Anda di halaman 1dari 9

Talaferro: Curso básico de Psicoanálisis

Capítulo X El orgasmo
Marcos Muñoz Lama
Intervención Clínica II
Docente Consuelo Aravena Bravo
12-06-2018

 Hace unos años se consideraba un Tabú


 Reich lo llama la cenicienta de las ciencias naturales
 En el año 1923 Reich dio a conocer sus primeros conceptos sobre la
función reguladora tensional del orgasmo, teoría que permite sostener ahora
que, sin la inclusión de los factores dinámico y económico, la noción de
potencia sexual carece de significado profundo.

Fisiología de la eyaculación:

 Excitación en el hombre: erección del pene por llenado de sangre, lubricación del
glande del pene, enrojecimiento del glande, elevación y ensanchamiento testicular.
 Excitación en la mujer: Dilatación e incremento de longitud vaginal, lubricación vaginal,
erección en los pezones, enrojecimiento de labios mayores y menores, erección del
clítoris.
 Excitación en ambos: Rubor en las mejillas, el pecho, el abdomen, las palmas de las
manos y plantas de los pies, incremento de la temperatura, incremento del ritmo
cardiaco y la frecuencia respiratoria.

Los mecanismos nerviosos de la erección consisten en una excitación que puede nacer a
continuación de un estímulo sensitivo, local y genital, o general y sexual extragenital. Puede ser
provocada por la acción de impresiones sensoriales tales como las olfatorias, ópticas y acústicas,
o de los nervios que aportan al cerebro las impresiones táctiles de contacto.

La erección también puede ser provocada sin acción externa alguna, bastando tan sólo los
recuerdos sensoriales, las fantasías o las representaciones sexuales de los sueños.

El automatismo genital expulsivo:

Los fenómenos terminales de la excitación genital, que determinan la eyaculación, están


preparados por la erección y la excitabilidad neurogenital progresiva que ella desarrolla,
bastando, en los sujetos normales, que las causas de excitación se mantengan para que el
automatismo expulsivo se afirme y se produzca la eyaculación.
La eyaculación es el término de una serie de reflejos desarrollados desde una excitación
adecuada despertada por estímulos, hasta la excitación mecánica generada por frotes suaves
constantes del glande húmedo sobre la mucosa vaginal.

El panorama de manifestaciones psicosomáticas que se describe en tales enfermedades —dice


Salerno— es frondoso; abunda en expresiones sintomáticas genitales, digestivas, circulatorias,
neuropsíquicas, etcétera.

El panorama de las manifestaciones psicosomáticas es abundante en manifestaciones


sintomáticas; genitales, digestivas, circulatorias, neuropsíquicas, etc. Por lo tanto, se observa
que no existe razón valedera para conferir primacía a la congestión local genital, sobre los
innumerables y capitales trastornos existentes.

Por lo tanto, a nuestro entender, la congestión pelviana sería la expresión sintomática local de
una perturbación anímica, subyugada a motivaciones inconscientes, reconocida con el término
de neurosis. Otros autores asumen lo contrario, que los problemas anímicos son productos de
estas congestiones físicas.

Para que la eyaculación sea posibilitada, debe existir un conjunto de funciones musculares, en
que sean capaz poder dinamizarse con entera libertad, contraerse y relajarse en toda su
capacidad, para que el orgasmo fisiológico y energético pueda llevarse a cabo normalmente.

Luego de analizar los fenómenos motores, Hesnard se siente inclinado a pensar que las
sensaciones musculares que resultan de todas estas contracciones deben jugar un papel muy
importante en la explosión de la sensibilidad voluptuosa de la eyaculación, suposición que
también comparte Müller, lo cual se verá corroborado al estudiar el aspecto energético del
orgasmo.

