XII.1) Concepto. Terminología. Ley Nº13.512 y las modificaciones introducidas por la ley Nº
26.994. Naturaleza jurídica.
El código de Vélez sostenía que “el propietario de edificios no puede dividirlos
horizontalmente entre varios dueños, ni por contrato, ni por actos de última voluntad”. Es
decir negaba la institución de la PH.
La ley 13.512 viene a receptar la necesidad de vivienda en las grandes urbes con el aumento
poblacional, donde se dieron desarrollos inmobiliarios que requirieron regulación jurídica que,
sin dislocar el régimen del derecho, contemplara y diera soluciones a la construcción en altura.
En la misma se levanta la prohibición del código de Vélez solo para los efectos de la presente
ley, admitiendo la división de un edificio en pisos y/o departamentos adjudicándolos en
propiedad a distintas personas que adquieren un derecho exclusivo sobre los sectores
privativos y un derecho compartido sobre las partes de aprovechamiento común.
El nuevo código civil y comercial incorpora el derecho real de PH en la enumeración del 1887,
calificándolo como el derecho real de la cosa parcialmente propia.
Vélez pensaba que las definiciones no eran propias de un código de leyes, sin embargo la
comisión redactora ha tomado otra postura plasmando en el nuevo código el concepto de
varios institutos. En el caso sostiene que:
ARTICULO 2037.- Concepto. La propiedad horizontal es el derecho real que se ejerce sobre un
inmueble propio que otorga a su titular facultades de uso, goce y disposición material y jurídica
que se ejercen sobre partes privativas y sobre partes comunes de un edificio, de conformidad
con lo que establece este Título y el respectivo reglamento de propiedad horizontal. Las
diversas partes del inmueble así como las facultades que sobre ellas se tienen son
interdependientes y conforman un todo no escindible.
Naturaleza jurídica:
La doctrina francesa ha dividido la exposición de las teorías en dos criterios:
a. Teoría unitaria: la propiedad de pisos o departamentos no implica más que una
yuxtaposición o superposición de derechos de propiedad individual provistos de una serie de
servidumbres activas y pasivas destinadas a permitir la utilización de los departamentos.
b. Teoría dualista o clásica: el titular del derecho tiene dos tipos de facultades:
Derecho de propiedad sobre las partes privativas
En consonancia con la norma citada el art. 2047, inc. a) prohíbe "destinar las unidades
funcionales a usos contrarios a la moral o a fines distintos a los previstos en el reglamento de
propiedad horizontal" y perturbar la tranquilidad de los demás de cualquier manera que
exceda la normal tolerancia.
Destino de las unidades: está establecido en el reglamento de copropiedad. El
reglamento es ley para los consorcistas que a él han adherido al momento de adquirir
el derecho real de propiedad horizontal, y en dicho estatuto queda fijado el destino de
las unidades funcionales, modificarlo unilateralmente implica la violación del
reglamento que, como tal, debe ser sancionada.
Dicha cláusula no sólo es obligatoria sino que además es estatutaria por lo cual, para proceder
a su modificación, se requerirá unanimidad de votos.
Uso contrario a la moral: el reglamento de propiedad horizontal debe fijar un destino
lícito para las distintas partes del inmueble.
Disposición material son comunes: el espacio propio está constituido por el cubo de
aire encerrado entre las divisiones horizontales y verticales, cuyos revestimientos y
demás ornamentos pertenecen al dueño del departamento, así como las paredes que
dividan distintos ambientes. Siendo ello así, se comprende que el dueño del piso o
departamento tendrá facultades para cambiar revestimientos, ya fuera de paredes,
techos o pisos, cambiar artefactos de baños y cocina, redecorar los interiores. Con
respecto a los tabiques interiores podrá hacer remodelaciones, por ejemplo demoler
una pared divisoria y ampliar con ello algún ambiente, siempre que no se altere la
seguridad del edificio o los servicios comunes.
Hay otras en cambio que no tienen una naturaleza específica o que aun teniéndola pueden ser
usadas con otra finalidad por acuerdo de partes, es decir: por disponerlo el reglamento.
Derecho de disponer: El titular del derecho de propiedad horizontal no goza —
individualmente. La asamblea es la que decidirá la realización de obras nuevas,
innovaciones o mejoras en dichos sectores, siempre que las decisiones en tal sentido
se tomen conforme a las mayorías que en cada caso fijan la ley y el reglamento de
propiedad.
ARTÍCULO 2038.- Constitución. A los fines de la división jurídica del edificio, el titular de
dominio o los condóminos deben redactar, por escritura pública, el reglamento de propiedad
horizontal, que debe inscribirse en el registro inmobiliario. El reglamento de propiedad
horizontal se integra al título suficiente sobre la unidad funcional.
ARTÍCULO 2040.- Cosas y partes comunes. Son comunes a todas o a algunas de las unidades
funcionales las cosas y partes de uso común de ellas o indispensables para mantener su
seguridad y las que se determinan en el reglamento de propiedad horizontal. Las cosas y
partes cuyo uso no está determinado, se consideran comunes.
Sobre estas cosas y partes ningún propietario puede alegar derecho exclusivo, sin perjuicio de
su afectación exclusiva a una o varias unidades funcionales. Cada propietario puede usar las
cosas y partes comunes conforme a su destino, sin perjudicar o restringir los derechos de los
otros propietarios.
ARTÍCULO 2042.- Cosas y partes comunes no indispensables. Son cosas y partes comunes no
indispensables:
a. la piscina;
b. el solárium;
c. el gimnasio;
d. el lavadero;
e. el salón de usos múltiples.
Esta enumeración tiene carácter enunciativo.
