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PROCESOS FLUVIALES.

1 INTRODUCCIÓN.

En el contexto del conjunto de procesos que operan en el relieve, las


“funciones” geomorfológicas de los ríos son:
- Esculpir (Tallar) los lechos o canales a través de los cuales fluyen.
- A través de ese encajamiento (“entallamiento”) modelan la mayoría del
relieve disponible donde actúan los procesos de vertiente.
- Una función de “transporte”: los ríos evacuan hacia fuera los sedimentos
que aportan las vertientes y los conducen hacia las tierras bajas y
finalmente al océano.
- Finalmente el proceso de entallamiento del lecho y el transporte de
sedimentos conduce al modelado del relieve de denudación (erosivos) y
de acumulación (géoformas erosivas).

Actualmente emerge otra perspectiva en el estudio de la dinámica fluvial y


nuevas hipótesis para explicar los relieves que resultan de esa dinámica. Se
trata de una perspectiva zonal según la cual el funcionamiento de los ríos y las
géoformas que elaboran varían para las diferentes regiones del globo. Los ríos
de las regiones periglaciares despliegan una capacidad de incisión vertical muy
elevada y por lo tanto son muy eficientes para la formación de valles. Por el
contrario, los ríos de las regiones tropicales – especialmente en las regiones de
sabana- presentan una eficiencia mínima para la incisión vertical y en ellos es
más efectiva la incisión lateral.

Los ríos son muy importantes en el contexto de las actividades socio-


económicas de las comunidades, una importancia que ha sido persistente
desde un pasado lejano hasta hoy y que continuara a futuro. La importancia del
río emerge de las múltiples funciones que puede desempeñar para las
comunidades, a saber:

- Como medio de transporte.


- Como fuentes que abastecen los sistemas de acueducto.
- Como recurso natural para la producción de energía hidroeléctrica.
- Como fuentes para proyectos de irrigación de tierras.
- Como medio receptor y de transporte de residuos líquidos (tratados o
crudos).
- Como una componente del medio natural que sustenta actividades de
recreación y deportivas.

Todas estas funciones hacen de los ríos un elemento central de referencia,


tanto en los paisajes urbanos como rurales.

La importancia y el papel que juegan los ríos en las actividades de una


sociedad ha conducido al desarrollo de numerosos estudios por parte de los
ingenieros en los últimos 300 años. Como resultado de estos estudios se han
desarrollado muchas formulas empíricas que describen las relaciones entre
diversos atributos, a saber:

1
- Velocidad de la corriente.
- Profundidad.
- Ancho.
- Capacidad de transporte de sedimentos.
- Formas del lecho y del canal.

Muchas de estas formulas empíricas que tratan de dar cuenta de la dinámica


de los ríos se construyeron partiendo del abordaje de problemas específicos y
de allí se postularon o se dedujeron “leyes generales”.

2. EROSIÓN FLUVIAL.

La erosión fluvial es un concepto que referencia el proceso de disección lineal


de los ríos, es decir, a la excavación activa de su componente vertical.

En todas las regiones del globo – excepto en las sabanas y en el bosque


húmedo tropical - esta componente vertical corta en profundidad mas rápido y
más eficientemente que lo que hace la denudación en los interfluvios. El
contraste de eficiencias entre la disección vertical en los lechos fluviales y la
denudación en los interfluvios conduce a la formación de las vertientes de los
valles.

De esta manera, la erosión fluvial (disección) determina el ángulo de las


vertientes, lo cual a su vez condiciona los mecanismos como opera la erosión
de la vertiente, por su puesto en concordancia con las características de la
zona climática donde estos procesos ocurren.

En las regiones montañosas el levantamiento tectónico estimula la intensidad


de la erosión fluvial generando cañones y valles en “V”, bastante profundas. En
estas regiones los balances entre levantamiento y erosión fluvial pueden ser
muy diversos; a ellos se añade la diversidad litológica y climática. La
combinación de estos tres factores pueden explicar las diversas morfologías
que despliegan los cañones de las regiones montañosas. Dos ejemplos sirven
para comprender estas relaciones complejas entre diversidad litológica,
condiciones climáticas y balance entre levantamiento y erosión fluvial.

En la cuenca del río Buey, en el SE de Antioquia la morfología de los cañones


es bastante uniforme e insensible a los cambios de litologías (rocas
metamórficas y rocas ígneas).
A lo largo de los cañones de los ríos Medellín y Porce ocurre la situación
opuesta: La morfología del cañón cambia drásticamente cuando se cambia de
una unidad a otra. Para tornar más compleja la situación se presentan
igualmente cambios morfológicos considerables incluso dentro de una misma
unidad litológica.

2.1 FACETAS DE LA EROSIÓN FLUVIAL.

Se identifican tres facetas:

2.1.1 La destrucción del substrato rocoso del lecho.

2
2.1.2 La erosión de las bancas del canal.

2.1.3 El desgaste y trituración de la carga transportada.

La carga que transporta una corriente proviene de dos (2) fuentes: es llevada al
lecho fluvial por los procesos que operan en las vertientes o es “arrancada” del
fondo del lecho o de las bancas. Dentro de la corriente de agua y durante el
proceso de transporte los materiales se desgastan o fragmentan produciéndose
así una reducción de tamaños a medida que avanzan “aguas abajo”.

2.2. LA CARGA DE LOS RÍOS Y LOS MODOS DE TRANSPORTE.

La carga: En un sentido muy general este concepto hace referencia al material


total que mueve cualquier agente natural de transporte (un río, un glaciar o el
viento).
La carga de los ríos corresponde al total de materiales (iones, sedimentos finos
y sedimentos gruesos) que transporta.

Estos materiales se desplazan en la corriente de cuatro (4) maneras diferentes,


lo cual permite diferenciarlos como cargas diferentes, a saber:

2.2.1 Carga en solución. También se le referencia como “Carga disuelta”.


Corresponde a todas las sustancias iónicas (solutos) presentes dentro del
fluido.

Estudios de campo en Nigeria bajo el bosque tropical indican que la carga


disuelta es mucho mayor que la carga en suspensión, es un factor de 1.5 a 6.8:

qd = (1.5a6.8)qs

2.2.2 Carga en suspensión. Algunas veces conocida como “carga de lavado”


cuando las partículas son de tamaño coloidal. La carga en suspensión consiste
de arcillas, limos y material coloidal que permanece en suspensión por la
turbulencia del fluido.

2.2.3 Carga de fondo. Corresponde a los materiales (sedimentos)


transportados sobre o cerca del fondo del lecho ya sea por: rodamiento, por
empuje o por saltación. Las arenas y los materiales más gruesos (gravas)
conforman la carga de fondo.

2.3 El transporte de los sedimentos.

Durante el transporte, la carga sufre algunas modificaciones:


- Los fragmentos sufren desgaste y redondeamiento.
- Los materiales se ven sometidos a un proceso de selección o
clasificación de acuerdo con: el tamaño de grano y la densidad de las
partículas.

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En función de la “Naturaleza del flujo” de la corriente, los materiales del lecho
despliegan una serie de formas, denominadas Formas Del Lecho.

Las formas del lecho son las estructuras que se forman en la interfase agua –
sedimentos, en el fondo de la corriente. Las formas más importantes son:
- Las Rizaduras (“Ripples”): Patrones de relieve rítmicos a pequeña
escala; de carácter ondulado, donde se suceden “crestas” y
“depresiones” suaves. De acuerdo con la forma y tamaño de estas
estructuras se definen diversos tipos de rizaduras (transversales, de
corriente, lunadas, linguoida, gigante).
- Dunas: Corresponde a rizaduras gigantes (mega rizaduras),
normalmente asimétrica de dimensiones grandes, con longitudes de
onda que pueden variar entre 60 cm y varios metros. Se forman en
lechos arenosos en corrientes con flujo rápido pero todavía tranquilo.
- Ambas estructuras (rizaduras y dunas) se forman en rocas (blandas) y
en sedimentos sueltos del lecho, alcanzando mejor desarrollo en estos
últimos.

Las formas del lecho (sus patrones)se pueden utilizar para inferir las
características del régimen de flujo de la corriente. Igualmente estos patrones
una vez formados producen efectos sobre el flujo:

Régimen de Flujo Patrones de


Formas del Relieve

La comprensión de Los Principios Básicos de los Procesos Fluviales es algo


esencial para una adecuada interpretación de Las Géoformas Fluviales.

3 EL FLUJO EN EL CANAL FLUVIAL.

El proceso del flujo de agua y el transporte de sedimentos en los canales se


caracteriza por su diversidad y complejidad. El fluido (el agua) se caracteriza
por un movimiento irregular persistente, de tal modo que es imposible
determinar exactamente el cuadro de fuerzas que actúan a lo largo de los
limites del fluido y sobre los objetos que sobresalen en el fluido.

Además, la mayor parte de energía disponible de la corriente no siempre se


utiliza en los procesos de erosión y de transporte. Una parte de esa energía se
pierde por fricción: El lecho del canal puede contener una cobertura (armadura
o “pavimento”) de partículas demasiado grandes que resultan imposibles de ser
transportadas por el flujo y en muchos casos entran al canal, materiales
(bloques y fragmentos) de gran tamaño que son imposibles de ser
transportados por el flujo.

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En muchas circunstancias, solo un 5% de la energía disponible puede utilizarse
en mover sedimentos y en modelar (excavar) el canal.

Estas situaciones se pueden identificar en un tramo del Río Grande, aguas


debajo de la presa de RIOGRANDE I (ver figura N° 1) .

Figura N° 1: Características del lecho del Río Gran de en el tramo “Río Grande I
– MOCORONGO” (NE de don Matías).

En este tramo se identifica un proceso activo de formación de ORGANALES.

El organal corresponde a un proceso de acumulación de “Bolas de Roca” en el


lecho de la corriente, aportadas desde las vertientes adyacentes; estas
vertientes se encuentran modeladas en materiales del horizonte IC – IIA del
perfil de meteorización de la cuarzodiorita del batolito Antioqueño. Las “bolas
de roca” ruedan por la vertiente y se acumulan en el lecho del río, el cual es
incapaz de transportarlas dado su tamaño (hasta 5 .0.m de diámetro).

En este sentido el desarrollo del organal:

- Inhibe la continuidad del proceso de disección vertical del lecho.


