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INTRODUCCIÓN

En la mayoría de los casos, la extracción dentaria es una intervención quirúrgica


simple que, efectuada de forma cuidadosa y competente, y en personas sanas, sólo
produce un malestar leve, y cicatriza rápida-mente. En la práctica, la aparición de
complicaciones es rara y, por lo general, éstas son leves.

No obstante, para Brabant y Oberkenbaum, la frecuencia de complicaciones en la


extracción dentaria es relativamente alta, y éstas se presentan en un 20% de las
exodoncia, aunque en muchos casos pueden pasar desapercibidas o ser de poca
importancia.
“ACCIDENTES Y COMPLICACIONES DE LA
EXTRACCIÓN DENTARIA”

DEFINICIÓN:
“Sucesos o fenómenos patológicos espontáneos o improvistos que aparecen durante o
después de una extracción dentaria”

Estas pueden ocurrir en el momento de la extracción dentaria y se les conoce como


las “complicaciones inmediatas” siendo las menos comunes o después de la
extracción y son referidas como las “complicaciones mediatas”.

En el lenguaje profesional se hace necesario establecer diferencias entre ACCIDENTE


y COMPLICACION; “accidente” es el término que se lo define como el fenómeno o
suceso espontaneo o imprevisto, generalmente desagradable que aparece en un
individuo sano o en el transcurso de la enfermedad y “complicación” hace referencia a
cualquier suceso que ocurre durante el acto quirúrgico y tiende a hacer más difícil el
tratamiento.

CLASIFICACIÓN:
a) Según su causa:

- Intrínseca: Ocurren dentro de la intervención quirúrgica.

- Extrínseca: la cual depende de:


 Paciente: edad, estado general, enfermedades asociadas, etc.
 Operador: debe manejar la técnica quirúrgica y sus complicaciones, y
realizar un correcto diagnóstico y utilizar un instrumental adecuado.

b) Según el tiempo de Evolución:

- Complicaciones Inmediatas: Suceden durante la exodoncia, prácticamente


son de carácter local, las de alcance general son por anestesia y pueden
presentarse como cuadros de dolor abdominal y torácico, dificultades
respiratorias o alteraciones a nivel de conciencia, siendo así la más común el
mareo que puede aparecer en algunos pacientes durante la maniobras
laboriosas de la extracción.

- Complicaciones Mediatas: Son generalmente de carácter infeccioso,


hemorrágico, mecánico, reflejo o tumoral.
COMPLICACIONES INMEDIATAS LOCALES MÁS FRECUENTES:

1. FRACTURA DEL DIENTE


Es el accidente más frecuente de la exodoncia; en el curso de la extracción, al
aplicarse la pinza sobre el cuello del diente y efectuarse movimientos de luxación, la
corona o parte de esta o parte de la nariz se quiebran quedando por lo tanto la porción
radicular en el alveolo.

Las causas de este accidente son múltiples. Ya dijimos que la fractura es un accidente
evitable en una gran proporción de los casos; el estudio radiográfico del órgano
dentario a extraerse, impone la técnica. Solo en las extracciones efectuadas a ciegas.
Sin el conocimiento de la disposición y forma radicular o en casos excepcionales.
Puede tener explicación la fractura.

Los órganos dentarios, debilitados por los proceso de caries o con anomalías
radiculares, no pueden resistir el esfuerzo aplicado sobre su corona y se fracturan en
el punto menor resistencia.

En el incompleto estudio clínico y radiográfico del diente a extraerse y equivocada


técnica quirúrgica, se funda la causa principal del accidente que consideramos.

CONDUCTA A SEGUIR EN UN CASO DE FRACTURA:

Producida la fractura, nuestros cuidados deben dirigirse a extraer la porción radicular


que queda en el alveolo. Para ello se debe realizar maniobras previas que salven el
error cometido.
EXAMEN RADIOGRÁFICO:

Si la extracción fue intentada sin el examen radiográfico previo, después de producida


la fractura se tornara una radiografía que nos indicara la posición, forma y disposición
radicular. No disponiendo de este factor (rayos x) habrá que intentarlo en contra de
este factor.