ARTÍCULO 2043.- Cosas y partes propias. Son necesariamente propias con respecto a la
unidad funcional las cosas y partes comprendidas en el volumen limitado por sus estructuras
divisorias, los tabiques internos no portantes, las puertas, ventanas, artefactos y los
revestimientos, incluso de los balcones.
También son propias las cosas y partes que, susceptibles de un derecho exclusivo, son
previstas como tales en el reglamento de propiedad horizontal, sin perjuicio de las
restricciones que impone la convivencia ordenada.
ARTÍCULO 2045.- Facultades. Cada propietario puede, sin necesidad de consentimiento de los
demás, enajenar la unidad funcional que le pertenece, o sobre ella constituir derechos reales o
personales. La constitución, transmisión o extinción de un derecho real, gravamen o embargo
sobre la unidad funcional, comprende a las cosas y partes comunes y a la unidad
complementaria, y no puede realizarse separadamente de éstas.
ARTÍCULO 2048.- Gastos y contribuciones. Cada propietario debe atender los gastos de
conservación y reparación de su propia unidad funcional.
Asimismo, debe pagar las expensas comunes ordinarias de administración y reparación o
sustitución de las cosas y partes comunes o bienes del consorcio, necesarias para mantener en
buen estado las condiciones de seguridad, comodidad y decoro del inmueble y las resultantes
de las obligaciones impuestas al administrador por la ley, por el reglamento o por la asamblea.
Igualmente son expensas comunes ordinarias las requeridas por las instalaciones necesarias
para el acceso o circulación de personas con discapacidad, fijas o móviles, y para las vías de
evacuación alternativas para casos de siniestros.
Debe también pagar las expensas comunes extraordinarias dispuestas por resolución de la
asamblea.
El certificado de deuda expedido por el administrador y aprobado por el consejo de
propietarios, si éste existe, es título ejecutivo para el cobro a los propietarios de las expensas y
demás contribuciones.
ARTÍCULO 2049.- Defensas. Los propietarios no pueden liberarse del pago de ninguna expensa
o contribución a su cargo aun con respecto a las devengadas antes de su adquisición, por
renuncia al uso y goce de los bienes o servicios comunes, por enajenación voluntaria o forzosa,
ni por abandono de su unidad funcional.
Tampoco pueden rehusar el pago de expensas o contribuciones ni oponer defensas por
cualquier causa, fundadas en derechos que ellos invoquen contra el consorcio, excepto
compensación, sin perjuicio de su articulación por la vía correspondiente. El reglamento de
propiedad horizontal puede eximir parcialmente de las contribuciones por expensas a las
unidades funcionales que no tienen acceso a determinados servicios o sectores del edificio que
generan dichas erogaciones.
ARTÍCULO 2050.- Obligados al pago de expensas. Además del propietario, y sin implicar
liberación de éste, están obligados al pago de los gastos y contribuciones de la propiedad
horizontal los que sean poseedores por cualquier título.
ARTÍCULO 2051.- Mejora u obra nueva que requiere mayoría. Para realizar mejoras u obras
nuevas sobre cosas y partes comunes, los propietarios o el consorcio requieren
consentimiento de la mayoría de los propietarios, previo informe técnico de un profesional
autorizado.
Quien solicita la autorización si le es denegada, o la minoría afectada en su interés particular
que se opone a la autorización si se concede, tienen acción para que el juez deje sin efecto la
decisión de la asamblea.
El juez debe evaluar si la mejora u obra nueva es de costo excesivo, contraria al reglamento o a
la ley, y si afecta la seguridad, solidez, salubridad, destino y aspecto arquitectónico exterior o
interior del inmueble. La resolución de la mayoría no se suspende sin una orden judicial
expresa.
ARTÍCULO 2052.- Mejora u obra nueva que requiere unanimidad. Si la mejora u obra nueva,
realizada por un propietario o por el consorcio sobre cosas y partes comunes, aun cuando no
importe elevar nuevos pisos o hacer excavaciones, gravita o modifica la estructura del
inmueble de una manera sustancial, debe realizarse con el acuerdo unánime de los
propietarios.
También requiere unanimidad la mejora u obra nueva sobre cosas y partes comunes en interés
particular que sólo beneficia a un propietario.
ARTÍCULO 2053.- Mejora u obra nueva en interés particular. Si la mejora u obra nueva
autorizada sobre cosas y partes comunes es en interés particular, el beneficiario debe
efectuarla a su costa y soportar los gastos de la modificación del reglamento de propiedad
horizontal y de su inscripción, si hubiera lugar a ellos.
ARTÍCULO 2055.- Grave deterioro o destrucción del edificio. En caso de grave deterioro o
destrucción del edificio, la asamblea por mayoría que represente más de la mitad del valor,
puede resolver su demolición y la venta del terreno y de los materiales, la reparación o la
reconstrucción.
Si resuelve la reconstrucción, la minoría no puede ser obligada a contribuir a ella, y puede
liberarse por transmisión de sus derechos a terceros dispuestos a emprender la obra. Ante la
ausencia de interesados, la mayoría puede adquirir la parte de los disconformes, según
valuación judicial.
ARTÍCULO 2057.- Modificación del reglamento. El reglamento sólo puede modificarse por
resolución de los propietarios, mediante una mayoría de dos tercios de la totalidad de los
propietarios.
ASAMBLEAS
ARTÍCULO 2060.- Mayoría absoluta. Las decisiones de la asamblea se adoptan por mayoría
absoluta computada sobre la totalidad de los propietarios de las unidades funcionales y se
forma con la doble exigencia del número de unidades y de las partes proporcionales indivisas
de éstas con relación al conjunto.