- Estimula un proceso de depositación de las fracciones de tamaño
moderadas (gravillas, arenas y limos), las cuales entran a conformar “la
matriz” en los organales más evolucionados (organales con matriz).
- Cuando el procesos alcanza un mayor avance, la corriente es forzada a
desplazarse lateralmente y reiniciar el procesos de disección vertical.

A través de un proceso de este tipo se produce la ampliación del fondo del valle
en “V” del Río Grande aguas arriba de la central de Mocorongo.

La formación de los organales y su posterior evolución sirven de ejemplo para


poner de presente un principio básico en el estudio de la dinámica fluvial: el
proceso de modelado del fondo de los valles involucra una serie de
interrelaciones entre los fenómenos que se dan en las vertientes laterales y la
hidrodinámica de la corriente en el canal.

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La interrelación se pone de manifiesta en el balance de los sedimentos, las
vertientes aportan materiales que varían en cantidad, calidad (resistencias) y
en tamaños y el río actúa diferencialmente, ya sea evacuando o
acumulándolos. Ambos tipos de procesos (de vertiente y en el canal fluvial)
varían a lo largo del tiempo.

La geomorfología que se dedica al estudio cuantitativo de los procesos ha


diseñado muchos métodos para determinar las relaciones entre: las
características del flujo, la carga que transporta y las formas del lecho. Todas
estas relaciones son empíricas; sujetas a revisión y muy inexactas.

3.1 PARÁMETROS DESCRIPTIVOS

Los estudios funcionales del flujo en los canales fluviales (ríos) parten de una
descripción de la forma de los canales.

Los parámetros más comunes son (Ver figura 2):

W= ancho. Ancho de la lamina de agua en el canal


P=. Perímetro húmedo (“Perímetro mojado”): Corresponde a la longitud de la
franja en la cual, el agua está en contacto con el fondo del canal, el agua está
en contacto con el fondo del canal (lecho) y con las paredes.
A= Área de una sección transversal de la corriente de agua.
D= Profundidad del cuerpo de agua.
S= Gradiente longitudinal del lecho: Es la diferencia de altura entre dos puntos
localizados en el fondo (lecho) dividida por la proyección horizontal de la
distancia entre ellas.

C1 − C 2
S=
L

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Para propósitos prácticos, en el caso de canales fluviales muy amplios, el valor
de la profundidad (d) se asimila con el radio hidráulico (R) y R = A/P

Para canales fluviales con sección transversal rectangular

R=A
(2d + W )
3.2 CAUDAL Y VELOCIDAD DEL FLUJO EN UN CANAL ABIERTO.

Caudal : Cantidad de agua que pasa de una sección transversal del canal en
una unidad de tiempo (litros / segundo, M3 /seg).

V: Velocidad media del flujo en una sección transversal (A) del flujo.
Si se conoce la velocidad media para una sección dada del flujo, el caudal (q)
será:

Q = A ×V

Esta ecuación “funciona” cuando hay un flujo uniforme estable (steady uniform
flow).

Los canales naturales, sin embargo, son irregulares con un lecho rugoso que
presenta incluso rupturas de pendiente (gradiente longitudinal)

Los ingenieros han desarrollado una serie de fórmulas empíricas para


determinar la velocidad de los flujos inestables en canales rugosos.

Una de las primeras fórmulas fue la de Antoine Chezy en 1775, quien expresa
la velocidad como una función del radio hidráulico (R) y de la gradiente de la
corriente (S):

V = C× R×S

C = coeficiente cuyo valor depende de la gravedad y de las fuerzas


funcionales.

Robert Manning intenta refinar la ecuación de Chezy con la fórmula:

( ) 2
V = 1 ×R 3 ×S
n
1
2

n = coeficiente de rugosidad (“Coeficiente de Manning”).


V en (m/s).

Existen tablas donde se asignan los valores del coeficiente de rugosidad (n)
para diversas rugosidades del canal que consideran incluso el tipo de
vegetación presente en las orillas. En la rugosidad del canal se incluyen: las
formas del lecho y la granulometría de los materiales.
Utilizando la relación

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Q = A ×V

Se obtiene:

( ) 2
Q = A ×R 3 ×S
n
1
2

Las velocidades promedias de los ríos en condiciones de creciente


generalmente varían entre 2-3 m/s; cuando fluyen a través de “rápidos”
alcanzan velocidades más altas pero velocidades superiores a 9 m/s se
desconocen.

3.3 VARIACIONES DE VELOCIDAD Y TURBULENCIA A TRAVÉS DEL


CANAL.

La velocidad y turbulencia no son fenómenos que se distribuyen uniformemente


en todos los puntos de una sección dada (ver figura N°3).

La velocidad máxima en un canal simétrico ocurre debajo de la superficie, en el


centro del canal y decrece hacia los bordes (perímetro) de éste. En un canal
asimétrico, la zona de máxima velocidad está desplazada hacia aquel sector

Figura 3 Localización de zonas de velocidad y turbulencia máxima en un canal.

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Donde se tiene la banca más inclinada y las aguas son más profundas.

Para calcular el caudal será necesario subdividir el canal en varios segmentos


de área conocida. En cada segmento del canal se miden varias velocidades a
diferentes profundidades.

En el caso de corrientes de poca profundidad se toma la velocidad


representativa de cada sección como aquella medida a 0,6d o como el
promedio de las velocidades a 0.8d +0.2d.
La “población” de velocidades (perfil de velocidades) se indica en la figura N°4.

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Para el caso de ríos mayores es necesario tener presente un mayor número de
mediciones puntuales de velocidad para obtener “una velocidad media”
representativa. La selección de estaciones permanentes donde llevar un
registro sistemático de caudales deben cumplir varios requisitos: ubicarse en
tramos rectos, que son muy estables y evitar al máximo aquellas secciones con
muchas irregularidades en el canal (micro y meso morfología).

Las zonas de mayor turbulencia tienden a estar alejadas de las zonas de mayor
velocidad; la turbulencia alcanza sus valores máximos en cercanías del lecho
del canal, donde las obstrucciones del fondo (bloques, gravas, e irregularidades
del lecho) hacen divergir a las líneas de flujo de la corriente alrededor de los
obstáculos para formar remolinos (eddies, eddy). Los remolinos pueden ser
intermitentes (“vortices”) o tratarse de un movimiento continuo en espiral
conocido como “flujo helicoidal”.

Otras manifestaciones de la turbulencia son:


- Los “rollers”: que tienen una forma cilíndrica
- Fenómenos de surgencia (“surge”), los cuales se expresan como
cambios de velocidad “en pulsos”.

Todos los remolinos con movimiento rápido tienden a ser erosivos y son muy
importantes para remover y transportar material detritico (detritus). En
contraste, los remolinos lentos, tales como los “rollers” lentos contribuyen al
desarrollo de formas del lecho del tipo de acumulación.

Debido al desarrollo preferencial de las zonas de máxima turbulencia en las


partes alejadas del centro del canal, los canales simétricos tienden a tener una
erosión concentrada en las del lecho adyacentes a las bancas. En los canales
asimétricos, la zona de mayor turbulencia contribuye a socavar la banca en el
lado externo de las curvas (sinuosidad, meandro), mientras que en la parte
interna se presenta depositación.

4 LA EROSIÓN FLUVIAL DEL LECHO.

La carga que los ríos transportan proviene de numerosas fuentes:


- Sedimentos y solutos que aportan los procesos de vertiente.
- Materiales removilizados desde el lecho.
- Del retrabajamiento de los materiales que conforman las terrazas
antiguas y la llanura aluvial.
- Sedimentos y solutos producidos por la erosión directa del substrato
rocoso en que se encuentra modelado el canal.

Los procesos que producen la erosión del sustrato rocoso del canal son:

4.1 CORRASIÓN:

Desgaste mecánico de las rocas por efecto de los materiales que transporta la
corriente. La corrosión también la ejerce el viento que transporta partículas y
roza afloramientos rocosos y los glaciares.

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4.2 EVORSIÓN:

Corresponde a las fuerzas generadas por el flujo del fluido.

4.3 CORROSIÓN:

Erosión química por solución.

4.4 ARRANCAMIENTO (Plucking).

Corresponde al proceso de remoción directa de fragmentos sueltos de un


substrato rocoso muy diaclasado por la fuerza del impacto del agua.

En el caso del fenómeno de “evorsión” es importante tener presente:

- Las rocas muy resistentes no sufren erosión incluso en el caso de


corrientes de agua muy fuertes que no transporten material abrasivo,
pero en el caso de rocas débiles (de baja cohesión) si pueden sufrir
desgaste. Los factores involucrados para evaluar la eficiencia de ese
desgaste son: la resistencia a la cizalladura del material rocoso, su
plasticidad, el porcentaje de arcillas que contienen y el esfuerzo
cizallante del fluido requerido para producir erosión, este esfuerzo
depende de: la velocidad de la corriente y su turbulencia.

En todos estos procesos que desgastan el substrato rocoso, la tasa de


desgaste se relaciona con:

- La fuerza de la corriente erodante.


- La resistencia de la roca.

Por lo tanto, una corriente que fluye lentamente o una roca muy resistente
conducen a tasas de erosión fluvial muy bajas. Por el contrario una corriente
con velocidad muy alta o unas rocas muy débiles producen tasas de erosión
fluvial altas.

Los procesos erosivos en los canales fluviales dejan huellas, las cuales
corresponden a superficies irregulares. Estas superficies son de varios tipos:

A. Superficies limitadas por bordes angulares y discontinuos de bloques de


roca diaclasados.

B. Superficies pulidas (Superficies de desgaste): este tipo de superficies (“scour


marks”) suavemente pulidas reflejan los impactos abrasivos de las partículas.
La mayoría de ellas corresponden a superficies curvadas; las superficies
pulidas y planas son raras.

Estas superficies pulidas son de muchas formas:

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- Las Marmitas (“potholes”): Son muy frecuentes y mejor conocidos. Algunas
marmitas presentan paredes estriadas o acanaladas y otras presentan unas
estructuras en sus paredes en forma de ondas (festoneada).
Colectivamente, todos estos rasgos se identifican como “marcas erosivas”.
Todas las marcas erosivas existentes en los canales fluviales rocosas
corresponden a depresiones delimitadas por unos bordes bien definidos que
pueden ser redondeados o agudos; en perfil tienden a terminar en punta y las
crestas tienden a orientarse transversalmente (total o parcial) al patrón de la
corriente.

