1. EL ORIGEN DE LA TUTORÍA
El concepto actual de tutoría y sus distintos enfoques teóricos y prácticos vienen a ser el
resultado de la influencia de una serie de acontecimientos y aportaciones que se han
producido a lo largo del siglo XX. No obstante, la acción de orientar es un hecho natural
que ha estado presente en diferentes culturas, algunos antecedentes se remontan a los
orígenes mismos de la humanidad, aunque los primeros antecedentes se encuentran en
la cultura clásica Griega. Así, Sócrates (¿470?-399 a. de J. C.) defiende desde su
pensamiento filosófico uno de los elementos prioritarios de la tutoría como es el
conocimiento de sí mismo, Platón (428-347 a. de J. C.) repara en la necesidad de
determinar las aptitudes de los individuos para lograr su ajuste y adecuación social; y
Aristóteles (384-322 a. de J. C.) propugna el desarrollo de la racionalidad para poder
elegir una actividad en consonancia con los intereses de los sujetos.
En la Edad Media también se encuentran algunas evidencias escritas como las obras de
Santo Tomás de Aquino (1225-1274) quién retoma en sus textos algunas sugerencias
pedagógicas que describen ejercicios de enseñanza basadas en el conocimiento y
desarrollo de las potencialidades humanas, existen otros textos de esa misma época
como el de Doctrina Pueril que propone el hecho de que cada persona elija la ocupación
que mejor pueda desempeñar según sean sus capacidades.
Para poder rastrear el origen del concepto de tutoría es necesario acudir a la historia
misma de la educación, y al recorrerla es interesante como se encuentra una serie de
modalidades distintas que van desde una interpretación de orientador o guía hasta el de
instructor, que nos llevan a diferentes conceptos multifacéticos como los siguientes:
Ayo: entendido como la persona encargada de la custodia, crianza o educación de un
niño. También se le designa como el responsable de la educación doméstica, Alfonso X
El Sabio tiene un libro titulado Las siete partidas. Los ayos y ayas, donde se plantea la
necesidad de este tipo de instrucción para hijos de reyes que les permita aprender a leer,
escribir y las buenas costumbres. Por otra parte se puede encontrar en el Tratado de
Educación de Príncipes, el perfil o las cualidades que debería de tener un Ayo: honesto,
dadivoso, moderado, cuerdo y resoluto.
Consejero: persona que da consejos, sobre materias importantes, con el fin de ayudar a
tomar decisiones, su papel es el de trabajar individualmente con el alumno, ayudándole
a aprender, a resolver problemas, a hacer planes y a entenderse con los demás.
Orientador: persona que posee recursos técnicos específicos que utiliza para ayudar a
los alumnos y a los docentes.
Tutor: es la modalidad más moderna. Su trabajo cumple una doble función informativa
y formativa que pretende trasmitir conocimientos, que se complementa con la función
de formar. Por otra parte, en el derecho jurídico existe también la figura del tutor,
considerada como aquella persona que desempeña las veces del padre cuando éste no
puede hacerlo, bien por su muerte, incapacidad u otra causa. Con frecuencia se suele ver
documentos y solicitudes que en el lugar de la firma indican padre o tutor, según
corresponda.
Guía: término muy genérico. Tiene como misión enseñar al otro el camino correcto
para llegar a la meta. Luis Vives opina “Que el profesor no se limita a enseñar, y para
cumplir su función primordial de educar tiene que convertirse en guía que ayude a cada
uno a tomar decisiones razonables sobre sus estudios, su profesión y su vida. Ha de
reconocer las buenas y malas tendencias, los rasgos positivos para estimularlos y los
negativos para modificarlos”
“La tutoría es una interacción en dos sentidos –un proceso de buscar, dar y recibir
ayuda-. La tutoría se dirige a ayudar a una persona, un grupo, una organización, o
un sistema más grande para movilizar los recursos internos y externos con objeto de
resolver las confrontaciones con problemas y ocuparse de esfuerzos de cambio” (Lippit,
1986, p. 1).
“La tutoría es un servicio indirecto que tiene lugar entre profesionales de estatus
coordinado. Es iniciado por el tutorado, quién tiene toda libertad para aceptar o
rechazar los servicios en cualquier momento. Involucra al tutor y al tutorado en una
relación confidencial y colaborativa que se configura por las siguientes metas que tiene
el tutor:
“La tutoría se puede definir como un proceso interactivo de ayuda –una serie de
pasos secuenciados dados para alcanzar algún objetivo a través de las relaciones
interpersonales-.Un participante en la transacción tiene un extenso conocimiento en una
función específica, el tutor, y el otro, generalmente un profesional, el tutorado, se
enfrenta con un problema relativo a su trabajo que requiere el conocimiento y pericia
del tutor para su solución o mejora”. (Kadushin, 1997, p. 25)
De entre los diversos estudios sobre este tema destacamos a Schmidt y Mouse y
Mouse consideran que la “congruencia social” (valoración que el experto hace
del problema objeto de estudio y el conocimiento que aporta al proceso) y la
“congruencia cognitiva” (manejo de las cualidades interpersonales que se ponen
en juego) son importantes factores de la tutoría para estimular el aprendizaje del
alumno.
