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EL CULTO VERDADERO.

MENSAJE APOSTÓLICO.
Pero aconteció que mientras Zacarías ejercía su ministerio sacerdotal delante de Dios según
el orden indicado a su grupo, conforme a la costumbre del sacerdocio, fue escogido por
sorteo para entrar al templo del señor y quemar incienso y toda la multitud del pueblo estaba
fuera orando a la hora de la ofrenda de incienso, y se le apareció un ángel del Señor, de pie,
a la derecha del altar del incienso Lucas 1:8-11

A. INTRODUCCIÓN:
Es muy importante que, como ministros, retomemos con responsabilidad la visión con la que
Él nos llamó, para oficiar delante de su presencia: a veces pasamos por alto el contenido del
oficio que nos tocó ejercer delante de Dios. Por eso debemos sentirnos atraídos por el
mensaje de la palabra, especialmente en el versículo 10, en el que especifica un momento
importante en el culto a Dios, porque ese es el oficio que nos toca hacer, lo que hay que
aprender en este tiempo es de qué manera se hace, y qué importancia tiene el culto en la
iglesia.

B. DESARROLLO: El motivo de nuestro llamado, de nuestra vocación, nuestra dedicación


hacia el ministerio, es el de oficiar. Pero el oficio debe ser correcto, debe ser trascendente
toda la vida, porque si hay 24 ancianos oficiando en tronos delante de Dios (Apoc. 4:11) con
el objetivo que haya atención en las creaciones, las 24 horas de orden sacerdotal están
proyectadas hacia el beneficio de las creaciones de Dios, porque ese es el sentir que hay en
el cielo. El sentir de nuestras reuniones debe ser tal, que provoque en el cielo un efecto que
va a trascender hasta el trono de Dios, hasta el corazón de Dios: y Dios puede efectuar en
medio de nosotros maravillas, prodigios, milagros, sobre todo la transformación de la nueva
naturaleza que Dios va a imprimir en cada uno de nosotros, especialmente en la iglesia.

Esa es la obra del ministerio, porque muchas veces nos damos el lujo de llamamos "
ministerios “, pero, ¿será verdad que hemos transferido o interferido en la vida de las
personas que pastoreamos? Porque el punto no es que yo luzca mi vocación, mi ministerio,
sino que haya transferencia o interferencia en la vida de las personas. ¿Será que estamos
afectando positivamente esas vidas. O solamente estamos sirviéndonos de una plataforma
para enseñorearnos de ellas? Porque la verdadera visión de Dios para el pueblo y el objetivo
de toda predicación, ya sea el mensaje más profundo o el más sencillo, solamente debe
llevar dos propósitos: mantener al fiel en la posición correcta, y hacer volver al perdido.

Estas son las dos proyecciones del mensaje, y no existe otra. Muchas veces nos hemos
vuelto necios, porque no tomamos en cuenta el objetivo principal por el cual se predica. En
la parábola del hijo pródigo encontramos estos dos proyectos. Allí hay dos grupos
representados por el hijo prodigo y su hermano mayor. Aparentemente el que estaba en la
calle era el que estaba más perdido, sin embargo el que estaba adentro era el que necesitaba
más trabajo porque tenga más endurecido su corazón. Por eso es que son dos proyecciones:
traer al perdido y reubicar al supuesto fiel de la casa. No existe otra causa de las revelaciones
de la palabra. Pueden ser sublimes, pero están proyectadas para mantenernos puros hasta
la venida del Señor.

Jesús dijo que hay una hora que sólo el Padre sabe, en la que el Hijo del hombre vendrá. En
la Biblia vemos como Dios se manifestó de una manera sobrenatural en momentos muy
especiales, por ejemplo: a Daniel en la hora del sacrificio, a Zacarías en la hora del incienso
y a los apóstoles Pedro y Juan a la hora de la oración. ¿Qué trascendencia tendrá el culto y
la hora en nuestro servicio? Porque en un culto hay actos y sucesos y podría ser que en uno

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de esos actos, el Señor venga a traer a su iglesia. Por eso, debemos ir enmarcando para la
iglesia del Señor, la dimensión que conlleva un culto, porque de nada serviría tener la
enseñanza del arrebatamiento de la iglesia si no se tienen los actos para que eso suceda en
un momento determinado.

A veces nos preocupamos más de cuanto se recogió de ofrenda, o de cuanta gente vino al
culto y no nos preocupamos de si hubo o no presencia de Dios. Preferible es que esté el
Señor aunque la gente no llegue o no aporte. Lo importante es de qué manera va a interferir
Dios en sus reuniones, es decir no en nuestras reuniones sino en las de Él. Pero como Él es
un Señor, demanda de nosotros fidelidad.

