Luna de mi exilio
Muñiz, Clara Luz
Luna de mi exilio. - 1a ed. - Mendoza : Facultad de
Filosofía y Letras - Universidad Nacional de Cuyo, 2007.
70 p. ; 18x15 cm.
ISBN 978-950-774-141-8
1. Poesía Argentina. I. Título
CDD A861
Luna de mi exilio
Leo
gracias por el latido
unas palabras
Primer intento. Acercarse a un libro es
acercarse a una circunstancia de escritura. La
circunstancia de Luna de mi exilio no es
típica.
.......................
Segundo intento. He estado pensando en
cómo debe leerse la poesía. Una buena opción
es hacerlo desde las ausencias, o sea,
reponiendo los elementos faltantes. Me baso
en la idea de que el poeta es siempre un
personaje siniestro que no llega a entender lo
que sus palabras dicen.
......................
Tercer intento. No existe el diálogo. Nunca
hay dos voces y si las hay son paralelas o
sordas. Estamos perdidos.
......................
Cuarto intento. Pensaba en las consecuencias
de cambiar los símbolos del tiempo. O sea, en
lugar de relojes usar radios en el brazo
izquierdo; la música también es tiempo, el
tiempo debiese siempre música. Bueno, nos
encontramos en el lugar de siempre cuando la
primera gimnopedia de Satie. Un abrazo.
.....................
Quinto intento. Única forma el exteriorizarse
mediante el sexo y la palabra. Sexo intenso.
.....................
Sexto intento. Desarrollar las ideas. Luna de
mi exilio fue escrito como un diálogo entre
Clara Luz Muñiz y Oscar Navarro por mensajes
de texto durante largas noches de insomnio.
Esto choca con lo estructural, porque se
puede creer que hay una intención de haiku
en los poemas, pero no es así. O quizás sí,
pero también no. La estructura no es más que
la limitación del medio, la única filosofía
detrás es la de Occidente, la de la
comunicación rápida, instantánea. Pero,
además, ¿cómo habría de ser haiku si el tema
que obsesiona es el tiempo que fluye como
agua en los dedos? No hay parsimonia, hay
Occidente. ¿Queda claro? Pero subsiste el
anhelo de las definiciones, del control, de la
tranquilidad, eso es lo que reponemos con
esta lectura.
GONZALO CÓRDOBA
Luna de mi exilio
2
Abre
la blanda alma su luz purpúrea
arrebatada.
6
Paraliza el péndulo.
8
Silencio.
10
Palabras de agua.
Estrategia de la arena:
el movimiento nos precipita sobre el minuto
caído.
Madrugada.
Ausente
la mano que escribe,
la pupila que gime,
la lengua que me pronuncia.
24
Distancia inasible,
borrasca de la pena:
las mismas piedras grises
muelen mi silencio
amanecido.
26
Tiza el aire.
Misterio dentro:
sangre inmaculada efervesciendo estigmas,
ácido almíbar mi manantial de esperas,
vértigo de ser hombre en nonato silencio
femenino.
30
¿soy
estos minutos que respiro?
34
Esclava.
Plegada la espalda.
Hembra de sal.
Tu sola noche
cristal de indiferencia.
Muero de deseo
piélago
48
El tiempo se petrifica.
Paz de pez,
de alga y clorofila,
de océano adentrándose en los ojos.
Como latido
inefable
el instante que aleja lo sido de lo por ser.
56
Azul la distancia.
Ojo de roca
devorado.
58
Bebo arena.
Una luz
despierta la noche.
60
Dios sinsentido.
Ceniza ha de ser
la sangre que respiro.
62
Milcien caireles.
Extraño tanto
la luna de mi exilio.
64
Exhalo minutos
de piel vacíos.
Surge la nada.
66
Soy la piedra,
la penumbra,
la invisibilidad de lo que existe
sin nombre.
70
Sólo una
estrella en el océano
de la pupila dormida.
Una sola.
72
Semilla de sosiego
íntimo
en el jardín desahuciado.
74
En la cama arena.
Desnuda
la huella
es la carne de los sueños.
78
Ínfima
resbalo por el vidrio
mientras lo demás crece.
82
Herrumbrada
existe sola la silueta de los cactus.
84
Duelo el sueño;
la realidad desnuda.
La pausa
otorga impulso al hueco
de esta voracidad vacía.
90
Sólo la risa
oscura
enmudece la hiedra absoluta
de su perfidia lacrada.
92
Rebelión en azul.
Final postergado.
Certeza femenina
las tetas lecheras
hasta el cáncer.
100
Sierpe en el ombligo.
Prenatal
deseo el deseo.
102
Huida erógena.
Hueco promiscuo
la mente:
ella o nadie.
108
Trémulo espanto,
abismo del silencio.
110
Prisa
como si la noche se abalanzara
sobre las palabras.
enumerados