TRATAMIENTO DE LA FRACTURA:

-Preparación del campo operatorio:

A causa del traumatismo producido por la fractura del diente a extraer, se produce
desgarros de la encía, se desplazan esquirlas óseas y sobre todo en la boca del
alveolo se sitúan trozos del diente, la pulpa puede quedar expuesta. La encía
desgarrada y el periostio lesionado producen una hemorragia abundante que
oscurecen el campo operatorio.

Por preparación del campo operatorio se entiende eliminar los trozos óseos y
dentarios que lo cubren; cohibir la hemorragia de las partes blandas, es decir, aclarar
la visión del muñón radicular fracturado, para así poder llevar a feliz término su
extracción. Los fragmentos se retiran con pinzas de algodón, se lava la región con un
chorro de agua o suero fisiológico, se seca con gasa. La hemorragia también debe
cohibirse aplicando anestesia local a nivel de la zona sangrante. Sin el requisito previo
de tener un campo blanco, exangüe, no puede intentarse con éxito.

2. FRACTURA Y LUXACIÓN DE LOS DIENTES VECINOS:


La presión ejercida sobre la pinza de extracciones o sobre los elevadores puede ser
transmitida a los dientes vecinos, provocando la fractura de su corona (debilitada por
obturaciones o caries) o luxando el diente cuando posiciones radiculares (raíces
fusionadas) lo faciliten. El diente luxado puede ser remplazado en su alveolo

3. FRACTURA DEL INSTRUMENTAL EMPLEADO EN


EXODONCIA:
No es excepcional que las pinzas o los elevadores se fracturen en el acto quirúrgico,
cuando excesiva fuerza se aplique en ellos. Pueden así herirse las partes blandas u
óseas vecinas.

Se conoce de muchos otros casos, de menos importancia; trozos de tamaño variable


de pinzas, elevadores, cucharillas de black o fresas, fueron fracturados en el acto
quirúrgico, algunos quedaron como cuerpos extraños en el interior del hueso, para
extraerlos se impone una nueva intervención, si no es realizada en el acto de la
exodoncia. También pueden quedar en el alveolo del mismo diente.
4. FRACTURA DEL MAXILAR
FRACTURA DEL BORDE ALVEOLAR:

Accidente frecuente en el curso de la exodoncia; la variedad de la fractura depende la


importancia del accidente. La fractura del borde alveolar no tiene mucha
trascendencia; el trozo del hueso se extirpa con el órgano dentario o queda relegado
en el alveolo. En el primer caso no hay conducta especial a seguir, en el segundo
caso. Debe eliminarse el trozo fracturado delo contrario, el secuestro origina los
procesos inflamatorios consiguiente osteítis, obsesos, q no terminan hasta al
eliminación del hueso.

El mecanismo de fractura del bode alveolar o de trozos mayores del hueso, reside en
la fuerza que la pirámide radicular ejerce al pretender abandonar el alveolo, por un
espacio menor que el mayor diámetro de la raíz. En otras ocasiones. La fuerza
aplicada sobre la tabla externa es mayor que su límite de elasticidad. El hueso que se
quiebra siguiendo líneas variadas; en general es la tabla externa un trozo de la cual
se extrae con el diente.

FRACTURA DE LA TUBEROSIDAD

En la extracción del tercer molar superior, sobre todo en los retenidos. Y por el uso de
elevadores aplicados con fuerza excesiva, la tuberosidad del maxilar superior o
también parte de ella puede desprenderse, acompañando al molar ; En tales
circunstancias puede abrirse el seno maxilar, dejando una comunicación bucosinusal,
cuya obturación requiere un tratamiento apropiado.
FRACTURA TOTAL DEL MAXILAR
INFERIOR

La fractura total es un accidente posible.


aunque no frecuente ; en general es a
nivel del tercer molar donde la fractura
se produce se debe a la aplicación
incorrecta y fuerza exagerada en el
intento de extraer un tercer molar
retenido u otro diente retenido con
raíces con cementosis y dilaceradas.

