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Partido Comunista de China

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中國共産黨
中国共产党
Partido Comunista de China

Presidente Mao Zedong (1945-1976)


Hua Guofeng (1976-1981)
Hu Yaobang (1981-1982)

Secretario/a general Xi Jinping (Desde 2012)

Líder Xi Jinping
Li Keqiang
Li Zhanshu
Wang Yang
Wang Huning
Zhao Leji
Han Zheng

Fundación 1 de julio de 1921

Ideología Comunismo
Maoísmo
Socialismo con características chinas
Socialismo de mercado

Coalición Frente Unido

Sede Zhongnanhai, Pekín

País China

Colores Rojo
Amarillo

Organización Liga de la Juventud Comunista de China


juvenil

Afiliación Encuentro Internacional de Partidos


internacional Comunistas y Obreros
Seminario Comunista Internacional

Membresía 89 450 0001

Asamblea Popular 2157/2987


Nacional

Publicación Diario del Pueblo

Sitio web cpc.people.com.cn

Bandera del PCCh


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El Partido Comunista de China (PCCh; chino simplificado: 中国共产党, chino tradicional:


中國共産黨, pinyin: Zhōngguó Gòngchǎndǎng, Wade-Giles: Chung-kuo Kung-chan-
tang, literalmente «Partido Comunista de China») es el partido político que gobierna
la República Popular China. Con más de 89 000 000 de miembros en 2017,12se ha convertido
en una de las mayores organizaciones políticas del mundo.
Tras su fundación en 1921, el Partido Comunista de China se convirtió en una de las
formaciones políticas más influyentes de China. En 1949, el ejército del partido,
denominado Ejército Popular de Liberación, derrotó a los nacionalistas del Kuomintang (KMT)
en la Guerra Civil China. El líder del PCCh en aquel momento, Mao Zedong, proclamó la
nueva República Popular China, bajo la dirección del Partido Comunista.
La etapa en que Mao ocupó el poder del Partido Comunista de China estuvo caracterizada por
intensas campañas de reformas económicas e ideológicas como el Gran Salto Adelante o
la Revolución Cultural. Tras la muerte de Mao en 1976, su sucesor Hua Guofeng no lograría
mantener el poder mucho tiempo, que acabaría en manos de Deng Xiaoping en 1978, líder
pragmático que alteraría la base ideológica del Partido permitiendo una serie de reformas
institucionales y económicas que alentarían la adopción de modelos económicos de desarrollo
de tipo capitalista. Estas reformas se intensificarían con los sucesores de Deng, primero Jiang
Zemin en 1993, Hu Jintao en 2002 y después Xi Jinping en 2012, actual Secretario General
del Comité Central del Partido Comunista de China y Presidente de la República Popular
China.

Índice
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 1Denominación
 2Historia
 3Organización
 4Congresos nacionales
 5Ideología
 6Véase también
 7Referencias
o 7.1Bibliografía
 8Enlaces externos

Denominación[editar]
En español son frecuentes las dos denominaciones Partido Comunista de China y Partido
Comunista Chino. Aunque ambas son correctas como traducción del nombre chino, las
publicaciones en español de la propia República Popular China utilizan siempre la primera
forma.

Historia[editar]

Chen Duxiu, uno de los fundadores y primer líder del Partido Comunista de China.

La introducción de la ideología comunista en China fue obra fundamentalmente de dos


hombres: Chen Duxiu y Li Dazhao. Este último había fundado un grupo de estudio
del marxismo en la Universidad de Pekín, donde trabajaba como bibliotecario. Precisamente
en la biblioteca de la Universidad de Pekín trabajaba también el futuro líder comunista Mao
Zedong, aunque parece que ambos, Mao y Li, nunca llegaron a entablar una relación
personal.
Las dos actividades políticas de Li Dazhao llamaron la atención de Chen Duxiu, decano de la
Universidad y editor de la famosa revista reformista Nueva Juventud. Chen invitó a Li a editar
un número especial monográfico de Nueva Juventud sobre el marxismo, que finalmente se
publicaría en el otoño de 1919. La publicación de este número de Nueva Juventud, en un
momento en que el movimiento de reforma política y cultural conocido como Movimiento del
Cuatro de Mayo estaba en plena eclosión, atrajo a muchos lectores de la influyente revista,
incluido el propio Chen Duxiu, hacia el marxismo.
Li Dazhao fue, de esta manera, el introductor del marxismo como ideología en China. En
colaboración con Chen Duxiu, comenzó a atraer a jóvenes interesados en el marxismo y el
movimiento despertó la atención de la Unión Soviética, que a través de la Internacional
Comunista intentaba promover el comunismo en el mundo.
Dos agentes de la Komintern, el ruso Grígori Voitinski y el chino educado en Siberia Yang
Mingzhai, fueron enviados por Lenin a China para contactar con los marxistas chinos. Al llegar
a Pekín en 1920 se entrevistaron con Li Dazhao, quien les recomendó que hablaran también
con Chen Duxiu, a la sazón en Shanghái. Voitinski y Yang viajaron hasta esta ciudad, donde
ofrecieron a Chen el apoyo tanto económico como logístico de la URSS para fundar un partido
comunista en China.
Edificio en el número 106 de la Avenida de Wangzhi, actualmente número 76 de la Avenida de Xingye,
en el que se inauguró el I Congreso Nacional del Partido Comunista de China.