Mecanismo nervioso del automatismo expulsivo:

El reflejo consecutivo a la tensión producida por el relleno espermático de la uretra, no se


produce más que dentro de condiciones definidas, y la eyaculación es el resultado de tres
reflejos superpuestos:

1. Reflejo preparatorio o psico-vegetativo: Es análogo a la erección, influido por las


asociaciones desarrolladas en la corteza, de cuyo centro partiría la comunicación que
discurre por el pedúnculo cerebral y por la médula espinal. produciría una sensibilización
e hiperexcitabilidad de los centros lumbares y sacros, implicando todo el sistema
nervioso.
2. reflejo dermo-visceral: Es el que provoca la acumulación de esperma, une las
terminaciones sensitivas de la mucosa genital a las terminaciones motrices de la
próstata y de las vesículas.
3. víscero-motor, desencadena las contracciones de la musculatura uretral, une la mucosa
y la pared muscular de la uretra a los músculos eyaculadores,

Se ve de esta manera que el reflejo expulsivo exige para su desarrollo normal una sinergia
perfecta de los centros nerviosos y un eutono en la musculatura comprendida en los reflejos
sucesivos.
Mosovich y Tallaferro señalan en el articulo Studies on E E G and Sex Function Orgasm (Diseases
of the Ner Syst XV 1954) que los E E G registrados durante el orgasmo evidencian los aspectos
comunes siguientes:

1. Súbito aumento de la actividad principalmente de las zonas temporales y aumento de


los potenciales de acción muscular que se superpone en todas las áreas corticales
captadas.
2. Eyaculación del hombre y efectos correspondientes en la mujer, descenso general de la
actividad eléctrica con tres descargas por segundo, y descargas musculares alternadas
que persisten.
3. depresión de la actividad eléctrica con ritmo alternante y descargas musculares clónicas.
Los electroencefalogramas demuestran la participación de todo el sistema nervioso.

En la subsiguiente relajación del útero se produce la aspiración del contenido vaginal, y por lo
tanto del semen eyaculado, dato que hay que tener en cuenta al considerar el problema de la
esterilidad femenina.

En el varón el momento del orgasmo se asocia a la contracción de la vesícula seminal y de la


próstata, contracciones rítmicas de los músculos de fibra estriada, isquio y bulbo-cavernosos y
movimientos rítmicos de los músculos glúteos que provocan el consiguiente balanceo de la
pelvis. En la mujer las contracciones uterinas también se asocian a contracciones rítmicas del
músculo constrictor de la vagina, que corresponden a los músculos isquio y bulbo-cavernosos y
se producen, en las normales, movimientos rítmicos de elevación pelviana por la acción
conjugada de los glúteos y rectos anteriores del abdomen principalmente.

DIFERENCIA DEL POTENCIAL BIOELÉCTRICO DE LA PIEL DURANTE PLACER Y ANGUSTIA:

En circunstancias normales la piel sana muestra un potencial básico biológico normal en la


superficie del cuerpo, que es simétrico y aproximadamente igual en toda su superficie. Esta
potencia básica varía en individuos diferentes dentro de límites muy estrechos (de 10 a 20
milivoltios) y se presenta como una línea horizontal.

En cambio, en las zonas erógenas (labios, lengua, lóbulo de las orejas, pezones, vagina y pene,
entre otros), el comportamiento es fundamentalmente diferente que en el resto de la superficie
del cuerpo. La carga de estas zonas puede estar dentro del límite del potencial de las otras partes
de la piel, pero también pueden tener un potencial superior o inferior al que ordinariamente
tiene la epidermis.

Un aumento del potencial en una zona determinada de la superficie corporal (una carga)
siempre está acompañado de una sensación placentera, e inversamente un descenso se ve
acompañado por una disminución de esta.

Entonces, para que se produzca la sensación de placer es necesario que a la congestión mecánica
del órgano se le agregue un aumento de la carga bioeléctrica, o lo que es lo mismo, hablando en
términos psicoanalíticos, es necesario que aumente la libido.

