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TEORÍAS PEDAGÓGICAS CONTEMPORÁNEAS

ENSAYO

TEORÍA CRÍTICA DE LA EDUCACIÓN Y PEDAGOGÍA CRITICA DE


HENRY GUIROUX

NOMBRE DEL ALUMNO: LUCY JUDITH CORTES MARTÍNEZ.

CUATRIMESTRE: PRIMERO

NOMBRE DEL DOCENTE: MTRA. CAROLINA GAMBOA ROCHIN

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
MARZO 2018
TUMACO
INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo analizaremos la Teoría Crítica y su influencia en la


Educación.

Para tal fin empezamos tomando como referencia al DR. Henry A. Giroux, el cual
nació en Providence Rode Island el 18 de septiembre de 1943 en Canadá. Su
licenciatura la realizó en la Universidad de Maine, recibió el grado de maestría en
la Universidad Estatal Appalachian y obtuvo el doctorado en la Universidad
Carnegie Mellon el año de 1977.

Es uno de los principales exponentes en Estados Unidos de la pedagogía crítica y


concretamente de lo que él denomina como la pedagogía fronteriza (PF), que se
nutre básicamente, de dos fuentes teóricas: el postmodernismo crítico y la
pedagogía crítica (Giroux, 1998). El primero plantea la necesidad de
desterritorializar el plano de la comprensión cultural dominante y, en
consecuencia, el rechazo de la idea de un sujeto unificado y racional; para ello se
propone como estrategia central la crítica de todas las formas de representaciones
y significados que reclaman un status trascendental y transhistórico. La segunda
ve a la educación como una práctica política social y cultural, a la vez que se
plantea como objetivos centrales el cuestionamiento de las formas de
subordinación que crean inequidades, el rechazo a las relaciones de salón de
clases que descartan la diferencia y el rechazo a la subordinación del propósito de
la escolarización a consideraciones económicas.

La Pedagogía Fronteriza reconoce el conocimiento y las capacidades como sus


principales contenidos educativos siempre y cuando permitan o generen “las
oportunidades de armar ruido, de ser irreverentes y vibrantes” (Giroux, 2000, p.8).

La propuesta educativa de Giroux encuentra en los textos su principal insumo para


el trabajo con los contenidos educativos ya expuestos, pero “los textos deben ser
descentralizados y entendidos como construcciones históricas y sociales
determinadas por el peso de lecturas heredadas y especificadas” (Giroux, 2000,
p.11).

La Pedagogía Fronteriza ubica a los maestros dentro de los límites sociales,


políticos y culturales, que son tanto múltiples como históricos en esencia y que
ubican demandas particulares sobre el reconocimiento y la aprobación pedagógica
de las diferencias. Y a los estudiantes como el que cruza fronteras, como gente
que entra y sale de los límites construidos en torno a coordenadas de diferencia y
poder.

Por eso dentro de la Teoría Crítica, encontramos la ironía “estilo de filósofo” como
la llama SAVATER, F. (1996), la cual pone a nuestro alcance las posibilidades de
la búsqueda de la verdad. La imposibilidad de conseguir la verdad es al mismo
tiempo argumento de posibilidad; el paso a lo verdadero. La ambigüedad facilita la
participación del sujeto que recibe los textos, da cancha a sus juegos creativos;
juegos creadores de verdad y de sujetos. En el sistema educativo se procesan
conocimientos y también sujetos.

Un gran expositor de la Teoría Crítica es HABERMAS, J. (1987), el cual concibe el


saber cómo el entendimiento que proporciona tanto el mundo objetivo, como la
intersubjetividad que proporciona el contexto de la acción. Los individuos utilizan el
conocimiento para ponerse de acuerdo.

