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MARCHA ATLÉTICA

Reseña histórica
La práctica de la marcha atlética aparece documentada por primera vez en la
Inglaterra de finales del siglo XVIII, donde se hace popular. Esta popularidad fue en
aumento durante el siglo XIX, llamando la atención del resto de Europa, de tal forma que
en Italia, Francia, Alemania y Suecia se organizaron marchas populares multitudinarias.
Posteriormente cruzó el océano Atlántico para darse a conocer en Estados Unidos y
especialmente en México. La entrada en el siglo XX fue testigo del reconocimiento de la
marcha atlética como una disciplina atlética seria y bien reglada.

Fue incluida en el programa olímpico, en categoría masculina, en 1908 (Juegos


Olímpicos de Londres), en las distancias de 3500 m y 10 millas. Después de esto no se
volvieron a realizar competiciones internacionales sobre la distancia de 10 millas.

Anteriormente ya había hecho su aparición en los no reconocidos Juegos


Intercalados de Atenas de 1906, donde se compitió sobre las distancias de 1500 y 3000
m. Tampoco volvieron a realizarse competiciones internacionales sobre la distancia de
1500 m. Las mujeres tuvieron que esperar unos cuantos años antes de poder competir en
esta especialidad. A nivel mundial hubo que esperar hasta el año 1979, con motivo de la
Copa del Mundo de Marcha Atlética celebrada en Eschborn donde compitieron sobre la
distancia de 5 km, hasta 1985 en los Juegos Mundiales en Pista Cubierta celebrados en
Paris-Bercy (sobre 3000 m), también en 1985 en los Juegos Mundiales Universitarios de
Kōbe (también sobre 5 km) y hasta 1987 en los Campeonatos Mundiales de Atletismo
(sobre 10 km) que tuvieron lugar en la ciudad de Roma. Para participar en unos Juegos
Olímpicos las marchadoras tuvieron que esperar un poquito más todavía. Concretamente
hasta 1992, con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona donde compitieron sobre
la distancia de 10 km. Desde los Juegos Olímpicos de Sídney del año 2000 la distancia
para las mujeres es de 20 km. (Vinker, Fontana, Aguilera, & Fontana, 2006)

La marcha, a pesar de ser una de las primeras


especialidades que se comenzaron a practicar, es la gran
desconocida de las pruebas del atletismo, pero aun así
es muy popular en algunos países donde existe una gran
tradición como España, Italia, China, Japón,México,
Guatemala, Ruisia, y algunos países de la Union
Sovietica.

La aparición de grandes figuras mundiales en algunos


países por generación espontánea hace que se
Foto histórica1: Martín Bermúdez (554)
popularice cada vez más en países como Polonia,
Raúl González (560), Mundial de Helsinki 1983
(Aguilera, 2006)
Ecuador, Túnez, etc...
Técnica
Es necesario comenzar con la asimilación de movimientos específicos para que el sujeto
sea capaz de desarrollar las habilidades propias que esta modalidad deportiva requiere.
Una vez conseguida esta asimilación técnica, el desarrollo físico será más eficaz y
podremos utilizar ejercicios físicos específicos de la marcha para lograrlo. (Bravo,
1992)

De tal manera, sabemos que los buenos marchadores doblan sus codos en ángulos
de 90º, lo que acorta la acción de péndulo del brazo, permitiendo así moverlo más
rápidamente. Y lo que los brazos hacen, las piernas seguramente lo siguen.
Hablando de pies, los buenos marchadores se propulsan hacia delante con los pies mucho
más de lo que lo hacen los simples caminantes. El hecho de empujar con los dedos de los
pies al despegar el talón nos ayuda a iniciar el avance de la rodilla. Y justo como los
codos, si las rodillas se doblan hasta los 90º, la pierna se ‘conduce’ hacia delante a mayor
velocidad.
Para empujar con los dedos del pie es preferible no concentrarse en hacer rodar el pie.
Intentar conscientemente hacerlo, puede provocar un arrastre del pie. Es preferible en vez
de eso, pensar en mantener el talón delantero en el suelo el mayor tiempo posible, antes
de despegar el pie posterior. Con un poco de práctica ello causará un despegue explosivo
del pié al final del paso. Con esta acción de los pies se añadirá una mayor distancia de
zancada detrás del cuerpo y también se empujará a éste con mayor energía hacia delante.
Se logrará también un paso más corto delante del cuerpo, pero sin embargo más rápido.
El invierno es una buena época para trabajar la técnica. (MCGroven, 2016)

Actividades
Descripción Representación gráfica
Caminar en diferentes direcciones y sentidos
variando la amplitud de las zancadas.
Variantes: realizar persecuciones por parejas, el
juego de “la lleva”, aprovechar las líneas del suelo
para seguirlas en los desplazamientos…

Realizar desplazamientos libres por el espacio sin


fase de vuelo y utilizando sólo la parte del pie que
indiquemos: de puntillas, con los talones, en
inversión, en eversión…
Variar la amplitud de zancada, pero siempre
siguiendo una línea recta imaginaria o real, y
haciendo hincapié en el apoyo primero del talón de
forma suave, la extensión de la rodilla de la pierna
que se adelanta y en el braceo circular.

Caminar de forma natural desarrollando la técnica


de la marcha, pero exagerando la fase de impulso
del pie que se va a adelantar (el “zarpazo”).

Similar al anterior pero ahora prestaremos especial


atención al movimiento de la cadera, exagerando su
lateralización en cada paso, acompañado de una
ligera flexión del tronco hacia delante.