La disminución de la resistencia ósea


debida al gran alveolo del molar, actúa
como una causa predisponente para la
fractura del maxilar, del mismo modo
como interviene debilitando el hueso una
osteomielitis o un tumor quístico.

Las afecciones generales y los estados


fisiológicos ligados al metabolismo del calcio, la diabetes, las enfermedades
parasifiliticas predisponen a los maxilares como a otros huesos para la fractura; es
suficiente un esfuerzo a veces mínimo o el esfuerzo del acto operatorio para producir
fractura de hueso.

PERFORACIONES DE LAS TABLAS VESTIBULAR O PALATINA

En el curos de la extracción de un remolar o molar superior, una raíz vestibular o


palatina puede atravesar las tablas óseas, ya sea por un debilitamiento de hueso a
causa de un proceso previo o esfuerzos mecánicos; el caso es que la raíz se halla en
un momento dado debajo de la fibromucosa entre esta y el hueso en cualquiera de las
caras tanto vestíbulo o como paladar. La búsqueda y extracción de tales es
generalmente engorrosa más sencilla resulta practicar una incisión en vestíbulo o
paladar y previa separación de colgajos por esta vía se extraen las raíces. Un punto
aproxima los bordes de las heridas.

Con respecto al maxilar inferior tal accidente es también posible, ambas tablas pueden
s3er perforada; Grandi relata acerca de una extracción dentaria, en el cual una de las
raíces fugadas del alveolo fue a localizarse en las partes blandas de la cara interna del
maxilar inferior siendo la causa de una neuritis traumática del nervio lingual.

Un accidente que ha sido relatado por algunos autores y como consecuencia de la


extracción del tercer molar inferior, consiste en la introducción violenta y traumática del
molar en el piso de la boca , ubicándose indistintamente por arriba o por abajo del
milohioideo. La causa de este accidente se debe a la delgadez o a veces a la
papirácea dela tabla interna del maxilar inferior a nivel del alveolo del tercer molar, el
esfuerzo realizado por el elevador proyecta el molar a través de esta tabla y lo ubica
en diferentes sitios.
5. LESIÓN DEL SENO MAXILAR
Perforación del piso del seno. Durante la extracción de los molares y premolares
superiores, puede abrirse el piso del antro; esta perforación adquiere dos formas:
Accidental o Instrumental.

En el primer caso, y por razones anatómicas de vecindad del molar con el piso del
seno, al efectuarse la extracción queda instalada la comunicación. Inmediatamente se
advierte el accidente, porque el agua del enjuagatorio, pasa por el seno y sale por la
nariz. En algunas oportunidades el paciente nota que ha cambiado el timbre de su voz.

En otros casos, los instrumentos de exodoncia, cucharillas, elevadores, pueden


perforar el piso simusal adelgazado, desgarrar la mucosa antral, estableciéndose por
este procedimiento una- comunicación. O es una raíz, como veremos enseguida, la
que perfora el seno al intentarse su extracción.

TRATAMIENTO DE LA COMUNICACIÓN OPERATORIA:

En la mayoría de casos, cuando la perforación obedece a razones anatómicas o es


realizada por instrumentos, el coagulo se encarga de obturar la comunicación. Basta
en tales casos, una torunda de gasa que favorezca la hemostasis o un punto de sutura
que acercando los bordes, establece mejores condiciones para la contención del
coagulo. No debe usarse torunda de gasa para obturar la cavidad alveolar ya que
puede ser motivo de una comunicación bocosinusal posterior. La torunda a que nos
hemos referido debe colocarse sobre el alveolo sangrante y el paciente deberá
apretarla con los dientes, manteniéndole firme hasta que se forme el coagulo.

Algunas veces el coagulo, de modo especial en alveolos grandes y que han sido
traumatizados se retrae y se desprende. El valor del coagulo, como elemento
obturador es en esas condiciones nulo. Es preciso en estas circunstancias realizar una
pequeña plástica, para reintegrar la disposición normal; se desprende la fibromucosa
por los lados bucal y palatino. Con esta maniobra es posible alargar el telón gingival
para obturar el alveolo. Si con eso no se consigue acercar los labios bucal y palatino,
habrá que resecar el hueso del borde alveolar. De este modo y previa incisión, que
permita alagar la fibromucosa, hasta llegar a cubrir el alveolo.
PENETRACIÓN DE UNA RAIZ EN EL SENO MAXILAR

Una raíz de un molar superior, al fugarse del alveolo empujada por las maniobras que
pretenden extraerla, puede comportarse de distintas maneras en relación con el seno
maxilar.