La mayoría de los presentes puede proponer decisiones, las que deben comunicarse por medio
fehaciente a los propietarios ausentes y se tienen por aprobadas a los quince días de
notificados, excepto que éstos se opongan antes por igual medio, con mayoría suficiente.
El derecho a promover acción judicial de nulidad de la asamblea caduca a los treinta días
contados desde la fecha de la asamblea.
ARTÍCULO 2061.- Conformidad expresa del titular. Para la supresión o limitación de derechos
acordados a las unidades que excedan de meras cuestiones de funcionamiento cotidiano, la
mayoría debe integrarse con la conformidad expresa de sus titulares.
ARTÍCULO 2062.- Actas. Sin perjuicio de los restantes libros referidos a la administración del
consorcio, es obligatorio llevar un Libro de Actas de Asamblea y un Libro de Registro de firmas
de los propietarios.
Debe labrarse acta de cada asamblea en el libro respectivo, en el que los presentes deben
firmar como constancia de su asistencia. Las firmas que suscriben cada asamblea deben ser
cotejadas por el administrador con las firmas originales registradas.
Las actas deben confeccionarse por un secretario de actas elegido por los propietarios; éstas
deben contener el resumen de lo deliberado y la transcripción de las decisiones adoptadas o,
en su caso, propuestas por la mayoría de los presentes, y ser firmadas por el presidente de la
asamblea y dos propietarios. Al pie de cada acta, el administrador debe dejar constancia de las
comunicaciones enviadas a los ausentes, de las oposiciones recibidas y de las eventuales
conformidades expresas.
CONSEJO DE PROPIETARIOS
ADMINISTRADOR
SUBCONSORCIOS
INFRACCIONES
CONJUNTOS INMOBILIARIOS
ARTÍCULO 2073.- Concepto. Son conjuntos inmobiliarios los clubes de campo, barrios cerrados
o privados, parques industriales, empresariales o náuticos, o cualquier otro emprendimiento
urbanístico independientemente del destino de vivienda permanente o temporaria, laboral,
comercial o empresarial que tenga, comprendidos asimismo aquellos que contemplan usos
mixtos, con arreglo a lo dispuesto en las normas administrativas locales.
ARTÍCULO 2075.- Marco legal. Todos los aspectos relativos a las zonas autorizadas,
dimensiones, usos, cargas y demás elementos urbanísticos correspondientes a los conjuntos
inmobiliarios, se rigen por las normas administrativas aplicables en cada jurisdicción.
Todos los conjuntos inmobiliarios deben someterse a la normativa del derecho real de
propiedad horizontal establecida en el Título V de este Libro, con las modificaciones que
establece el presente Título, a los fines de conformar un derecho real de propiedad horizontal
especial.
Los conjuntos inmobiliarios preexistentes que se hubiesen establecido como derechos
personales o donde coexistan derechos reales y derechos personales se deben adecuar a las
previsiones normativas que regulan este derecho real.
ARTÍCULO 2076.- Cosas y partes necesariamente comunes. Son necesariamente comunes o
de uso común las partes y lugares del terreno destinadas a vías de circulación, acceso y
comunicación, áreas específicas destinadas al desarrollo de actividades deportivas, recreativas
y sociales, instalaciones y servicios comunes, y todo otro bien afectado al uso comunitario,
calificado como tal por el respectivo reglamento de propiedad horizontal que regula el
emprendimiento.
Las cosas y partes cuyo carácter de comunes o propias no esté determinado se consideran
comunes.
ARTÍCULO 2077.- Cosas y partes privativas. La unidad funcional que constituye parte privativa
puede hallarse construida o en proceso de construcción, y debe reunir los requisitos de
independencia funcional según su destino y salida a la vía pública por vía directa o indirecta.
ARTÍCULO 2078.- Facultades y obligaciones del propietario. Cada propietario debe ejercer su
derecho dentro del marco establecido en la presente normativa, con los límites y restricciones
que surgen del respectivo reglamento de propiedad horizontal del conjunto inmobiliario, y
teniendo en miras el mantenimiento de una buena y normal convivencia y la protección de
valores paisajísticos, arquitectónicos y ecológicos.
ARTÍCULO 2081.- Gastos y contribuciones. Los propietarios están obligados a pagar las
expensas, gastos y erogaciones comunes para el correcto mantenimiento y funcionamiento del
conjunto inmobiliario en la proporción que a tal efecto establece el reglamento de propiedad
horizontal. Dicho reglamento puede determinar otras contribuciones distintas a las expensas
legalmente previstas, en caso de utilización de ventajas, servicios e instalaciones comunes por
familiares e invitados de los titulares.
DESARROLLO
ARTICULO 2073.- Concepto. Son conjuntos inmobiliarios los clubes de campo, barrios cerrados
o privados, parques industriales, empresariales o náuticos, o cualquier otro emprendimiento
urbanístico independientemente del destino de vivienda permanente o temporaria, laboral,
comercial o empresarial que tenga, comprendidos asimismo aquellos que contemplan usos
mixtos, con arreglo a lo dispuesto en las normas administrativas locales.
El art. 64 del dec.-ley 8912/1977 los define de manera descriptiva como las áreas territoriales
de extensión limitada que no conforman núcleos urbanos y reúnen las siguientes
características básicas, a saber:
d) Las áreas comunes de esparcimiento y las áreas de viviendas deben guardar una mutua e
indisoluble relación funcional y jurídica, que las convierte en un todo inescindible. Esto así, de
manera que el uso recreativo de las áreas comunes de esparcimiento no pueda ser modificado
(aunque puedan reemplazarse unas actividades por otras) y que las mismas tampoco puedan
subdividirse ni enajenarse de forma independiente de las unidades que constituyan las áreas
de viviendas.
