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Intervención Psicosocial, 2003, Vol. 12 N.° 1- Págs.

7-18

DOSSIER

La influencia de lo socioambiental en los trastornos


mentales
The influence of social and environmental factors
on mental disorders

Juan FERNÁNDEZ BLANCO


María del Carmen SÁNCHEZ VICENTE
Fecha de recepción: 11-2-2002 Fecha de Aceptación: 31-10-2002

RESUMEN
Al menos desde mediados del siglo XIX, en la bibliografía especializada se pone de
manifiesto la influencia de lo socioambiental en la etiopatogénesis y evolución de los tras -
tornos mentales. Influencia que, como se tratará de argumentar, implícitamente viene reco -
nocida en la categorización de los problemas de salud mental como problemas biopsicoso -
ciales.
Analizando la influencia de lo socioambiental en los trastornos mentales, se llega a la
conclusión de que variables socioestructurales como la intolerancia social, la marginación,
el status social bajo y las malas condiciones del hábitat, dificultan enormemente la rehabi -
litación psicosocial y por ende, hipotecan la normalizada integración sociocomunitaria de
aquellos que sufren un trastorno mental severo y crónico.

PALABRAS CLAVE
Trastornos mentales, socioambiental, integración sociocomunitaria, biopsicosocial.

ABSTRACT
At least, from the middle of the 19th century the influence of social and environmental
factors in the etiopathogenesis and in the course of mental disorders is evident in the spe -
cialized bibliography.
As we will try to argue, this influence is accepted implicitly, in the rank of mental health
problems as biopsychosocial problems.
Analysing the influence of social and environmental factors on mental disorders, this
brings us to the conclusion that social and structural variables such as social intolerance,

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La influencia de lo socioambiental en los trastornos mentales

exclusion, lower social status and precarious conditions in the habitat, make vastly diffi -
cult psychosocial rehabilitation and therefore, get worse the social and community integra -
tion of those suffering from severe and chronic mental disorders.
KEY WORDS
Mental disorders, social and environmental variables, social and community integration,
biopsychosocial.

1. Introducción incidencia de factores sociales y físico-


ecológicos en el origen y la causalidad de
Ya a mediados del siglo XIX, cuando tales trastornos.
los estudios e investigaciones sobre los
trastornos mentales estaban dominados Zubin, Magaziner y Stzinhauer (1983),
por una orientación somatista, se aludía explican como el estatus social, la red
a la necesidad de considerar y tener pre- social de apoyo, la emigración, el origen
sente la influencia e importancia de lo étnico no privilegiado, la marginación
socioambiental. Este era el caso de Grie- social, las características de la vivienda,
singer, uno de los padres, junto a Pinel, el ruido, la polución y el hacinamiento
del método clínico en psiquiatría. Grie- son variables moduladoras del impacto
singer (1867), a pesar de postular abier- del estrés sobre el individuo vulnerable.
tamente que las enfermedades psíquicas Estos autores también alertan sobre
eran enfermedades del cerebro, no deja- aquellas zonas residenciales que al no
ba de reconocer que los estilos de vida poder ofrecer un buen soporte comunita-
humana estaban vinculados a la génesis rio, por carecer de los bienes y servicios
de la enfermedad. El momento histórico, necesarios, se constituyen, con elevada
la influencia de la política y la condición probabilidad, en estresores que generan
social del individuo, escribía, no eran aje- tensión crónica.
nos a la aparición de la enfermedad, ni
tampoco al contenido de sus síntomas. En algunos trabajos, como por ejemplo
el que realizan de la Gandara, de Dios,
Desde entonces hasta nuestros días, Jiménez y Rodríguez (1995), se asocia la
siglo y medio después, la bibliografía presencia de estos factores a mayor riesgo
especializada ha seguido recogiendo en de esquizofrenia. Se explica tal asociación
mayor o menor medida, investigaciones y en tanto en cuanto estos factores aumen-
reflexiones que continúan enfatizando la tan o disminuyen (modulan) la relación
importancia de estos aspectos, no sólo en entre los procesos formadores de vulnera-
lo que se refiere a la etiopatogénesis de bilidad (procesos genéticos, biológicos y
los trastornos mentales, sino también en evolutivos tempranos) y los factores preci-
lo que se refiere a su evolución. Este es el pitantes (estresores). Parece que estos fac-
caso del modelo de vulnerabilidad (Zubin tores socio-ambientales, por el mero
y Spring, 1977), probablemente el modelo hecho de estar presentes, se constituyen
explicativo de los trastornos mentales en variables de riesgo, ya que aumentan
crónicos más acertado y aceptado por los la probabilidad de impacto dañino de los
profesionales que trabajan en el campo estresores ambientales sobre el individuo
de la rehabilitación psicosocial y la salud vulnerable, coadyuvando a posibilitar la
mental. En este modelo se alude a la aparición de la enfermedad o la recidiva.