La Raíz penetra en el antro, desgarrando la mucosa sinusal y se sitúa en el piso de la


cavidad. La raíz se desliza entre la mucosa del seno y el piso ósea, quedando por lo
tanto cubierta por la mucosa. La raíz cae dentro de una cavidad patológica por debajo
del seno y en ella queda alojada.

-EXTRACCIÓN DE LA RAIZ EN EL SENO MAXILAR

Un examen radiográfico previo, nos impondrá de la ubicación exacta de la raíz. Sea


que la extracción de la raíz, se intente en la misma sesión o se realice posteriormente,
la vía de elección para su búsqueda es siempre la vestibular. La vía alveolar es mala y
anti quirúrgica. Difícilmente se logra extraer el resto radicular por esta vía y hay
peligro de dejar una comunicación con el seno.

La manera de proceder es la siguiente: Se trazan dos incisiones convergentes desde


el surco vestibular al borde libre. Esta incisión coincidirá con las lenguetas mesial y
distal del alveolo que estamos considerando.

Se desprende el colgajo según arte y expuesto el hueso se calcula por el examen


radiográfico la altura a que se encuentra el piso del seno y por lo tanto la raíz que se
quiera extraer. Se practica la Ostectomía de la tabla externa a escoplo o fresa. Por
esta maniobra, generalmente la mucosa sinusal queda desgarrada; en caso contrario
se la incide con un bisturí para poder llegar al interior del antro. Abierto el seno y
proyectando la luz hacia el interior de la cavidad, se busca la raíz. Hallada, se la toma
con una pinza larga, con una pinza de disección o bien se la elimina con una cucharilla
para hueso.

Con el objeto de que la perforación vestibular operatoria y la trasalveolar traumática se


obturen. Recorrimos a una sencilla maniobra plástica. La boca del alveolo debe ser
cubierta con tejido gingival, tal como se procede en caso simple de una perforación.
Se disminuye la altura del borde óseo alveolar y se desprende el colgajo palatino. Se
puede alargar el telón vestibular practicando a bisturí la sección del periostio, con el
cual se logra alargar el colgajo para que llene su propósito. Una sutura cierra a la boca
del alveolo y otros dos puntos afrontan los labios de la herida hacia distal y mesial.
Puede también realizarse una plástica por deslizamiento del colgajo vestibular.

En el caso de que la raíz este situado por debajo de la mucosa sinusal (La raíz no es
visible pero el piso sinusal esta levantado por una eminencia que denuncia la raíz
fugitiva), el seno es abierto por vestibular, como ya se ha indicado. Con un bisturí se
practica una incisión sobre la eminencia radicular. La raíz aparece y es extraída por los
medios indicados, esta forma de fuga de la raíz, se produce, por otra parte en muy
pocas oportunidades.
6. PENETRACION DE UN MOLAR EN EL SEXO MAXILAR

Un accidente poco frecuente, pero posible, es la introducción total de un molar,


generalmente el tercero, en el seno maxilar. La extracción del molar se realiza con una
técnica semejante a la de operación de Caldwell – Lue, que consiste en los siguientes
pasos:

-Realización de un colgajo semilunar.