- Las marcas erosivas se explican por la formación de flujos separados, es


decir, estructuras de flujo caracterizadas por la separación de la capa de
cizallamiento del fluido en el lecho del canal y su reagrupación aguas abajo.

5 Transporte de sedimentos.

5.1 (Entrainment) La removilización de los sedimentos presentes en el lecho


fluvial ocurre solamente si las partículas son lo suficientemente pequeñas para
ser removidas por el esfuerzo cizallante del fluido.

En estas circunstancias es necesario reconocer dos fuerzas de sentido


opuesto: el esfuerzo aplicado a la partícula en reposo y la resistencia de la
partícula al movimiento. El esfuerzo aplicado a las partículas está en gran
medida controlado por la velocidad del fluido.

5.2 sedimentos en suspensión.

La determinación de la concentración de sedimentos en suspensión en un flujo


requiere de muestreadores especiales, diseñados para tal fin, que limiten las
perturbaciones al flujo.

Con el muestreador más común que integra una muestra para cada perfil
vertical, se desciende el equipo muestreador hasta el lecho y luego se levanta
hasta superficie a una tasa constante.

Se toman varias muestras de sedimentos en varias “verticales” dentro de una


sección; igualmente se miden las velocidades.

La carga de sedimentos en suspensión se calcula así:

qs = Q × Cs
1000

qs= la carga en suspensión (K/s).


Q= Caudal (m3 /s).

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Cs= Concentración de sedimentos en suspensión (mg/l), que se determina
filtrando las muestras obtenidas.
(mg/l = g/m3 = p.p.m)

La suma de los valores obtenidos en todas las líneas verticales muestreadas


en una sección transversal suministran el valor para calcular la carga total
suspendida.

La mayoría de los muestreadores existentes no pueden operarse en los 9-12


cm adyacentes al lecho, una zona de alta concentración de sedimentos y por lo
tanto en los cálculos se requiere un factor de corrección.

5.3 Carga de fondo.

La evaluación del transporte de la carga de fondo es una tarea y un objetivo


extremadamente difícil.

No existe aparato, técnica o solución teórica que se acepte universalmente


como adecuada para determinar la carga de fondo.

Los problemas que surgen cuando se intenta hacer una medición deirecta son:

- Las interferencias que produce en el flujo la utilización de muestreadores


necesariamente grandes.
- Las dificultades para emplazar un instrumento en un lecho fluvial
irregular.
- La eficiencia del muestreo.
- El movimiento irregular de los materiales del lecho.

Existen diversos tipos de equipos y métodos para medir la carga de fondo.


Algunas veces se emplean instrumentos acústicos los cuales registran el ruido
producido por el movimiento de la carga de fondo; la intensidad del sonido se
correlaciona con la cantidad de material en movimiento, empleando para ello
mediciones directas en terreno o en condiciones experimentales.

Los métodos teóricos para calcular la carga de fondo se sustentan en la


construcción de formulas empíricas obtenidas con experimentos en el
laboratorio. Las variables que se consideran y se controlan son: velocidades
del flujo, tamaños, densidades y formas de las partículas. Estas fórmulas
empíricas a menudo “trabajan” bien cuando se aplican a canales artificiales y
en otras estructuras hidráulicas pero los resultados que arrojan cuando se
aplican a los canales fluviales naturales son mucho más variables.

Competencia y Capacidad.

Debido a las incertidumbres más existentes para describir el régimen de flujos


(hídrico y de sedimentos) de una manera cuantitativa precisa es
extremadamente difícil determinar la competencia y capacidad de una
corriente.

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a. Competencia: La competencia se define por el tamaño mayor de
partícula que una corriente puede llevar por tracción como carga de
fondo. Este tamaño máximo debe estar especificado para un flujo dado
en una sección transversal específica del canal. Si se tiene en cuenta
que el caudal, la gradiente longitudinal del lecho y otros factores
(rugosidad) varían a lo largo del lecho fluvial, entonces la competencia
varia casi continuamente a lo largo del río.
b. Capacidad: Es la cantidad máxima de partículas de un tamaño dado que
una corriente puede transportar por tracción como carga de fondo. Dado
un suministro adecuado de material particulado a un lecho fluvial, la
capacidad del río es función de la gradiente del canal, del caudal y del
calibre de la carga.

Un río, en una sección o tramo dado sólo podrá desplegar su capacidad real en
unas condiciones relativamente ideales, a saber:

- Si de las vertientes laterales ó del tramo aguas arriba, recibe la cantidad


y la distribución del tamaño acorde con su competencia.

- Si no recibe un aporte de materiales con tamaños excesivamente


grandes. Los sobre-tamaños tienden a “bloquear” el flujo y a incrementar
la rugosidad, reduciendo así su capacidad. La competencia de una
corriente en un sitio dado no es fácil de determinar porque la carga en
suspensión incrementa la densidad del fluido y por lo tanto su
capacidad. La introducción de partículas de mayor tamaño en el flujo
hace decrecer la capacidad total. La capacidad por lo tanto depende de
la distribución de tamaños de todas las partículas que conforman la
carga de la corriente.

5.4 Depositación.

Los diferentes modos de transporte (suspensión, saltación, rodamiento)


producen movilidades diferentes de las diversas fracciones de tamaño. El
resultado es una clasificación de los sedimentos de acuerdo con: el tamaño de
las partículas, su forma y su densidad.

El rodamiento de partículas sobre el lecho fluvial (carga de fondo) se


interrumpe cuando las velocidades de la corriente disminuyen por debajo de un
valor critico (umbral). La capa donde las partículas se transportan “por salto”
recibe el nombre de zonas de saltación y la fracción de la carga de fondo que
se transporta por este mecanismo recibe el nombre de carga de saltación.

- Saltación: Transporte por “salto” de partículas del lecho por medio del
cual las partículas son lanzadas al flujo de manera intermitente, se
mueven un trayecto corto en el flujo para retornar de nuevo al lecho. El
limite superior de la zona de saltación es una superficie bastante
uniforme, cuya altura respecto al lecho la define la magnitud de las
fuerzas que proyecta las partículas hacia el fluido. Una vez que esta

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fuerza que “arranca” las partículas del lecho disminuye por debajo de un
valor dado, cesa la saltación de partículas de un tamaño dado.

Como la carga de fondo generalmente es de tamaño arena o mayor y la carga


por saltación corresponde a arena y limo grueso entonces, la concentración de
arenas y limos disminuye continua y suavemente desde el lecho fluvial hasta la
superficie de agua de la corriente. Por el contrario, la carga en suspensión de
limos y arcillas se encuentra mucho más uniformemente distribuida en todo el
flujo.
Cuando la componente ascendente de las velocidades de flujo turbulento
disminuyen por debajo de la velocidad de asentamiento para un tamaño dado
de partículas, estas se decantan y se depositan en el lecho.

En una corriente de agua, la curva de las velocidades es convexa en el sentido


del flujo y la curva de concentración de sedimentos es cóncava. Como
resultado de ello la curva del “caudal de sedimento” (curva de la carga) es
generalmente una curva convexa suave en el sentido de flujo (ver figura N°5)

5.5 Clasificación.

La clasificación de materiales es un proceso natural:

- El proceso que selecciona partículas sedimentarias de acuerdo con una


propiedad o una combinación de propiedades de ellas.
- El proceso que incrementa la clasificación de los tamaños de grano de
un depósito clástico.
- Finalmente, el concepto de “clasificación” se aplica también al grado de
clasificación de los tamaños de grano dentro de un depósito clástico.

La clasificación hidráulica es un resultado inevitable del transporte selectivo de


un tamaño de grano por un proceso y de las eficiencias diferentes que
despliegan los diferentes procesos de transporte.

Por ejemplo: en la mayoría de los sistemas fluviales, aquellos granos con un


diámetro mayor a 10mm de diámetro no alcanzan a llegar al mar y se quedan
en las planicies aluviales bajas, aguas arriba de aquellos tramos que presentan
una gradiente longitudinal muy suave que inhibe su desplazamiento por
rodamiento.

Las partículas en el rango de tamaños entre 1-10 mm tienden a desplazarse


por rodamiento sobre la arena del lecho y pueden transportarse a través de
todo el sistema.

La arena gruesa y fina se mueve por tracción y saltación, temporalmente se


almacena en las estructuras morfológicas del lecho (dunas y rizaduras).

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Los limos y las arcillas se transportan en suspensión a través de todo el
sistema o pueden almacenarse en la llanura aluvial de los ríos cuando estos se
desbordan.

Como resultado de: la clasificación de las partículas, de su desgaste con el


transporte, de las variaciones del caudal y de las variaciones del flujo con la
profundidad a lo largo del río, también varia la capacidad para mover la carga
de fondo.

En la mayoría de los ríos mayores (ríos grandes), la carga de fondo de


granulometrias gruesas típica de los tramos superiores (cuenca alta) solo es
transportable durante eventos de creciente. En los tramos finales del río, la
carga de fondo es de tamaño arena y puede ser transportada incluso con
caudales bajos. Parece evidente por lo tanto que los ríos grandes son
competentes para mover toda, o gran parte, de su carga de fondo, incluso con
caudales bajos.

De lo anterior se puede sacar una conclusión:


En las corrientes pequeñas la competencia controla la clasificación de los
sedimentos, mientras que en las corrientes grandes el control de la clasificación
lo realiza la capacidad.

En los ríos grandes un cambio en la capacidad produce una transferencia de


sedimentos de la carga de fondo a la carga de suspensión.

5.6 Geoformas de acumulación en el lecho fluvial.

Las géoformas que se desarrollan en el lecho del río con los sedimentos que se
depositan pueden ser:
- Elongadas y paralelas al flujo
- Alineadas transversales al flujo.

Las dos géoformas importantes en los lechos son: las rizaduras y las dunas.

Cuando estas géoformas tiene menos de 40mm de alto y 600mm de longitud


de onda se denominan rizaduras y cuando tienen dimensiones mayores son
dunas.

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Ambas géoformas – rizaduras y dunas – migran a lo largo del lecho en un
proceso en el cual:

- El material es substraído de la cara “aguas arriba” y depositado en la


cara “aguas abajo”. En esta depositación se produce la estratificación
cruzada que caracteriza a gravas y arenas aluviales.

A velocidades bajas del flujo se forman las rizaduras y a mayor velocidad se


forman las dunas.