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Pero es que no sólo hay que tener esto en Tomar conciencia de esta realidad,
cuenta. También hay que considerar que tiene que ver tanto con la mejor y más
estas realidades socio-ambientales aparte aguda comprensión de las problemáticas
de modular el impacto de los estresores psiquiátricas, como con darse cuenta de
sobre el individuo vulnerable, crean las que influye en las posibilidades de reha-
condiciones objetivas para que aparezcan bilitación psicosocial de las personas que
con mayor probabilidad situaciones de las padecen. Ahora bien, esta toma de
alto estrés. conciencia por parte de aquellos que nos
dedicamos a la rehabilitación, no puede
En definitiva, lo que aquí estamos ni debe dejarnos indiferentes e impasi-
defendiendo con convicción es que las bles. Hemos de ser consecuentes con ella
condiciones materiales de existencia, a la y sacar las conclusiones pertinentes a
luz del modelo de vulnerabilidad, no sólo nuestro quehacer profesional.
se constituyen como variables modulado-
ras o variables de riesgo, sino también Ahondando en la tesis que estamos
como fuente de estrés, por lo que doble- tratando de poner de relieve, podríamos
mente están implicadas en el entramado ahora hacer mención a distintos estudios
explicativo de los trastornos mentales. recogidos por Dalgard y Tambs (1997) en
los que se pone de manifiesto que la mor-
Un discurso parecido es el que man- bilidad psiquiátrica correlaciona con
tienen Ana Barrón y Esteban Sánchez barrios cualitativamente pobres, y la pre-
(2001) en “Estructura social, apoyo social valencia de trastornos psiquiátricos, con
y salud mental”. En este artículo ponen carencia de servicios, de posibilidades
de manifiesto como la constatación de la recreativas y abundancia de problemas
relación entre variables socioestructura- económicos.
les y salud mental está presente tanto en
estudios clásicos realizados por los Si como afirmaron Dohrenwed y Doh-
padres de la sociología, es el caso de renwed en 1969, Kohn en 1973, Myers
Durkheim a finales del siglo XIX, como et. al. en 1974, Altman en 1975 y Brown
en estudios realizados en el siglo que et. al. en 1981, la presencia de estos fac-
acaba de pasar. tores socioambientales colocan al indivi-
duo vulnerable en situación de desventa-
De las variables socioestructurales ja psicosocial y en alto riesgo de recaer
destacan especialmente la clase social y psiquiátricamente, no resulta apurado
la integración social, al considerar incon- aventurar, como lo hace Serafín Lemos
cebible un modelo psicosociológico que en “Esquizofrenia. ¿Enfermedad cróni-
trate de dar cuenta de la salud mental y ca?” (1986), su implicación en la cronifi-
no las tome en consideración. Estas cación de este tipo de trastornos.
variables socioestructurales las relacio-
nan directamente con los estresores y Hablamos pues de probabilidad más
citan a distintos autores para dar autori- alta de prevalencia de la cronicidad en
dad a la tesis que asegura que, las expe- barrios con vivienda en malas condicio-
riencias estresantes no ocurren en el nes, trazados urbanísticos caóticos que
vacío al estar relacionadas con la estruc- impiden o entorpecen enormemente las
tura social, la clase social, la raza, etc. relaciones interpersonales y dificultan el
En definitiva, vienen a decir lo que noso- esparcimiento; barrios contaminados
tros acabamos de defender, que esas acústica y ambientalmente y cuyos resi-
condiciones materiales de existencia (por dentes pertenecen mayoritariamente a
ejemplo, la distribución desigual de los un estatus social medio-bajo o bajo.
recursos y el estatus social bajo) dan Esto mismo es lo que refleja un estu-
lugar a condiciones vitales estresantes. dio realizado por Ciompi (1980a). El