La intensidad psíquica de la sensación de placer corresponde a la cantidad fisiológica o somática


de la carga bioeléctrica o libido.
El aumento del potencial en una zona sexual depende, primero, de la actitud receptiva del
órgano y al mismo tiempo de la suavidad del estímulo. A mayor suavidad, mayor brusquedad e
intensidad del aumento.

También, se debe tener en cuenta la buena disposición de los órganos para reaccionar, como es
en el caso de los individuos emocionalmente bloqueados, que presentan leves diferencias de
potencial leves (Ej; los obsesivos).

En el caso de una histérica, el coito podría vivirse como una situación displacentera, ya que el
someterse y materializar la relación sexual, es rechazado por su yo, y puede ser tan intenso hasta
el punto de tornarse doloroso.

En los experimentos realizados, ante un estímulo desagradable para los sujetos de


investigación, el potencial disminuye marcadamente, y aunque persista el estímulo placentero,
se recupera en forma muy lento.

En el caso de una presión sobre el cuerpo, también decae el potencial, sobre todo si ocurre en
la región del plexo-solar, sin embargo, si la presión cesa, la carga vuelve inmediatamente a su
nivel anterior.

Concluye Reich:

 la excitación sexual placentera es idéntica a la carga periférica del organismo, lo que


significa la descarga del núcleo representado por el sistema vegetativo" (y que se podría
identificar con el ello).
 puede afirmarse que el concepto de Freud de que la libido es una medida de la energía
sexual ha sido confirmado experimentalmente.
 Para una mejor comprensión de la dinámica y la economía del acto sexual, debe hacerse
una división artificial y considerar separadamente los componentes fisiológicos y los
elementos psíquicos y energéticos.

FUNCIÓN DINÁMICO-ECONÓMICA DEL ORGASMO.

Desde el punto de vista energético la potencia orgástica ha sido definida por W. Reich como la
capacidad de abandonarse, sin inhibiciones, al libre fluir de la energía biológica. El mismo autor
da otra definición diciendo que es la capacidad para descargar completamente toda la excitación
sexual estancada, a través de contracciones involuntarias de toda la musculatura.

Descripción esquemática del acto sexual orgásticamente satisfactorio

Esquema de la curva de un orgasmo normal. (Según W. Reich.) Por los mecanismos particulares
que se dinamizan, el desarrollo del acto sexual puede dividirse en dos fases principales: a) la de
control voluntario de la excitación. b) la de las contracciones musculares involuntarias. Los
juegos preliminares del acto sexual (JP del gráfico) no presentan una regularidad que permita su
generalización, por lo cual sólo cabe hacer, esquemáticamente, un estudio de la erección y de
la conducta del sujeto.
La erección normal es placentera y no dolorosa, difiere del priapismo, o cuando existe un
espasmo de los músculos de la pelvis o del cordón espermático.

Fase Durante este período el genital no está sobrecargado o hiperexcitado como sucede después
de prolongados períodos de abstinencia o en los casos de eyaculación precoz de las
contracciones musculares involuntarias.

En el caso de la mujer, el genital se encuentra alcalinizado con abundante secreción de las


glándulas vaginales, lo cual no ocurre en estados patológicos, como en estado de frigidez, siendo
también la falta de alcalinización uno de los factores de la esterilidad.

Un criterio importante para la potencia orgástica, es durante el juego, en el hombre se despierta


el deseo urgente de penetrar a la mujer, y en la mujer de ser penetrada, no obstante en los
hombres con personalidad fálico-narcisista, solo existe una potencialidad eréctil, sin lograr la
concreción del acto sexual, propio de personas con personalidad histérica, y la necesidad de
penetración no aparece y todo el acto sexual queda reducido a los juegos preliminares
pregenitales (exhibicionismo, toques, caricias, besos, fellatio, etcétera).