-Se obtiene una ventana ósea a nivel de la fosa canina
-En el abordaje al seno se realiza una exploración y luego irrigación con suero
-Se sutura

7. PENETRACION DE UN DIENTE EN
REGIONES VECINAS
En el intento de extracción de un diente de la arcada, con más
frecuencia un tercer molar superior o inferior retenido, el diente
respondiendo a la aplicación incontrolada de fuerzas o
debilitamiento de las paredes o tablas óseas puede fugarse al piso
de la boca o a lugares vecinos.
8. LUXACION DEL MAXILAR INFERIOR
Consiste en la salida del cóndilo del maxilar de su
cavidad glenoidea. Accidente raro, se produce en
ocasión de las extracciones de los terceros molares
inferiores, en operaciones largas y fatigantes. Puede
ser unilateral o bilateral. El maxilar luxado puede
volver a ser ubicado en su sitio, por una maniobra
que mencionan todos los textos; se colocan los
dedos pulgares de ambas manos sobre la arcada
dentaria del maxilar inferior; los restantes dedos
sostienen el maxilar. Se imprimen fuertemente a este
hueso dos movimientos, de cuya combinación se
obtiene la restitución de las normales relaciones del
maxilar: Con un movimiento hacia abajo y otro hacia
arriba y atrás. Reducida la luxación, puede
continuarse la operación.

9. ACCIDENTES DE LAS PARTES


BLANDAS
Las lesiones o heridas sobre la mucosa libre alveolar
o la encía suelen darse en exodoncias difíciles y
complicadas y pueden provocar hemorragia,
hematomas o infecciones de forma secundaria.
Normalmente su causa en la mala praxis, técnica
deficiente o en la no utilización del método correcto
de la extracción. Si se adhiere la encía al diente este
debe ser cuidadosamente disecado antes de
completar la exodoncia.

Realizaremos su prevención utilizando técnicas


correctas como una sindesmotomia con la
protección de los tejidos mediante el uso de la mano
izquierda o con un buen diagnóstico previo que nos va a encaminar a técnicas
quirúrgicas desde el primer momento evitándonos un mayor traumatismo sobre esos
tejidos.

También se puede producir lesiones en mejillas, labios, lengua, mucosa palatina, suelo
de la boca, etc. Debida a descuidos en la aplicación del fórceps o los elevadores que
se nos pueden resbalar en el curso de las maniobras de la extracción dentaria. De
aquí la importancia de tener un buen punto de apoyo para evitar que estos
instrumentos salgan proyectados hacia los tejidos blandos. Estos accidentes suelen
ocurrir más comúnmente en las intervenciones quirúrgicas bajo anestesia general
.pueden provocarse quemaduras en los labios que son debidas a la utilización de
materiales muy calientes después de haber sido esterilizado por calor y colocado
demasiado pronto a la mesa operatoria o por un sobrecalentamiento de la pieza de
mano durante la extracción quirúrgica.

La lesión lingual produce una abundante hemorragia por tratarse de una estructura
muy vascularizada por lo que exige la colocación de unos puntos de sutura. Cuando
las lesiones son pequeñas, no vamos a realizar ningún tipo de maniobra reparadora,
solamente realizaremos la limpieza con suero fisiológico y colocamos una capa de
vaselina y en caso de producirse una quemadura utilizaremos una pomada apropiada
si la lesión es mayor debemos suturar y reparar la herida.

10. LESION DE LOS TRONCOS NERVIOSOS


Una extracción dentaria puede ocasionar una lesión de gravedad variable sobre los
troncos nerviosos. Estas lesiones pueden radicarse en los nervios superiores o
inferiores.

Los accidentes más importantes son los que tienen lugar sobre el nervio palatino
anterior, dentario inferior, mentoniano o nervio lingual.

El traumatismo sobre el tronco nervioso puede consistir en sección, aplastamiento o


desgarro del nervio, lesiones estas que se traducen por neuritis, neuralgias o
anestesias en zonas diversas. Frecuentemente ocurre en las extracciones del maxilar
inferior, por intervenciones sobre el tercer molar o premolares.

En las extracciones del tercer molar, y especialmente en la tercera molar retenido, la


lesión sobre el nervio dentario tiene lugar por aplastamiento del conducto, que se
realiza al girar el tercer molar retenido. El ápice, trazando un arco, se pone en contacto
con el conducto y aplasta a este y los elementos que contiene, ocasionando
anestesias definitivas, prolongadas o pasajeras, según la lesión.