Clases
a) Los clubes de campo propiamente dichos, que nacen por decisión de personas físicas o
jurídicas, caso en que las instalaciones deportivas y comunes son usadas solamente por los
propietarios de los lotes que integran el complejo. La titularidad sobre una parcela, aunque en
los hechos no esté efectivamente construida, permite el acceso a las áreas de disfrute y
esparcimiento indicadas.
b) Los clubes de campo fundados por una institución deportiva o educativa de existencia
previa al complejo. En esta segunda variante, la condición para acceder al uso y goce de las
áreas de recreación y esparcimiento será la pertenencia a la entidad fundadora, con
independencia de si los asociados detentan, además, la propiedad de uno o más lotes del
conjunto (y de si en ellos están construidas sus viviendas de uso transitorio o definitivo).
c) Los clubes de campo "náuticos" o "marinas" (también designados con las expresiones
inglesas "boating clubs"), donde se agrega como incentivo adicional, la utilización de un espejo
de agua, que podrá ser natural o artificialmente creado por los promotores del
emprendimiento inmobiliario, y que permite a sus integrantes el desarrollo de actividades
relacionadas con la navegación deportiva, destinándose un sector del complejo para el amarre
de embarcaciones y con la posibilidad de instalar en los sectores privativos muelles o terrazas
a tales efectos.
Esta figura puede revestir las dos variantes antes consideradas, a saber:
c') Para acceder al uso y goce de las áreas comunes, se exige detentar la propiedad de
una o más parcelas que integren el conjunto inmobiliario.
c'') Para acceder a las áreas de recreación y esparcimiento se debe revestir la condición
de asociado a la entidad que haya fundado el complejo.
Todos los conjuntos inmobiliarios deben someterse a la normativa del derecho real de
propiedad horizontal establecida en el Título V de este Libro, con las modificaciones que
establece el presente Título, a los fines de conformar un derecho real de propiedad horizontal
especial.
Los conjuntos inmobiliarios preexistentes que se hubiesen establecido como derechos
personales o donde coexistan derechos reales y derechos personales se deben adecuar a las
previsiones normativas que regulan este derecho real.
PARTES
Cosas y partes necesariamente comunes. Son necesariamente comunes o de uso
común las partes y lugares:
o del terreno destinadas a vías de circulación, acceso y comunicación,
o áreas específicas destinadas al desarrollo de actividades deportivas,
o recreativas y sociales, instalaciones y servicios comunes, y
o todo otro bien afectado al uso comunitario, calificado como tal por el
respectivo reglamento de propiedad horizontal que regula el emprendimiento.
o Las cosas y partes cuyo carácter de comunes o propias no esté determinado se
consideran comunes.
Cosas y partes privativas.
La unidad funcional que constituye parte privativa puede hallarse construida o en
proceso de construcción, y debe reunir los requisitos de independencia funcional
según su destino y salida a la vía pública por vía directa o indirecta.
Facultades y obligaciones del propietario: Cada propietario debe ejercer su derecho dentro
del marco establecido en la presente normativa, con los límites y restricciones que surgen del
respectivo reglamento de propiedad horizontal del conjunto inmobiliario, y teniendo en miras
el mantenimiento de una buena y normal convivencia y la protección de valores paisajísticos,
arquitectónicos y ecológicos.
La ley 26994 incorpora al tiempo compartido como un derecho real.
Disposiciones comunes
Garantía es toda medida de refuerzo que se añade a un derecho de crédito para asegurar su
satisfacción. Atribuye al acreedor un nuevo derecho subjetivo o nuevas facultades. Los
derechos reales de hipoteca, anticresis y prenda constituyen garantías típicas. Las
garantías reales son las que recaen sobre cosas determinadas. Tienen, como uno de sus
efectos, oponibilidad erga omnes.
Los derechos reales de garantía son pasibles de convalidación. Para el deudor, es una carga
sobre la cosa. Cuando la cosa es registrable, es oponible cuando esté registrada la garantía.
Todas las garantías cuentan con una serie de requisitos estructurales y naturales (principios
esenciales). Son estructurales la convencionalidad, la accesoriedad y la especialidad, tanto en
cuanto al objeto como en cuanto al crédito. Es natural, la indivisibilidad.
Convencionalidad
Los derechos reales de garantía solo pueden ser constituidos por contrato, celebrado por los
legitimados y con la forma que la ley indica para cada tipo. Si los derechos reales de garantía
recaen sobre inmuebles, la convención debe efectuarse en escritura pública. La prenda y la
anticresis pueden ser constituidas por instrumento público o privado porque son no solemnes.
Accesoriedad
Los derechos reales de garantía son accesorios del crédito que aseguran,
son intransmisibles sin el crédito y se extinguen con el principal. La extinción de la garantía por
cualquier causa no afecta la existencia del crédito.
Especialidad en cuanto al objeto: cosas y derechos pueden constituir el objeto de los derechos
garantía. Ese objeto debe ser actual y estar individualizado adecuadamente en el contrato
constitutivo. Al constituirse la garantía, el crédito debe individualizarse adecuadamente a
través de los sujetos, el objeto y su causa.
El crédito puede estar individualizado en todos los elementos desde el origen o puede nacer
posteriormente; el gravamen constituye el máximo de la garantía real por todo concepto, de
modo que cualquier suma excedente es quirografaria.
El acto constitutivo debe prever el plazo al que la garantía se sujeta, que no puede exceder
de 10 años, contados desde ese acto. Vencido el plazo, la garantía subsiste en seguridad de los
créditos nacidos durante su vigencia.
Sobre la base de tener definido el máximo al que la garantía concede tutela privilegiada y su
publicidad, podrán saber los terceros qué porción de la cosa o derecho se encuentra sujeta al
régimen de garantía.