La conducta normal del acto sexual es suave y gentil, pero no movilizado por la formación
reactiva (inhibiendo intenciones opuestas), sino que es causado por el amor que sienten por el
objeto. De otro modo, la conducta sexual patológica, sería aquella en que se movilizan impulsos
sádicos agresivos, como acontece en muchos caracteres obsesivos (con potencia eréctil
conservada), y la inactividad de caracteres pasivo-femeninos, que en ocasiones estos últimos
tienen tal grado de quietud semejantes a una violación, en la que el sujeto no siente la culpa de
estar concretando por su voluntad el acto sexual.

Existe el coito anonástico, el que es con un objeto no querido, por ejemplo, una prostituta; en
que la delicadeza no existe debido a que prescinde totalmente del objeto.

La actividad de la mujer en el acto sexual no difiere en lo normal de la del hombre en modo


alguno, ya que la pasividad excesiva de la mujer durante el acto sexual es patológica y en su
mayor parte debida a fantasías masoquísticas inconscientes de ser violada, ya que a su vez
esquiva la culpa, al tener el razonamiento inconsciente de que ella no quiso, "se lo hicieron".

El rol femenino en el acto sexual es pasivo al ser una cavidad, no obstante, todo instinto es activo
para alcanzar su fin.

 Las dos principales causas de la inactividad de la mujer durante el acto sexual según
Melanie Klein son; 1) Educación sexual tergiversada que mal representa a la mujer activa
en el acto sexual como prostituta o indecente, o 2) Los deseos incestuosos hacia los
progenitores, que lleva a considerar los órganos sexuales como dañinos o peligrosos.

La excitación se acrecienta en el punto "P", durante la penetración placentera, sin embargo, en


caracteres patológicos (obsesivos, por ejemplo) puede existir un acto taladrante o perforatorio,
siendo esto una forma patológica.
El resultado de las fricciones mutuas, llevan a una suave y espontanea excitación sin esfuerzo.
Hasta ese momento la sensación característica que precede a la eyaculación está ausente, en
contraposición a lo que ocurre en los casos de eyaculación precoz.

En este momento la consciencia está focalizada en las sensaciones placenteras, agotando las
posibilidades de placer, tratando de alcanzar un máximo de tensión antes que sobrevenga el
orgasmo. Esto se da de manera espontánea, no consciente y es diferente para cada individuo.

De acuerdo a los relatos de hombres y mujeres, el placer es más placentero cuando más lento y
más suaves las fricciones, más armoniza la pareja, y mayor capacidad de identificación con el
objeto de amor.

La contraparte psicopatológica sería una fricción violenta, en el caso de caracteres obsesivos al


tener anestesia genital y no lograr sentir placer, o la prisa ansiosa en el caso de la eyaculación
precoz. Otros ríen o hablan (palabras impropias al acto) durante el acto sexual, dando cuenta de
una incapacidad de abandonarse totalmente, lo cual es requerido para una absorción en la
sensación de placer.

Cuando existen perturbaciones orgásticas, el hombre no se abandona porque simboliza ser


femenino y la mujer por no aceptar su posición femenina de entrega.

Finalmente, como resultado de otro aumento de la excitación se entra en un estado de las


contracciones musculares involuntarias: este periodo tiene las sgts características:

a) aumento de la excitación se hace incontrolable voluntariamente


b) corporalmente la carga bioeléctrica va concentrándose más y más sobre el genital e invade
toda la personalidad una extraña sensación de: fundirse, derretirse, disolverse, perder los límites
c) La cresta de la onda es simultánea a la penetración total del pene; la declinación, al
movimiento de retirarlo. Sin embargo, tan pronto como el retiro del órgano pasa de un cierto
límite, es decir, que casi sale de la vagina, aparecen inmediatamente contracciones
espasmódicas displacenteras y sensación de soledad, que acompañan a la eyaculación
d) durante este estadio la interrupción del acto sexual es sumamente displacentera, tanto en el
hombre como en la mujer, y en lugar de aparecer rítmicamente las contracciones que llevan al
orgasmo y a la eyaculación, aparecen espasmos bruscos que provocan una intensa sensación
displacentera. Simultáneamente con las contracciones musculares eyaculatorias, aparece una
profunda nebulosidad de la conciencia, ante la caída brusca de la tensión genital, la excitación
orgástica invade el cuerpo y trae como resultado vivas contracciones de toda la musculatura.