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autor encuentra que la evolución hacia la A partir de la revisión bibliográfica


cronicidad correlaciona más con varia- realizada se definieron cinco factores
bles de tipo sociológico, que con variables socioambientales que según dicha revi-
de tipo biológico y semiótico. Estas varia- sión tienen incidencia en los trastornos
bles, marginación social, aislamiento mentales. Estos factores fueron:
social, etc., son las mismas que Hammer,
Makiesky-Barrow y Gutwirth (1978) en- 1. Estatus social determinado por la
contraron directamente implicadas en el variable renta.
aumento de las consecuencias discapaci-
tantes asociadas a esquizofrenia, y que 2. Situación social desfavorecida, de-
como se sabe terminan por favorecer lo terminada por las variables paro,
que se ha dado en llamar vida cronifica- precariedad en el empleo, analfabe-
da. tismo o carencia de estudios prima-
rios.
Pero es que ya antes de Hammer,
Andrew Croweroft en su libro “La locura” 3. Emigración.
(1967/1980, p. 67) afirmó que “los índi-
ces de incidencia y prevalencia de las 4. Origen étnico no privilegiado.
enfermedades psicóticas están relaciona- 5. Nula o baja dotación de recursos
dos (...), con las características sociales comunitarios: bienes, servicios,
del ambiente de un enfermo y con los infraestructuras y equipamientos.
niveles de tolerancia o intolerancia so-
cial”. La muestra utilizada correspondía a
El planteamiento que aquí se viene personas residentes en Alcalá de Henares
poniendo de manifiesto referido a la atendidas en el Centro de Rehabilitación
influencia de factores socioambientales Psicosocial (CRPS), entre Mayo de 1989 y
en los problemas psiquiátricos crónicos, Diciembre de 1998. La muestra se tomó
de algún modo se replicó en un modesto en el CRPS porque las personas allí aten-
trabajo realizado por Sánchez y Fernán- didas tienen todas problemas psiquiátri-
dez (2000). cos crónicos, y es a esta población a la
que iban dirigidos los objetivos del traba-
En este trabajo se perseguían dos jo.
objetivos:
La metodología del trabajo pasó prime-
1. Realizar un estudio de cada uno de ro por realizar un estudio de los ocho
los distritos en que está organizada distritos en los que está dividida la ciu-
administrativamente Alcalá de dad, para detectar la incidencia en cada
Henares, para comprobar si en uno de ellos de estos cinco factores. El
ellos aparecen alguno de los facto- estudio se realizó siguiendo, aunque no
res de índole socioambiental, que en su totalidad, el modelo de informe
según la literatura especializada social propuesto en el “Manual de Técni-
están implicados en la génesis y cas utilizadas en Trabajo Social” (1990).
evolución de los problemas psiquiá- Segundo, se observó cómo se distribuía
tricos crónicos. la muestra de población crónica respecto
a esos distritos. Tercero, se cruzaron los
2. Constatar si, en coherencia con la datos obtenidos en los dos procedimien-
bibliografía, en los distritos en los tos anteriores.
que más de estos factores apare-
cen, es en los que vive un porcen- El resumen de los resultados obteni-
taje mayor de crónicos. dos es el siguiente:

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1. En seis de los ocho distritos se probabilidad de que quienes las sufren,


