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Almacenamiento de granos, método de conservación auxiliares,

criterios para el diseño y cálculos de tamaño de silos.


I. INTRODUCCIÓN
El valor económico, alimenticio, agrícola e industrial asociado a los granos y
semillas, demanda cuidados especiales en el almacén para garantizar la
conservación de su calidad; esta debe mantenerse durante el tiempo que
permanecerán en condiciones de almacenamiento y aún hasta el momento en
que serán utilizados. (Hernández y Carballo, 2014, pág.1)
Una vez que los granos de cereales son cosechados en los campos de los
agricultores y antes de ser definitivamente utilizados por las industrias
correspondientes, han de pasar almacenados un periodo de tiempo, más o
menos prolongado. (Lafarga, 2010)
El almacenamiento de granos y cereales es una etapa crítica en la que las
pérdidas se deben reducir al mínimo y la calidad se debe conservar al máximo;
por lo tanto, es necesario disponer de tecnologías adecuadas para este
propósito. (Mejía, Howell y Arancibia, 1997, pág.13)
Cuando los granos se guardan sin alteraciones físicas y fisiológicas, mantienen
todos los sistemas propios de autodefensa y se conservan mejor durante el
almacenamiento. (Casini, 2007)
El correcto manejo de los cereales almacenados es de capital importancia para
su calidad sanitaria y tecnológica dentro de los parámetros que exige la
industria agroalimentaria. (Lafarga, 2010)
El principio de un buen almacenamiento radica en guardar los granos secos,
sanos, limpios y fríos. Otro aspecto muy importante, es colocar los granos en
un lugar “protector”, el cual tenga la virtud de mantener su calidad inicial,
lograda en el campo hasta la venta. (Casini, 2007)
El silo metálico es una estructura simple, permite conservar granos por largo
tiempo e impide el ataque de diversas plagas como roedores, insectos o
pájaros, entre otros. Además, si los granos han sido secados de forma
adecuada (<14% de humedad en el caso de cereales y <10% en el caso de
leguminosas y oleaginosas) y si el silo metálico se coloca bajo techo, no
ocurren problemas de condensación de humedad en su interior. (Mejía, Howell
y Arancibia, 1997, pág.13).
II. MARCO TEÓRICO