La Teoría Crítica de la Educación es una construcción teórica, referida al ámbito


de los fenómenos educativos que recoge los presupuestos filosóficos de la Teoría
Crítica e intenta reflejarlos en la práctica educativa. Esta relación no es una
relación jerárquico-impositora de la teoría hacia la práctica, sino una relación
dialéctica. Esta relación debe estar reflejada en el currículum, el cual se define
como un conjunto de saberes elaborados por expertos, sino como un proceso en
el que intervienen todos los sectores implicados en el proceso educativo.

La Teoría Crítica de la Educación ha de entenderse como dimensión educativa de


la Teoría Crítica y que todos los criterios analíticos utilizados por éstas son
igualmente válidos para aquella: la crítica de la razón instrumental, la dialéctica de
la Ilustración, el modelo de Investigación-Acción, son instrumentos que
proporcionan al profesor mayor grado de conciencia sobre su tarea cotidiana. Se
considera la tarea educativa como abarcante de varios niveles de relación:
profesor-alumno, grupo de alumnos, relaciones del mundo microsocial de las
escuelas, relación con la comunidad, relación con el mundo social y político más
amplio, etc.
TEORÍA CRÍTICA Y EDUCACIÓN

Para entender mejor la relación existente entre la Teoría Crítica y la Educación.


Empezaremos definiendo en modo general La pedagogía crítica (Henry A. Giroux,
1998), la cual ve a la educación como una práctica política social y cultural, a la
vez que se plantea como objetivos centrales el cuestionamiento de las formas de
subordinación que crean inequidades, el rechazo a las relaciones de salón de
clases que descartan la diferencia y el rechazo a la subordinación del propósito de
la escolarización a consideraciones económicas. Él une ésta con el
postmodernismo crítico.

La conjunción de estas dos fuentes teóricas permitió a Henry Giroux formular su


planteamiento de la Pedagogía Fronteriza (PF) o Pedagogía de los Límites.

La Pedagogía Fronteriza establece como fines educativos centrales: desarrollar


formas de transgresión a partir de las cuales sea posible desafiar y redefinir los
límites existentes. Desarrollar condiciones en las que los estudiantes puedan leer
y escribir dentro y en contra de los códigos culturales existentes. Crear espacios
para producir nuevas formas de conocimiento, subjetividad e identidad. En este
sentido, el conocimiento, las destrezas y los valores se convierten en contenidos
educativos necesarios para que el alumno pueda negociar de manera crítica los
límites culturales que le ofrece la sociedad y, en consecuencia, para proceder a
transformar el mundo en que vive. Así mismo para Giroux (2000) los docentes
deben tener un control teórico de las formas en que se construye la diferencia, ya
que ésta puede adoptar diversas representaciones y prácticas que nombran,
legitiman, marginan y excluyen las voces de los grupos subordinados.

El alumno es concebido como el que cruza fronteras, como gente que entra y sale
de los límites construidos en torno a coordenadas de diferencia y poder. Para tal
fin debe ser capaz de escribir, hablar y escuchar en un lenguaje en el que el
significado se haga de múltiples acentos sea disperso y se resista a cierres
permanentes.

Para la Teoría Crítica, La educación es tarea delicada, requiere contar con lo


excepcional, con el matiz… y esto se manifiesta en contextos determinados. En
este contexto nos queremos situar a la hora de proponer nuestro que hacer
didáctico; proponer andamios nómadas que sirvan para situarnos en el campo de
las construcciones epistemológicas de las Organizaciones Escolares.
La Teoría Crítica de la Educación se fundamenta en la Teoría Crítica (Escuela de
Frankfurt), más concretamente, en las aportaciones habermasianas de la Teoría
de la Acción Comunicativa.

La Teoría Crítica de la Educación es una construcción teórica, referida al ámbito


de los fenómenos educativos que recoge los presupuestos filosóficos de la Teoría
Crítica e intenta reflejarlos en la práctica.