¿De qué manera vamos a demostrar nosotros fidelidad a Dios? Primeramente, siendo fiel al
culto porque eso es lo establecido por Dios. Lo estableció en la mañana y en la tarde a
perpetuidad. Por eso ser fiel a los cultos tiene trascendencia, porque fueron establecidos por
Dios, y en uno de esos cultos puede intervenir Dios, y eso es básico.

¿Por qué Pablo dijo una vez? No quisiera gloriarme, pero no lo voy a poder hacer como los
demás; me voy a gloriar en que conozco a un hombre que fue arrebatado hasta el tercer
cielo. ¿Qué significa eso? Que lo divino se ligó con lo humano.

Esa es la grandeza de un llamamiento y la grandeza de una iglesia creíble y confiable. Hay


muchas iglesias que lo único que tienen es su gente y la pregunta obligada entre ellos es
¿De qué tamaño es su templo? ¿Cuántos miembros tiene su iglesia? Esa es su medida.

Pablo decía: me siento dichoso de haber caminado en el tercer cielo, porque eso es lo único
que tengo. Eso es lo verídico de un llamamiento porque es lo que trasciende; otra cosa no
existe mayor que esa, porque Dios interfirió la vida de alguien y eso tiene credibilidad en un
culto genuino y perfecto. Porque si fue transferida una vida por el cielo, entonces ya es un
hecho que fue llamado para un oficio profundo y único.

La fidelidad a un culto es lo básico, porque aquí no se sabe por cuánto tiempo va a probar
Dios la fidelidad. A lo mejor nos vamos a tener que morir sin esta intervención.

A Saúl le faltó la confirmación de Dios en sus oficios por eso tuvo que recurrir a otros medios:
consultó a los adivinos y a los muertos porque ya no interfirió Dios en sus oficios. Por eso se
necesita que Dios intervenga en la hora del oficio, pero para eso se requieren los elementos.
Por ejemplo: los apóstoles hicieron un milagro a la hora de la oración tiene usted culto de
oración en su iglesia? Daniel fue interferido por Gabriel a la hora del sacrificio. Estos son
elementos que debe tener un culto porque en alguno de ellos puede Dios intervenir, para
que sea verídico el llamado que tenemos. Por eso debemos ser fieles en los elementos de
nuestros cultos. Algunos celebran cultos únicamente para recolectar una ofrenda y eso no
es bíblico sino que es un robo en el nombre de Dios. Aunque no haya ofrenda de la gente,
pero que haya ofrenda y sacrificio de parte nuestra al Dios que nos llama, porque eso
demuestra la seriedad del ministerio. Si Dios no interviene, si no somos fieles en los
elementos del culto, nuestro ministerio no va a ser funcional. Hemos traducido el evangelio
a una fuente de ganancia y no como una responsabilidad de trascender hacia lo alto.
Debemos darle realeza, dimensionar este acto, porque es el único trabajo que podemos
hacer.

Si reconocemos que Dios es Señor, llegue o no llegue de todos modos Él es el jefe y por
eso es tan importante nuestra fidelidad. No te olvides que a pesar de todo te ha dado techo,
comida y bebida, y aunque no sea correcto, por lo menos por eso es necesario que seas fiel.
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El culto es algo tan extenso, que engloba prácticamente todo lo que hacemos en la obra del
Señor. Hasta los programas de radio y televisión los tenemos que hacer como un culto a
Dios, pues de lo contrario no valen nada.

Tenemos un Dios que delega su autoridad. y el señor nos da un ejemplo de su fidelidad al


enviar a sus discípulos de dos en dos a cumplir con sus instrucciones.

Les dice y reconviene: A la ciudad a donde los envío y la casa que los hospedare, si esa
casa los recibe, a mí me recibe, y si no los recibe, pues simplemente a mí no me están
recibiendo. Esto es un proceder de Dios que se anticipa a su visita.

Si hay una final trompeta, no quiere decir que solamente se vaya a tocar una trompeta, sino
que otras tendrán que ser tocadas antes. Pero eso ¿Qué relación tiene con lo que hemos
estado hablando? Tiene mucho que ver porque Dios está probando nuestra fidelidad en
nuestro proceder con el culto.

Que estaba demostrando el Señor cuando mandaba de dos en dos a sus discípulos? Estaba
probando la fidelidad de aquellos a quienes estaba enviando a esos pequeñitos, que a veces
ni hablar bien pueden, pues estaban recibiendo o rechazando a sus enviados, y eso
establecía una gran diferencia simplemente por el hecho que eran enviados, delegados por
EI.

Por eso, la fidelidad del corazón en el proceder de los ministros va a influenciar en la actitud
del pueblo, porque dependen del ministro; si el ministro no adopta una actitud de fidelidad al
culto de Dios, no tiene derecho a oír la voz final, por no haber escuchado estas otras voces
que anteceden a su venida. La. Final trompeta es Cristo llamando a su iglesia desposada,
pero ese llamado sólo lo va a oír l fiel.