Cuando se realizan extracciones de las premolares inferiores (sobre todo de las raíces
o ápices), la raíz o los instrumentos de exodoncia pueden lesionar el paquete
mentoniano a nivel del agujero homónimo o por detrás del mismo, provocando neuritis
o anestesia de este paquete.

Al descubrirse el nervio, debe preverse la contingencia de la lesión nerviosa, aplicando


un colgajo con sutura sobre la parte descubierta. En lesiones mayores habrá que
proceder como se indica en el tratamiento de los quistes a nivel del agujero
mentoniano.
11. HEMORRAGIA
Consideramos la hemorragia como accidente pos-extracción. Puede presentarse en
dos formas: Inmediata o mediata

En el primer caso, la hemorragia sigue a la operación. La falta de coagulación de la


sangre, y la no formación del coagulo, se deben a razones generales o a causas
locales. Las primeras ya fueron realizadas.

Las causas locales obedecen a procesos congestivos en la zona de la extracción,


debido a granulomas, focos de osteotis, pólipos gingivales, lesiones gingivales
ocasionadas por paradentosis, gingivitis, herida y desgarros de la encía, esquirlas o
trozos óseos que permanecen entre los labios de la herida gingival.

En ocasiones es un grueso tronco óseo arterial el que sangra, o la hemorragia se debe


a los múltiples vasos capilares lesionados por la operación.

El tratamiento de esta hemorragia inmediata se realiza suprimiendo quirúrgicamente el


foco congestivo sangrante (pólipo, osteítis, granuloma, trozo de hueso)

La extirpación se hace con cucharillas filosas cuando el foco es gingival. Un


taponamiento y compresión del alveolo sangrante, dará cuenta de la hemorragia.

El taponamiento es un método preciso. Se realiza con un trozo de gasa (yodoformada


o xeroformada) la cual puede emplearse seca o impregnada de medicamentos
hemostáticos, tales como el agua oxigenada, adrenalina, sueros, tromboplastina,
percloruro de hierro. De acuerdo con la intensidad de la hemorragia. Empleamos los
medicamentos antedichos, que han sido citados según el grado de su acción
terapéutica.

El tapón se coloca dentro del alveolo que sangra, permitiendo que su extremo libre
cubra el alveolo. Sobre él se aplica un trozo de gasa proporcionado al sitio en que
actúa; el todo es mordido por el paciente, que mantiene de este modo el taponamiento
durante un tiempo variable (quince minutos a una hora) El trozo de gasa de la
superficie se seca con las precauciones debidas; si la hemorragia ha cesado, puede
retirarse el paciente, con tapón medicamentoso dentro del alveolo. Este método está
indicado en ambos maxilares, a excepción de la zona de premolares y molares
superiores; la torunda de gasa en el alveolo, dejada varios días, puede ser el origen de
una comunicación bucosinusal.

Todos los problemas que originan la hemorragia pueden prevenirse por el empleo
sistematico de la sutura posextraccion por este procedimiento la hemorragia es
excepcional.

Si la hemorragia se produce varias horas después de realizada la extracción se


procede como sigue:

se practica un enjuagatorio con una solución al 10% de agua oxigenada tibia, con el
objeto de limpiar la cavidad bucal y el lugar de la operación, eliminar el coagulo que
flota sobre la herida y poder ver con claridad y por donde sangra y cuál es el sitio de
mayor afluencia sanguínea; se seca cuidadosamente la región sospechada con una
torunda de gasa. Si el vaso sangrante es gingival y está a nuestro alcance, puede
practicarse su hemostasis aplicando un punto de galvanocautorio (rojo-blanco)

Cuando la hemorragia es profunda, se procesa como se indicó antes, taponamiento de


la cavidad con una tira de gasa con medicamentos. Sobre este tapón se realiza la
compresión con otra gasa, todo lo cual mantiene al paciente bajo su mordida.

El método ideal, para el tratamiento de estas hemorragias es el siguiente: inspección


de la zona sangrante para localizar la región de la hemorragia; se realiza una
anestesia local, cuyo efecto vasoconstrictor "blanqueara" el campo y se practica una
sutura, sobre los bordes de la herida tratando de tomar con ella, el vaso que sangra. El
cese de la hemorragia es inmediato, después de realizar la sutura. En caso de
persistencia de la hemorragia, a pesar de los tratamientos locales instituidos, habrá
que recurrir a medicaciones generales, tales como la transfusion sanguínea, las
inyecciones de sustancias que aceleren la coagulación, devolviendo al tejido algunos
de los elementos que le faltan.