La gratificación sexual plena, actúa como doble garantía: de su propia bondad y de la del
cónyuge, y la seguridad que esto le brinda incrementa a su vez el futuro goce sexual, ampliando
el círculo propicio a la paz íntima (M. Klein).

En los casos de satiríasis y ninfomanía la excitación sexual no disminuye. En contraposición a lo


normal, en el individuo orgásticamente impotente se produce un fuerte agotamiento, marcado
disgusto y una situación de indiferencia, rechazo o repulsión, que a veces llega al odio, hacia el
compañero.
La experiencia clínica demuestra que, como resultado de la represión genital de la sexualidad,
el hombre ha ido perdiendo la capacidad de abandonarse para permitirse el total fluir vegetativo
involuntario.

 Ferenczi: En el acto sexual, en cuanto al rol del hombre y la mujer "lo que es bueno para
uno, debe ser bueno para el otro". No existe razón por la que una de las partes se
preocupe solo por el bien estar de la otra. La mutualidad en el acto sexual es biológica,
el egoísmo ingenuo es un aspecto psicológico.
 Balint: Para llegar a un mayor grado de placer durante el orgasmo, el sujeto tiene la
creencia de que está unido con el objeto en perfecta armonía

TIPOS DE ORGASMOS PATOLÓGICOS.

La sexualidad, con su manifestación fisiológica y psicológica, puede ser considerada como un


sistema de drenaje de todas las energías que no son necesarias para la conservación de la vida
individual y, por el contrario, son excesivas para las necesidades del organismo. El órgano
específico de este tipo de descarga es la zona génito-urinaria.

Los caracteres neurótico-histérico:

 Falta de excitabilidad genital


 Hiper-excitabilidad generalizada
 Abstinencia, resultado de su angustia genital
 Interminables juegos pregenitales que nunca llegan a la materialización del acto
 La abstinencia casi total es una tentativa para negar su angustia
 Están por debajo de la línea normal del placer sexual
 El hombre histérico sufre corrientemente de impotencia eréctil y también eyaculación
precoz.

Los caracteres neurótico-obsesivos:

 abstinencia rígida y ascética, muy bien racionalizada con argumentaciones de tipo


religioso o seudo-científicas (esposas vírgenes, ellos castos).
 Racionalización de la abstinencia por; evitación de exposición a enfermedades venéreas
o como desgaste energético que repercute en otras áreas (trabajo, estudio, etc.)
 Las mujeres obsesivas son frígidas y generalmente inexcitables en todo su cuerpo
 Los hombres obsesivos son, con bastante frecuencia, potentes eréctiles, pero casi
siempre impotentes orgásticos.
 Existe un grupo que muestran potencia erectil excesiva como defensa contra fantasías
homosexuales inconscientes, por lo que el acto sexual les ayuda a afirmar su sexualidad,
utilizando el miembro de manera penetrante con fantasías sádicas.

Los caracteres fálico-narcisistas.

 Militares, aviadores, deportistas, Don Juanes, tal vez en la actualidad sean los chicos
reality o futbolistas, pero son aquellos que se perciben seguros de sí mismos.
 El acto sexual lo ven como un simple acto higiénico, como defecar una vez por día
 Posterior al acto sexual son indiferentes, labor cumplida, o actitud de disgusto
 Asaltan a la mujer, no como objeto amoroso, solo como prueba de una capacidad, tal
como sería levantar una pesa o realizar una carambola (utilitarismo).
 A las mujeres solo se las "pinchan" o "comen" o "poncean" o "mueven" (en jerga más o
menos actual) siendo estas expresiones una agresión inconsciente hacia ellas al
considerarlas incc sus rivales homosexuales.