Pero ¿qué sucede en la Universidad? ¿qué representa la tutoría en este nivel educativo?,
¿cuenta con una apoyatura legal? ¿está instaurada entre el profesorado universitario? ¿qué
modalidades existen?. El compromiso por adquirir una sólida formación en este campo y
el afán de conseguir una información lo más fidedigna sobre esta función, ha llevado a
rastrear la literatura científica sobre este tema. Los primeros trabajos sobre la Orientación
en el ámbito universitario se deben a Díaz Allué (1973). Posteriores estudios de Benavent,
1984; Lobato, 1994; Castellano, 1995; Gallego, 1997; Valdivia, 1997; Rodríguez Moreno
(1999), Álvarez Rojo, 2000, Durán (2003), etc., ponen de manifiesto la ineludible
necesidad de asumir con conocimiento y dedicación esta importante tarea.
Las documentadas aportaciones de Lázaro Martínez (1997), Gallego (1997), Gairín (2004),
entre otras, permiten tener una información pormenorizada sobre el tema y ayudan a
consolidar las propias intuiciones y creencias sobre la tutoría universitaria.
Diagnóstico
8. TIPOS DE TUTORÍAS
A. TUTORÍA INDIVIDUAL
Está orientada a la atención y acompañamiento personal a un tutorado por parte de
un tutor. El tutor deberá trabajar de manera personalizada con el tutorado y con éste
definir su programa de actividades y evaluar el resultado de las acciones
emprendidas.
B. LA TUTORIA GRUPAL
Por qué y para qué la tutoría grupal.
- Preparando el encuentro
La tutoría grupal no puede provocar alteración en el discurrir cotidiano de la actividad
académica de los estudiantes. De aquí la necesidad de su preparación previa para que el
tiempo y dedicación a la misma sea valorado positivamente.
Téngase en cuenta:
- El orden del día: consiste en explicitar los temas a tratar, de acuerdo al Plan de
Acción Tutorial y a los elementos de seguimiento del grupo de que dispone el tutor,
puede ser una acción positiva de implicación del grupo a la vez que permite dotar al
encuentro de una primera línea argumental.
- La conducción de la reunión.
El tutor ha de ser consciente de que su experiencia docente previa le influirá en su
andadura como tutor. De aquí la necesaria reflexión y autoanálisis sobre la manera de
hacer una tutoría grupal.
Los activadores del mes/periodo. Dos o tres miembros del grupo y por periodos de 6-8
semanas (periodo entre encuentros grupales) pueden responsabilizarse de mantiene vivo
el plan de actuación del grupo así como de servir de enlace con el tutor (informar de
nuevos acontecimientos, oportunidades, preparar la próxima reunión,..).
- Aunando apoyos.
- La comunicación en el grupo.
* Acuerdos de acción......
9. LA FUNCIÓN TUTORIAL
Puede ocurrir que haya otras dimensiones (como por ejemplo, la acogida a los alumnos
de nuevo ingreso, cursos de métodos de estudio, taller sobre estrategias de inserción
socio-laboral, problemáticas específicas, etc.) que no se puedan afrontar en la propia
tutoría y entonces se deberá acudir a los especialistas en orientación, a través de los
servicios de orientación que ofrece la propia universidad. Igualmente, el tutor/a debería
contar con la colaboración del alumnado de los últimos cursos en algunas tareas
tutoriales como la matriculación, información académica, metodología y estrategias de
estudio, prácticum, etc. (tutoría entre iguales.
Funciones
Funciones
Funciones
RESPECTO A LA INSTITUCIÓN
B) Con la tutoría
Desde el punto de vista del alumnado, existe una falta de información sobre qué son y
para qué sirven las tutorías en la universidad, del horario y del lugar donde se realizarán
las tutorías. Asimismo, la coincidencia del horario de tutorías con las horas lectivas, o el
recelo del alumnado y el incumplimiento, por parte del profesorado, de los horarios de
tutorías (…), produce una desmotivación para participar en las tutorías.
También es importante considerar la utilidad de las tutorías, pues no se debe olvidar
que éstas pretenden mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje y, en este sentido, el
principal beneficiado tiene que ser el alumnado. La acción tutorial es de gran utilidad
cuando se consigue una individualización de la enseñanza, se ofrece una orientación no
sólo académica, sino personal, se llega a una comunicación interpersonal entre el
profesorado y el alumnado, y se fomenta la socialización en las tutorías de grupo.