En realidad, la incomprensión de sí mismo es una fuente muy importante de la
incomprensión de los demás. Nos cubrimos nuestras carencias y debilidades, pero somos despiadados con las de los demás. Etnocentrismo y sociocentrismo: Un juicio moral traduce siempre un rechazo al análisis e incluso al pensamiento. El espíritu reductor: Los múltiples y multiformes obstáculos a la comprensión están constituidos por el bucle egocentrismo-autojustificación-autodecepción. La conjunción de incomprensiones individuales, intelectuales, colectivas, obstaculizan las relaciones entre individuos y colectivos, exigiendo agregar a los ámbitos económico, político, jurídico, social, componentes intelectuales y éticos, para desarrollar la doble comprensión, intelectual y humana.