Un posterior incremento en el caudal o en la gradiente longitudinal del lecho


borra rizaduras y dunas y da origen al desarrollo de formas lineales de
depositación en un lecho totalmente plano.

En estos lechos totalmente planos, la resistencia al flujo es mínima y el


transporte de sedimentos es muy alto.

En Síntesis: en el lecho fluvial se dan relaciones directamente proporcionales


entre:

- La potencia (fuerza) de la corriente.


- Las características del flujo.
- Las géoformas producidas en el lecho.
- La tasa de transporte de sedimentos
- El tamaño de las partículas.

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6. La descarga ó Caudal .

La descarga o caudal es la cantidad de agua que sale de una cuenca de


drenaje; se expresa como volumen por unidad de tiempo (m3/seg). Otra
manera de expresarlo (mas abstracta) es referirla a la columna de agua
promedio distribuida en toda la cuenca, por ejemplo: 40mm; sin embargo es
una expresión idealizada porque el agua no fluye uniformemente sobre todo el
territorio de una cuenca.

La descarga de una cuenca es extremadamente variable a través del tiempo y


la curva que representa este flujo se denomina: hidrógrafa

La hidrógrafa se puede representar de dos maneras:

a. “Stage hydrograph”: se grafica la altura de la columna de agua en una


sección específica contra el tiempo. H vs T.
b. “Dischange hydrograph”: es una gráfica de descarga vs tiempo.

Para convertir la primera en la segunda se emplea una curva o tabla de


referencia.

Los elementos de una hidrógrafa son:


- una curva (una parte) de concentración o “borde ascendente.
- Un pico.
- Una curva de recesión o borde descendente.

La forma de la hidrógrafa está controlada por dos factores:

a. Las características de las cuencas de drenaje


b. Las características del evento lluvioso que la antecede.

La curva de concentración.

Las características de este segmento de la hidrografía son función de:

18
- El área de la cuenca
- La duración y uniformidad de las lluvias.

La forma de esta curva es cóncava hacia arriba.

El tiempo de concentración: es el intervalo de tiempo requerido para realizar “el


viaje” desde el punto más distante de la cuenca hasta la estación de registro.
Por lo tanto, es el intervalo de tiempo desde el momento en el cual el flujo
concentrado en el lecho fluvial causa un ascenso en el nivel del agua hasta el
momento en que ocurre el flujo pico.

La forma de la cuenca por lo tanto controla la forma de la curva de


concentración.

El pico.

Es el indicador de la descarga máxima durante una tormenta.

La curva de recesión.

Es independiente de las variaciones temporales durante el evento lluvioso y de


las variaciones temporales en infiltración. La forma de esta curva es función de
los rasgos de la cuenca de drenaje. Mientras mayor sea la capacidad del
almacenamiento dentro de la cuenca, mas plana y mas larga será la curva de
recesión.

6.1 Formas de la hidrógrafa.

Se pueden considerar varias situaciones.

19
6.1.1 Durante un largo periodo seco.

El flujo concentrado en los lechos fluviales lo aporta el agua almacenada en los


suelos y rocas de la cuenca. Este almacenamiento se va reduciendo
gradualmente, se abaten los niveles freáticos y la hidrógrafa mostrara un
declive gradual en los valores de la descarga.

El aporte o contribución de las aguas subterráneas a la descarga se denomina


“flujo base”.

6.1.2 Ocurre una tormenta después de un periodo seco.

Si ocurre una tormenta con suficiente intensidad como para aportar un caudal
al flujo - base previo, entonces el aporte de un “caudal de tormenta” producirá
un aumento en la descarga que se mostrará como un cambio en la forma de la
hidrografa.

En estas circunstancias los aportes de la tormenta a la descarga sigue un


patrón:
- El aumento inmediato del flujo proviene de la cantidad de lluvia que cae
directamente sobre los canales.
- A medida que transcurre el tiempo otras fuentes de aporte entran a
contribuir:
a. Aportes provenientes de las llanuras de inundación y de las vertientes
adyacentes al lecho.
b. Posteriormente, a medida que el nivel de las aguas subterráneas
asciende (nivel freático), empezará la contribución del flujo interno (flujo
superficial).

La forma de una hidrógrafa particular depende de los rasgos de la cuenca y de


las características del evento lluvioso:

- Una lluvia de poca intensidad produce un pico de poca altura y una


curva abierta.
- Una lluvia de alta intensidad produce un pico elevado y una curva muy
esbelta.
- Una lluvia de gran duración produce un “pico” aplanado y muy largo.

Registro de las crecientes.

Un registro continuo de la hidrógrafa de la corriente de una cuenca suministra


información acerca de la magnitud y frecuencia probable de las crecientes e
inundaciones.

6.3 Patrones de descarga (patrones del caudal)

Para cualquier cuenca, el caudal (C ) se obtiene de sustraer a la precipitación


(P) el agua que retorna a la atmósfera por evaporación (E) y transpiración (T) y

20
aquella que queda almacenada en la cuenca (como retención (R) superficial –
lago; por ejemplo y aquella que contribuye a alimentar aguas subterráneas).

C = P − (E × T + R )

A nivel global, la escorrentía y el flujo concentrado promedio anual está


estrechamente relacionado con la zonalidad climática. Los caudales son
máximos en las regiones húmedas y mínimos en las regiones áridas.

El patrón (los patrones) de caudales de un río se encuentra afectado por


muchos otros factores diferentes al patrón de las precipitaciones, a saber:

- El balance del calor.


- La vegetación
- Los suelos.
- Las estructuras de las rocas.
- La forma de la cuenca.
- El tamaño de la cuenca.
- El relieve de la zona.
- La geometría hidráulica de los canales.

De todos los factores, solo las litologías y la forma y tamaño de la cuenca son
factores independientes del clima.

Descarga de sedimentos.

Como se menciono antes, el río corresponde a un elemento del relieve que


transporta agua y sedimentos.

El volumen de agua por unidad de tiempo es el caudal y los sedimentos


transportados constituyen la carga de sedimentos.

Esta carga de sedimentos se puede clasificar en tres tipos: carga de fondo,


carga en suspensión y carga disuelta.

Las cargas en suspensión y disuelta son relativamente fáciles de medir; la


carga de fondo es mucho más complejo medirla y por lo tanto tiende a
estimarse.

La carga de fondo tiende a incrementarse a medida que el caudal y la


velocidad del flujo se incrementa. El transporte de las cargas en suspensión y
solución (disuelta) presenta unas variaciones más complejas en relación con
los cambios en el régimen de los caudales.

En los ríos más grandes, la carga de fondo puede constituir hasta menos del
1% de la carga total de sedimentos transportados; en los ríos de los Alpes, por
el contrario, la carga de fondo puede constituir hasta el 70% de la carga total.

Es claro que la importancia porcentual de la carga de fondo en el transporte


total de sedimentos dependen también de las características granulométricas

21
de los materiales que aportan las vertientes a los lechos fluviales. Así por
ejemplo, en las cadenas montañosas de las latitudes medias y altas existe una
tendencia a aportar fracciones gruesas producto del predominio de la
meteorización física.

En las montañas de las regiones tropícales, las vertientes tienden a aportar


fracciones finas (arenas, limos y arcillas) que los ríos de montaña pueden
transportar en suspensión. Por esta razón algunos autores estiman la carga de
fondo de estos ríos en rangos porcentuales del 7 – 10 % como máximo.

Debido a las dificultades para obtener un registro continuo de la carga de


sedimentos que transporta un río, existe la tendencia a correlacionar. El
registro continuo del caudal como base para estimar las cargas en suspensión
y solución.

- Ambas cargas (en suspensión y solución) se incrementan como función


exponencial del caudal. Incluso la carga en suspensión se incrementa
mucho más rápido que el caudal
- La carga en solución se encuentra estrechamente asociada con aquella
porción del caudal correspondiente al “flujo – base”, ya que son estas
aguas las que han estado en contacto más estrecho y duradero con los
suelos y rocas.
- La carga disuelta se incrementa con el caudal pero lo hace más
lentamente que la carga en suspensión. Incluso las crecientes mayores
presentan cargas en suspensión elevadas pero cargas disueltas bajas.
Son las crecientes moderadas las que transportan unas cargas disueltas
significativas.
- Finalmente, es necesario tener presente que la importancia de la carga
en solución depende de la disponibilidad de un universo de formas
iónicas en los suelos y las rocas, factibles de ser transportados por las
aguas de escorrentía, por el flujo sub-superficial y por el flujo
subterráneo.

Por lo tanto, las características del proceso de meteorización, el estado de


meteorización de los materiales en o cerca de la superficie son factores a tener
presentes para interpretar el comportamiento de la carga en solución (disuelta).

22
Los Valles Aluviales.

1 Introducción.

Los valles exhiben una asociación estrecha. Entre sus perfiles longitudinales y
transversales de una parte y los procesos de erosión – transporte y
sedimentación que se dan en ellos del otro.

Por ejemplo:

- Los valles “sometidos” a una incisión pronunciada presentan perfiles


longitudinales más pendientes y secciones transversales muy estrechas.
- En estos cañones, cuando el aporte de sedimentos desde los flancos es
muy alto, es factible que la eficiencia de la acumulación en el fondo
supere la capacidad de evacuación, dando origen a un fondo plano de
colmatación.
- El modelado de valles con fondo plano generalmente se asocia con un
predominio de los procesos de sedimentación sobre los de erosión y
transporte.
- Los rellenos aluviales escalonados se interpretan como secuencias
sucesivas de erosión y depositación.

Sin embargo la asociación entre configuraciones mórficas (los perfiles


longitudinal y transversal) y los procesos de erosión – transporte –
sedimentación presenta múltiples estructuras. Entre perfiles y procesos se dan
muy diversas asociaciones, incluso a lo largo de un mismo valle.

En otros: los procesos de erosión – transporte y sedimentación configuran una


red de interrelaciones, la cual puede variar entre tramos de un mismo valle o
puede variar a lo largo del tiempo en un mismo tramo.

Esta “red de interrelaciones” es una red de procesos, es decir, es dinámica y se


concreta en la producción de géoformas, que para nuestro caso será la
morfología de los perfiles longitudinal y transversal.

Por lo tanto se podría decir que existe una especie de “ajuste” o


correspondencia entre “la red de interrelaciones de los procesos” y los perfiles
del valle en un espacio y un tiempo dado. Sin embargo este ajuste no significa
“equilibrio”; se trata de una configuración que cambia en el tiempo.