Indivisibilidad
Los derechos reales de garantía son indivisibles. La indivisibilidad consiste en que cada uno de
los bienes afectados a una deuda y cada parte de ellos, están afectados al pago de toda la
deuda y de cada una de sus partes.
Puede convenirse la divisibilidad de la garantía respecto del crédito y de los bienes afectados.
También puede disponerla el juez fundadamente, a solicitud de titular del bien, siempre que
no se ocasione perjuicio al acreedor, o a petición de este último si hace a su propio interés.
A través de la indivisibilidad se permite que un número de cosas se alcancen como solo una
por el gravamen real, de manera tal que el derecho tutele, de igual manera y sin variantes,
hasta la mínima expresión del crédito principal.
Es una característica natural pues es de su esencia. Se trata de una seguridad para el acreedor
en torno a la ejecución entera de la obligación.
En la garantía quedan comprendidos todos los accesorios físicamente unidos a la cosa, las
mejoras y las rentas debidas. Sin embargo, no están comprendidos en la garantía:
1. Los bienes físicamente unidos a la cosa que están gravados con prenda constituida
antes que la hipoteca o son de propiedad de terceros, aunque su utilización por el
deudor esté autorizada por un vínculo contractual;
2. Los bienes que posteriormente se unen físicamente a la cosa, si al tiempo de esa unión
están gravados con prenda o son de propiedad de terceros, aun en las condiciones
antes indicadas.
Para ser accesorios de una cosa, es necesario que se encuentren adheridos con carácter
perpetuo. Las rentas a las que alude la ley son las debidas, puesto que las pagadas no
corresponden al inmueble sino al propietario que conservaba para entonces la disponibilidad
de su patrimonio.
La garantía cubre el capital adeudado y los intereses posteriores a su constitución, como así
también los daños y costas posteriores que provoca el incumplimiento. Los interés, daños y
costas anteriores a la constitución de la garantía quedan comprendidos en su cobertura solo
en caso de haberse previsto y determinado expresamente en la convención.
Subrogación real
La garantía se traslada de pleno derecho sobre los bienes que sustituyen a los gravados. En
caso de extinción parcial del objeto, la garantía subsiste, además, sobre la parte material
restante.
Cuando la obligación está sujeta a una condición suspensiva aun no cumplida, el acreedor
puede requerir al tercero ejecutante una garantía suficiente de la restitución de lo percibido
para el caso de frustración de la condición (es una medida conservatoria).
Es nula toda cláusula que permite al titular de un derecho real de garantía adquirir o disponer
del bien gravado fuera de las modalidades y condiciones de ejecución previstas por la ley para
cada derecho real de garantía.
El propietario no deudor, que puede ser un tercero que constituye la garantía o quien
adquiere el bien gravado, sin obligarse de forma expresa al pago del crédito asegurado,
responde únicamente con el bien objeto del gravamen y hasta el máximo de gravamen.
El propietario no deudor puede hacer valer las defensas personales del deudor solo si se dan
los requisitos de la acción subrogatoria. Una vez ejecutado el bien afectado por la garantía, el
propietario no deudor tiene derecho al remanente que excede el monto del gravamen.
Ejecutada la garantía o satisfecho el pago de la deuda garantizada, el propietario no deudor
tiene derecho a:
Los derechos reales de garantía se extinguen por efecto de la subasta pública del bien
gravado, si sus titulares fueron debidamente citados a la ejecución, sin perjuicio del derecho y
preferencias que les correspondan sobre el producido para la satisfacción de sus créditos.
1. B) Natural: indivisibilidad: cada bien afectado a una deuda y cada parte de él está
afectado al pago de toda la deuda y cada una de sus partes. Acreedor cuya garantía
comprenda varios bienes puede perseguirlos a todos conjuntamente, o sólo a
1/algunos. Puede convenirse la divisibilidad respecto del crédito y bienes. Puede
disponerla juez a solicitud de titular del bien, mientras no ocasione perjuicio al
acreedor, o a petición de acreedor si lo hace a su propio interés.
Créditos garantizables: cualquier crédito, puro y simple, a plazo, condicional o eventual, de
dar, hacer o no hacer. Al CN garantía, crédito debe individualizarse a través de los sujetos,
objeto y causa.
No están comprendidos:
1. a) Bienes físicamente unidos a la cosa gravados con prenda CN antes que hipoteca o
de propiedad de 3ros (aunque su uso por el deudor esté autorizado por contrato);
2. b) Bienes que posteriormente se unen físicamente a la cosa, si al tiempo de esa unión
están gravados con prenda o son de propiedad de 3ros.
Capital adeudado
Intereses posteriores a su CN
Daños y costas posteriores por incumplimiento
Intereses, daños y costas anteriores a la CN de garantía sólo en caso de haberse
previsto
Indemnización
Subrogarse en los D del acreedor
Si hay otros bienes afectados a DR de garantía en beneficio de la misma deuda, citar
titulares al proceso de ejecución para obtener contra ellos condenación.
CAPITULO 1
Disposiciones comunes
Los derechos reales de garantía son aquellos derechos subjetivos que se confieren de manera
voluntaria a la persona del acreedor, sobre el valor de una o más cosas o bienes especialmente
determinados o que pueden determinarse en un momento dado, de propiedad del deudor o
de un tercero, que quedan así afectados al cumplimiento de ese crédito, como medio de
asegurarlo, de conformidad con lo dispuesto por el ordenamiento jurídico vigente.
Desde la perspectiva de su titular, se trata de un derecho real sobre cosa ajena, en función de
garantía.