2.1 Almacenamiento de granos


Hernández y Carballo, (2014) mencionan que existen medidas que deben
considerarse para lograr un buen almacenamiento de granos y semillas.
 Cosechar con un nivel apropiado de humedad: La cosecha con alto
contenido de humedad implica depender necesariamente del secado
pero si es grano es muy seco aumenta el riesgo de pérdida en el
campo.
 Secado: Los granos y semillas deben secarse en forma artificial o por
exposición directa al sol hasta que alcancen niveles de humedad
menores del 12%.
 Limpieza: Se deben eliminar al máximo los granos quebrados, los
residuos de cosecha, polvo y los restos de tierra e insectos vivos o
muertos, debido a que el grano dañado o sucio se deteriora más
rápido.
 Protección de granos o semillas: De preferencia el almacenamiento
debe efectuarse en envases que eviten el ataque de organismos.
 Tipo de local: El local debe ser seco, fresco, sin goteras y que reduzca
el intercambio de humedad entre el producto almacenado y el
ambiente.
 Limpieza y desinfección del almacén: Los locales deben limpiarse en
sus paredes, techos y piso, procurando eliminar cualquier materia
extraña. En lo posible debe fumigarse, reparar grietas, techos y
puertas del almacén.
 Inspecciones: Se deben inspeccionar los productos almacenados,
para detectar con toda oportunidad la presencia de insectos, hongos
y roedores. Se recomienda mejor la humedad y la temperatura
durante dichas inspecciones.
Considerando esto podemos resaltar que los granos deteriorados sirven
de vector para la proliferación de microorganismos que dañan los granos
y semillas; Casini, (2007) menciona que todo grano dañado, roto o
alterado en su constitución física es propenso a un mayor riesgo de
deterioro; en esta etapa es necesario destacar que cualquier daño físico,
sea causado por insectos y/o por el clima, predispone a los granos a una
mayor susceptibilidad al ataque de hongos como los del grupo Aspergillus
spp.; esto se agrava cuando la humedad relativa del aire supera el 75%
y la humedad del grano es superior al 14%.
Este daño también ocurre por los impactos que reciben los granos a
través de los movimientos del transporte interno de la cosechadora y
también en su posterior manipulación durante la post cosecha,
acondicionamiento y almacenaje. (Casini, 2007).
Casini, (2007) menciona que el Ingeniero Agr. (Ph.D.) Juan Carlos
Rodríguez resume las actividades de importancia en el almacenamiento
de granos en 4 secciones:
 S: Sanidad.
 L: Limpieza.
 A: Aireación.
 M: Monitoreo.
2.1.1 Sanidad y Limpieza.
Lafarga, (2010) recomienda que previamente a la llegada del grano se
recomienda una limpieza y desinsectación de silos y almacenes.
Casini, (2007) afirma que los granos deben guardarse limpios, secos y
sin daño mecánico, con lo cual el riesgo de deterioro es mínimo.
Lafarga Arnal, (2010) recomienda que en el almacén se debe hacer una
limpieza exhaustiva evitando dejar algún rastro de lo que estuvo
almacenado anteriormente. Se desinsecta los locales vacíos con
insecticidas permitidos por la FAO y a niveles en donde no cause peligro
para la salud humana.
2.1.2 Aireación.
Si clasificamos a los sistemas de almacenamiento según su atmósfera
del lugar donde se guardan sería:
 Atmósfera normal: es un almacenamiento en el cual el aire que
rodea los granos prácticamente tiene la misma composición que
el aire atmosférico. Es el tipo de almacenamiento más difundido.
 Atmósfera modificada: Es un sistema de almacenamiento en el
cual se procura modificar la atmósfera interior del lugar donde se
almacenan los granos, con el fin de restringir la disponibilidad del
oxígeno del aire y así poder disminuir los procesos de respiración
de los hongos e insectos.
El principal objetivo de la aireación es controlar la temperatura del granel
(enfriarlo y uniformizarlo). Los aspectos más importantes a tener en
cuenta para una correcta aireación son:
 Contar en los Silos con ventiladores de un caudal específico de 2.5
a 9m3 de aire/hr/m3 de grano.
 Ingresar grano limpio para evitar la acumulación de material fino
en el centro del granel (dificulta el pasaje de aire).
 En algunos casos conviene colocar desparramadores de granos
(evita la acumulación de material fino en el centro del granel).
Airear con humedad relativa (H.R.), inferior a 70%, o de lo contrario
cuando se cuente con 5°C o más de diferencia de temperatura
entre el aire y el grano (aire más frío que el grano), independiente
de la H.R. del aire.
2.1.3 Monitoreo.
A la llegada de los granos, estos llegan con una temperatura entre 25 a
35°C lo cual puede ocasionar problemas de conservación a corto y medio
plazo, por lo cual se recomienda controlar la temperatura y la humedad
al momento de recepcionar los granos y semillas.
Casini, (2007) recomienda que se utilice la termometría para detectar
posibles aumentos de temperatura en el granel y controlarlos con
aireación.
Tener especial cuidado con los insectos y hongos.

