EL PAPEL DE LA VERDAD
NOTAS
1 Clase del 21 de abril de 1914.
2 Ver p. 252.
3 Ética, II, prop. II. Se conoce el papel que Durkheim atribula al cuerpo en la
individualización de la persona: Cf. Formas elementales de la vida religiosa, Editorial
Srhapire, 1967: “Es preciso un factor de individualización. Es el cuerpo quien juega
ese papel”. Sobre esta tesis de Durkheim, ver Maurice Leenhardt Do Ramo, EUDEBA,
Bs. Aires, 1965.
4 Es absolutamente notable que Durkheim parezca presentir aqui lo que será llama
do más tarde el Behaviorismo, del cual un autor como Dewey está muy cerca.
5 Ver especialmente el ensayo IV de los Essays in radical Empiricism, p. 123 y sig-í
IIow two minde can know one thing.
DÉCIMOOCTAVA LECCIÓN 1
I. L as verdades m ito ló g ic a s
I I . L as verdades c ie n t ífic a s
para Sócrates, la ciencia tiene por papel unificar los juicios individuales.
La prueba de ello es que el método empleado para edificarla es la “dia
léctica”, es decir el arte de comparar juicios humanos divergentes para
llegar a discernir aquellos sobre los que se está de acuerdo. Ahora bien,
si la dialéctica es el primero de los métodos científicos, si este método
tiene por objeto hacer cesar las divergencias entonces el papel de la cien
cia es dirigir los espíritus hacia las verdades impersonales y hacer con
cluir las divergencias y los particularismos.
NOTAS
les aptos para estudiar las mismas cosas. Son llevados así a distribuirse
las cuestiones a tratar.
Pero no es todo, y aun la verdadera cuestión no está allí. Consiste sobre
todo en saber si, acerca de un mismo problema, se puede tener una plu
ralidad de actitudes mentales, todas, en un sentido, igualmente justifica
das. Ahora bien, cada objeto es extremadamente complejo: comporta siem
pre una multitud de elementos que se funden, se pierden los unos en
los otros.; Lo real es inextingible,* no solamente en su totalidad sino en
cada una de sus partes constituyentes. Todo objeto de conocimiento ofre
ce, pues, sitio para una infinidad de puntos de vista posibles: punto de
vista de la vida y punto de vista del movimiento puramente mecánico,
punto de vista estático y punto de vista dinámico «, punto de vista idg~,lg_
, contingencijpy punto dej/tfísta~3el determinismq7, punto de vista físico-
y pünto de vista biológico/ etcetera. Pero los espíritus particulares están
terminados, no hay uno que pueda situarse en todos los puntos de vista
a la vez. Para que cada uno de esos puntos de vista pueda ser profundi
zado como conviene, es necesario que el espíritu se aplique a él entera
mente. De lo que resulta que cada espíritu es libre de elegir el punto de
vista bajo el cual se siente el más apto para encarar las cosas.
Existen, por consecuencia, para cada objeto de conocimiento, maneras
de ver diversas que están todas bien fundadas. Sin duda, no son más
que verdades parciales. Pero todas estas verdades parciales vienen a con-
/ centrarse en la conciencia común y allá encuentran a la vez sus límites
y sus complementos necesarios. De esta manera, el individualismo inte
lectual, muy lejos de ser un factor de anarquía como habría podido
serlo bajo el reino de la verdad mitológica, se torna al contrario en un
factor indispensable del establecimiento de la verdad científica, y la
diversidad de los temperamentos individuales puede venir a ponerse al^
^ servicio de la verdad impersonal.
Por otra parte, el individualismo intelectual no implica necesariamente
como James parece creerlo, que cada uno tenga el derecho de pensar
arbitrariamente lo que le gusta, sino solamente que existen tareas dis
tintas en la obra común y que, en esta obra, cada uno puede tallarse su
faena según que su temperamento se lo solicite en tal o tal sentido.
Así, de un lado, la verdad científica no es incompatible con la diver
sidad de los espíritus y, por el otro, la complejidad de los grupos socia
les que crecen sin cesar, es imposible que la sociedad saque de sí misma
un sentimiento único: de dónde diferentes corrientes sociales. Aquí, se
concebirá la sociedad bajo una forma estática, allá, bajo una forma diná
mica. Aquí, se la verá sometida a un determinismo; allá, se será sobre
todo sensible a lo que comporta de contingencia, etc. En el fondo, todas
P R A G M A T I S M O Y SO C IO L O G IA 143
NOTAS
El pe n s a m ie n t o d istin to y e l “ éla n v it a l ”
CONCLUSIÓN
Se reprochaba a los racionalistas concebir la verdad como una especie
de lujo de lo real, como algo dado, realizado, y que estaría hecho única
mente para ser contemplado. Ahora bien, se decía, esta contemplación es
_ una alegría estéril, alegría egoísta de intelectual y sin beneficio desde
el punto de vista humano.
