Es un lingüista, activista estadounidense y filósofo. También es profesor
de lingüística en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y una de las figuras mas destacadas de la lingüística del siglo XX ya que realizó muchas investigaciones acerca de la teoría lingüística y ciencia cognitiva. A su vez, es reconocido por su activismo político, caracterizado por una fuerte crítica del capitalismo contemporáneo y de la política exterior de los Estados Unidos. Según las investigaciones de Noam Chomsky, los niños nacen con una estructura mental con la capacidad innata para el habla, siendo capaces de aprender y asimilar estructuras comunicativas y lingüísticas. Conjunto con esto, se requiere muy poco input lingüístico para su correcto funcionamiento y desarrollo prácticamente autónomo. Es así que explica que la facultad lenguaje está instaurada en la mente/cerebro como una especie de órgano, que permite la comprensión y producción de cadenas lingüísticas mediante una serie de cómputos llevados a cabo de forma totalmente inconsciente (el término mente/cerebro se utiliza para enfatizar la concepción de la mente como la abstracción de una serie de estados cerebrales). El funcionamiento de esos cómputos dependería de principios universales que pueden adquirir un determinado número de valores. En su libro Estructuras sintácticas en el que desarrolla su Teoría Gramática Generativa, argumentó que todos poseemos un “dispositivo de adquisición del lenguaje” (LAD) en nuestro cerebro. Este puede generar cualquier frase de cualquier idioma natural mediante la conexión de sonidos y significados. Según el lingüista, el LAD reacciona de forma automática ante los estímulos de un idioma durante la etapa crítica de la adquisición del lenguaje. Entonces, este determina que dicho idioma será la lengua vernácula del niño, encargándose de posibilitar la comprensión, expresión de locuciones y aprendizaje de normas en esa lengua en particular. El LAD consta de tres componentes: sintáctico, semántico y fonológico. El componente sintáctico genera cadenas lingüísticas en forma de dos representaciones: una estructura profunda y una estructura superficial, y los componentes semántico y fonológico generan interpretaciones de significado y de sonido de dichas cadenas (de la estructura profunda el semántico y de la superficial el fonológico). Estos principios, como la existencia de gramática y varias reglas sintácticas, son comunes a todos los lenguajes. En cambio, existen otros elementos que varían dependiendo del idioma que estudiemos.
En base a la Teoría de la Gramática Universal, propuso un nuevo
paradigma en el desarrollo del lenguaje, fundamentando que todos los idiomas que usamos los seres humanos tienen unas características comunes en su propia estructura”. Esta postura choca diametralmente con las teorías ambientalistas del desarrollo, que enfatizan el papel de la influencia del entorno sobre el individuo y la capacidad de este para ir adaptándose a los diferentes contextos que le tocan vivir. Además, afirma que los niños poseen la habilidad innata para la comprensión de la gramática del lenguaje, habilidad que van desarrollando a través de sus experiencias y aprendizajes. independientemente de su contexto familiar o cultural. Para designar este artefacto innato y para comprender la gramática, Chomsky usa el término de “Gramática Universal”, común en todos los sistemas de lenguaje conocidos hasta la fecha. Chomsky establece que, durante la infancia, existe un período “crítico” durante los cuales nos es más fácil aprender el lenguaje. Este período de mayor plasticidad cerebral durante el cual somos una esponja para los idiomas va desde el nacimiento hasta la pre-adolescencia. A través de su revisión del trabajo del lingüista y neurólogo alemán Eric Lenneberg, pone el acento en que los niños pasan por una etapa de lo que él denomina “alerta lingüística”. Durante este período clave, la comprensión y capacidad de aprendizaje de nuevos lenguajes es mayor respecto a otras etapas vitales. En palabras del propio Chomsky, “Todos pasamos por un período madurativo específico en que, gracias a los estímulos externos adecuados, nuestra capacidad para hablar un idioma se desarrollará rápidamente”. Por lo tanto, los niños a los que se les enseña varios idiomas durante su infancia y pre-adolescencia, seguramente serán capaces de adquirir correctamente las bases de estos lenguajes. Esto no sucede con personas adultas, puesto que su plasticidad, su capacidad de adquisición de lenguajes ya no se encuentra en tan buena forma.
El proceso de aprendizaje y la evolución del lenguaje
Tal como explica Chomsky, la razón de la existencia del lenguaje en los humanos no es permitir la comunicación sino permitir la creación y expresión del pensamiento. La expresión del pensamiento, es una necesidad humana a la cual responde la aparición del lenguaje. De esta manera, mediante la aparición del mismo, podemos comunicar a alguien nuestros pensamientos, emociones, sentimientos, etc. En consecuencia, el lenguaje es una construcción social que no para de evolucionar. La sociedad va marcando las pautas sobre las normas y usos comunes del lenguaje, tanto en su versión oral como en la escrita. De hecho, es muy común que los niños empleen el lenguaje de forma muy particular: mezclando conceptos, inventando palabras, deformando otras, construyendo las frases a su manera… Poco a poco, su cerebro va asimilando las reglas y recurrencias del idioma, cometiendo cada vez menos errores y usando con propiedad el amplio abanico de artefactos que les brinda el lenguaje. Un aspecto que resulta interesante, aunque también algo inquietante, es que Chomsky explica que los hablantes-oyentes están totalmente idealizados, los cuales serían una especie de hablante oyente que conoce el lenguaje a la perfección y que nunca comete errores, debido a que no se ve afectado por limitaciones o distracciones del contexto.
Es un escritor venezolano, docente, narrador, crítico y cronista de prensa. Considera que el proceso de hacer uso del lenguaje y construir el pensamiento, es un único periodo en la vida y que tiene varios periodos. Partiendo de que el hombre nace para hacer uso del lenguaje y construir el pensamiento y que gracias a ello es lo que es, para Linares es más pertinente considerar todo el proceso como un solo y único período en la vida, caracterizado eso si por varios estados particulares: Estado Inicial de interacción con el medio (y reconocimiento del mismo), más o menos pertinente a los tres primeros meses de vida (y aquí la edad no es más que una referencia pedagógica) y asociado a la emisión del llanto y el gorjeo. Estado de activación del Dispositivo para la Adquisición del Lenguaje (DAL), correspondiente a lo que tradicionalmente ha sido considerado como el período de balbuceo. Estado correspondiente a las primeras conformaciones simbólicas de la realidad, a partir de la doble articulación del lenguaje (primeros signos lingüísticos, centrados en la recreación de referentes propios del ambiente físico y de la conducta de los adultos). Estado de la consolidación de la gramática básica de la lengua particular que se está adquiriendo, relacionado con todos los componentes formales y funcionales del lenguaje. Estado de la instauración de las estructuras más complejas de la lengua materna, también inherente a los distintos componentes formales y funcionales, pero con particular énfasis en el inicio del dominio de las reglas pragmáticas, generadas sobre la base del incremento de intercambio verbal con miembros de la comunidad lingüística distintos a los del entorno familiar. Estado de consolidación y reajuste de las competencias pragmáticas y discursivas, marcado por un acceso a los niveles más abstractos del lenguaje (formas discursivas variadas y complejas). Cada estado implica la preparación de las condiciones sociolingüísticas y cognoscitivas requeridas como mínima base para el paso siguiente. Todos serían acumulativos, no excluyentes, ni evitables. También es probable que a partir de del segundo, cada estado se relacione de manera relevante con algún orden discursivo específico.