La correspondencia entre “red de interrelaciones de procesos” y “ perfiles del


valle” se ve influida por factores del entorno:

- Las variaciones litológicas y estructurales del subsuelo se traducen en


un cuadro de resistencias diferenciales a los procesos de meteorización,
remoción, transporte y sedimentación. Las diferencias litológicas del
substrato actúan como desencadenantes de cambios estructurales pero
no especifican ni dirigen el proceso de cambio.
- La energía disponible para alimentar los cambios varia a lo largo de los
valles y también varia con el tiempo.

23
De esta manera la configuración mórfica de los valles alberga un mosaico de
géoformas y subrelieve de naturaleza y edades diferentes que representan un
testimonio parcial o total de su historia evolutiva.

En este sentido, en el estudio de un valle es necesario diferenciar entre:

- Evolución de su comportamiento actual.


- Estudio de sus comportamientos pasados.

El estudio de su comportamiento actual implica conocer la dinámica de la red


de interrelaciones entre meteorización – remoción – transporte y
sedimentación, es decir abordar la morfogénesis como un sistema global.

En este sentido y en este marco temporal son útiles los métodos de trabajo que
se orientan a describir el funcionamiento de vertientes y de lechos fluviales. Sin
embargo, su utilidad es parcial por las diferencias existentes entre
“funcionamiento” y “comportamiento” el “funcionamiento” que identifica la
geomorfología de procesos hace referencia al estudio de dinámicas parciales
de “procesos básicos” aislados.

La idea de “comportamiento” remite a unas propiedades emergentes de un


sistema de procesos que actúan sincrónicamente en un espacio dado.

Al conocimiento de los comportamientos pasados se accede de tres maneras


diferentes complementarias:
1. Por el análisis de los paleorelieves.
2. Por el análisis de las formaciones superficiales (depósitos).
3. Por el estudio en otras zonas, en las cuales se pueda establecer
que el mismo tipo de valle se encuentra en las fases mas
tempranas de desarrollo o en fases mas avanzadas.

Los paleorelieves y los depósitos antiguos albergan registros de condiciones


ambientales pasadas y de las características de los procesos de superficie en
el pasado.

El análisis comparativo con otras zonas es una herramienta de trabajo que


requiere más cuidado pues tiene el riesgo de que se caiga en apreciaciones
lineales simplistas de los procesos de evolución del relieve. Sin embargo, su
gran virtud reside en identificar zonas donde los procesos pasados inferidos por
relieves y depósitos se puedan identificar como procesos activos.

2 Los perfiles de los valles.

Tan pronto como se da el fenómeno de un flujo superficial concentrado en un


lecho se inicia un proceso de modificación de este último, tanto en su sección
transversal como longitudinal. Se trata de un fenómeno que se puede observar
en un talud de corte realizado en materiales erodables; se desarrollan surcos
que presentan un perfil longitudinal de mayor inclinación en la parte superior y
una pendiente suave en el abanico que se forma a la base del surco.

24
En 1877, G.K. Gilbert plantea la idea de que:

“Las corrientes tienden a igualar su trabajo a todo lo largo de su curso

Cuando se aplica esta idea a los lechos de los ríos ayuda a explicar porque:

- Los tramos superiores de los ríos presentan lechos con gradientes


longitudinales más empinadas, más irregulares con una carga de fondo
más variada y de calibre mayor.
- Los tramos inferiores presentan gradientes más suaves, una carga de
fondo de menor calibre y perfiles longitudinales más regulares.

2.1 Perfiles longitudinales.

El perfil longitudinal de una corriente indica las variaciones de su gradiente


(inclinación) a todo lo largo de su recorrido.

En el caso más común, la inclinación de los lechos es más pronunciada en las


“cabeceras” y más suave en sus tramos finales, por lo tanto el perfil longitudinal
corresponde con una curva cóncava hacia arriba y con un predominio de
segmentos planos subhorizontales en cercanía a las desembocaduras.

Existen numerosas excepciones a esta regla general de un perfil cóncavo hacia


arriba:
a. Las corrientes en zonas áridas pueden perder capacidad de transporte
(“competencia”) como consecuencia de una evaporación intensa o por
infiltración del agua en los depósitos subyacentes y por lo tanto pueden
desplegar perfiles convexos en los tramos intermedios.

25
b. Las historias de los procesos de levantamiento tectónico – denudación
manifiestos en el avance de frentes de erosión pueden dar origen a tipos
de perfiles que se apartan radicalmente del modo anterior.
- un evento de levantamiento tectónico en la parte baja de una cuenca:

c. Las relaciones entre las características del perfil longitudinal y las


variaciones litológicas introducen un concepto de “sensibilidad” e
“insensibilidad”

La “sensibilidad” del perfil longitudinal se expresa morfológicamente como


un cambio en la gradiente cuando se cambia de unidad litológica.
Esta sensibilidad se puede explicar por contrastes marcados entre dos
campos de fuerzas y procesos.
- De un lado los procesos que confluyen en la incisión del lecho.
- Del otro las resistencias que presentan los materiales del substrato.

26
La sensibilidad para registrar morfológicamente los cambios de litología se
asocia con procesos de disección fluvial cuyas eficiencias se encuentran
dentro del rango de las resistencias que despliegan las rocas.
Por el contrario, La insensibilidad del perfil se asocia con eficiencias del
proceso de incisión fluvial que se encuentran muy por encima de los valores
normales de resistencia de las rocas. Solo en estos casos se puede hablar
de una correspondencia y “ajuste” en el perfil longitudinal.
La insensibilidad puede presentarse en varias situaciones:
- En valles donde se presenta el fenómeno de hielo/deshielo.
- En cuencas sometidas a levantamientos tectónicos pronunciados
recientes (plio-cuaternario) y que están modeladas en rocas con
resistencias bajas a moderadas.
d. El aporte de agua y sedimentos de un tributario hace que el canal
receptor ajuste su gradiente, ya sea con un incremento o una
disminución.
e. Las variaciones altitudinales del nivel - base pueden causar un
incremento o una disminución en la gradiente en los tramos finales,
cerca de su desembocadura.
El nivel – base corresponde al limite inferior efectivo de la “erosión fluvial”
(incisión).
Los dos fenómenos que producen cambios significativos en el nivel base
son:
- Los ascensos o descensos en el nivel del mar.
- Los levantamientos o subsidencias tectónicas.

Por lo tanto, la idea de “perfil de equilibrio” es una conceptualización que rara


vez se concreta en los lechos fluviales específicos.

Podemos decir por lo tanto que “la norma” es exactamente la opuesta: los
perfiles longitudinales de los ríos se encuentran en condición de “no equilibrio”
o de “desequilibrio”.

Perfiles longitudinales en desequilibrio: son aquellos que no pueden alcanzar


una condición de equilibrio por que sus “tiempos de relajación” (el tiempo
requerido para que un sistema responda a un impulso de cambio y consolide
un nuevo estado característico) son demasiado largos respecto a la frecuencia
con que ocurren los eventos que inducen cambio.

Perfiles de “no equilibrio”: se trataría de perfiles que no tienden a un estado


particular bajo cualquier circunstancia. Budel (1982), plantea un desarrollo
eficiente del valle en algunas islas del océano ártico, durante los últimos 10.000
- 11.000 años, los cuales despliegan varias regularidades mórficas, entre las
cuales se tiene un perfil longitudinal cóncavo suave.

Para Selby (1985):


“Los perfiles longitudinales son esencialmente irregulares pero tienen una
tendencia general al desarrollo de la forma idealizada, siempre y cuando, no
halla cambios en los factores controladores. En realidad, esos factores están
cambiando tasas muy variables y por lo tanto el ajuste de los perfiles a los
controles no es completo ... (y por lo tanto)... un equilibrio entre los procesos

27
que se dan en el lecho y el perfil longitudinal nunca consigue establecerse
totalmente” (Selby 1985, pag 261).

2.1.1 La línea de Thalweg.

En tramos cortos del lecho fluvial, sus perfiles longitudinal y transversal son
muy irregulares.

En una sección transversal del lecho, el punto de mayor profundidad, es un


“punto de la línea de Thalweg”. El Thalweg es la línea que conecta los puntos
más profundos del lecho, Se trata de una línea “ondulada” que cruza por
“charcos” (pool) y partes poco profundas (“riffles”).

2.1.2 Nivel – base.

Es un término que se usa para indicar el limite inferior efectivo de los procesos
erosivos.

Si a los procesos de incisión vertical y ampliación lateral de las redes de


drenaje se les denomina “erosión fluvial”, entonces, el nivel . base marca el
límite altitudinal teórico hasta donde pueden actuar aquellos procesos.

28
En términos mas sencillos, se dirá que los ríos no pueden excavar por debajo
de sus respectivos niveles base. Aunque existan algunas excepciones a esta
“regla”, se puede afirmar que:
- El nivel del mar constituye aproximadamente el límite inferior efectivo de
la mayoría de los procesos erosivos.

2.1.3 Niveles – base temporales.

Son muy frecuentes a lo largo de los ríos y se forman en aquellos tramos


donde se presentan afloramientos rocosos muy resistentes, generando un nivel
resistente a la incisión fluvial.

2.1.4 Niveles – base locales.

Pueden ser:
- Los lagos
- Las corrientes mayores constituyen los niveles base locales de sus
tributarios, porque ningún tributario puede cortar por debajo del nivel del
lecho de la corriente a la cual tributa.

Ni el nivel base Global (el mar), ni los niveles base locales han permanecido
constantes en el tiempo; durante el plio-cuaternario han sufrido variaciones de
altura incluso pronunciadas.
En las regiones de montaña es interesante analizar las configuraciones
mórficas de las redes de drenaje en función de las variaciones del nivel - base
local de los tributarios:

- Cuando la corriente principal excava su lecho intensamente, los


tributarios “ se encuentran” en una situación en la cual sus respectivos
“niveles base locales” están variando intensamente (descendiendo).
En el cañón del río Buey la situación “se resuelve” con un patrón de
cascadas, que son más espectaculares en los tributarios de menor orden.

Los “Knick points” (ruptura de pendiente): es el termino que referencia los


quiebres pronunciados en el perfil longitudinal de una corriente o de un valle.