Se ha hablado mucho de la iglesia fiel; pero ahora tenemos que dimensionar la palabra fiel
en actos de cultos, pues allí radica la actitud de una iglesia verdadera. El proceder dice
mucho, la actitud dice mucho, por no decir todo.

Cuando el Señor los envía, estaba proyectando una prueba a la gente fiel. Envía de dos en
dos y les delega autoridad diciéndoles: si allí hay demonios. Échalos; si allí hay
enfermedades, sánalas, y pueden comer de todo lo que les den, con bendición y acción de
gracias. Lo tremendo es que los resultados de esas visitas dependían del comportamiento
de los que les recibían. Por ejemplo para los que no recibieron a los delegados por el mismo
Señor allegará el Señor a esa casa? Definitivamente, no va a llegar el Señor a esa casa. Por
eso, si usted no se comporta como debe ser en el culto a Dios, olvídese de la Parusia del
Señor. Olvídese de ella si usted no aprende a aceptar y respetar la autoridad delegada por
las autoridades de la iglesia de Dios. Donde la mayoría de los ministros sucumben hoy es
ante los delegados porque allí radica el culto que conlleva todo.

Tenemos que ser fieles a los principios, si dentro de ellos está el Señor. Debemos mantener
la fe viva y el espíritu ferviente por lo que hemos recibido. No se trata de predicar o enseñar
bien sino que lo importante es hacer de todo un culto a Dios. Porque aunque tengas que
caminar sobre piedras o sobre terreno áspero, allí vas, porque sabes que aunque al final de
ese monte no encuentres el rostro de Dios, por lo menos nos ha acompañado su nube.
Porque eso es lo que vale y es lo que se pretende y lo que Dios proyecta. Dios no está

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proyectando otra cosa, Dios proyecta ministerios, Dios está proyectando su revelación su
manifestación a la iglesia.

Si usted tiene paciencia, va a ver ese rostro glorioso del que va a aparecer en un altar
encendido por el sacrificio que usted hace, por el incienso que usted siempre levanta ante la
presencia de Dios. Porque lo maravilloso es que en una de esas actividades aparecerá el
Señor. Qué importancia tiene entonces la hora, el culto y el acto. Son tres cosas que parecen
ser religiosas pero nosotros las tomamos como de Dios.

Dios hace maravillas; puede ser que le sirva para sanar, porque no dice que los apóstoles
iban al templo a orar sino que iban al templo a la hora de la oración. Ni siquiera llegaron a
orar y ya estaban haciendo milagros; llevaban la intención de ir a ofrecerse a orar y ya había
una intención que dimensionaba el contenido del templo de Dios.

Hay pastores que están suprimiendo los cultos y se reúnen en la congregación únicamente
los domingos, con el propósito de recoger la ofrenda. Tenemos que tener mucho cuidado
con eso, porque el sentido de todo está en que el Señor se va a aparecer en un culto porque
va a tener que interferir nuestras reuniones.

La fidelidad provoca que Dios actúe.

A continuación, sacaremos algunas conclusiones de esta exposición:

C.CONCLUSIONES
El proyecto de Dios en todos sus mensajes, va dirigido a dos objetivos:
1- Que nos mantengamos fieles
2- que los disidentes retornen al redil.

La elección no es por cara ni por apariencia, sino por la señal de la sangre de Cristo, pero
demanda fidelidad, Por eso, el Señor ya no llegó con los que se comportaron infieles con
sus delegados.

La fidelidad a Dios nos va a liberar de dardos, conceptos, corrientes, y puede traer a nosotros
la visita de Dios. La fidelidad se demuestra a través de la sujeción, obediencia, oyendo,
recibiendo, aceptando, sujetándose a los procedimientos de Dios, que ha delegado a su
iglesia.

Tomemos muy en cuenta los elementos, los actos y el culto, porque ésto es la clave. Estos
son secretos que Dios tiene para los fieles. Un culto a Dios es lo que contiene tu persona, tu
llamado.

Si Dios tiene un propósito para tí, en tu llamado, entonces debes ubicarte en el lugar
adecuado para fungir como ministro que realmente oficie en la presencia de Dios y que
efectué la obra en la gente, así como efectuó la obra en la vida de la familia de Noé.

Eso es lo que Dios nos demanda a nosotros. No importa que sean dos o tres, pero que la
obra sea efectiva.

Tenemos que ser fieles en los elementos, los actos y en los cultos, porque de repente en
una de esas actividades, aparecerá el Señor. Por eso nos demanda fidelidad en los cultos.

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