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INTRODUCCIÓN:

En general el terreno está formado por varias capas supuestas de


naturaleza y resistencia diferentes. Es el caso, pues, de averiguar si se
dispone de una capa resistente, la profundidad a que se encuentra y el
espesor (potencia) de la misma. Teniendo conocimiento de esto cuando
se adopta tal o cual tipo de fundación más racional, segura y económica
al mismo tiempo.

La cimentación es la parte de la estructura que permite la


transmisión de las cargas que actúan, hacia el suelo o hacia la roca
subyacente. Cuando los suelos reciben las cargas de la estructura, se
comprimen en mayor o en menor grado, y producen asentamientos de los
diferentes elementos de la cimentación y por consiguiente de toda la
estructura. Durante el diseño se deben controlar tanto los asentamientos
absolutos como los asentamientos diferenciales. La cual Morh – Coulomb
origino diferentes pruebas in situ y empíricas para determinar la mismos.

El suelo constituye el material de ingeniería más heterogéneo y


más impredecible en su comportamiento, es por ello que los coeficientes
de seguridad que suelen utilizarse son al menos de 3 con relación a la
resistencia. Además, Los esfuerzos combinados que representan la suma
o combinación de varios esfuerzos que son aplicados a un elemento
siendo estos esfuerzos de carga axial, esfuerzo por carga de flexión o
esfuerzo por carga de torsión. Su determinación es de mucha utilidad en
todas las ramas de la ingeniería, ya que por lo general los elementos
analizados no están sometidos a un solo tipo de esfuerzo, si no, más bien
a la interacción de varios esfuerzos de manera simultánea. También es un
método para seleccionar y dimensionar el material adecuado en un
proceso de construcción. Cabe destacar La presencia de diferentes tipos
de suelos y de distintos tipos de estructuras da lugar a la existencia de
distintos tipos de cimentaciones.
CAPACIDAD DE CARGA EN SUELOS:

Desde hace ya mucho tiempo, se ha querido establecer un


procedimiento para calcular la Capacidad de Carga que pueda tener un
suelo, sobre el cual pretendemos colocar un elemento de cimentación
para una estructura determinada. Al respecto, en principio es conveniente
aclarar que un suelo no tiene una capacidad de carga, si por ello
entendemos que habrá un valor de capacidad de carga para cada tipo de
suelo, únicamente.

Para tener un planteamiento adecuado del problema, debemos


aceptar que lo que llamamos Capacidad de Carga de un suelo, es una
respuesta que nos dará dicho suelo en relación con el valor de algunos
factores específicos que deberemos tomar en cuenta. Es decir que la
capacidad de carga no es un valor único e invariable de ese suelo, sino
que dependerá también de cómo vayamos a transmitirle dicha carga. Un
suelo nos responderá con una capacidad de carga que se encuentra en
función de parámetros tales como la geometría de, por ejemplo, una cierta
zapata de cimentación y su capacidad de carga variará (como lo indicó en
su momento y entre otros investigadores, K. Terzaghi), si dicha zapata es
de forma cuadrada, circular o rectangular, así como también de la
profundidad a la cual pretendamos desplantarla.

La capacidad de carga depende del tipo de suelo (gravas, arenas,


limos, arcillas o combinaciones de ellas), de las características de la
cimentación y de la estructura, y del coeficiente de seguridad adoptado. El
conocimiento de la presencia o ausencia del nivel de las aguas freáticas
(NAF) es muy importante porque cambia las condiciones de resistencia.

La capacidad de carga del suelo en las excavaciones para cimentar


se determinará mediante pruebas de carga.
Cuando no se tenga información más precisa para guiar el criterio,
podrá utilizarse la siguiente tabulación de capacidades de carga en
suelos, correspondientes a los grandes grupos básicos de materiales:

Capacidad de carga de
seguridad
Material Pa
Min. Máx.
Suelos aluviales 47880 95760
Arcillas 95760 383040
Arena confinada 95760 383040
Grava 191520 383040
Arena o grava comentadas 478800 957600
Roca 478800 957600

Las pruebas de carga tienen una validez limitada por la profundidad


y pueden no proporcionar datos sobre la consolidación a largo plazo.

La consolidación del suelo de cimentación puede producir


asentamientos en el terraplén, que provoquen presiones sobre los
estribos o una sobrecarga en los pilotes que atraviesan material de relleno
sobre el que se apoyan dichos estribos.

Cuando el gradiente hidráulico se incrementa, como acontece en


las excavaciones hechas abajo del nivel freático, el terreno de
cimentación puede aflojarse por el flujo ascendente del agua, por lo que
conviene evitar esas condiciones.

Deben evitarse las fallas por deslaves interiores dejando una base
adecuada sobre el material fino para drenar el zampeado, así como
colocando una capa de material propiamente graduado atrás de los
estribos.
FÓRMULA DE TERZAGHI:

Karl von Terzaghi (1943) propuso una fórmula sencilla para la


carga máxima que podría soportar una cimentación continua con carga
vertical centrada, apoyada sobre la superficie de un suelo dada por:

Dónde:

, carga vertical máxima por unidad de longitud.

, sobrecarga sobre el terreno adyacente a la cimentación.

, cohesión del terreno.

, ancho transversal de la cimentación

, peso específico del terreno.

,
Coeficientes dependientes de ángulo de rozamiento interno, para
las que Terzaghi sugirió algunas aproximaciones particulares, como por
ejemplo.