12. HEMATOMAS

Un accidente frecuente y al cual no


se le asigna la importancia que tiene
es el ocasionado por los hematomas
operatorio. Consiste en la difusión de
la sangre, siguiendo planos
musculares, o a favor de menor
resistencia que le oponen a su paso
los tejidos vecinos del lugar donde
se ha practicado una operación bucal.

El hematoma se caracteriza por un aumento de volumen a nivel del sitio operado y un


cambio de color de la piel vecina; este cambio de color sigue las variaciones de la
transformación sanguínea y de la descomposición de la hemoglobina; así toma
primeramente un color rojo vinoso, que hace más tarde violeta y amarillo. El cambio de
color de la piel dura varios días y termina generalmente por resolución al octavo y
noveno. Pero a colección sanguínea en si puede infectarse (es frecuente que así lo
haga) , produciendo dolor local , rubor, fiebre intensa, reacción ganglionar. Todo ese
cortejo dura aproximadamente una semana. Su tratamiento consiste en colocar bolsa
de hielo para disminuir el dolor y a tensión, sulfamidoterapia y antibióticos; si el
hematoma llega a abscedar será menester abrir quirúrgicamente el foco con bisturí,
electrocauterio o separador los labios de la herida operatoria, por los cuales emergerá
la pus; un trozo de gasa yodoformada mantendrá expedida la vía de drenaje.

COMPLICACIONES MEDIATAS LOCALES MÁS FRECUENTES:

13. ALVEOLITIS

La alveolitis, es decir, la infección


pútrida del alveolo dentario después
de una extracción, es una
complicación frecuente. Para su
producción intervienen diversos
factores; la conjunción de algunos
de ellos desatan esta afección, que
en muchas oportunidades adquiere
caracteres alarmantes, por la
intensidad de un de sus síntomas: el
dolor.

Cabanne considera que este


proceso se presenta de maneras diversas. a) formando parte del cortejo de
inflamaciones óseas más extendidas ,osteítis, periostitis óseas , flemones
perimaxilares, etc. ; b) inflamación a predominio alveolar , con un alveolo fungoso,
sangrante y doloroso, alveolitis plástica, y c) alveolitis seca, alveolo abierto sin
coagulo, paredes óseas expuestas ,dolorosa, tejido gingival poco infiltrado, muy
doloroso también, sobre todo en los bordes.

En el primer tipo, la lesión alveolar forma parte una gran lesión inflamatoria, seria a
veces, porque su extracción llega a desbordar los límites de odontología. Sin embargo,
es necesario hacer notar que que existe dentro del conjunto de estas lesiones, las
posibilidad de los casos siguientes de alveolitis (b y c).
En el segundo (b), se trata de generar reacciones antes cuerpos extraños, sobre todo
equirlas óseas y a veces esquirlas dentarias de dientes fracturados.

La clase c es típica. Generalmente después de una extracción laboriosa, sin lesiones


previas alveolar y con más razón si la hubo, se nos presenta una lesión en que por
falta inmediata o por desaparición prematura del coagulo, el alveolo abierto queda en
comunicación con la cavidad bucal, con sus paredes óseas desnudas y sus bordes
gingivales separados. Las paredes óseas tiene un color grisáceo, parecen de piedra
pómez, no se ven los puntos rojos del tejido alveolar; las areolas parecen
deshidratadas. Sin embargo, no se forma secuestro y pasan a vences más de 20 días
antes que el proceso cicatrizar se revele y durante ese tiempo el síntoma dolor
acompaña la lesión con una tenacidad continua.

Este es el cuadro clínico en esta complicación. Una verdadera alveolalgiaque se


irradia por las ramas del nervio trigémino, y para calmarla los tratamientos son a veces
insuficientes.

