuestros gloriosos antepasados sino
que es el deseo ferviente de cada uno de nosotros, convencidos en nuestra fe, seguros en la
La vida del militar cristiano está permanentemente tensionada por dos fuerzas:
2) vivir, al mismo tiempo, la nueva vida del Señor resucitado, participando del poder
de su Resurrección.
Cualquiera sea la línea espiritual en la que nos situemos, cualesquiera sean las disposiciones
temperamentales de cada militar, debemos vivir en comunión, con los dos misterios. Son el núcleo
central de nuestro ser cristiano y militares. De estos dos misterios provienen toda santidad y toda
vida espiritual.
Nos presentamos a los pies del Señor como peregrinos y como tales debemos vivir en
idolatría, a todo aquello que sea el mal y que nos aparta de Dios.
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En la hora que nos toca vivir, en la que afanosamente se buscan nuevos caminos y nuevas
formas dentro de la Iglesia, es indispensable alentar esa búsqueda, pero sin menoscabo de las
Venimos de Dios que nos ha creado, vamos hacia Dios que es el destino final de todo hombre.
énfasis reafirmamos que estamos destinados a la VIDA, en su expresión y realidad más absoluta:
Como dijo el Papa Francisco en sus 1ras palabras después de ser elegido: “caminamos a la
luz del Señor. Y esto es lo primero que dijo Dios a Abraham: “camina en mi presencia”
Se nos invita a vivir la vida nuestra vocación de servicio a la Patria como lo hicieran
nuestros héroes, algunos de ellos reposan entre los muros de esta catedral, con alma grande y
generosa
Nuestra vocación supone una entrega. Hemos jurado seguir constantemente nuestra bandera
El Señor ha dicho que nadie tiene amor más grande que aquél que da la vida por los amigos
El Papa aboga por una Iglesia católica con “coraje para caminar” y volcada a su misión
“Cuando se habla de edificar la Iglesia, las piedras tienen que tener consistencia para ser
“piedras vivas”.
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Se trata entonces de tomar conciencia de la responsabilidad de los que significa ser
bautizados y tener que ser testigos anunciadores del Evangelio. Sobre todo el testimonio de una
“El que quiera venir detrás de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”
nosotros. El pecado desata una lucha espiritual en nosotros. Nuestro hombre viejo está crucificado,
muere sin acabar de morir. La lucha contra el pecado exige de nosotros continuas renuncias…, a
Es necesaria la oración. La oración es el medio vital irremplazable para que nuestro espíritu
viva, crezca y fructifique. La oración nos hace descubrir paulatinamente a Cristo que nos ilumina
con su luz. A medida que la oración se hace más honda, más íntima, más confidencial, la adhesión a
Cristo y a sus misterios se hace más viva, más penetrante, más grande.
ansiedad, la angustia, el tedio, los conflictos interiores, las tentaciones, las arideces, los fracasos. En
Cristo todas las miserias humanas se transforman en riqueza de redención y de gracia. La cruz de
Como cristianos y católicos estamos llamados a una triple solidaridad: con Cristo, con la
Iglesia y con los hombres y esta solidaridad debe ser asumida con valor.
La solidaridad con Cristo, exige una disposición interior activa que nos lleva a configurarnos
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. La solidaridad con la Iglesia y con los hombres, nos lleva a buscar y comunicar a Cristo.
Junto a la Cruz de Cristo, del lado de Cristo y en nuestro favor, está la Madre, la Señora del
Milagro.
Del lado de Cristo, unida al Misterio de la salvación, no solo por la Maternidad divina, sino
En favor nuestro, solo por amor de Dios. Al pie de la cruz se compromete por nosotros, su
Pueblo.
(dirigida la mirada a la imagen de la Virgen) “Virgen del Milagro, que de pecadores sos
Madre, refugio y consuelo. Vos que sos la gloria de este Pueblo, e intercesora de misericordia, haz
“Señor del Milagro, que llegaste a este suelo, con tu Amor buscando el amor de un Pueblo,
por siempre sabemos que nosotros somos tuyos y Vos, Vos Señor, sos nuestro!