2.2 Los perfiles transversales.

Los patrones mórficos de los perfiles transversales son igualmente diversos:


a. En la parte alta de las cuencas tienden a ser estrechos, con flancos muy
inclinados que confluyen en el lecho y modelados en roca con una
cobertura discontinua de variados “depósitos de vertiente”. El aporte de
materiales desde las vertientes al lecho es de calibre grueso. Los valles
pueden presentar un fondo muy estrecho con presencia o ausencia de
zonas planas a lado y lado del lecho.
b. Hacia la cuenca media, a medida que la gradiente longitudinal se
reduce, los procesos de depositación cobran mayor importancia, el valle
se amplia lateralmente y el fondo de los valles entra a estar conformado
por llanuras aluviales y sistemas de terrazas.

29
Sin embargo no se puede hablar de un patrón genérico o universal para la
distribución espacial de los diferentes tipos de perfiles transversales.

La realidad indica que a lo largo de los valles mayores se encuentra una


distribución muy compleja de tipos de secciones trensversales. La complejidad
en la distribución de los tipos de perfiles trensversales es el resultado de la
confluencia de muchos fenómenos:

- La estructura mórfica de cada perfil se halla determinada por el historial


de cambios estructurales.
- Las diferencias entre diversos perfiles puede ser el resultado de unas
historias de cambios estructurales diferentes.
- Los factores de levantamiento tectónico y de cambio climático influyen
sobre el valle de manera diferente en los diversos sectores (parte alta,
media, baja).
- A largo plazo se dará un “acoplamiento estructural” entre magnitud de
los levantamientos tectónicos y la longitud e inclinación de los flancos
del valle. En este acoplamiento el fenómeno tectónico desencadena
cambios estructurales pero no los dirige ni especifica. El patrón de
longitudes, inclinaciones y alturas en una zona sometida a levantamiento
tectónico y disección de valles, guarda relación con la magnitud del
levantamiento efectivo.

Esta relación parece ser clara en el caso de valles y cañones lineales (sin
ramificación significa) cuando se adentran desde las zonas bajas hacia los
bloques levantados.

Sin embargo, el acoplamiento estructural se manifiesta en rangos de alturas,


longitudinales e inclinaciones de las vertientes en un sentido muy general. El
modelado especifico siempre será el resultado de la configuración de las
interrelaciones entre meteorización, remoción, transporte y depositación.

2.3 Lecho fluvial y valle.

El lecho fluvial es “una parte” de un “sistema – valle”. Es necesario tenerlo muy


presente porque se presenta la tendencia a equiparar (equivale) el
comportamiento de los lechos fluviales con el comportamiento del valle.

El valle como sistema se puede considerar como una estructura jerárquica de


sistemas (subsistemas) que despliegan comportamientos diferentes y que
construyen estructuras variadas: sin embargo, estos comportamientos y
producción de géoformas, a nivel de los subsistemas guardan ciertas
relaciones cuando se analiza el valle como totalidad.

Desde otro punto de vista, el valle se puede visualizar como una estructura con
unos compartimientos que despliegan sensibilidades muy variadas frente a las
influencias de su entorno.

En un sentido muy general, la mayor sensibilidad la despliegan los lechos


fluviales.

30
De esta manera el lecho fluvial es modificado generalmente por muchos
eventos contemporáneos; un evento de creciente asociado con un evento
lluvioso muy intenso modifica considerablemente la morfología del lecho,
aunque las alteraciones en los otros elementos del valle sean imperceptibles.
En este sentido, las géoformas de los lechos son los mejores indicadores para
comprender los tipos de controles más comunes.

3. Los lechos rocosos.

Los lechos fluviales modelados en roca “in situ” son un rasgo más común en
las partes altas de las cuencas; sin embargo, lechos rocosos se pueden
presentar en cualquier tramo a lo largo de un río.

En el estudio de los ríos se ha prestado más atención a los lechos modelados


en depósitos que a aquellos modelados en roca.

La irregularidad del perfil longitudinal parece ser un rasgo característico de


aquellos valles donde predomina un régimen de incisión vertical; esta
irregularidad se hace más notoria cuando: se presentan “cascadas” y “Rápidos”
que interrumpen un perfil; donde las variaciones de resistencia de las rocas
conducen al desarrollo de tramos morfológicamente contrastantes “Tramos
amplios seguidos por tramos confinados).
Pero estas secuencias de “confinamiento – ampliación” pueden ocurrir dentro
de una misma unidad litológica.

El modelado de los lechos rocosos se asocia con el transporte de la carga de


fondo; el inicio del movimiento de la carga de fondo se asocia con un cierto
valor en la pendiente de la lámina de agua (inclinación de la superficie del
cuerpo de agua) y un valor en la profundidad de la lámina de agua. El
emplazamiento de la carga de fondo produce un efecto de abrasión en el lecho
rocoso.

3.1. Géoformas en los lechos.

3.1.1 Cascadas. Constituye géoformas de gran valor escénico, son sitios


excelentes para aprovechar en la generación de energía hidroeléctrica.

Una cascada es un sitio en el cual se produce una caída vertical de una


corriente de agua.

3.1.2 Cataratas: es una sucesión escalonada de cascadas.

3.1.3 Rápidos: Corresponden a tramos en el perfil longitudinal de una corriente


en los cuales se produce una ruptura en el flujo del agua debido a tramos
cortos del lecho muy inclinados.

Se reconocen tres tipos diferentes de cascadas, cataratas y rápidos,


dependiendo del tipo de control que las origina:
1- las producidas por erosión diferencial de las rocas

31
2- las producidas por desplazamiento vertical de una falla
(“tectónica”) sobre el perfil longitudinal.
3- Las producidas por depositación en el lecho.

32
En la cuenca del río Buey (SE de Antioquia) muchos tributarios de este río
presentan cascadas y cataratas en este caso, la causa de su formación reside
en unos contrastes pronunciados en la eficiencia de la disección entre la
corriente principal y sus tributarios.

Un fenómeno morfológicamente similar pero producido por un comportamiento


muy diferente ocurre en los valles glaciares.

“Cascadas” y “Rápidos” pueden formarse por procesos de depositación:

- Un depósito de un deslizamiento que genera un represamiento natural.


- Un flujo de lava que entra al lecho.
- Endurecimiento (costra) de sedimentos sueltos debido a la precipitación
de calcita de soluciones saturadas.

Son muy comunes en los bordes de superficies de erosión o de planicies


estructurales levantadas.

Es importante anotar que “cascadas” y “rápidos” son géoformas muy comunes


en los ríos tropicales. Incluso “los periodos de vida” de estas géoformas en los
ríos tropicales son muy largas porque estos ríos no tienen eficiencias altas para
desgastarlos.

4 Los canales modelados en depósitos (lechos aluviales).

4.1 Caudales modeladores del canal.

En un canal fluvial estable, que posee un lecho y unas bancas erodables, el


flujo del agua y la estabilidad del canal deben mantenerse simultáneamente.

33
En esta situación se presenta un fenómeno de equilibrio dinámico o
aproximación al equilibrio entre erosión y depositación, de tal manera que el
canal es excavado en profundidad durante la fase de ascenso de una creciente
y luego se redepositan otros materiales durante la fase de descenso de la
creciente.

También podrá ocurrir que el canal migre lateralmente por erosión de la banca
cóncava y por depositación en la banca convexa y durante este proceso de
migración lateral se conserve la forma del canal (mas no la posición).

Estos tipos de procesos en los cuales se preserva la forma de los canales


fluviales no ocurren en todas las condiciones de flujo posibles.

Gran parte del trabajo en dinámica fluvial se orienta a establecer los tipos de
flujos que controlan la forma, gradiente y tamaño de los canales.

Comúnmente se afirma que el caudal dominante en el modelado de los canales


es el caudal a borde pleno (bank-full discharge).

El caudal a borde pleno es aquel que ocurre inmediatamente antes del


desborde; es decir, es el caudal máximo que puede ocupar el espacio entre las
dos bancas (orillas).

Esta idea del caudal a borde pleno se ha extendido en la idea de:

Caudal dominante =:Caudal a borde pleno = caudal con un intervalo de


recurrencia de1.58 en las series de corrientes anuales.

Definir el caudal a borde pleno sobre una base estadística permite evitar los
problemas prácticos (dificultades) de determinar este valor con medidas de
campo.
Sin embargo el problema de determinar los caudales que controlan
predominantemente la forma y el tamaño de los canales persiste.

4.2 Formas de los canales aluviales.

Tradicionalmente, los patrones en planta de los canales aluviales se clasifican


en cuatro grupos:
- rectos y sinuosos.
- Meándricos.
- Trenzados.
- Anastomosados.

Estos cuatro patrones presentan interrelaciones:


- alo largo de un mismo río se puede presentar cambios de un patrón a
otro.
- Un tipo de canal puede variar gradualmente a otro. En los canales
aluviales se presenta una variación en los patrones de forma, la cual es
función de varios factores:
a. la gradiente del lecho (GL).

34
b. La cantidad de sedimentos transportados o carga(C).
c. El calibre de los sedimentos (tamaño).

Con base en estos parámetros se puede establecer el siguiente cuadro.

35
Estas relaciones entre patrones y factores permiten entender porqué las formas
de los canales varían a lo largo del valle y a través del tiempo: a medida que
varían las gradientes, el aporte de sedimentos y el calibre de la carga se
producirán cambios en los patrones en planta de los canales.

En la tabal N°1 se presentan características más im portantes de los diferentes


tipos de canales:

TIPO DE CANAL
MEANDRICO TRENZADO RECTO ANASTOMOSADO
MORFOLOGÍA Canales Dos o más Un canal Dos o más canales
individuales canales con con con islas largas y
barras e islas “riffles” y estables
pequeñas pools
unThalwe
g
meandric
o
SINUOSIDAD >1.5 <1.3 <1.5 >2.0
TIPO DE CARGA En Carga de Suspensi Suspensión.
suspensión o fondo ón
mixta mezclada
o carga
de fondo
CARGA DE FONDO <11 >11 <11 <3
(%de la carga total)
RELACIÓN: <40 >40 <40 <10
(ancho/profundidad)
COMPORTAMIENTO -incisión del Ampliación Ampliació Ampliación baja
EROSIVO canal del canal ne
-ampliación incisión
de meandros mínima
COMPORTAMIENTO Formación de -agradación Formació Acreción lenta de
DE LA barras del canal n de las bancas
DEPOSITACIÓN puntuales -formación de barras
barras laterales
centrales

De acuerdo con las relaciones anteriores se tiene:

- Un canal relativamente ancho y poco profundo se asocia con el


movimiento de una alta proporción de carga de fondo.
- A un canal estrecho y profundo se le asocia un transporte predominante
de carga en suspensión.