La prerrogativa real se ejerce respecto del valor del objeto que se afecta al cumplimiento de la
obligación principal, pues en última instancia, su titular podrá cobrarse con el producido de su
venta forzada, con o sin prioridad respecto de otros acreedores, según lo disponga el
ordenamiento jurídico.
respecto del objeto y del crédito por igual, se trata de determinar cuál es la cosa o
bien que se afectan al cumplimiento de la obligación principal.
se afectan al cumplimiento de la obligación principal , se pretende fijar el importe o
cifra por los cuales se responderá con ellos.
e) Otra nota esencial de estas figuras es su condición de accesorias a los créditos a los que
buscan asegurar en su cumplimiento.
De esto se sigue que estos derechos reales existen por y a partir de las obligaciones contraídas
por el deudor y su vigencia. Por ende, su suerte quedará ligada a la de los créditos de los que
dependen.
Resumiendo lo que antecede, los derechos reales de garantía, en nuestro sistema, se tipifican
por:
ü su origen convencional
ü su accesoriedad
ü por la especialidad que rige respecto del objeto afectado al pago de la deuda y el monto
por el cual se responde con el mismo
ü indivisibilidad
Esto es, una parte general, donde se consagran las disposiciones comunes para todas las
garantías reales, y una parte especial, propia de cada una de estas figuras.
En esta última se reconocen los tres derechos comunes a nuestro sistema: la hipoteca, la
anticresis (que aquí se amplía a los muebles registrables) y la prenda, en sus dos variantes: con
y sin desplazamiento de la cosa gravada (o prenda con registro).
ARTICULO 2185.- Convencionalidad. Los derechos reales de garantía sólo pueden ser
constituidos por contrato, celebrado por los legitimados y con las formas que la ley indica
para cada tipo.
Si bien la ley es fuente de todos los derechos reales, al punto que no le es dado a los
particulares crear un derecho real no contemplado por la ley o modificar su estructura, la
convención es —sigue siendo— la única causa fuente de los derechos reales de garantía. Así lo
establece este artículo al señalar que "los derechos reales de garantía sólo pueden ser
constituidos por contrato...", de lo que se deriva que en nuestro sistema legal no hay otro
modo de constituir la hipoteca, la prenda o la anticresis sino a partir de un contrato. Quedan
de este modo excluidos los supuestos de constitución legal, tácita e incluso judicial de este tipo
derechos.
Por cierto que no cualquier persona puede otorgar el contrato al que se hace referencia. El
artículo refiere que para la válida constitución de cualquiera de estos derechos reales de
garantía tal convención debe ser otorgada por los "legitimados". Se precisa, pues, de la
actuación —por sí y por medio de representante— del titular de la cosa que habrá de ser
gravada, como así también del titular del crédito en cuyo favor se lo constituye, es decir el
acreedor.
La convención por la que se admite la constitución del derecho real va a permitir, publicidad
mediante, la oponibilidad de la garantía desde el momento en que pueda ser conocida por
terceros. Ello así, afianza el interés público al publicitar las limitaciones que las garantías reales
producen, lo cual importa la estabilidad del tráfico, reduciendo eventuales impugnaciones,
como así también satisfaciendo el interés del tercero que no podría sustraer su conocimiento
de la publicidad posesoria y registral, según su caso.
Se sigue de lo expuesto que el título eficiente para generar el derecho real es el contrato (de
hipoteca, de anticresis o de prenda).
Desde la óptica moderna, el contrato que da origen a una garantía real se presenta, en la
mayoría de los casos, como de adhesión, con cláusulas predispuestas, fijadas por el acreedor
(especialmente cuando se trata de entidades financieras), de aceptación ineludible por la parte
deudora, y en su caso, por el constituyente del gravamen en garantía de obligaciones ajenas.
Por ende se deduce que la garantía real se deriva, en sentido estricto, del convenio que le da
origen, en el que deben lucir todos y cada uno de sus elementos constitutivos.
Empero, tratándose de garantías abiertas o de máximo, el contrato deberá complementarse
con información que se genere a la postre, para el caso de su ejecución.
ARTICULO 2186.- Accesoriedad. Los derechos reales de garantía son accesorios del crédito
que aseguran, son intransmisibles sin el crédito y se extinguen con el principal, excepto en
los supuestos legalmente previstos.
La relación entre el crédito principal y el derecho real de garantía en función accesoria permite
precisar que, extinguida la obligación principal, queda sin causa el derecho real accesorio, pero
no a la inversa.
Todo crédito puede ser garantizado con un derecho real, en tanto así se lo designe a través de
sus elementos necesarios (sujetos, objeto y causa eficiente) en oportunidad de constituirse el
gravamen, salvo las excepciones que se dispongan en la materia (v.gr. créditos indeterminados
o eventuales).
De aquí que la obligación asegurada puede ser pura y simple, de dar (sumas de dinero o
cantidades de cosas), hacer o no hacer o bien estar sujeta a modalidades, como la condición
suspensiva (con lo cual la garantía accede a un crédito que como tal no es exigible, hasta tanto
no se cumpla la modalidad a la cual está sujeto; una vez verificada la contingencia, operará de
manera retroactiva al momento de la contracción de la deuda, involucrando también al
derecho real accesorio) o resolutoria ((la deuda es prima facie exigible, aunque está sujeta a
desaparecer en caso que suceda a futuro el evento resolutivo, aconteciendo lo propio con el
gravamen real); o a plazos y términos equivalentes.
La especialidad en cuanto al objeto, los derechos reales, como poderes jurídicos, no pueden
ejercerse sobre cosas indeterminadas o futuras. Especialidad es sinónimo de “actual”.