La educación la definimos como un proceso de creación y facilitación de


orientación de las acciones y conocimientos mediante relaciones de interacción
simétricas en un contexto de comunicación crítica y racional. Entendemos por
crítica “el esfuerzo intelectual y en definitiva práctico por no aceptar sin reflexión y
por simple hábito las ideas, los modos de actuar y las relaciones sociales
dominantes; el esfuerzo por armonizar entre sí las ideas y metas de la época, los
sectores aislados de la vida social; por investigar los fundamentos de las cosas, en
una palabra, por conocerlas de manera efectivamente real”.

Los profesores-alumnos deben ser conscientes de cuáles son los valores, los
intereses, los conceptos sociales que están detrás de un diseño curricular y este
conocimiento debe ser orientativo para diseñar las opciones consiguientes. Esto
se hace especialmente relevante cuando se analizan los contenidos políticos
(decretos, disposiciones legales) relacionados con la Organización Escolar
dictados por responsables de la planificación educativa.

El proceso de análisis crítico puede recorrer varios campos:

 Casuística del aula


 Conjunto de actuaciones del profesorado del centro (institución educativa-
estudiante; escuela-alumno de prácticas).
 Entorno social donde se halla situado el centro educativo.

Los valores expresados, las contradicciones, los puntos en conflicto, se ponen en


relación con los criterios de crítica social.

La relación de interdependencia se justifica ya que la propia realidad del objeto


condiciona el conocimiento del sujeto, y a su vez el objeto es condicionado por el
proceso del conocimiento. El profesor desempeña el papel de un práctico con
potencial teórico. Por su parte el rol teórico lleva aparejadas las funciones de
analizar, comprender, interpretar y aportar conclusiones extrapolables a otras
situaciones de su práctica educativa.

Este modelo de trabajo-Investigación-Acción- no puede quedarse en el mero


proceso de resolución de problemas sino que, es preciso, no perder la visión
crítico-ideológica que lo fundamenta. Es urgente, por ejemplo, la
departamentalización de las disciplinas, la relación con el mundo de las prácticas
de los alumnos, la introducción de los criterios de los profesores de prácticas…

Detrás de estas propuestas se esconde, “el concepto de racionalidad


comunicativa, el cual posee connotaciones que en última instancia se remontan al
experiencia central de capacidad de aunar sin coacciones y de generar consenso
que tiene un habla argumentativa en la que diversos participantes superan la
subjetividad inicial de sus respectivos puntos de vista y, merced a una comunidad
de convicciones, racionalmente motivada, se aseguran a la vez de la unidad del
mundo objetivo y de la intersubjetividad del contexto en que se desarrollan sus
vidas”

Los sujetos, en sus acciones y lenguaje, manifiestan comportamientos que pueden


ser sometidas a juicio objetivo por parte de los interlocutores. Es decir, cumplen
unas determinadas pretensiones de validez.

La naturaleza de la racionalidad comunicativa no es de origen metafísico, sino que


su fuerza se basa en la argumentación intersubjetiva; su objeto no moverse eb el
mundo de absolutos sino favorecer la apertura a los debates sobre los valores,
superar los estadios meramente didácticos, buscar la explicación de los
fenómenos contando con el significado otorgado por los participantes para
conseguir que estos se integren en un modelo social crítico.

En la Teoría Crítica, el principal instrumento de trabajo es la acción comunicativa:


crear situaciones intersubjetivas de comunicación que favorezcan superar las
relaciones asimétricas de las que se parte, desarrollar procesos de racionalidad,
permitir tomar decisiones sobre los derechos y deberes de los sujetos de relación,
evaluar el grado de coherencia de los comportamientos responsables.

El diseño del Currículum constituye una magnífica ocasión para enfocar los
contenidos que se imparten en las escuelas de magisterio desde una perspectiva
globalizadora. El punto de partida puede ser el diagnóstico de los conflictos.
Enseñar al alumno a enfocar, resolver, proponer y aplicar soluciones utilizando la
capacidad racional mediante la fuerza de los argumentos, lleva implícito
aprendizajes sobre el auto control emocional, agudeza crítica, actitudes tolerantes.