La fundación formal del Partido Comunista de China se produjo en una reunión


en Shanghái el 1 de julio de 1921. Chen Duxiu, que en aquel momento se encontraba
en Cantón, no pudo asistir a la reunión, pero fue nombrado Secretario General del Partido in
absentia. Unos días después, el 23 de julio, se inauguraba, también en Shanghái, el I
Congreso Nacional del Partido Comunista de China, en el que participaron 12 delegados,
entre ellos Mao Zedong, que aprobaron los estatutos del nuevo Partido.
En sus primeros años, el PCCh estuvo bajo la influencia total de la Komintern, que transmitía
las directrices decididas en Moscú. Debido al aún pequeño número de seguidores del partido y
a la ausencia en China de una clase urbana proletaria que pudiera llevar a cabo una
revolución al estilo soviético, la Komintern instó a Chen Duxiu a formar una alianza con el
partido nacionalista Kuomintang de Sun Yat-senque, aunque no comunista, compartía muchos
de los aspectos revolucionarios y organizativos del leninismo.
Sin embargo, la colaboración con el Kuomintang se vino abajo tras la muerte de Sun, cuando
el sector más conservador de ese partido, liderado por Chiang Kai-shek, se hizo con las
riendas rompiendo la colaboración con los comunistas. Desde su nueva posición de poder
en Nankín, donde se había establecido de nuevo la capital de la República de China en 1927,
Chiang lanzó una ofensiva contra los comunistas, a la par que el señor de la guerra Zhang
Zuolin hacía lo mismo en el norte.
Muchos comunistas, incluido Li Dazhao, fueron ejecutados. Chen Duxiu fue blanco de críticas
por su supuesta pasividad, e intentó distanciarse de la URSS. Sin embargo, el papel de la
Komintern en la organización y la financiación del Partido era fundamental y Chen Duxiu fue
despojado de sus cargos en una reunión de emergencia en Wuhan el 7 de agosto de 1927, en
la que no participó Chen, que no pudo defenderse de las acusaciones contra su persona.
Chen Duxiu se convertiría en líder de los trotskistas chinos mientras que el PCCh entraría en
una fase de crisis debido al acoso del ejército nacionalista del KMT. Durante esta época se
sucedieron varios líderes del partido apoyados por Moscú, como Zhang Xiangfa, Qu
Qiubai o Li Lisan que no conseguirían, sin embargo, mejorar la situación del Partido.

Billete con la efigie de Leninemitido por la República Soviética de China.