La satiríasis y la ninfomanía:

 Hombres y mujeres en esta perturbación de constante tensión libidinosa poseen


diferencias muy leves.
 Excitación sexual permanente
 Mantenimiento del mismo nivel tensional antes, durante y posterior al acto

Impotencia y frigidez:

No debe olvidarse nunca al examinar estos trastornos que su causa puede ser, en algunos casos,
orgánica. Así es como la diabetes, tumores, esclerosis en placa, mielitis transversa, tabes dorsal,
poliomielitis y algunas drogas, producen impotencia y frigidez.

Frigidez:

 Es padecida por alrededor del 70% de las mujeres


 Algunas causas conflictuales: angustia al orgasmo, castigo por burlar las prohibiciones
sexuales, resentimiento o venganza inconsciente contra un hombre, deseo incc de
vengar a la madre por padecimientos sufridos con el padre, sentimiento de envidia a la
libertad y fuerza masculina, amores incompatibles (preferir al padre del marido, preferir
a las mujeres o amarse más a si misma).
 M Klein: complejo de Edipo (de MK), deseo de, que la madre no sea gratificada, por lo
que fantasea que el pene de su progenitor es un objeto destructor, que luego se revive
con el miembro de su pareja.

Impotencia eréctil:

 Algunas causas conflictuales: Temor a censura o castigo derivado del conflicto edípico
sin solucionar, fantasías incestuosas, hostilidad al objeto, resultado de la frustración de
sus deseos genitales en la infancia, lo que despertó en él la fantasía de que su pene se
transformase en un instrumento capaz de herir o destruir, como lo ha señalado M. Klein.
En algunos casos lo que actúa es una "claustrofobia": el pene como una parte del yo, se
angustia al encontrarse en un lugar pequeño y cerrado, la vagina. Los sujetos que
padecen este tipo de impotencia suelen perder la erección al colocarse el preservativo.
La angustia al orgasmo:

Los sujetos que se quedan en formas de gratificación pregenitales, impiden el orgasmo genital
por temor a las sensaciones de excitación genital, lo cual trae como consecuencia un círculo
vicioso en que se retiene el impulso aumentando el éxtasis, por consiguiente, el organismo
disminuye su habilidad para disminuir ese éxtasis.

Así es como el organismo adquiere temor a la excitación, lo cual Reich denomina placer-angustia
o angustia sexual. esta ansiedad orgástica no es más que el temor del organismo, que ha llegado
a ser incapaz de experimentar placer, ante una excitación demasiado intensa.

Las manifestaciones de la ansiedad orgástica son más fáciles de estudiar en la mujer que en el
hombre, en el que la ansiedad orgástica está corrientemente encubierta por las sensaciones
propias de la eyaculación, mientras que en la mujer aparece bajo la forma de distintos temores.
Uno de los más frecuentes es el temor a defecarse durante la excitación o que se le escapen
gases u orinarse involuntariamente al relajarse. Por eso el estudio de la etiología de algunas
frigideces revela, en muchos casos, que la actuación de conflictos no solucionados vinculados al
control prematuro y sostenido de los esfínteres, superan en importancia a la prohibición de la
masturbación genital infantil.

Algunas mujeres temen ser dañadas por la introducción del pene (fantasías infantiles
inconscientes de romperse en dos, reventarse al ser pinchadas, etc.) Actos como juntar las
piernas para controlar el pene, movimientos bruscos porque más suave podría ser placentero,
u otros relativos a la mantención del control por temor a ser dañadas por el pene, también como
señalaba M Klein, que este seguía siendo un objeto persecutorio.

Anda mungkin juga menyukai