Planificación
Realizar una serie de tareas previas que influirán decisivamente en la finalización con
éxito del proyecto.
Análisis
Averiguar qué es exactamente lo que tiene que hacer el sistema. La etapa de análisis en
el ciclo de vida del software corresponde al proceso mediante el cual se intenta
descubrir qué es lo que realmente se necesita y se llega a una comprensión adecuada de
los requerimientos del sistema.
Diseño
Implementación
Pruebas
Tiene como objetivo detectar los errores que se hayan podido cometer en las etapas
anteriores del proyecto, eventualmente y corregirlos. La búsqueda de errores que se
realiza en la etapa de pruebas puede adaptar distintas formas, en función del contexto y
de la fase del proyecto.
Instalación o despliegue
Uso y mantenimiento
Eliminar los defectos que se detecten durante su vida útil, lo primero que a uno
se le viene a la cabeza cuando piensa en el mantenimiento de cualquier cosa.
Adaptarlo a nuevas necesidades cuando el sistema ha de funcionar sobre una
nueva versión del sistema operativo o en un entorno hardware diferente.
Añadirle nueva funcionalidad, cuando se proponen características deseables que
supondrían una mejora del sistema ya existente.
Determinar los aspectos abarcados por el proyecto como fijar aquéllos aspectos que no
se incluirán en el proyecto. Estos últimos han de indicarse explícitamente. Si es
necesario, se puede especificar todo aquello que se posponga hasta una versión posterior
del sistema.
Estudio de viabilidad
Con recursos ilimitados (tiempo y dinero), casi cualquier proyecto se podría llevar a
buen puerto. Por desgracia, en la vida real los recursos son más bien escasos, por lo que
no todos los proyectos son viables.
Análisis de riesgos
Siempre se produce algún contratiempo que eche por tierra la mejor de las
planificaciones. Es algo inevitable con lo que hemos de vivir y para lo cual disponemos
de una herramienta extremadamente útil: la gestión de riesgos, que tradicionalmente se
descompone en evaluación de riesgos y control de riesgos.
A lo largo de los siglos las bibliotecas y los archivos buscaron solucionar la pregunta
¿cómo organizar el conocimiento universal?, iniciaron con métodos de clasificación por
conjuntos o facetas de temáticas generales y una herramienta de consulta basada en un
listado o índice de datos ordenados alfabéticamente por el título y el autor en donde el
usuario debía conocer de antemano el documento que requería. Sin embargo, en el siglo
XIX el surgimiento de las sociedades científicas, trajo consigo un incremento elevado
en la publicación de documentos científicos y técnicos, surgieron los manuales, guías,
folletos, memorias y en especial publicaciones periódicamente conocidas como revistas,
periódicos, boletines que elevaron el fenómeno al punto de nombrarse como la
“explosión de la información” (Thompson, 1977).
Este fenómeno obligó a las bibliotecas, a revisar su organización para dar respuesta a
nuevos usuarios más expertos, en donde la precisión, la eficiencia y la satisfacción del
usuario debían ser la base del servicio. Usando como base la teoría de Laudon (2002)
en donde “un sistema de información es un conjunto de componentes interrelacionados
que reúne, procesa, almacena y distribuye información”.
Web 2.0
La actual Web, que suma a la Web tradicional la llamada Web 2.0 o Web social aparece
en el 2004 por Tim O’Reilly, se basa cada vez más en el papel activo que ocupan los
usuarios. Éstos ya no son simple consumidores de contenidos y servicios sino que se
han convertido en parte activas del desarrollo de ésta al producir y compartir todo tipo
de contenidos.
El préstamo digital en nuestras bibliotecas esta neonato, pero vemos que los primeros
pasos que están dando; dejan al margen del proceso constructivo del modelo a instaurar
tanto a nosotros los bibliotecarios, como a los usuarios. (Juárez, 2015)
Las herramientas y aplicaciones de la web social o web 2.0 supone un reto y una
oportunidad para incrementar las posibilidades de la wed privilegiando su función social
y al mismo tiempo genera posibilidades al auxiliar las tareas educativas con respecto a
la meta lectura, escritura, comunicación y participación, las posibilidades que
proporcionan el uso de la web 2.0 propicia al desarrollo de competencias
informacionales, objetivo que a su vez ofrece la oportunidad del desarrollo de
aprendizaje colaborativo y abierto en espacios educativos no formales, además de
potenciar las redes sociales y la misión formadora e integradora de las bibliotecas
públicas. (Alberch, 2009)
La Web 2.0 acercó a las bibliotecas a Servicios de Difusión Instantáneos; los RSS y el
correo electrónico dan origen a Servicios de Diseminación Selectiva de Información
(DSI) programables que envían automáticamente avisos.
Los sistemas de Blogs y Mini Blogins como twitter notifican al usuario los
acontecimientos sin la necesidad de diseñar boletines con alto volumen de noticias poco
consultadas, las herramientas de videoconferencias y video tutoriales han logrado
realizar capacitaciones a usuarios en diferentes lugares geográficos y sin la necesidad de
desplazamiento.
LAWEB 3.0
La web semántica, también conocida como web 3.0, reúne una serie de tecnologías
para publicar datos legibles por aplicaciones informáticas, por máquinas. Estos datos
incluyen datos semánticos y ontológicos que describen el contexto, el contenido y la
relación entre los propios datos. El problema principal de esta idea es que, hoy por
hoy, es imposible adaptar todo el contenido de Internet para que sea semántico.
Además, el volumen de datos que se genera por cada documento online se dispara.
Así, la web semántica no terminó de ser todo lo disruptiva que se pretendía. Su nombre
se perdió en las nieblas de la revolución digital. Y, sin embargo, las tecnologías
semánticas están a la orden del día en los principales buscadores como Google, Bing o
Baidu, las redes sociales, los sistemas de inteligencia artificial y análisis de datos como
Watson (IBM) o, como hemos visto, las plataformas de control por voz, como Alexa,
Cortana (Microsoft) o Siri (Apple).
Según Peter Sweeney explica que “Las buenas noticias son que hoy existen evidencias
de que la web semántica está emergiendo de forma acelerada. Lejos de la idea
ambiciosa de un principio, pero a través de pequeñas versiones de sí misma y de los
asistentes inteligentes”
Decía Peter Sweeney que “Los datos enlazados abren la puerta a que las máquinas
combinen información de formas muy complejas” A más información compleja, más
contexto, más matices y mejor comprensión. Y así es como una idea caída en desuso ha
impregnado la revolución de la inteligencia artificial y ha reforzado nuestra
comunicación con las máquinas, ayudando a que estas entiendan, cada vez mejor,
nuestro lenguaje imperfecto y ambiguo.
La web semántica o, mejor, las tecnologías derivadas de este concepto y las bases de
datos enlazados ganarán fuerza. El volumen de linked data no ha dejado de aumentar en
los últimos años: gigantes como Google o Facebook apuestan por las bases de datos
semánticas para mejorar sus productos; y los asistentes inteligentes como Cortana, Siri,
Google Now o Alexa han asumido los principios de la web semántica para aprender el
lenguaje humano.
Además, parece que no hay vuelta a atrás. Pensemos una cosa. Hoy por hoy, tenemos
ya una generación completa de gente joven que está haciéndose mayor asumiendo que
siempre van a poder hablar con sus dispositivos, hablar con su casa
BIBLIOGRAFÍA
Thompson, M. (1997). Teoría de los Sistemas. New York: First edition. Obtenido de:
https://books.google.com.ec/books?isbn=041231780X