El joven líder Mao Zedong conseguiría, sin embargo, establecer una zona bajo control del
Partido Comunista de China en un área montañosa de las provincias de Jiangxi y de Fujian.
Esta zona bajo gobierno comunista sería conocida como el Sóviet de Jiangxi, si bien su
nombre oficial fue el de República Soviética de China, el Estado socialista que pretendía
suceder a la República de China como régimen político para todo el país.
El Sóviet de Jiangxi llevó a cabo importantes reformas sociales y políticas en la pequeña zona
de China bajo su control, en torno a la ciudad de Ruijin. La presencia comunista en la zona
provocó la reacción del gobierno de la República de China, que decidió lanzar una campaña
militar contra el Sóviet de Jiangxi.
Sabiendo que el ataque de las fuerzas nacionalistas era inminente, los líderes comunistas
decidieron abandonar el Sóviet de Jiangxi, emprendiendo un prolongado viaje, de más de un
año de duración, que sería conocido como la Larga Marcha y que pasaría a constituir uno de
los grandes hitos históricos del Partido. A través de un largo periplo por el interior de China,
los miembros del Partido Comunista de China avanzaron por territorios difíciles huyendo de
las tropas republicanas. El destino del viaje era la zona montañosa de la provincia
de Shaanxi en el norte, donde se había establecido otra zona bajo control comunista, más
alejada de las regiones controladas por el débil Gobierno central de la República.
La Larga Marcha marcaría asimismo el ascenso al poder definitivo de Mao, en detrimento de
los líderes pro-soviéticos como Bo Gu y Wang Ming, pertenecientes al llamado grupo de los 28
bolcheviques. El acontecimiento que precipitó la subida al poder de Mao sería la Reunión de
Zunyi, celebrada en la localidad de Zunyi, en la provincia de Guizhou, al comienzo de la Larga
Marcha. En esa reunión, Zhou Enlai, uno de los principales líderes comunistas, respaldó a
Mao y se distanció del grupo de Wang Ming y Bo Gu, que veían como Mao se erigía en el
nuevo líder indiscutible del Partido.
Al final de la Larga Marcha, el Partido Comunista se encontraba en una situación de extrema
debilidad. Tras haber perdido sus bases de poder en el sur de China, sus militantes, con Mao
ya como máximo líder, se encontraban aislados en el norte, y el Gobierno de la República de
China, liderado por Chiang Kai-shek iba afianzando su control sobre el país.
Sin embargo, la invasión japonesa de China provocó un cambio en la situación. Ante la
existencia de un enemigo común, Chiang Kai-shek se vio obligado, tras el Incidente de Xi'an, a
colaborar con el Partido Comunista. El avance de los japoneses en territorio chino forzó la
salida del Gobierno de la República de China de la capital de Nankín, ocupada por Japón,
replegándose a la ciudad interior de Chongqing.
Durante la guerra contra Japón, los comunistas conseguirían mantener su control de la zona
norte del interior de China, entre las provincias de Shaanxi, Gansu y Shanxi, y desde su
capital establecida en la ciudad de Yan'an lograrían atraer a muchos nuevos militantes del
Partido. En 1945, el final de la Segunda Guerra Mundialsupuso la salida del ejército japonés
de China. El Partido Comunista se hacía con el control de un área extensa del norte del país y
se adueñaba de gran parte del material bélico abandonado por los japoneses en su retirada
del noroeste de China. Esto puso al Partido Comunista en una situación de gran fortaleza para
negociar con el Kuomintang el establecimiento de un gobierno de unidad nacional.
A pesar de los intentos de mediación de Estados Unidos y de la Unión Soviética, las posturas
enfrentadas de Chiang Kai-shek y de Mao Zedong hicieron imposible el acuerdo,
reanudándose el enfrentamiento militar entre el Gobierno de Nankín y el Ejército Popular de
Liberación del Partido Comunista.
Mientras el Gobierno de Nankín mantenía el control sobre los principales núcleos urbanos del
país, los comunistas consiguieron hacerse con el control del medio rural. A finales de 1948, las
ciudades del norte de China se habían convertido en islas de poder nacionalista inmersas en
un medio rural bajo control comunista. La táctica de Mao Zedong de controlar el campo había
sido un éxito. A lo largo de 1949, las grandes ciudades fueron cayendo una a una bajo control
comunista, y el Gobierno de Nankín hubo de replegarse hacia el sur, hasta acabar en la isla
de Taiwán, donde se mantendría el régimen político de la República de China. La victoria de
los comunistas en el continente chino llevó a la fundación, el 1 de octubre de 1949 de la
nueva República Popular China, bajo la dirección de Mao y el Partido Comunista.
Tras la fundación de la nueva República Popular, Mao Zedong buscó la colaboración de la
Unión Soviética. A pesar de que el liderazgo de Mao había distanciado al comunismo chino
del soviético, Mao y los demás dirigentes del Partido Comunista de China eran conscientes de
que la superpotencia soviética, por su ideología comunista, debía ser el aliado natural de la
nueva China. Como consecuencia del Tratado de Amistad, Alianza y Ayuda Mutua entre los
dos países, firmado en febrero de 1950, el nuevo régimen chino recibió apoyos económicos y
logísticos por parte de la Unión Soviética de Stalin; y el Partido Comunista de China adoptaba
un modelo organizativo y económico para el nuevo Estado basado en gran medida en la
