DEFINICIÓN:
“Sucesos o fenómenos patológicos espontáneos o improvistos que aparecen durante o
después de una extracción dentaria”
CLASIFICACIÓN:
a) Según su causa:
Las causas de este accidente son múltiples. Ya dijimos que la fractura es un accidente
evitable en una gran proporción de los casos; el estudio radiográfico del órgano
dentario a extraerse, impone la técnica. Solo en las extracciones efectuadas a ciegas.
Sin el conocimiento de la disposición y forma radicular o en casos excepcionales.
Puede tener explicación la fractura.
Los órganos dentarios, debilitados por los proceso de caries o con anomalías
radiculares, no pueden resistir el esfuerzo aplicado sobre su corona y se fracturan en
el punto menor resistencia.
TRATAMIENTO DE LA FRACTURA:
A causa del traumatismo producido por la fractura del diente a extraer, se produce
desgarros de la encía, se desplazan esquirlas óseas y sobre todo en la boca del
alveolo se sitúan trozos del diente, la pulpa puede quedar expuesta. La encía
desgarrada y el periostio lesionado producen una hemorragia abundante que
oscurecen el campo operatorio.
Por preparación del campo operatorio se entiende eliminar los trozos óseos y
dentarios que lo cubren; cohibir la hemorragia de las partes blandas, es decir, aclarar
la visión del muñón radicular fracturado, para así poder llevar a feliz término su
extracción. Los fragmentos se retiran con pinzas de algodón, se lava la región con un
chorro de agua o suero fisiológico, se seca con gasa. La hemorragia también debe
cohibirse aplicando anestesia local a nivel de la zona sangrante. Sin el requisito previo
de tener un campo blanco, exangüe, no puede intentarse con éxito.
El mecanismo de fractura del bode alveolar o de trozos mayores del hueso, reside en
la fuerza que la pirámide radicular ejerce al pretender abandonar el alveolo, por un
espacio menor que el mayor diámetro de la raíz. En otras ocasiones. La fuerza
aplicada sobre la tabla externa es mayor que su límite de elasticidad. El hueso que se
quiebra siguiendo líneas variadas; en general es la tabla externa un trozo de la cual
se extrae con el diente.
FRACTURA DE LA TUBEROSIDAD
En la extracción del tercer molar superior, sobre todo en los retenidos. Y por el uso de
elevadores aplicados con fuerza excesiva, la tuberosidad del maxilar superior o
también parte de ella puede desprenderse, acompañando al molar ; En tales
circunstancias puede abrirse el seno maxilar, dejando una comunicación bucosinusal,
cuya obturación requiere un tratamiento apropiado.
FRACTURA TOTAL DEL MAXILAR
INFERIOR
Con respecto al maxilar inferior tal accidente es también posible, ambas tablas pueden
s3er perforada; Grandi relata acerca de una extracción dentaria, en el cual una de las
raíces fugadas del alveolo fue a localizarse en las partes blandas de la cara interna del
maxilar inferior siendo la causa de una neuritis traumática del nervio lingual.
En el primer caso, y por razones anatómicas de vecindad del molar con el piso del
seno, al efectuarse la extracción queda instalada la comunicación. Inmediatamente se
advierte el accidente, porque el agua del enjuagatorio, pasa por el seno y sale por la
nariz. En algunas oportunidades el paciente nota que ha cambiado el timbre de su voz.
Algunas veces el coagulo, de modo especial en alveolos grandes y que han sido
traumatizados se retrae y se desprende. El valor del coagulo, como elemento
obturador es en esas condiciones nulo. Es preciso en estas circunstancias realizar una
pequeña plástica, para reintegrar la disposición normal; se desprende la fibromucosa
por los lados bucal y palatino. Con esta maniobra es posible alargar el telón gingival
para obturar el alveolo. Si con eso no se consigue acercar los labios bucal y palatino,
habrá que resecar el hueso del borde alveolar. De este modo y previa incisión, que
permita alagar la fibromucosa, hasta llegar a cubrir el alveolo.
PENETRACIÓN DE UNA RAIZ EN EL SENO MAXILAR
Una raíz de un molar superior, al fugarse del alveolo empujada por las maniobras que
pretenden extraerla, puede comportarse de distintas maneras en relación con el seno
maxilar.
En el caso de que la raíz este situado por debajo de la mucosa sinusal (La raíz no es
visible pero el piso sinusal esta levantado por una eminencia que denuncia la raíz
fugitiva), el seno es abierto por vestibular, como ya se ha indicado. Con un bisturí se
practica una incisión sobre la eminencia radicular. La raíz aparece y es extraída por los
medios indicados, esta forma de fuga de la raíz, se produce, por otra parte en muy
pocas oportunidades.
6. PENETRACION DE UN MOLAR EN EL SEXO MAXILAR
7. PENETRACION DE UN DIENTE EN
REGIONES VECINAS
En el intento de extracción de un diente de la arcada, con más
frecuencia un tercer molar superior o inferior retenido, el diente
respondiendo a la aplicación incontrolada de fuerzas o
debilitamiento de las paredes o tablas óseas puede fugarse al piso
de la boca o a lugares vecinos.