Puede considerarse que Terzaghi al ampliar el planteamiento de


Prandtl, y proponer un mecanismo de falla para un cimiento poco
profundo, se convierte en un iniciador de la adaptación y aplicación de
teorías de la Mecánica del Medio Continuo a problemas que puede
decirse que corresponden actualmente al campo de la Mecánica de
Suelos.

En su planteamiento, Terzaghi, llega a la propuesta de una ecuación para

obtener la Capacidad de Carga Ultima (a la que llama: ), para una


zapata alargada:

Y para el caso de emplearse una zapata cuadrada, propone:

En el primero de ellos podemos apreciar que se consideran las


características cohesivas o friccionantes del suelo al involucrar el valor “c”;
en el segundo elemento puede claramente apreciarse como influye en el

resultado final la profundidad de desplante de la zapata así como el

Peso Volumétrico del suelo y en el último elemento que compone la


ecuación se involucra la forma de la cimentación al incluir la dimensión del
ancho de la zapata (B).

Por lo tanto, podemos establecer la confirmación de que un suelo


no tiene una capacidad de carga fija y única, como en algunos casos
reales se pretende considerar, sino que ésta (la capacidad de carga)
dependerá tanto de las características particulares del suelo (cohesión,
fricción y peso volumétrico, básicamente), así como también dependerá
de las características del proyecto mismo de la cimentación especifica
que pretenda ser construida (profundidad de desplante y ancho B, en
zapatas rectangulares y el radio en circulares. En este breve escrito no se
hace mención a la ecuación propuesta por Terzaghi para zapatas
circulares). Es por ello que varios investigadores han propuesto
modificaciones a la teoría de Terzaghi, considerando que debe darse una
mayor importancia a los aspectos de profundidad y forma de una
cimentación (investigadores como Hansen, Chen y otros más).

De igual manera Terzaghi toma en consideración en cuanto al tipo


de material del suelo existente: Deben distinguirse los casos en los cuales
es probable que se presente falla local, de aquellos en los que las
probabilidades son de acusar un tipo de falla general. En materiales
arenosos sueltos o arcillosos blandos la deformación puede crecer mucho
al ser sometidos a cargas que se aproximen a la de falla, esto pudiese
provocar que no se desarrolle un estado plástico completo, pero el
asentamiento sería tal que obliga a considerar condición de falla. Este
último caso sería el que Terzaghi define como de falla local.

Existe además, un importante factor que también deberá ser


tomando en cuenta, como es la posición que ocupa el N.A.F. (nivel de
agua freática), en relación con la profundidad de desplante de la zapata
propuesta.

RESISTENCIA DEL SUELO:

En general el terreno está formado por varias capas supuestas de


naturaleza y resistencia diferentes. Es el caso, pues, de averiguar si se
dispone de una capa resistente, la profundidad a que se encuentra y el
espesor (potencia) de la misma. Teniendo conocimiento de esto cuando
se adopta tal o cual tipo de fundación más racional, segura y económica
al mismo tiempo.
METODOS EMPIRICOS PARA DETERMINAR LA RESISTENCIA DEL
TERRENO:

A medida que se va excavando, se comprueba la resistencia del


terreno mediante los siguientes métodos que no se fundamentan en un
estudio de laboratorio de suelos, sino más bien han ganado cierto grado
de credibilidad al venir siendo utilizados durante un tiempo considerable,
en el mismo que ha dado resultados técnicamente aceptables, algunos de
estos métodos los describiremos a continuación:

MEDIANTE LA UTILIZACIÓN DE LAS PROPIAS HERRAMIENTAS DE


EXCAVACIÓN:
ESTADO TENSIONAL EN EL SUELO DE FUNDACIONES:

Uno de los problemas fundamentales en el diseño de una


construcción es el poder determinar la capacidad portante del suelo
donde se apoya, para asegurar su estabilidad frente a la carga que les
impondrá la superestructura. El suelo de fundación no es acto para resistir
tracciones, pero es capaz de soportar limitadas compresiones y esfuerzos
cortantes. Si la magnitud de las compresiones aumenta
considerablemente, ocurre la falla por corte en alguna superficie interna
del suelo, por ello, la capacidad resistente de un suelo esta íntimamente
asociada a su capacidad para soportar corte la cual se evidencia por su
resistencia al deslizamiento en algún plano dentro de la masa del suelo.

Cuando se analiza un suelo, se lo supone en material isótropo y


homogéneo de comportamiento lineal bajo las cargas. Sin embargo, estas
condiciones son solo ideales, ya que en la realidad el suelo es una masa
heterogénea, formada por diversidad de partículas, y anisótropa pues
generalmente presenta plano preferencial de deformación. Además su
comportamiento es lineal solo para solicitaciones de pequeña magnitud.
Cuando el suelo soporta cargas, sufre deformaciones. Si se analiza
un cubo elemental de suelo que soporta un estado tensional triaxial y se
aplica un incremento al esfuerzo normal inicial.

LOS ESFUERZOS COMBINADOS:

Representan la suma o combinación del esfuerzo de carga axial,


esfuerzo por carga de flexión y esfuerzo por carga de torsión.

En la representación de los esfuerzos combinados, por lo general


los elementos analizados no están sometidos a un solo tipo de esfuerzo,
si no, más bien a la interacción de varios esfuerzos de manera
simultánea, es por ello que con la finalidad de localizar el punto en donde
la estructura llegaría a fallar (punto crítico en la estructura), se analiza la
interacción de todos los esfuerzos a los que está sometido el elemento.
También es un método para dimensionar y seleccionar el material
adecuado para el elemento.

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