localizaron uno o varios factores, entren en un proceso de deterioro tal que
que según la literatura especializa- les condene a transitar por los angostos y
da están implicados en la génesis y atrabiliarios caminos de la cronicidad.
evolución de los problemas psiquiá-
tricos crónicos. Empecemos a reflexionar diciendo que
tampoco hace falta estar excesivamente
2. En coincidencia con lo que se pos- versado en esta materia para percatarse
tula en la bibliografía revisada, el de que la intolerancia social, la margina-
distrito con menos crónicos es uno ción, pertenecer a una clase social baja y
de los dos en los que no se detecta las malas condiciones de la vivienda, por
ningún factor socioambiental de poner algunos ejemplos, no facilitan la
riesgo; y el distrito con más cróni- normalizada integración socio-comunita-
cos es el más saturado de estos ria, colocan a las personas en situación
factores, tres de cinco. de desventaja socio-económica y crean
las condiciones para que surjan más
3. Sin embargo, no se puede afirmar fácilmente la conflictividad social y los
con rotundidad que los distritos problemas de salud física y mental.
donde más crónicos viven, sean los
más saturados de factores socio- Parece estar suficientemente probado
ambientales de riesgo. En uno de (Corraliza, 2000) que el medio en el que
los siete distritos no aparece nin- se vive determina en buena medida el
gún factor y en él se localiza cerca modo en que vivimos. Simplemente agu-
de la cuarta parte de la muestra. zando el sentido común podemos inferir
que una persona con dificultades espe-
4. Al amparo de la bibliografía y de ciales, sean estas del tipo que sean, y por
acuerdo a los resultados obtenidos, el mero hecho de tenerlas, ha de sortear
concluíamos el artículo preguntán- múltiples escollos para alcanzar una
donos si tanto los gestores públicos buena calidad de vida; pero si además
de salud como los profesionales está afectada por las situaciones antes
que a ella nos dedicamos, conside- referidas (intolerancia social, margina-
ramos suficientemente la inciden- ción etc.), ser competente para vivir des-
cia de lo socioambiental en los pro- problematizadamente en la comunidad
blemas psiquiátricos crónicos. desplegando capacidades suficientes
para afrontar los deberes y ejercitar los
derechos que como ciudadano tiene, o es
2. Reflexiones sobre la influencia de casi un milagro o es tarea reservada para
lo socioambiental los mitológicos titanes.
En este apartado pretendemos realizar Continuemos estas reflexiones men-
algunas reflexiones, a sabiendas de que cionando que a la luz de las teorizacio-
sólo son eso, reflexiones, y que no ambi- nes, estudios e investigaciones que ya
cionan otra cosa que contagiar lo que desde hace décadas se recogen en múlti-
creemos es una necesidad no suficiente- ples artículos, se puede afirmar la
mente atendida. A saber, la necesidad de influencia de factores socio-ambientales
reflexionar con rigor, de estudiar e inves- y ecológicos en el origen, la causalidad y
tigar hasta que punto la mejora en la la evolución de los problemas psiquiátri-
calidad de vida, el fin de la marginalidad cos hacia la resolución o hacia la cro-
y la superación de las desigualdades nicidad. Espinosa (2001) se hace eco
sociales, puede coadyuvar a prevenir de una reciente investigación de Her-
patologías psiquiátricas y a reducir la man y Smith que demuestra que la reha-