2.2 Método de conservaciones auxiliares


El secado consiste en la eliminación del agua para reducir la humedad.
Este es el procedimiento que más atención requiere para no afectar la
calidad de los granos. Se puede clasificar de la siguiente manera:
 Secado con aire natural: Se debe lograr secar el grano antes de
que comience a deteriorarse, por lo que el caudal específico de
aire del ventilador debe ser de 120 a 60 m3 de aire/hr/m3 de grano.
El aire debe tener una humedad relativa inferior al 70%.
 Secadoras con temperatura artificial: Normalmente, las secadoras
estáticas se hallan en el campo de los productores y tienen poca
capacidad, alrededor de 5-7 tn/hr. Se recomienda que estos
sistemas posean roscas mezcladoras. Éstas, tienen la función de
homogeneizar la humedad del grano en el interior del silo, pero son
más útiles cuando la temperatura de secado es baja (sólo unos
grados por encima de la temperatura ambiente). En caso de
sistemas que funcionen a alta temperatura (40º o más), es
conveniente utilizar roscas extractoras que vayan "barriendo" la
capa más seca de granos de la parte inferior del silo. En estos
casos, el sistema puede funcionar como secadora de aireación, ya
que el grano sale caliente (40-60 ºC) y debe ser enfriado en otro
silo.
La condensación de vapor de agua en la parte superior es uno de
los principales problemas de estos sistemas, y en la mayoría de
los casos sólo puede ser solucionado colocando extractores de
aire. Además de este sistema, existen otros que son dinámicos,
siendo los más comunes los de flujo cruzado y flujo mixto. En el
primero, el grano fluye de manera perpendicular al flujo del aire,
mientras que, en el flujo mixto, el aire fluye de tres formas dentro
de la masa de granos: los acompaña, los atraviesa y va en contra
de ellos, dando como resultado un secado más homogéneo de
toda la masa de granos.

Otro método de conservación es también almacenarlos en sacos, los


sacos se hacen de yute, fibras locales y sintéticas. Son relativamente
costosos, tienen poca duración, su manipulación es lenta y no
proporcionan buena protección contra la humedad, insectos y roedores.
Su rotura ocasiona pérdidas del producto almacenado y facilita la
infestación por plagas.
No obstante su manejo es fácil, permiten la circulación del aire cuando se
colocan apropiadamente y pueden almacenarse en la casa del agricultor,
sin requerir áreas especiales. Antes de utilizarse, los costales deben
limpiarse perfectamente, exponerse al sol y asegurarse de que no estén
rotos. Los productos ensacados deben inspeccionarse al menos cada dos
semanas, introduciendo la mano a su interior para revisar el
calentamiento del grano o la semilla, el cambio en olor o de color, así
como la presencia de insectos. Si algún problema de este tipo se
presenta, el grano debe vaciarse de nuevo, limpiarlo, secarlo y de ser
necesario tratarlo con productos especiales.
Los sacos deben estibarse sobre plataformas de metal, madera o de
ladrillos, evitando con ello el contacto directo con el suelo. Debe dejarse
una separación con relación a las paredes del almacén.
Se considera el almacenamiento a granel como otro método de
conservación, es una práctica común. Este método tiene la ventaja que
es mecanizable, aunado a que la manipulación de granos y semillas es
rápida. Por el contrario, la posibilidad de ataque por roedores aumenta y
hay poca protección contra la infestación.

La exposición al sol es un método de conservación tradicional, consiste


en hacer que los granos y semillas se extiendan sobre superficies limpias
y preferentemente encementadas para su exposición al sol; debe evitarse
el sobrecalentamiento por medio de traspaleos. Es importante señalar
que los insectos no toleran temperaturas superiores a los 40 °C, y que
este método no controla huevecillos y larvas que permanecen en el
interior del grano o la semilla.

El método de conservación por mezcla de grano o semilla con arena o


ceniza se basa en las propiedades de la arena y la ceniza para controlar
la presencia de insectos, ya que éstos pierden humedad y al no reponerla
mueren. Ambos materiales también actúan en el insecto por asfixia.

El método de ahumado consiste en el principio de que el humo y calor


generado por el fuego ahuyentan insectos.

Existen también métodos químicos para evitar el aumento de insectos


por lo que generalmente se usan insecticidad como Actellic 50 en dosis
de 40 a 80ml en 5 a 10 litros de agua por tonelada de semilla y Fosfuro
de aluminio (Quick Phos) las cuales vienen en presentaciones de pastillas
por lo que se recomienda usar de 3 a 5 pastillas por tonelada de semilla,
esos insecticidas y a esas dosis son considerados inofensivos para la
salud humana y animal.