experiencia soviética.
En 1949, el partido impulsa una política de alfabetización (sólo el 20% de la población podía
leer en 1949, comparado con el 80% treinta años después).3
El VIII Congreso Nacional del Partido, celebrado en 1956, fue el primer congreso nacional tras
la victoria en la Guerra Civil, y en él se aprobaron las directrices para los años siguientes. Sin
embargo, la aparente unidad en el seno del Partido comenzaría a entrar en crisis poco
después de este congreso. La campaña del Gran Salto Adelante, promovida por Mao en
contra de las opiniones de los asesores soviéticos y de muchos dirigentes comunistas chinos,
resultó un fracaso económico, y enfrentó a Mao a otros dirigentes del Partido, además de
provocar el distanciamiento respecto a la Unión Soviética, que acabaría derivando en un
conflicto abierto. Este enfrentamiento entre los regímenes chino y soviético, la Ruptura Sino-
Soviética, llegaría a poner a China al borde de la guerra con la Unión Soviética.
El aislamiento internacional del régimen chino y las luchas por el poder marcarían la evolución
del Partido Comunista durante los años 1960 y la primera mitad de los años 1970. Tras el
fracaso del Gran Salto Adelante, Mao se vio relegado en el aparato del Estado, cediendo el
puesto de presidente de la República Popular China a Liu Shaoqi, y manteniendo sólo su
cargo de presidente del Partido. Desde esta posición, Mao, junto a su esposa Jiang Qing y al
líder del Ejército Lin Biao, lanzaría la Revolución Cultural, campaña de recuperación de la
ortodoxia ideológica del Partido que ha sido interpretada como una manifestación más de las
luchas por el poder durante aquellos años. La Revolución Cultural tuvo como consecuencia la
salida del poder, tanto del Partido como del Estado, de dirigentes como Liu Shaoqi y Deng
Xiaoping. Debido a los enfrentamientos internos durante estos años, el IX Congreso Nacional
del Partido no se celebraría hasta septiembre de 1969. El IX Congreso marcó la victoria de
Mao y Lin Biao en la pugna por el poder. La jefatura de Estado fue abolida y Mao, en su
condición de presidente del Partido, se convertía de nuevo en el máximo dirigente del país.
Las luchas por el poder continuarían, sin embargo, en los años siguientes. Lin Biao sería
responsable de al menos dos intentos de golpe de Estado contra Mao y acabaría muriendo en
un accidente de aviación cuando intentaba huir del país rumbo a Moscú. La esposa de Mao,
Jiang Qing, junto a sus seguidores, formarían el grupo de dirigentes del Partido que más tarde
sería conocido despectivamente como la Banda de los Cuatro. En agosto de 1973, se celebró
el X Congreso Nacional del Partido, que confirmó la línea ideológica de la Revolución Cultural
y confirmaba el poder de Jiang Qing y sus colaboradores.
Sin embargo, tras la muerte de Mao, el sucesor elegido por éste, Hua Guofeng, haría arrestar
a la Banda de los Cuatro, y permitiría el regreso al poder de dirigentes que habían sido
apartados durante la Revolución Cultural. Precisamente el principal de estos dirigentes, Deng
Xiaoping, que gozaba de una base de apoyos mucho mayor que el casi desconocido Hua,
acabaría haciéndose con el poder en el Partido y en el Estado. En 1977, el XI Congreso
Nacional del Partido condenaba los acontecimientos de la Revolución Cultural, atribuyendo a
la Banda de los Cuatro toda la responsabilidad de los errores cometidos. Esta ruptura con los
años precedentes se confirmaría con mayor claridad un año después, en diciembre de 1978,
cuando se celebró la III Sesión Plenaria del XI Congreso Nacional. En esa reunión, que
confirmó la irrupción de Deng Xiaoping como nuevo hombre fuerte del Partido, se condenó de
manera explícita la Revolución Cultural, que fue calificada de "catástrofe" y se reiteraron las
manifestaciones de condena contra Lin Biao y la Banda de los Cuatro. La nueva línea oficial
del Partido aseguraba que Mao había cometido errores, pero atribuía la responsabilidad
principal de los mismos a sus seguidores, respetando la figura de Mao como gran líder
revolucionario.
A partir del XI Congreso, se inició una etapa de estabilidad política, derivada del firme control
del Partido por Deng Xiaoping, que ha continuado hasta la actualidad. Desde 1978, los
congresos nacionales del partido se han venido celebrando con regularidad cada cinco años, y
las líneas maestras tanto políticas como económicas marcadas por Deng Xiaoping han sido
mantenidas por sus sucesores al frente tanto del Partido como del Estado, Jiang Zemin y Hu
Jintao. La mayor crisis a la que hubo de enfrentarse el Partido Comunista en estos años fue
sin duda la que se derivó de las protestas de la Plaza de Tian'anmen de 1989. El desenlace
de estas protestas, en las que murieron cientos de manifestantes tras la intervención del
Ejército, supuso la salida del poder de dirigentes como Zhao Ziyang, y convirtió a Jiang Zemin
en el sucesor de Deng Xiaoping.
El acervo ideológico del Partido, basado en el marxismo-leninismo y el pensamiento de Mao
Zedong, ha sido ampliado en los últimos años con el pensamiento de Deng Xiaoping y la
teoría de la Triple Representatividad de Jiang Zemin. De esta manera, el Partido ha mantenido
la evolución de su ideología, así como el respeto a sus dirigentes, incorporando a su doctrina
las ideas de los líderes más recientes.

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