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bilitación psicosocial, como vía para la a evolución clínica y social, que los
resolución de estos problemas, queda pacientes de los países en vías de desa-
coartada, en un alto porcentaje de casos, rrollo.
por el estigma, la pobreza, las barreras
legales y la falta de recursos sanitarios y Sabemos y aceptamos que todavía no
sociales adecuados. existe una explicación rigurosa y con-
trastada sobre este hecho, pero también
En este sentido, los datos que aportan sabemos que en estos países, en contra-
los estudios epidemiológicos y la biblio- posición con los países desarrollados, los
grafía sobre prevalencia y evolución de enfermos mentales son mejor aceptados,
los problemas de salud mental (Bleuler, están menos estigmatizados y encuen-
1971, Jablensky, 1982, Jablensky et al., tran más fácilmente trabajo (OMS, 1999).
1992, Geiser, 1992, Arribas, Martínez, Cuando al menos se dan estas tres even-
Pedrós,Tomás y Vilar, 1996), es difícil tualidades, no parece descabellado pen-
que puedan explicarse abstrayéndolos de sar, y menos para los que llevamos un
todos estos factores y razonamientos tiempo trabajando en rehabilitación psi-
sobre los que andamos reflexionando. cosocial, que aumenta la probabilidad de
Estos datos aclaran que entre el 20 y el normalización y de vivir integrado en el
25% de las personas afectadas tras uno o entorno comunitario, desempeñando,
varios brotes agudos, se restablecen lo adecuadamente, roles valiosos y social-
suficiente como para afrontar las exigen- mente considerados.
cias de la vida; otro 20 o 25% necesitan
muchos cuidados, incluyendo hospitali- Muñoz (1999) en “Morbilidad psiquiá-
zaciones; y el resto, 50 a 60% pueden trica y proceso de urbanización” explica
vivir la mayor parte del tiempo sin asis- como viene de lejos el poner en corres-
tencia. pondencia los procesos de urbanización
con el posible desarrollo de enfermeda-
No pretendemos decir que en lo socio- des psiquiátricas. Cita los estudios que
ambiental se halle en exclusiva la expli- realizó Daniel H. Tuke en 1857 y 1878 en
cación o la causa de que una persona los que se llega a la conclusión de que las
que sufre un determinado trastorno tasas de enfermedad mental eran más
mental termine formando parte de uno elevadas en la ciudad que en las zonas
de esos tres grupos de porcentajes. Lo agrícolas.
que si decimos es que lo socio-ambiental
contribuye de una manera importante a Afirma que este tipo de planteamien-
que así sea. tos, a pesar de tener escaso apoyo empí-
rico, están muy extendidos. La revisión
Precisamente, parece que también es que hace de 108 estudios posteriores a
entre los factores socio-ambientales, 1950 no arroja resultados concluyentes,
donde se encuentran evidencias que aunque si hay una ligera mayoría de
muestran una mejor recuperación de estudios a favor de una superior inciden-
aquellos que sufriendo un problema psi- cia de las enfermedades mentales en el
quiátrico severo, viven en un país en vías medio urbano.
de desarrollo. En el artículo firmado por
Martínez Hernáez (1999), se describe y El autor concluye su interesante artí-
analiza un estudio epidemiológico multi- culo diciendo que los datos parecen indi-
céntrico realizado con una muestra de car que los procesos de urbanización se
pacientes de nueve países. En este estu- asocian a determinadas patologías psi-
dio se obtienen resultados indicativos de quiátricas, si bien, en coincidencia con lo
que los pacientes de los países industria- expresado por la OMS, las razones de por
lizados tienen peor pronóstico, en cuanto qué eso es así no están claras, a pesar de

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lo cual, y partiendo de los datos que mayores de 23 años. Los resultados


maneja, aventura una hipótesis de inte- sugieren que los factores ambientales
racción multicausal, para explicar tal asociados con urbanización, aumenta el
asociación, en la que incluye factores riesgo de esquizofrenia.
tales como la migración selectiva hacia la
ciudad de los sujetos predispuestos, los Aunque después de lo dicho cueste
factores estresantes de la vida urbana, creerlo, el reconocimiento de este tipo de
las menores posibilidades de apoyo y influencias no fue siempre aceptado.
soporte social que la gran ciudad ofrece y Incluso quizá hoy en día todavía haya
el desarraigo social. quién le niegue solvencia y justificación.
No es de extrañar. Al menos desde los
Podríamos citar múltiples estudios en tiempos de Kraepelin la mayor parte de
los que se ratifica la influencia que sobre los manuales de psiquiatría han difundi-
los problemas psiquiátricos tiene vivir en do la tesis de que las enfermedades men-
el medio rural o urbano. Este es el caso tales aparecen en todas las culturas con
del estudio realizado por Varma, Wig, una prevalencia similar. Estos manuales,
Phookun, Mirsa, Khare, Tripathi, Behere, llamémosles clásicos, apenas consideran
Yoo y Susser (1977). Los autores afirman o tan siquiera mentan la influencia de
encontrar diferencias en el tipo de variables como la clase social o la carac-
comienzo de la enfermedad, las manifes- terística urbana o rural del hábitat. Uno
taciones tempranas y el diagnóstico en de los autores que más ha contribuido a
función de que el área estudiada sea invertir esta tendencia ha sido Fuller
urbana o rural. Torrey (1980 y 1987). Este autor realiza
un análisis de 70 estudios sobre preva-
En otro estudio realizado por Pedersen lencia, publicados desde 1948. Del análi-
y Mortensen (2001a), con una muestra sis realizado surge la confirmación de
que ronda los dos millones de daneses, diferencias en prevalencia en función de
se demuestra que los sujetos que pasan variables como cultura, país en el que se
sus primeros 15 años de vida en un área reside, área geográfica (norte-sur), situa-
urbana tienen hasta tres veces más posi- ción socioeconómica, hábitat urbano o
bilidades que los sujetos que viven en rural y etnia.
una zona rural de ser diagnosticados de
esquizofrenia. Vivir en la ciudad no sólo
comporta mayor riesgo de sufrir una 3. Los trastornos mentales como
enfermedad mental, sino que este riesgo problema biopsicosocial
aumenta a más años pasados en zonas La influencia de lo socio-ambiental en
urbanas. los trastornos mentales ya viene reconoci-
Estos mismos autores (2001b), reali- da implícitamente en la categorización de
zan otro estudio que replica los resulta- dichos trastornos como problemas bio-
dos hallados en estudios previos en los psico-sociales. Esta categorización es ma-
que se constataba el distinto riesgo de yormente admitida por toda la comunidad
padecer esquizofrenia en función de vivir de profesionales que se dedican a la inves-
en un medio urbano o rural. tigación de estas problemáticas y a la aten-
ción de quienes la sufren. Lo realmente
Marcelis, Takei y Van Os (1999) reali- chocante es encontrar, como aun se
zan una investigación basada en un encuentra, a personas que no negando a
seguimiento de personas holandesas, priori el carácter biopsicosocial de estas
nacidas entre 1972 y 1978. El segui- patologías no aceptan abierta, consecuen-
miento dura hasta el año 1995. Los com- temente y sin reparos la influencia de
ponentes de la muestra no han de ser dichos factores. La contradicción en la que