La Teoría Crítica se mueve en la intersección de tres métodos de trabajo:

Método hermenéutico

Comprensión e interpretación de un texto, considerando como texto cualquier contenido o


situación humana que posea un contexto simbólico (lenguaje didáctico, cultura de la
institución, relaciones interpersonales en el contexto escolar, documentos producidos en
la institución), siempre buscando llegar al sentido.
Método empírico

Se considera los hechos como portadores de experiencias, cargados de


subjetividad de este método reside en la contribución a la desmitificación, es decir,
aportar datos necesarios a la desmitificación de las falsas imágenes, metáforas,
creencias, estereotipos, etc.

Método crítico-ideológico

En este método se parte de la autorreflexión: proceso ínter-subjetivo cuya finalidad es la


superación de los mecanismos de enmascaramiento que no de los sujetos tiene respecto
a su realidad. El punto de partida del conocimiento crítico ideológico, en expresión de
HABERMAS, es utilizar “las reglas habituales de los discursos científicos”, pero en
consonancia con las otras dimensiones de su propuesta metodológica.

La Teoría Crítica de la Educación asume las dimensiones éticas como elementos


necesarios y consustanciales dado que se trata de un objeto de estudio peculiar: un sujeto
libre.

Otra faceta que podemos analizar es la Teoría Crítica en la modernidad o


postmodernidad;

La modernidad según HABERMAS, “es la calificación de una época caracterizada


por el desencantamiento de las imágenes tradicionales del mundo (desacralizado),
la racionalización de los procesos sociales y la colonización, por parte de la acción
racional, con arreglos a fines, de los ámbitos simbólicos de la vida.

Frente a los rasgos fuertes de la razón moderna, los post-modernistas


(FOUCAULT, DERRIDA, LYOTARD, VATTIMO, ECO, RORTY, ETC.), oponen un
concepto débil y negativo del pensamiento racional que incluye en sí la diversidad
y los componentes estéticos y expresivos de las vivencias y, en nuestro caso, del
funcionamiento de las instituciones escolares.

HABERMAS intenta superar el relativismo escéptico y desarrolla un concepto de


razón en las prácticas comunicativas que responden a unos criterios de validez de
carácter universal. Estas pretensiones de validez, susceptibles de crítica, son las
pretensiones de verdad proposicional, de rectitud normativa y de veracidad
subjetiva. En sentido negativo se trata de superar la razón instrumental definida
por la modernidad. La propuesta de HABERMAS de una razón procedimental
susceptible de crítica. Sólo será válida cuando sus decisiones sean fruto de una
acción comunicativa libre de dominio, postura que a mí juicio, es la opción más
coherente sobre la que edificar la actividad pedagógico-crítica.
CONCLUSIÓN

Hemos analizado cómo conciben tanto la pedagogía crítica y Teoría Crítica a la


educación.

Se observa que para las dos concepciones es muy importante la relación que
existe entre el individuo y su medio social, económico y político, llámese alumno o
profesor.

La pedagogía crítica y el postmodernismo crítico, conforman lo que Giroux definió


como la Pedagogía Fronteriza, esta aconseja q tanto el profesor como el alumno
deben cruzar los límites y buscar saberes más allá de sus medios sociales.

La Teoría Crítica de la Educación es una construcción teórica, referida al ámbito


de los fenómenos educativos que recoge los presupuestos filosóficos de la teoría
crítica e intenta reflejarlos en la práctica educativa.

La Teoría Crítica se construirá a partir de las interpretaciones de los profesores-


alumnos; formará parte de los esquemas de los participantes aquella actitud de no
dar nada por concluido (carácter dialéctico-negativo del método crítico-ideológico)
en el proceso de construcción social.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Martínez, Luis González. La pedagogía crítica de Henry A. Giroux. Revista


PUERTOS Agosto 2006-Enero 2007. BOGOTÁ.

Sáenz del Castillo, Andrés Ángel. Teoría Crítica y Educación. Universidad De Baja
California. BOGOTÁ.

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