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Teorías sociológicas de la sociedad moderna

Primera Unidad:
La teorización de los procesos de interacción como fundamentos de la producción de sociedad.

Juan Enrique Opazo M.

Sesión Introductoria:
El problema de la intersubjetividad desde la perspectiva sociológica

Video: “Cómo los árboles se comunican entre sí”, de la ecóloga canadiense Suzanne Simard:
https://www.ted.com/talks/suzanne_simard_how_trees_talk_to_each_other?

¿Qué nos sugiere la intervención de la ecóloga canadiense Suzanne Simard respecto al fenómeno
de la “interacción” entre los árboles?

Luego de escuchar y reflexionar sobre esta sugerente propuesta de Simard, nos concentraremos
en discutir algunos aspectos relacionados con la interacción social humana. Comenzaremos esta
discusión con un planteamiento general que nos permita aclarar y acotar el plano de discusión en
el que queremos situarnos en lo que concierne a la primera unidad de este curso.

Si hemos de avanzar en la conversación sobre la interacción social humana, debemos pensar, en


primer término, en las características de los/as individuos/as que interactúan. Se trata de seres
humanos, esto es, de una especie de individuos que poseen ciertas particularidades que los
diferencian de otras. No entraremos, por ahora, a realizar un catastro de dichas particularidades,
ni a discutirlas. En realidad, no contamos con los antecedentes para realizar esto, ni siquiera si
desde nuestra modesta disciplina pidiéramos prestado recursos conceptuales y caracterizaciones
empíricas de otras disciplinas como la biología, la psicología, la etnología, la etología, la
antropología o la neurociencia. Recién estamos aprendiendo a reconocer que existen otras
especies con quienes compartimos muchos rasgos que, en periodos anteriores del desarrollo

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científico y de forma equivocada, se consideraban privativos del “ser humano”, como por ejemplo
la disposición a la cooperación, o bien al emocionar.

Sólo diremos que si hay algo en común que permite reconocer –o al menos debería permitirnos
reconocer ese tipo de interacciones- es la “subjetividad”. Diremos entonces que cuando dos o más
personas se relacionan, cuando interactúan, están involucrando su subjetividad y, por ende,
estamos en presencia de un fenómeno que refiere a la intersubjetividad.

Con esta primera formulación podríamos ya avanzar a una revisión sobre la naturaleza sociológica
de la intersubjetividad. Pero antes de hacer esto, sostendremos aquí una premisa más amplia que
nos ofrezca el contexto necesario para insistir, nuevamente, en que si bien la sociología es una
disciplina que nos invita a mirar e indagar acerca del mundo social humano (y la relación entre
este mundo y su entorno) no debemos olvidar que se trata de una mirada más entre muchas
otras. El punto está, entonces, en evitar el cierre y avanzar precisamente en una apertura al
diálogo creativo con otras miradas que nos permitan aproximarnos a una comprensión cada vez
más adecuada de la rica, compleja y multiforme naturaleza del fenómeno social humano.

En el caso de este curso, particularmente de esta Primera Unidad, insistiremos en que la mirada
sociológica sobre la intersubjetividad no puede aislarse de otras miradas igualmente importantes.
Entre esas miradas nos parecen relevantes, al menos, dos: la filosófica y la política. Dentro de
estos ámbitos existen, por cierto, un número prácticamente inabarcable de planteamientos en
torno a la naturaleza de la interacción social humana, es decir, en torno a la intersubjetividad. Por
esta razón, sería imposible realizar siquiera un listado de los modos en que dentro de ellas se ha
tratado el tema. No obstante, podemos recoger aquí algunas conversaciones que ustedes ya han
tenido en los cursos, lecturas y trabajos de sus cursos: Filosofía Social, Introducción a la Sociología
y Teoría Sociológica Clásica.

Y, ¿cuál es, entonces la pregunta que articula este ejercicio? … La interrogante guarda relación con
un aspecto práctico fundamental de la existencia humana: cómo es posible lo social, cómo es
posible dar cuenta de la existencia de otros, cómo es posible ser con otros. Esa es la pregunta que
ayer, como hoy, refiere al fundamento esencial del ser humano. Para Thomas Hobbes será de
inmediato el problema del orden y, de allí, la justificación de un Estado que impida la guerra de

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todos contra todos. Para Edmund Husserl (1859-1938), quien ha sido el filósofo que más lejos llevó
el intento de explicar la naturaleza de la intersubjetividad, desde el paradigma cartesiano, dicho
ejercicio remite a una reducción trascendental que hace posible al otro y al nosotros, por medio
de un ejercicio que permite la analogía que hace aparecer a alter ego: la a-presentación. Para la
filósofa alemana Hannah Arendt (1906-1975), se trata de explicar la particular naturaleza de lo
humano, a partir de lo que ella denomina “vita activa” cuyos componentes: labor, trabajo y acción,
la conforman dado así sustento a lo humano, tal cual lo hemos conocido hasta ahora.

Insistimos entonces. Cuando relevamos la pregunta por lo social, sobre cómo se produce y
reproduce, desde nuestra particular tradición, la sociología, no podemos reclamar exclusividad y
debemos, por el contrario, abrirnos a un escrutinio compartido de las múltiples dimensiones que
esa pregunta conlleva. No hay aquí neutralidad posible: lo filosófico, lo político, están, junto a un
conjunto enorme de planos explicativos y reflexivos, inextricablemente vinculados a esa pregunta.

Ahora bien, antes de entrar de lleno en la primera Unidad de este curso, y como parte constitutiva
del mismo, debemos traer a colación los aspectos de esta pregunta por lo social que hemos
tratado ya en cursos anteriores. Ese será nuestro punto de partida, ¿qué hemos aprendido y
reflexionado en torno a la pregunta por lo social?, ¿qué nos han enseñado Marx, Weber,
Durkheim, Simmel, Mead, entre otros/as autores/as?, ¿qué hemos aprendido de los trabajos y
lecturas que, de forma complementaria, hemos desarrollado en nuestro primer año de la carrera?

He allí, un primer inicio.

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