Cruzar alternativamente una pierna por delante de


la otra durante el desplazamiento hacia delante, con
zancadas cortas y apoyando siempre primero el
talón. Intentar describir una línea lo más recta
posible.

Marchar por parejas o tríos entrelazando los brazos


a la altura de los codos, de forma que todo el grupo
se coordine para desplazarse (mismo ritmo y
amplitud de zancada y mismo pie adelantado).

Describir formas libres durante el desplazamiento


de la marcha, desarrollando en cada alumno los
aspectos donde cometan más errores a nivel
individual.
Desplazamientos hacia delante enfatizando en los
aspectos que más nos interesen a nivel individual, y
variando la velocidad de ejecución utilizando
indicaciones como si los alumnos fueran coches de
3 marchas (la “primera” sería la más lenta y la
“tercera” la máxima velocidad).

Tabla 1 . Síntesis metodológica

Reglamento

El Reglamento establece que los jueces de marcha han de avisar a los atletas que por su
forma de marchar corren el riesgo de cometer falta, y para ello utilizan discos amarillos
(palas de avisos) con el símbolo de la posible infracción.
Cuando a juicio de un juez un atleta
comete una infracción envía
una tarjeta roja al juez jefe. Estas
tarjetas van subiendo en forma de
anotaciones (así como el dorsal del
atleta) a uno o varios paneles
situados a lo largo del recorrido y
cerca de la meta, que se mantienen a
la vista de los participantes. Cuando
tres jueces distintos han pasado
Figura 3: Ejemplo de palas dotadas a los jueces, Monitor nacional de
sendas tarjetas rojas de un atleta,
Atletismo
el Juez jefe procede a su
descalificación mostrándole la pala
de color rojo. La descalificación puede ser notificada por el juez jefe o un adjunto
mostrándole la pala de color rojo, y el atleta deberá abandonar el circuito o la pista.
Un atleta no puede ser descalificado como consecuencia de la existencia de más
de una tarjeta roja procedente de jueces de la misma nacionalidad.
El juez jefe de marcha tiene potestad para descalificar directamente a un
marchador en los últimos 100 m de la prueba, o cuando el atleta entra al estadio si se
celebraba fuera, cuando marcha obviamente contra la norma e independientemente de los
avisos y tarjetas rojas que haya recibido con anterioridad. El atleta descalificado de esta
manera tiene derecho a terminar la prueba.
Las distancias actuales de la marcha atlética en los Juegos Olímpicos son de 20 y
50 Km para los hombres, y 20 km para las mujeres. (Torregrosa, 2009)
En determinadas competiciones internacionales de alto nivel dos Jueces de la
misma nacionalidad no pueden descalificar a un mismo Atleta. El Juez Jefe de Marcha
tiene potestad para descalificar él solo a un marchador en los últimos 100m de la prueba,
o cuando el Atleta entra al estadio si se celebraba fuera, cuando marcha obviamente contra
la norma, e independientemente de los avisos y Tarjetas Rojas que haya recibido. La
salida se dará de la forma habitual y si hubiera muchos participantes se dará un disparo
de aviso 5 minutos antes.
Las carreras se programarán para que empiecen y terminen con luz de día. En la
salida y llegada habrá agua y refrescos.
En las pruebas de hasta 10 km se pondrán puestos de agua/esponjas a intervalos
adecuados si lo aconseja el clima, y en las distancias superiores se pondrán puestos de
avituallamiento a cada vuelta y además puestos de agua/esponjas aproximadamente a
mitad de camino, o más si el clima lo aconseja. Un Atleta puede aportar sus propios
avituallamientos, que le serán entregados en los puntos correspondientes por personal de
la organización o personas autorizadas. En competiciones de alto nivel hasta dos
representantes de cada país pueden situarse en la mesa de avituallamiento, pero no pueden
correr al lado del Atleta. Un Atleta que tome avituallamiento indebido o en otro lugar será
descalificado.
Si un Atleta deja el recorrido marcado, recorriendo con ello una distancia menor
será descalificado. Sólo en las pruebas de 20km o más pueden abandonar la pista o
recorrido con permiso y supervisión de un Juez y sin disminuir la distancia a recorrer.
Los circuitos en carretera tendrán entre 2 y 2′5km, y cuando la salida y llegada sean en
pista se procurará que el circuito esté tan cerca del estadio como sea posible. El
organizador tiene que garantizar la seguridad de los Atletas y Jueces de la competición, y
el recorrido deberá estar enteramente cerrado al tráfico. Un examen médico realizado a
un Atleta por personal médico autorizado no será considerado asistencia. Un Atleta
deberá retirarse si así se lo indica el personal médico oficial. Las pruebas de marcha son
de 20km (fem.), 20km (masc.) y 50km (masc.), que se realizan normalmente en ruta, es
una actividad muy exigente en que la resistencia, la coordinación el ritmo y la agilidad
son fundamentales. (MCGroven, 2016)

Figura 4:Ejemplo de ubicación de la pista


Conclusiones
Recomendaciones
Bibliografía
Bravo, J. (1992). Atletismo I, Carrera y Marcha. Madrid: C.O.E.

MCGroven, D. (2016). The Complete Guide to Racewalking. EchoPoints.

Torregrosa, A. (2009). Recopilación Histórica: Club Atletismo Mar Menor. Monitor Nacional de
Atletismo.

Vinker, L., Fontana, E., Aguilera, R., & Fontana, S. (2006). Anuarios de la Confederación
Argentina de Atletismo. Buenos Aires.

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