Se trata de precisar, con la mayor exactitud posible, cuáles son los bienes afectados a la
garantía acordada, y con los que espera eventualmente, cobrarse el acreedor ante el
incumplimiento del deudor, una vez que se proceda a su ejecución o venta.
Queda fuera de este esquema la posibilidad de gravar con derechos reales de garantía, el
usufructo, el uso y las servidumbres.
El acto constitutivo debe prever el plazo al que la garantía se sujeta, que no puede exceder de
diez años, contados desde ese acto. Vencido el plazo, la garantía subsiste en seguridad de los
créditos nacidos durante su vigencia.
Con la especialidad en cuanto al crédito, se trata de determinar cuáles son los límites de la
responsabilidad por la garantía real constituida, esto es, hasta qué cifra soportará el
propietario de aquélla el poder de agresión patrimonial del acreedor insatisfecho sobre la cosa
afectada (por eso el artículo en análisis debió rotularse como "especialidad en cuanto a la
garantía").
La indivisibilidad de las garantías reales como regla general Los derechos reales de garantía se
proyectan sobre toda la cosa (o derecho) que constituye su objeto y sobre cada una de sus
partes, que se encuentran igualmente afectadas a aquella seguridad.
A consecuencia de ello la totalidad de la deuda gravita sobre la totalidad del objeto afectado,
de manera tal que, la división de la deuda o su extinción parcial, no implica necesariamente la
división de la garantía ni la posibilidad de su extinción parcial.
La comprensión cabal de lo que antecede, a veces puede no resultar clara, dado que en
materia de garantías reales, a la obligación inicial se le adjunta un derecho real (principio de
accesoriedad).
Sólo el último es indivisible, y ello supone, que hasta tanto no se abone la totalidad de la
deuda, el objeto no se verá libre del gravamen. El deudor que pagó su parte de la obligación
principal no puede, por tanto, pretender una cancelación o liberación parcial de la cosa (una o
varias) y debe, en su caso, soportar su ejecución ante el incumplimiento de otro de sus
congéneres.
a) los bienes físicamente unidos a la cosa que están gravados con prenda constituida antes que
la hipoteca o son de propiedad de terceros, aunque su utilización por el deudor esté
autorizada por un vínculo contractual;
b) los bienes que posteriormente se unen físicamente a la cosa, si al tiempo de esa unión están
gravados con prenda o son de propiedad de terceros, aun en las condiciones antes indicadas.
ARTICULO 2193.- Extensión en cuanto al crédito. La garantía cubre el capital adeudado y los
intereses posteriores a su constitución, como así también los daños y costas posteriores que
provoca el incumplimiento. Los intereses, daños y costas anteriores a la constitución de la
garantía quedan comprendidos en su cobertura sólo en caso de haberse previsto y
determinado expresamente en la convención.
ARTICULO 2194.- Subrogación real. La garantía se traslada de pleno derecho sobre los bienes
que sustituyen a los gravados, sea por indemnización, precio o cualquier otro concepto que
permite la subrogación real.
En caso de extinción parcial del objeto, la garantía subsiste, además, sobre la parte material
restante.
El propietario del objeto gravado con la garantía, sea deudor de la obligación garantizada o un
constituyente ajeno a ese vínculo, conserva las facultades inherentes a su derecho, con la
única limitación de que "no puede realizar ningún acto que disminuya el valor de la garantía".
En ello se traduce el contenido del derecho real de garantía, que importa un
desmembramiento del derecho real de que aquel es titular.
Debe destacarse que la limitación que implica la norma se activa cuando el constituyente
"disminuya" el valor de la garantía. Disminuir, en rigor, importa la realización de un acto,
jurídico o material, que produzca una mengua en el precio del objeto.
Los actos materiales suelen ser los más graves en cuanto al ataque a la integridad de la
garantía por lo que no cabe dudar de que estén alcanzados por la prohibición legal. Tal el caso
de la demolición total o parcial de inmuebles, la realización de desmontes, el cambio de su
destino, etc. Cabe destacar que si se haber separado accesorios del inmueble, procede a su
respecto las acciones de persecución respectivas, que únicamente se detienen frente a
poseedores de buena fe.
ARTICULO 2196.- Inoponibilidad. En caso de ejecución, son inoponibles al acreedor los actos
jurídicos celebrados en perjuicio de la garantía.
Esto significa que el acreedor puede actuar como si los aludidos actos de disposición no se
hubieran celebrado, exigiendo que los bienes se vendan libres de los gravámenes o
restricciones que le hubiera impuesto el propietario, o totalmente desocupados (haciendo
caso omiso a los contratos de locación que hubiera concertado aquél con los terceros, si así
estaba dispuesto en el convenio que dio origen a la garantía), que se restituyan los accesorios
que se hubieran separado de la cosa principal al, etc.
ARTICULO 2197.- Realización por un tercero. Si el bien gravado es subastado por un tercero
antes del cumplimiento del plazo, el titular de la garantía tiene derecho a dar por caduco el
plazo, y a cobrar con la preferencia correspondiente.
Si el crédito está sujeto a condición suspensiva, puede requerírsele que ofrezca garantía
suficiente de la restitución de lo percibido en la extensión del artículo 349 para el caso de
frustración de la condición.
ARTICULO 2198.- Cláusula nula. Es nula toda cláusula que permite al titular de un derecho
real de garantía adquirir o disponer del bien gravado fuera de las modalidades y condiciones
de ejecución previstas por la ley para cada derecho real de garantía.
Se postula de manera general la prohibición del pacto comisorio en las garantías reales, que
supone el acuerdo por el cual se estipula que frente al incumplimiento del deudor, el acreedor
puede disponer directamente de la propiedad del bien afectado a la garantía, sea para
incorporarla a su patrimonio, obviando el procedimiento de la ejecución y eventual
adjudicación del bien a su nombre, sea para proceder a su enajenación a un tercero, y
cobrarse con los importes resultantes el crédito inicialmente insatisfecho.