4.2.1 Canales aluviales rectos.

Canales aluviales rectilíneos y muy largos son raros; sin embargo a lo largo de
un río son comunes tramos rectilíneos cortos. En estos tramos rectos se puede

36
presentar un rango amplio de sedimentos que configuran la carga o puede
corresponder solamente con carga en suspensión.

En los tramos de canal recto, la líneas de Thalweg es sinuosa. Barras de limos


y lodos se depositan en los bordes del canal.

4.2.2 Canales Meándricos.

Presentan sinuosidad en sus canales

P= sinuosidad = Longitud del canal (Lc)


Longitud del eje del meandro (A)

Un segmento rectilíneo de una corriente tiene un valor de P igual a 1 (P=1); un


valor de P = 1.5 se asume como el valor límite para diferenciar entre canales
rectos y canales Meándricos, lo cual es únicamente una cuestión de
conveniencia (un referente).

Lo importante es subrayar la transición gradual:


Canal recto Canal sinuoso Canal meándrico.

4.2.3 Canal trenzado (“braided”).

Los lechos trenzados poseen varios canales que se bifurcan alrededor de


barras aluviales constituidas por sedimentos grueso – granulares.

Es frecuente que durante las fases de creciente las barras aluviales queden
inundadas y el río “pierda” temporalmente su configuración mórfica trenzada.
En un lecho trenzado, los canales individuales pueden presentar una
sinuosidad marcada pero el sistema global de canales es relativamente

37
rectilíneo y su ancho es significativamente mayor comparado con la
profundidad de los diferentes canales.

4.2.4 Canal anastomosado.

Este tipo de lecho fluvial (río) presenta un sistema de canales muy sinuosos,
relativamente estables y permanentes, cuyas bancas son muy cohesivas. Los
diferentes canales divergen y convergen alrededor de “barras aluviales” (“islas”)
grandes, estables y con una cobertura vegetal en fases avanzadas de
sucesión.

Los rasgos responsables de muchas de las características que presentan los


canales fluviales son:
- Los “pools” (fosa o “charco”) (bajo fondo).
- Los “riffles” (alto fondo).
- Las barras o bancos (“sand bar”: banco de arena)
“Pools”, “riffles” y “bancos” se alternan a lo largo y ancho del canal.

4.2.5 “Pools” y “riffles”.

El thalweg presenta un patrón en “planta” de tipo “zig-zag” o meándrico


alrededor de bancos o barras que se alternan a lado y lado del lecho:

En este caso, el thalweg presenta una configuración meándrica en un plano


vertical, a lo largo del lecho fluvial, lo cual produce la alternancia de “pools y
“riffles”:

38
Los “pools”: Corresponden con las zonas topográficamente bajas en el lecho de
una corriente, generalmente recubierta de un material de lecho (carga de
fondo) relativamente fina. En estos lechos aluviales, los “pools se conocen en
el lenguaje común como “charcos” o “piscinas” o “lecho profundo”.

Los Riffles: corresponden a un “alto fondo” o sector del lecho poco profundo.
Los riffles generalmente corresponden con áreas plano –convexas (“lobate”)
modeladas en materiales grueso – granulares.

La tendencia al desarrollo de Patrones Meándricos por parte de “la línea de


Thalweg” se ha comprobado en experimentos de laboratorio con canales
rectilíneos de sección rectangular y fondo plano. Una vez se tiene una corriente
con flujo uniforme tienden a formarse un sistema alternante de “pools” y “riffles”
y al desarrollo del thalweg meándrico.

Por lo tanto, el patrón meándrico parece ser una característica inherente a una
corriente.

Estas tres géoformas – pools, riffles y thalweg – son más comunes en lechos
aluviales pero incluso tienden a desarrollarse en lechos rocosos. En algunos
ríos existe cierta regularidad en la distribución de pools y riffles, la cual es
independiente del tipo de materiales de fondo.

En los canales aluviales, la clasificación de los materiales gruesos y finos es


condición necesaria para que el sistema de “riffles” perdure.

Se ha comprobado empíricamente que el espaciamiento entre “pools” y entre


“riffles” en los canales aluviales es de 5 a 7 veces el ancho del canal.

4.2.6 Barras aluviales.

Se reconocen tres tipos diferentes de barras en los canales fluviales.

- Barras alternantes
- Barras puntuales.
- Barras trenzadas.

39
Las barras corresponden a géoformas grandes de los lechos aluviales que se
desarrollan en ciertos puntos a lo largo de un canal fluvial.

4.2.6.1 Barras alternantes: se desarrollan en los segmentos rectilíneos de los


canales fluviales, en la parte interna del thalweg meándrico.

4.2.6.2 Barras puntuales: Se forman en la zona de baja velocidad de un canal


meándrico, es decir, en el lado interno de un meandro.

Las barras alternantes y puntuales son muy comunes en ríos Meándricos, los
canales generalmente tienen una carga de fondo fino-granular (limos y arenas),
por lo cual estas barras frecuentemente están construidas en este tipo de
materiales.

Sin embargo, en algunos ríos meándricos, las barras puntuales y alternantes


pueden estar constituidas por materiales grueso-granulares (gravas y bloques).

4.2.6.3. Barras trenzadas: Están constituidas por materiales grueso-granulares


se forman en los canales trenzados y crecen a medida que los canales
secundarios divergen alrededor de ellas.

Las barras trenzadas presentan varias formas en planta:


- Barras longitudinales: presentan una forma de diamante, alineadas con
la dirección del flujo son el tipo de barras dominantes en los materiales
más gruesos.

40
4.2.7 Canales aluviales rectos y Meándricos.

Los canales aluviales rectilíneos pueden tener gradientes longitudinales fuertes


o suaves pero siempre llevan una carga de fondo baja. Los canales rectos
tienden a ser inestables y a desarrollar un patrón meándrico; incluso los
canales más rectilíneos poseen un thalweg sinuoso.

Los canales Meándricos tienen patrones de forma muy variados pero ciertas
relaciones entre sus propiedades son muy características de ellos,
independientemente del tamaño del río:

- La longitud de onda de un meandro, la amplitud y el ancho del canal


están relacionadas con la raíz cuadrada del caudal por medio de una
función exponencial:
- λ = K1 Q0.5, Am = K2 Q0.5, Wc = K3 Q0.5
- λ = Longitud de onda
- Am = amplitud.
- Wc = Ancho del canal
- Q = Caudal
- K1, K2, K3 : coeficientes cuyo valor varia de una localidad a otra.

41
Las relaciones anteriores indican que los meandros son modelados para
evacuar el caudal que fluye a lo largo de ellos. Sin embargo no es aun claro si
la configuración de los meandros se encuentran asociados con los caudales
modeladores del canal, tales como los caudales “a banca llena” (caudal o borde
pleno) o por los caudales más frecuentes.

4.2.8 Canales trenzados.

Los ríos trenzados poseen un conjunto de canales, los cuales, en los niveles de
aguas bajas divergen alrededor de las barras.

El trenzado de un río generalmente comienza cuando la carga de fondo que


transporta es excesiva y se desarrolla en un conjunto de barras.

El desarrollo de patrones trenzados puede ocurrir en todo el recorrido de un río


o en tramos específicos. Este tipo de ríos pueden ocurrir en cualquier tipo de
régimen climático.

Las principales causas que dan origen a los ríos trenzados son:

- Una sobrecarga transportada lo que conduce a que un porcentaje de ella


se deposite en el lecho
- Vertientes muy inclinadas con un lecho muy amplio y poco profundo en
el cual las barras se forman fácilmente.
- La existencia de unas orillas fácilmente erodables lo cual permite la
ampliación del canal durante los eventos de creciente.
- Una carga de fondo de granulometría muy gruesa es en comparación
con la granulometría de la carga en suspensión lo cual conduce a que la
carga gruesa permanezca inmóvil, excepto durante las fases de
creciente.

Los canales trenzados son notoriamente inestables y difíciles de controlar,


especialmente cuando el patrón trenzado es el resultado de una depositación
intensa.
La presencia de una sucesión vegetal avanzada en las barras y en las bancas
de los canales puede tener una influencia considerable en la estabilidad del
conjunto de canales debido a la cohesión aparente que introduce el sistema
radicular en los sedimentos.

Son los ríos trenzados los que presentan las tasas más altas de migración
lateral. Es igualmente en este tipo de ríos en los cuales la relación
ancho/profundidad alcanza los valores más elevados (los valores pueden ser
superiores a 300).

4.3 Cambios en el patrón de los canales a largo palazo.

Leopold and Wollman (1957) han indicado que :

42
- Para valores de caudal similares, los canales trenzados tienen una
gradiente longitudinal mayor que los ríos meándricos, cuando se
presenta el fenómeno de caudal aborde pleno.
- Para un mismo valor de gradiente longitudinal los patrones meándricos
se asocian con caudales más bajos y los patrones trenzados con
caudales más altos.

Experimentos en laboratorio y observaciones de campo indican que la


sinuosidad de los canales y la estabilidad de los meandros esta influenciada
por:

- Las proporciones de la carga total correspondientes a la carga de fondo


y a la carga en suspensión.
- Por la granulometría de la carga.

Los cambios tectónicos y los cambios climáticos inducen cambios en el


régimen de caudales, en el volumen de sedimentos aportados, en la
granulometría de estos materiales y en las gradientes de los lechos. Por lo
tanto, se puede inferir que los cambios tectónicos y/o climáticos crean unas
condiciones variables para el cambio de los patrones de los lechos aluviales.

4.4 Cambios en los canales a corto – plazo.

4.4.1 Geometría hidráulica de los canales.


Q = Caudal
V = Velocidad promedia de la corriente.
D = Profundidad promedia.
W = Ancho de la lámina de agua
S = Pendiente
N = rugosidad del canal.
Ls = Carga en suspensión.