Pero la expresión de lo real tiene una función útil: es ella la que hace
las sociedades aunque se pueda decir exactamente del mismo modo que
deriva de ellas8. Ciertamente, cuando se representa la verdad como algo
terminado, nos vemos arrastrados a concebirla bajo una forma trascen
dente. Pero, si la verdad ¡es cosa sociap, es al mismo tiempo cosa humana,
así se acerca a nosotros, en lugar de ir a perderse en la lejanía cíe un
mundo inteligible o de un entendimiento divino. Permanece sin duda
superior a las conciencias individuales. Pero aun lo que es colectivo en
l '-0 E M ILIO D U R K H E IM
NOTAS
I
LA CERTIDUMBRE
Se define generalmente la certidumbre como el estado en el cual se
encuentra el sujeto cuando se cree en posesión de la verdad. Pero esta
definición no llega a serlo porque no es objetiva: propone una aprecia
ción absolutamente subjetiva. Por otra parte, el sujeto mismo no sabe
cuando está en posesión de la verdad. Se engaña sobre su propia creen
cia: puede creerse cierto mientras que no lo está; puede creer que toda
vía vacila mientras que en realidad está ya decidido.
Es necesario, pues, encontrarle a la certidumbre caracteres precisos y
objetivos. Tenemos que preguntarnos si no existen efectos exteriores del
estado de certidumbre que nos permiten definirlo.
Si el sujeto no está seguro, en el momento de hacer pasar su certidum
bre en acción, vacila. Al contrario, si está verdaderamente seguro, actúa
de conformidad con la idea que acepta como verdadera. La fe que recula
frente al acto no es una verdadera fe.
Esta disposición a actuar comporta varios grados. Sucede que conduzca
al acto necesariamente: tales son frecuentemente la fe religiosa y la fe
moral. Sucede también que el acto no aparezca como indispensable más
que condicionalmente. Pero hay siempre una disposición a actuar.
Esta definición muestra que la certidumbre no es un absoluto: pasa por
todas clases de grados. Es la aptitud del sujeto para transformar la idea
en acto. ..
Pero la certidumbre tiene otro elemento: es una disposición a actuar
de conformidad con una representación. Ahora bien, ¿qué será esta repre
sentación? Entre nuestras representaciones se pueden distinguir tres gran
des especies: las sensaciones, las imágenes, los conceptos.
La sensacióp pasa a menudo por el estado de certidumbre típico. Se
dice que sentimos con certidumbre: no podemos' no tener tal sensación.
Es la certidumbre del hecho.
152 EM ILIO D U R K H E IM
concepto de una cosa ya realizada: el acto viene entonces tan solo como
corolario. •\
En una palabra, o bien la ceniduinbre.e^m ríica, alcanza el acto inme
diatamente, o bien es teórica, no alcanza el acto sino a través de un con
cepto que expresa una cosa dada.
¿Cuáles son las causas que determinan la certidumbre? Según una primera
teoría, ese sería un carácter intrínseco del concepto. Es ese carácter que
Descartes llamaba la evidencia. Es ese principio que encadena el espíritu.
Sin duda, una parte le toca hacer al sujeto en esta certidumbre: el sujeto
debe situarse en una actitud de atención voluntaria. Pero el carácter de
la certidumbre no es por eso menos impuesto al sujeto.
Esta explicación es insuficiente. ¿De dónde viene, en efecto, esta pro
piedad de la idea clara? De hecho, por otra parte, no hay evidencia que,
en algún momento de la historia no haya sido negada. Lo mismo ha ocu
rrido con el principio de contradicción: en las creencias mitológicas el
todo está enteramente en cada una de sus partes. El principio de coñtra-
dicSoT aparece ásí como un postulado. La certidumbre varía. Hay un
relativismo de la verdad que se impone históricamente3. Finalmente, si
la certidumbre fuera un carácter intrínseco de la idea, no se explicaría
cómo ésta determina el acto. Es preciso que haya en la certidumbre carac
teres mas cercanos a la acción. _... ............... .
Esto lo han comprendido los defensores de la teoría voluntaristá, de la
certidumbre, especialmente Renouvier. Lartiertidumbró no sería más una
propiedad de la idea, sino una. obra del hornbrc total. Se comprende
entonces la relación de layf¿presentación^"con¿Taic^ Se comprende tam
bién cómo la certidumbre puede variar puesto que es individual. -
Pero esta teoría voluntarista deja de lado el carácter necesitante de la
¡dea verdadera4. No somos libres en la certidumbre: nos sentimos cons
treñidos a adherir a la verdad. Consideramos que nuestra certidumbre
no nos es personal, que debe ser compartida por todos los hombres. Ilu
sión o no, esta creencia está en nosotros. ¿Cómo esta impersonalidad sería
el producto de factores tan personales? ¿De dónde viene la reunión en
nosotros de esos dos elementos: el elemento individual y el elemento im-y
personal, el elemento libre y el elemento necesario?
NOTAS
II
LOS CONCEPTOS
mente: las experiencias de todos los individuos se critican entre ellas. Los
conceptos elaborados por la masa y los que elaboran los sabios no son -
de naturaleza esencialmente diferente 4.
NOTAS