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La influencia de lo socioambiental en los trastornos mentales

estas personas se encuentran sumidas, es La aceptación consecuente de esa tríada


posible que responda al oculto deseo de, de componentes nos parece importantísi-
por un lado no contravenir lo mayoritaria- ma. Hacerlo remarca un modo de entender
mente aceptado; y por el otro seguir siendo los problemas psiquiátricos. Quién entien-
fieles a una tradición reduccionista, que de estas problemáticas determinadas por
busca en lo neurofisológico y en lo bioquí- esos tres componentes, rompe con la idea
mico la explicación concluyente y definitiva vetusta de que este tipo de males tan solo
de los trastornos mentales. tienen que ver con la mente enferma del
individuo afectado. El mal, según este pro-
Estas personas se resisten a recono- vecto posicionamiento epistemológico, es-
cer, con todas las consecuencias, que taría ubicado dentro de la persona. Se
hace tiempo se llegó a la conclusión de explicaría desde lo endógeno. Toda su etio-
que no sólo en lo biológico se halla la logía sería de naturaleza intrínseca al ser y
explicación de las patologías psiquiátri- sólo desde esa realidad endodérmica, se
cas, y no sólo es en lo biológico en lo que explicarían en última instancia sus reper-
hay que intervenir. Estas personas no cusiones exteriores, exógenas, extrínsecas,
aceptan con buen talante que el llegar a exodérmicas.
esa conclusión causó el desmentido de
que la medicalización, al fin y a la postre, Entender los trastornos psiquiátricos
era el único procedimiento imprescindi- como trastornos de índole bio-psico-
ble y contrastadamente eficaz de afrontar social es negar la posibilidad de contem-
la locura. Estas personas ponen reparos plarlos incardinados en un soma como
para admitir que hoy en día el trabajo realidad noúmena, que al serlo, puede
interdisciplinar es ineludible, en tanto en ser médicamente abstraida de cualquier
cuanto cada vez hay más evidencias de otra realidad psicológica y social, que al
que lo psicológico y lo social eran los fin y a la postre, según este punto de
otros dos ejes que faltaban para un vista opuesto al biopsicosocial, siempre
correcto encuadre y una correcta explica- estaría conjugadamente subordinada a
ción de estas problemáticas. esa otra realidad primigenia.
Si estas patologías tienen tanto de bioló- Ser consecuente con una formulación
gicas, como de psicológicas y sociales, y biopsicosocial de los trastornos psiquiá-
aun más, si cada uno de estos tres ejes se tricos, supone, como se viene afirmando,
entrecruzan de continuo, interdeterminán- un posicionamiento contrario a entender
dose y determinando la morbilidad o la los problemas de salud mental a modo de
salud, la investigación y la atención no patologías que se circunscriben a la reali-
podían quedar a cobijo de una única profe- dad interna de un individuo. Ciompi
sión y al amparo de una única disciplina. (1980b) en un estudio de seguimiento de
cohortes de pacientes esquizofrénicos,
Acabamos pues de apelar a la acepta- llega a demostrar que las variables socia-
ción abierta, sin reparos y así mismo les, en comparación con las variables
consecuente del carácter multiaxial de la psicopatológicas (variables endógenas),
enfermedad mental. Afirmar una acepta- son muchísimo más relevantes en la
ción abierta significa no referirse a lo bio- rehabilitación de estos enfermos.
lógico, lo psicológico y lo social, de un
modo retórico. Aceptarlo sin reparos sig- Pronunciarse a favor de una circuns-
nifica asumir que para dar cuenta de cripción interiorista (somatista, intra-psí-
tales trastornos los tres componentes quica) de los trastornos psiquiátricos, sería
son necesarios, careciendo de sentido algo así como presuponerlos, en tanto que
ningunear de hecho, a lo psicológico y a categoría nosográfica, anidando en el inte-
lo social. rior de cada individuo (el ego enloquecido