8. LUXACION DEL MAXILAR INFERIOR
Consiste en la salida del cóndilo del maxilar de su
cavidad glenoidea. Accidente raro, se produce en
ocasión de las extracciones de los terceros molares
inferiores, en operaciones largas y fatigantes. Puede
ser unilateral o bilateral. El maxilar luxado puede
volver a ser ubicado en su sitio, por una maniobra
que mencionan todos los textos; se colocan los
dedos pulgares de ambas manos sobre la arcada
dentaria del maxilar inferior; los restantes dedos
sostienen el maxilar. Se imprimen fuertemente a este
hueso dos movimientos, de cuya combinación se
obtiene la restitución de las normales relaciones del
maxilar: Con un movimiento hacia abajo y otro hacia
arriba y atrás. Reducida la luxación, puede
continuarse la operación.
También se puede producir lesiones en mejillas, labios, lengua, mucosa palatina, suelo
de la boca, etc. Debida a descuidos en la aplicación del fórceps o los elevadores que
se nos pueden resbalar en el curso de las maniobras de la extracción dentaria. De
aquí la importancia de tener un buen punto de apoyo para evitar que estos
instrumentos salgan proyectados hacia los tejidos blandos. Estos accidentes suelen
ocurrir más comúnmente en las intervenciones quirúrgicas bajo anestesia general
.pueden provocarse quemaduras en los labios que son debidas a la utilización de
materiales muy calientes después de haber sido esterilizado por calor y colocado
demasiado pronto a la mesa operatoria o por un sobrecalentamiento de la pieza de
mano durante la extracción quirúrgica.
La lesión lingual produce una abundante hemorragia por tratarse de una estructura
muy vascularizada por lo que exige la colocación de unos puntos de sutura. Cuando
las lesiones son pequeñas, no vamos a realizar ningún tipo de maniobra reparadora,
solamente realizaremos la limpieza con suero fisiológico y colocamos una capa de
vaselina y en caso de producirse una quemadura utilizaremos una pomada apropiada
si la lesión es mayor debemos suturar y reparar la herida.
Los accidentes más importantes son los que tienen lugar sobre el nervio palatino
anterior, dentario inferior, mentoniano o nervio lingual.
Cuando se realizan extracciones de las premolares inferiores (sobre todo de las raíces
o ápices), la raíz o los instrumentos de exodoncia pueden lesionar el paquete
mentoniano a nivel del agujero homónimo o por detrás del mismo, provocando neuritis
o anestesia de este paquete.
El tapón se coloca dentro del alveolo que sangra, permitiendo que su extremo libre
cubra el alveolo. Sobre él se aplica un trozo de gasa proporcionado al sitio en que
actúa; el todo es mordido por el paciente, que mantiene de este modo el taponamiento
durante un tiempo variable (quince minutos a una hora) El trozo de gasa de la
superficie se seca con las precauciones debidas; si la hemorragia ha cesado, puede
retirarse el paciente, con tapón medicamentoso dentro del alveolo. Este método está
indicado en ambos maxilares, a excepción de la zona de premolares y molares
superiores; la torunda de gasa en el alveolo, dejada varios días, puede ser el origen de
una comunicación bucosinusal.
Todos los problemas que originan la hemorragia pueden prevenirse por el empleo
sistematico de la sutura posextraccion por este procedimiento la hemorragia es
excepcional.
se practica un enjuagatorio con una solución al 10% de agua oxigenada tibia, con el
objeto de limpiar la cavidad bucal y el lugar de la operación, eliminar el coagulo que
flota sobre la herida y poder ver con claridad y por donde sangra y cuál es el sitio de
mayor afluencia sanguínea; se seca cuidadosamente la región sospechada con una
torunda de gasa. Si el vaso sangrante es gingival y está a nuestro alcance, puede
practicarse su hemostasis aplicando un punto de galvanocautorio (rojo-blanco)
12. HEMATOMAS
13. ALVEOLITIS
En el primer tipo, la lesión alveolar forma parte una gran lesión inflamatoria, seria a
veces, porque su extracción llega a desbordar los límites de odontología. Sin embargo,
es necesario hacer notar que que existe dentro del conjunto de estas lesiones, las
posibilidad de los casos siguientes de alveolitis (b y c).
En el segundo (b), se trata de generar reacciones antes cuerpos extraños, sobre todo
equirlas óseas y a veces esquirlas dentarias de dientes fracturados.
c) Entre los factores traumáticos hay que mencionar la excesiva presión sobre las
trabéculas óseas realizada por los elevadores, las violencias ejercidas sobre
las tablas alveolares, la elevación de la temperatura del hueso, debida al uso
sin medida y sin control de las fresas; por eso es verdad la frase de Zimmer: “A
mayor trauma quirúrgico, mayor cuidado posoperatorio”. Recordamos a este
propósito, la importancia del trauma y la manera de evitarlo por el empleo de
las técnicas de la extracción por aveolectomia y odontoseccion.
d) Los factores bacterianos tienen importancia en alveolitis
Schroff y Bartels dicen que los principales invasores son los del tipo
anaeróbico, especialmente bacilos fusiformes y espiroquetas. Esta bacteria por
efecto de sus toxinas y por una acción sobre sus terminaciones nerviosas del
hueso alveolar.
CONCLUSIONES:
- Por ello, antes de iniciar una exodoncia, debe poseerse una formación lo
suficientemente sólida para actuar de manera reglada y con
conocimiento de causa, evitando las improvisaciones y los gestos
quirúrgicos que no estén fundamentados científicamente.