Indica que eres autosuficiente cuando “utilizas las bendiciones y aptitudes que Dios te ha dado para cuidar de ti mismo(a) y de tu familia, y para encontrar soluciones a tus propios problemas” ¿Eres de los nunca se rinde hasta conseguir sus objetivos o desistes con la primera dificultad o derrota? ¿Confías en que puedes alcanzar tus metas, o dudas de tus propias capacidades para superar las dificultades? La diferencia entre la primera y la segunda parte de estas preguntas es la autoeficacia. Para dar una deficinición, diremos que la autoeficacia es la creencia en las propias capacidades para hacer frente a diversas situaciones. De este modo, la autoeficacia puede desempeñar un papel importante no sólo en cómo te sientes contigo mismo, sino en tu actitud y posibilidades para alcanzar con éxito tus objetivos en la vida. Es la confianza que el individuo tiene de sus propias capacidades en ejercicios de tareas futuras y le ayuda a definir concretamente qué tan buena son sus habilidades para lograr aquello que se propone. ¿Cómo son las personas con un fuerte sentido de la autoeficacia? Las personas con un fuerte sentido de autoeficacia ven problemas difíciles como tareas a ser dominadas, desarrollan un interés más profundo en las actividades en las que participan, se recuperan rápidamente de los reveses y las decepciones y tienen un mayor sentido del compromiso con sus intereses y actividades. ¿Cómo son las personas con un débil sentido de la autoeficacia? Por el contario, las personas con un débil sentido de autoeficacia evitan siempre que pueden tareas desafiantes, creen que las tareas y situaciones difíciles están más allá de sus capacidades, pierden rápidamente la confianza en sus capacidades personales y se concentran en los fracasos personales y los resultados negativos. ¿Cómo se desarrolla la auto eficacia? Las creencias sobre la capacidad de autoeficacia se empiezan a formar en la primera infancia, cuando los niños empiezan a lidiar con una amplia variedad de experiencias, tareas y situaciones. Sin embargo, el crecimiento del sentido de la autoeficacia no termina en la juventud, sino que sigue evolucionando a lo largo de la vida, cuando la gente adquiere nuevas habilidades, experiencias y conocimientos. II Saber que quieres en la vida: Primero que nada, debes saber que quieres en la vida, no podremos ser exitosos si no tenemos ni idea de a dónde queremos llegar. De esta forma planificaras tu vida en torno a lo que quieres lograr, por ejemplo si quieres ser un auditor exitoso, empezarás por estudiar auditoria. Confía en ti: El autoestima es un factor determinante para que puedas lograr todo lo anterior, debes creer en ti, confía en que con esfuerzo puedes lograr todo lo que te propongas. No culpes a los demás por los desaciertos de tu vida. Se ambicioso: La ambición no es pecado! Sería tonto pensar eso. La realidad es que para triunfar debes ser ambicioso. Quieres ser un profesional exitoso adquiere cada día más y más conocimientos, eso es ambición. Equilibrio: Debemos lograr un equilibrio en todos los aspectos de nuestra vida, tanto física como mentalmente. Mientras más equilibrado estés más herramientas tendrás para cumplir tus metas. A moverse! Todos mis puntos anteriores son sobre la actitud hacia la vida… este es de estrategia! No bastan las ganas para triunfar en la vida, se necesita una estrategia, estar en el lugar adecuado a la hora indicada con las personas correctas. Hay que moverse, crear relaciones, vender nuestras virtudes. Este punto es esencial pero se deben cubrir los anteriores. La vida es un camino difícil pero si fuera fácil… que aburrido, no?