La segunda ley establece que ninguna maquina térmica debe tener una eficiencia
de 100%.
Un proceso irreversible es aquel que ocurrieron en cierta dirección, y una vez
ocurridos, no se pueden revertir por si mismos de forma espontánea y restablecer
el sistema a su estado inicial.
Un proceso reversible es aquel que se puede invertir sin dejar ningún rastro en sus
alrededores, es decir, puede restablecerse a su estado inicial, una vez finalizado el
proceso inverso. Todo esto es posible solo si el intercambio de calor y trabajo neto
entre el sistema y los alrededores es cero, en consecuencia, los procesos que no
son reversibles se denominan procesos irreversibles.