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como manifestación extrínseca de un con- Si se defiende que la salud y el enfer-


flicto intrapsíquico, o como efecto de una mar tienen que ver con lo individual, es
alteración cerebral). Por tanto, si se man- sobre el individuo sobre el que hay que
tuviese esa presuposición es a ese interior, intervenir para curarle la enfermedad y
al que habría que dirigirse para entender y proporcionarle salud. Todo lo que se refie-
resolver la insanía (re-establecimiento del re a su entorno, a los hechos culturales,
ego dentro de los límites de la cordura). Es ecológicos, socioeconómicos y políticos,
lo que observamos, por ejemplo, en la sería secundario o tangencial. No es
práctica de aquellos profesionales que tra- imprescindible por eso que en ese entor-
tan de neutralizar el estrés por ser una no se produzcan cambios, ni que se
variable de riesgo, connotándolo como implique ni implicarlo en la salud o en la
experiencia individual al margen de su superación de la enfermedad. Navegar a
posible génesis y naturaleza estructural. favor de esta corriente es lo fácil y lo
cómodo, pues no se cuestiona el estatus
Muy al contrario, si somos consecuentes quo y no se transgrede lo políticamente
con una formulación biopsicosocial de los correcto.
problemas psiquiátricos, deberemos enten-
derlos entonces como resultantes de la dia- Por contra, si la salud y el enfermar
léctica persona-entorno. Pero mientras que también tienen que ver con el entorno,
en el primer posicionamiento todo queda entonces serán imprescindibles y necesa-
entre el que en sí padece (en cuanto que es rios cambios culturales y medidas ecológi-
cosa suya) el trastorno, el paciente, y el que cas, socioeconómicas y políticas, para pre-
ha de ser capaz de llegando a ese interior servar y promover la salud y para superar
cerebral, intrapsíquico, curar o amortiguar la enfermedad. Navegar a favor de esta
el mal, el terapeuta; en el segundo plantea- corriente es más difícil e incómodo, pues
miento, unido al profesional y a la persona no será sólo en una ocasión en la que haya
afectada ha de considerarse inexcusable- que cuestionar el estatus quo y transgredir
mente implicado, lo socioambiental y lo lo políticamente correcto.
político, entendiendo por tal, aquello que se
refiere a la organización y gestión de los
asuntos de la polis. Y vamos a decir más, 4. Conclusiones
sólo desde la aceptación de esa implicación
de lo socioambiental y de lo político en las 1. Históricamente se ha puesto en
patologías psiquiátricas, podremos enten- relación lo social y lo ambiental con
der en toda su dimensión y extensión los la insanía mental.
modelos comunitarios de atención a perso- 2. Desde hace décadas existen estudios
nas afectadas por problemas de salud men- e investigaciones que resaltan la
tal; y sólo desde ahí, se comprenderá el ver- gran importancia que en la etiopato-
dadero sentido y alcance de la rehabilita- génesis y evolución de las enferme-
ción psicosocial como pieza fundamental de dades mentales, tienen factores
tales modelos. socio-ambientales y físico-ecológicos
No nos engañemos, el asunto es tras- como: el momento histórico, la
cendente. Parafraseando a Manuel Desviat influencia de la política, el estatus
(2000, p.119) diríamos que, “considerar la social, la red social de apoyo, la emi-
salud y el enfermar como hechos individua - gración, el origen étnico no privile-
les o sociales (...) conlleva modos diferentes giado, la marginación social, la into-
de entender la organización de la asistencia lerancia social, las características de
y el cuidado, y en última instancia respon - la vivienda, el ruido, la polución, el
den a distintas formas de pensar la socie - hacinamiento y los soportes comuni-
dad(...)”. tarios.