Acabamos de decir que para la producción de alveolitis interviene una serie de


factores; el principal es el traumatismo operatorio, el cual debe de actuar junto con
otros;

a) anestesia local: los productos químicos que se emplean en la anestesia local


tienen un indudable poder toxico sobre tejidos perialveolares. Al ser extraído
bajo anestesia local un diente portador de un proceso apical, de una lesión del
periodonto y de una alveolitis, las condiciones infecciosas se exacerban y se
instala una alveolitis posoperatoria.
b) El estado general del paciente, debilitado por una enfermedad general o con
trastornos metabólicos varios.
Para Orleans, las causas de dolor posoperatorio se deberían a las siguientes
razones:
a. Irritación debía a bordes cortantes de hueso.
b. Trozos de hueso que irritan e inflaman al alveolo: secuestros.
c. Traumatismo en el alveolo, debido a su raspado con cucharillas que
pulen el hueso. Por el mismo mecanismo, extracciones laboriosas
bruñen la superficie interna de los alveolos.
d. Permanecían en los alveolos de raíces, cuerpos extraños, restos de
granuloma, quistes etc.
e. Estados generales que condicionan dificultades en la cicatrización:
diabetes, fiebres.
f. La anestesia local (sobre todo en el maxilar inferior).
Para Scherman, la acción de salivar causa una presión negativa, la cual
a su vez libera el alveolo de su coagulo protector.

Sobre la localización de la alveolitis se puede decir que el maxilar inferior es


muchísimo mas frecuente que en el superior. Los alveolos más atacados son los
molares; entre estos, el del tercer molar.
El alveolo donde se localiza la afección, se presenta con sus bordes tumefactos; las
paredes bucal y lingual, ligeramente rojiza y edematizadas. Todo el alveolo recubierto
d una magma gris-verdoso, maloliente. En ocasiones, y esta la característica la que le
ha dado el nombre de alveolo seco, los las paredes alveolares sin coagulo, las que se
encuentran cubiertas con una capa verdosa, o están desnudas; el hueso alveolar en
contacto con el medio bucal; los ganglios tributarios al alveolo enfermo se hallan
infartados.

c) Entre los factores traumáticos hay que mencionar la excesiva presión sobre las
trabéculas óseas realizada por los elevadores, las violencias ejercidas sobre
las tablas alveolares, la elevación de la temperatura del hueso, debida al uso
sin medida y sin control de las fresas; por eso es verdad la frase de Zimmer: “A
mayor trauma quirúrgico, mayor cuidado posoperatorio”. Recordamos a este
propósito, la importancia del trauma y la manera de evitarlo por el empleo de
las técnicas de la extracción por aveolectomia y odontoseccion.
d) Los factores bacterianos tienen importancia en alveolitis
Schroff y Bartels dicen que los principales invasores son los del tipo
anaeróbico, especialmente bacilos fusiformes y espiroquetas. Esta bacteria por
efecto de sus toxinas y por una acción sobre sus terminaciones nerviosas del
hueso alveolar.
CONCLUSIONES:

- Los accidentes y complicaciones surgen debido a errores de


diagnóstico, por malas indicaciones, mal uso de instrumentos, aplicación
de fuerza excesiva, y por no visualizar de forma correcta la zona
operatoria antes de actuar. Como dice Kruger "para hacer bien, tienes
que ver bien" aplicándolo a la exodoncia y añade "haga bien lo que vea".

- Por ello, antes de iniciar una exodoncia, debe poseerse una formación lo
suficientemente sólida para actuar de manera reglada y con
conocimiento de causa, evitando las improvisaciones y los gestos
quirúrgicos que no estén fundamentados científicamente.

- Alguna de estas complicaciones puede preverse durante el diagnóstico


del caso y por ello el paciente debe ser informado previamente. También
es muy importante hacer que el paciente firme una hoja de con-
sentimiento previo, en el que se indicarán qué posibles complicaciones
pueden derivar de la extracción dentaria.

- La variedad de posibles complicaciones en la exodoncia es grande;


éstas pueden deberse a la anestesia, a la extracción misma e incluso al
estado general del paciente.

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