2.3 Criterios para el diseño de un silo.


2.3.1 Flexibilidad
El espeso de las láminas de hierro galvanizado puede variar
ligeramente; las láminas gruesas pueden ser más difíciles de
manejar y las más delgadas pueden no ser lo suficientemente
resistente para los silos grandes. Uno se recomienda usar
láminas de menos de 0.4mm de espesor. La proporción
estaño/plomo es la soldadura también es variable, la mejor es
50/50 pero un 35% de estaño y un 65% de plomo también es
aceptable.
En algunas áreas, los cilindros de gas propano pueden estar
disponibles y ser de bajo costo. En este caso se podría usar
soldadores a gas.
2.3.2 Hermeticidad
La hermeticidad es la base de la tecnología que se aplica en el
uso de los silos metálicos domésticos. Es la capacidad del silo
para que su contenido quede completamente aislado. Esto
previene que los insectos o la humedad penetren en el mismo o
que los gases de la fumigación puedan escapar.
Una buena soldadura con estaño/plomo es el medio más
importante por medio del cual se puede asegurar un sellado
completo y permanente, fortalece el silo y ayuda a evitar que los
dobleces se abran cuando el silo se llena con grano. Por estas
razones todos los dobleces y uniones deben ser cuidadosamente
soldados, limpiados e inspeccionados en busca de agujeros.
El uso de pintura para cerrar agujeros o de productos para el
sellado de las uniones no necesariamente hace que el silo sea
más fuerte o que quede completamente hermético.
2.3.3 Material estructural
La mayoría de los silos son de acero galvanizado u hormigón
armado. La elección depende desde la perspectiva económica,
de los costos de los materiales, de los costos fabricación y
montaje además de factores como el espacio disponible.
Los inconvenientes principales de los silos y tolvas de acero son
la necesidad de mantenimiento contra la corrosión y desgaste.
2.3.4 Geometría
La geometría de los silos también son criterios a considerar
debido a que las paredes de los silos están sometidas a cargas
horizontales y verticales. Las cargas verticales son debidas al
rozamiento del material sobre las paredes y las cargas
horizontales debidas al empuje del material.
2.3.5 Variación de la temperatura
La magnitud del incremento de presión lateral resultante depende
de la disminución de la temperatura, de la diferencia entre el
coeficiente de la temperatura de la pared y el del material
almacenado, del número de cambios de temperatura, de la
rigidez del sólido almacenado y de la rigidez de la pared de la
tolva.
2.3.6 Producto a almacenar
Un punto a considerar es si el material a almacenar capta
humedad con facilidad, esto debido a que al aumentar su
humedad el peso de estos aumenta lo cual se refleja en un
aumento en la presión en las paredes del silo.
2.3.7 Corrosión
Los sólidos almacenados pueden atacar químicamente la
estructura, alterando la pared y la flexibilidad de la misma. La
corrosión depende de las características químicas del material
almacenado y del contenido de humedad.
2.4 Construcción de silo
Para la construcción del silo se seguirán los siguientes pasos:
1) Formar el cuerpo
2) Hacer el fondo
3) Colocar el fondo con el cilindro
4) Hacer la tapadera
5) Hacer y soldar cuello de entrada con la tapadera
6) Colocar y soldar tapadera y fondo con el cilindro
7) Hacer tapadera para la boca de entrada
8) Hacer cuello de salida y tapadera, soldar con el cilindro
9) Pintar
10) Garantizar buen manejo.
III. Bibliografía
Casini, C. (2007). Conservación de granos. Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria, p. 8.
Hernández, A., y Carballo, A. (2014). Almacenamiento y conservación de
granos y semillas. Sistema de Agronegocios Agrícolas, p. 10.
Lafarga, A. (2010). Conservación De Granos Almacenados. Navarra Agraria,
pp. 19–26.
Mejía, D., Howell, M. y Arancibia, A. (1997). Manual Técnico para la
construcción y el uso de los silos metálicos familiares para almacenar
cereales y leguminosas de grano.

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