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La influencia de lo socioambiental en los trastornos mentales

3. Las variables y factores antes refe- 8. Las patologías psiquiátricas son


ridos, además de tener mucho que de índole biopsicosocial. Sin las
ver con el origen y la causalidad de vertientes psicológica y social, se
la morbilidad psiquiátrica, contri- cae en un reduccionismo que
buyen a que ésta evolucione hacia desencuadra el problema y llena
la resolución o hacia la cronicidad. de lagunas y fallas su inteligibili-
dad. Esta conceptualización biop-
4. Tanto unas malas condiciones sicosocial niega por principio, la
materiales de existencia como el preponderancia primordial y hege-
resto de variables socioestructura- mónica de los tratamientos farma-
les de riesgo, no sólo contribuyen a cológicos; aboca a tratamientos
explicar los problemas psiquiátri- integrados e integrales y a mode-
cos, sino que influyen determinan- los de atención basados en la
temente en las posibilidades de interdisciplinariedad.
rehabilitación psicosocial de aque-
llos que sufren trastornos mentales 9. La interrelación de lo biológico, lo
severos y crónicos, al dificultar la psicológico y lo social genera una
normalizada integración en su dialéctica de la que resulta la mor-
entorno sociocomunitario. bilidad o la salud. No puede enton-
5. Los datos epidemiológicos permi- ces la promoción de la salud, y la
ten aventurar hipótesis acerca de prevención y el tratamiento de la
la mejor recuperación de quienes morbilidad, en el ámbito de la
teniendo un problema psiquiátri- salud mental, ser patrimonio de
co, viven en países en vías de una profesión y una única discipli-
desarrollo. A día de hoy no se ha na gnosológica.
demostrado rigurosamente esta 10. Llegar a la mente del ego enloque-
hipótesis. Sí existen distintos cido no basta para solventar su
estudios que llegan a la conclu- mal. La locura no es solamente un
sión de que en factores socio-eco- problema subjetivo. La locura, en
nómicos como la aceptación so- sentido estricto, no brota en
cial, la no estigmatización y las exclusiva del interior de un cere-
facilidades de integración laboral, bro enfermo. La locura resulta de
más presentes en los países en la inter-acción de la persona con
vías de desarrollo que en los paí- su entorno.
ses desarrollados, reside la expli-
cación de por qué estas hipótesis 11. Debería de reconocerse abierta-
son altamente verosímiles. mente que la existencia de pato-
6. Estudios epidemiológicos, teóricos logías psiquiátricas tiene mucho
y empíricos parecen demostrar que que ver con lo sociopolítico.
la vida urbana está asociada a Debería explicitarse sin medianí-
mayor riesgo de esquizofrenia que as que las propuestas de aten-
la vida rural. ción derivadas de los modelos
comunitarios, son totalmente per-
7. Contrariando la nomenclatura al meables a lo sociopolítico. Debe-
uso, los trastornos mentales no son ría comprenderse que fuera de
males endógenos a la mente del esas coordenadas sociopolíticas,
sujeto paciente. Entre otras cosas la rehabilitación psicosocial pier-
porque ésta es inabstraible de las de de hecho su sentido al tornar-
realidades psicológica y social. se inoperante.

16 INTER VENCION PSICOSOCIAL


Juan Fernández Blanco, María del Carmen Sánchez Vicente

12. Sí como está demostrado, la lla- político, para alcanzar la salubri-


mada salud mental y también la dad resultan imprescindibles
llamada enfermedad mental tie- cambios culturales, medidas eco-
nen que ver con lo cultural, lo lógicas, alternativas socioeconó-
ecológico, lo socioeconómico y lo micas y decisiones políticas.

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18 INTER VENCION PSICOSOCIAL

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