El propietario no deudor puede hacer valer las defensas personales del deudor sólo si se dan
los requisitos de la acción subrogatoria.
Las defensas inadmisibles en el trámite fijado para la ejecución pueden ser alegadas por el
propietario no deudor en juicio de conocimiento.
ARTICULO 2201.- Derecho al remanente. Una vez realizado el bien afectado por la garantía,
el propietario no deudor tiene derecho al remanente que excede el monto del gravamen,
con exclusión del precedente propietario y de los acreedores quirografarios.
A partir de ello se entiende que la norma excluya de la posibilidad de agredir dicho saldo —
que, insistimos, le es reservado al propietario no deudor ejecutado— al propietario
precedente y a los acreedores quirografarios que hubiere: el primero porque por su condición
de tal no se vislumbra título alguno que le permita ir contra el ejecutado; en el segundo,
porque los fondos sobrantes pertenecen al propietario rematado y no al deudor ejecutado.
HIPOTECA
Hipoteca
Art. 2205: DR de garantía que recae sobre 1 o + inmuebles individualizados que continúan
en poder del constituyente y que otorga al acreedor, ante el incumplimiento del deudor,
facultades de persecución y preferencia para cobrar sobre el producido de la venta, el
crédito garantizado.
CN: por contrato, debe ser aceptada por acreedor (sino no se inscribe). Escritura pública o
documentos de autoridad competente que hagan plena fe. Acto constitutivo con
individualización de partes, obligación garantizada e inmueble afectado. Falta: nulidad.
Por el deudor y también por un 3ro que puede obligarse por el pago de la deuda o no.
Hipoteca de parte indivisa: condómino puede hipotecar cosa por su parte indivisa.
Acreedor hipotecario puede ejecutar parte indivisa sin esperar resultado de partición.
Mientras subsista hipoteca, partición extrajudicial es inoponible al acreedor hipotecario que
no presta consentimiento.
Caracteres:
1. DR
2. Accesorio de un DP (crédito cierto y determinado en dinero).
3. Convencional (constituida por deudor + aceptación del acreedor)
4. Inscripto para publicidad
5. Especialidad:
1. Inmueble: objeto de la hipoteca (determinado).
2. Crédito: suma de dinero cierta y determinada. Indica el maximum, el resto
es quirografario.
Natural: indivisibilidad: cada 1 de las cosas hipotecadas a 1 deuda y cada parte de ellas
están obligadas al pago de toda la deuda y cada parte de ella.
1. Asumir la deuda: se convierte en deudor del crédito que tiene como accesorio la
H à responde con todo su patrimonio y no puede abandonar inmueble para
librarse. Es necesario que el acreedor lo acepte. Es tercer adquirente.
2. No asumir la deuda: (o asume pero acreedor no lo acepta) no es deudor, pero
como propietario tiene que soportar que el acreedor ejerza su DR (erga omnes).
Deudor sigue teniendo relación hipotecaria con el acreedor: va 1ro contra deudor y
si no cumple va contra el poseedor (responde sólo con la cosa hipotecada).
Agotado el asiento de la hipoteca, no puede ser perseguido en otros bienes de su
patrimonio. Es tercer poseedor.
Extinción
Modo por excelencia: pago de la obligación à por vía de consecuencia: extinción total de
obligación principal (sin saldo deudor). Pago por un 3ro subrogado en los D del acreedor
no extingue la deuda.
Causas propias:
Cancelación
AJ por el cual se deja sin efecto la inscripción del gravamen en el registro.
HIPOTECA
La hipoteca es el derecho real de garantía que recae sobre uno o más inmuebles
individualizados que continúan en poder del constituyente y que otorga al acreedor, ante el
incumplimiento del deudor, las facultades de persecución y preferencia para cobrar sobre su
producido el crédito garantizado.
El acreedor puede, aun cuando haya sido enajenado por el constituyente del gravamen y se
encuentre en poder de los sucesivos adquirientes, requerir su ejecución y venta, como cabría
contra quien constituyó la hipoteca.
Pueden constituir hipoteca los titulares de los derechos reales de dominio, condominio,
propiedad horizontal, conjuntos inmobiliarios y superficie.
Hipoteca de parte indivisa: un condómino puede hipotecar la cosa por su parte indivisa. El
acreedor hipotecario puede ejecutar la parte indivisa sin esperar el resultado de la partición.
Mientras subsista esta hipoteca, la partición extrajudicial del condominio es inoponible al
acreedor que no presta consentimiento expreso.
Forma del contrato constitutivo: la hipoteca se constituye por escritura pública. La aceptación
del acreedor puede ser ulterior, si se otorga con la misma formalidad y previamente a la
registración.
Individualización del inmueble: el inmueble que grava la hipoteca debe estar determinado y
deben estar dadas cuantas especificaciones sean necesarias para su debida individualización.
Extinción
Resolución de los derechos del constituyente: en el caso en que el que la concedió tuviera
sobre el inmueble un derecho sujeto a condición resolutoria y la condición se produce.
Cancelación
La cancelación de la hipoteca es el acto jurídico por el cual se deja sin efecto la inscripción del
gravamen en el Registro de la Propiedad. Puede haber cancelación sin que se extinga la
hipoteca y puede extinguirse la hipoteca sin cancelación por no haberse hecho en el Registro.
Debe hacerse por escritura pública. Los efectos de la inscripción se extinguen a los 20 años y la
cancelación es automática (opera de pleno derecho).