Las gráficas que relaciona el caudal (Q) en cada una de las variables listadas
(v,d,w,s,n,ls) muestran que el canal en una sección dada “se acomoda” a los
ascensos y descensos del flujo durante un evento de creciente. Esta relación
“de acomodo” se denomina la geometría hidráulica en una estación dada.
Los estudios realizados conducen a la definición de funciones exponenciales,
donde cada parámetro (o variable) es función del caudal (Q):

W = aQb ; d = eQf; V = KQm; S = gQz ; n = pQy ; Ls = rQJ.

a,e,k,b,f,m,g,p,r,j,y,z: Coeficientes numéricos.

Si se tiene en cuenta que:


A = Wd (área).
Q = WdV (caudal). Entonces.
Q = aQb . eQf . KQm.
Q = a e K Q b+f+m Esto implica por lo tanto que: a.e.k. =1 y b+f+m = 1.0

43
La determinación de los valores b, f, m es muy útil por que indican como las
corrientes con carga de fondo diferente y en ambientes diversos se ajustan a
las variaciones de caudal.

Por ejemplo:
- Las corrientes con materiales en sus bancas de muy baja cohesión
incrementan significativamente su ancho con respecto a su profundidad.
- Por el contrario, un canal con bancas cuyos materiales son muy
cohesivos tienden a incrementar su profundidad.

4.4.2 Tramos gradados.

La existencia de tramos gradados en un río hace referencia al reconocimiento


de que los canales aluviales tienden a auto-mantenerse en una condición
estable con una configuración mórfica eficiente.

Según Mackin (1948):


“Un río gradado es aquel en el cual, para un periodo de varios años, la
pendiente y las características del canal se ajustan entre sí delicadamente para
permitir (a los diferentes caudales) La velocidad necesaria requerida para el
transporte de la carga que le suministra su cuenca de drenaje. La corriente
gradada es un sistema en equilibrio; su característica diagnostica es que
cualquier cambio en cualquiera de los factores controlantes producirá un
desplazamiento del equilibrio en una dirección que tiende a absorber el efecto
de ese cambio”.

5 Llanura de inundación y terrazas

5.1 Llanura de inundación.

La llanura de inundación corresponde a dos superficies planas bajas que se


extienden a lado y lado de los canales de los ríos mayores y que llegan hasta
donde se inician las vertientes – respaldos del valle.

Esta superficie plana y baja se inunda cada vez que el volumen de agua en el
canal se desborda. Esquemáticamente se puede representar así:

44
Es muy común en la normatividad ambiental en Colombia la tendencia a
asignar “un valor” (30m, 50m, etc) a lo que denominan “Llanura aluvial”.

Sin embargo, el ancho de las llanuras aluviales es un rasgo que presenta


variaciones suaves o muy pronunciadas de un tramo a otro de un río.

La llanura aluvial del río Negro en el Oriente Antioqueño puede variar entre 3-
5m y 200 – 400 m a cada lado del canal e incluso hay tramos donde no se
encuentra presente (“los estrechamientos”).

En las llanuras aluviales la frecuencia de su inundación varía de unas zonas a


otras:

- Las zonas bajas, adyacentes al lecho se pueden inundar anualmente,


por lo tanto, para que un río sea gradado debe fluir sobre materiales que
permitan dicho ajuste; por esta razón los canales modelados en roca “in
situ” no pueden ser gradados.

El comportamiento gradado se consigue inicialmente en los tramos finales de


una corriente principal y gradualmente se extiende hacia las partes medias Una
corriente principal puede estar gradada y sus tributarios no.

El comportamiento gradado puede ocurrir por tamos limitados aguas arriba y


aguas abajo por controles estructurales.

Una visualización alternativa de la condición gradada es la de que en dicha


condición el gasto de energía a lo largo del canal es mínima y uniformemente
distribuida.

Se ha planteado que los ríos tienden a desarrollar perfiles gradados; tal perfil
debería, en toda su longitud, estar modelado en depósitos aluviales y solo
podría ocurrir donde:

- El nivel – base es constante.


- El régimen de caudal y el aporte de sedimentos es relativamente
uniforme en periodos largos de tiempo.

En la practica, los ajustes tectónicos y del nivel del mar modifican el nivel –
base; el clima y por lo tanto la cobertura vegetal no son constantes.

Por estas razones, rara vez se alcanza una condición gradada y un estado de
“cuasi – equilibrio” es una caracterización más adecuada para estos tramos.

- También se pueden inundar anualmente algunas depresiones dentro de


la llanura (cubetas).
- Otras áreas de la llanura aluvial se inundan esporádicamente.

45
De esta manera, la llanura aluvial está conformada por un conjunto de zonas
que se inundan con distintas frecuencias.

5.2 Depósitos de llanura de inundación.

La llanura aluvial acumula sus sedimentos por medio de dos procesos


diferentes:

- por migración lateral del canal aluvial en la llanura.


- Por las acumulaciones de sedimentos finos que se depositan cuando el
río se desborda.

Cada uno de estos procesos da origen a unas secuencias de sedimentos muy


diferentes y a géoformas distintivas. Tanto, las características de la
acumulación de sedimentos como las géoformas producidas varían también a
lo largo de la trayectoria del río.

En la parte alta (cuenca superior) las llanuras aluviales son estrechas y el


espesor de la acumulación de sedimentos es mínima, los sedimentos aluviales
corresponden a intercalaciones pobremente seleccionados de limos, arenas y
gravas donde predominan las partículas angulares o subredondeadas. En
estas partes altas, las fracciones arenosas se pueden clasificar como “arenas
líticas”. Igualmente los sedimentos depositados por el desborde de los ríos son
relativamente gruesos (arenas medias y finas).

A medida que se avanza hacia la cuenca media y baja, las características de


los sedimentos de las llanuras aluviales cambian apreciablemente:

- Las llanuras tienden a ser más continuas y más amplias.


- El espesor de los sedimentos acumulados se incrementa.
- Los materiales acumulados presentan una selección y clasificación
mucho mayor.
- Las partículas (arenas, gravas) presentan mayor redondez.
- Las fracciones arenosas tienden a ser “arenas cuarzosas”
- Los sedimentos depositados durante los desbordes son del tipo limo y
arcillas.

Otros cambios importantes a tener presente son:

- Cuando los ríos de montaña tributan a valles más amplios o a


piedemontes cordilleranos, se produce un cambio drástico en la
gradiente longitudinal y tienden a formar abanico aluviales, los cuales
son construidos con la carga de fondo que transportaba la corriente
- En los tramos montañosos, los ríos pueden llevar hasta 5 – 10 veces
más carga de fondo respecto a la carga en suspensión.
- Carga de fondo = (5 a 10) veces la carga en suspensión

Aguas abajo de donde se forman los abanicos aluviales, la carga en


suspensión supera en 10 – 20 veces a la carga de fondo.

46
Durante los eventos de creciente, en la cuenca baja, la carga en suspensión
puede ser 100 – 1000 veces mayor que la carga de fondo.

5.2.1 Migración lateral de los canales.

La migración lateral es un fenómeno que ocurre tanto en los canales


meándricos como en los trenzados.

En los ríos trenzados, la migración lateral del río ocurre de manera discontinua:
cuando el río se desborda, nuevos canales comienzan a encajarse en la llanura
aluvial y tienden a consolidarse; los canales previos son gradualmente
abandonados y fosilizados; eventualmente pueden colmatarse con materiales
orgánicos y los limos de desborde tienden a rellenar las depresiones.

Este proceso discontinuo tiende a tener características “catastróficas”, es decir,


no es gradual.

Por el contrario, la migración de los canales en los ríos meándricos tiende a ser
un proceso gradual: la banca externa (lado cóncavo) de una curva meándrica
socava la banca y avanza (socavación – desplome - migración) y en la banca
interna (lado convexo) se desarrolla una barra puntual.

La migración gradual de la curva meándrica hacia la banca externa produce


una acreción de la barra puntual en el lado interno manifiesta en la geoforma:
Complejo de orillares. Los orillares (“swales and ridges complex”) son una
secuencia regular de “surcos” (swales) y crestas (ridges).

En el proceso de migración lateral de un meandro y del sistema de meandros


se produce:

- Los meandros desarrollan curvas más cerradas, es decir, se reduce el


radio de curvatura.
- Los meandros migran aguas abajo.

47
La evolución avanzada de un meandro conduce a su estrangulamiento (neck
cut-off).

Este proceso da origen al desarrollo de meandros abandonados tipo “oxbow-


lake”. (lago semilunar). Los meandros abandonados son geoformas efímeras
en la llanura aluvial que desaparecen por colmatación con sedimentos
orgánicos y sedimentos minerales (limos y arcillas) aportados por los
desbordes de la corriente principal.

5.2.2. Acreción vertical de la llanura aluvial.

El crecimiento vertical de la llanura aluvial (acumulación vertical) ocurre


durante los periodos de desborde del río. La duración de un desborde puede
variar de horas a días, semanas o varios meses y puede ocurrir una o dos
veces al año o una vez cada ciertos años. Durante cada evento de desborde se
depositará una capa de sedimentos finos en la superficie de la llanura aluvial
afectada por la inundación.

Los sedimentos depositados corresponden a limos, arcillas y arenas muy finas.

El espesor de los sedimentos depositados depende de:

- la carga en suspensión que transporta el río durante los eventos de


creciente.
- La magnitud y duración del evento de inundación.

La magnitud de la inundación en la llanura aluvial se asocia con el espesor de


la lámina de agua.

48
De acuerdo con estos factores, durante cada evento de desborde se deposita
una capa que puede variar desde unos cuantos mm hasta varias decenas de
cm y en casos extremos hasta el orden de un metro.

Inmediatamente se produce el desborde, los sedimentos mas gruesos (arenas


media y finas y limos) se depositan a lado y lado del canal dando lugar a la
formación de los levees. En los ríos que se desbordan periódicamente se
llegan a formar “levees” que sobresalen por encima del nivel promedio de la
llanura aluvial.

Levee natural: dique natural: Corresponden a géoformas convexas amplias que


se forman a lado y lado de un canal aluvial, con parte de la carga en
suspensión que transporta un río, durante los eventos de desborde.

En los grandes ríos, los levees pueden alcanzar unos cuantos cientos de
metros de ancho (400 -. 500 m) y pueden tener alturas de 4 – 5 m por encima
del nivel normal de la llanura aluvial. (V.gr: el río Atrato).

A veces, cuando los levees alcanzan una evolución avanzada (ancho y altura
considerable), entonces se producen varios rasgos distintivos en la llanura de
inundación:

- El área entre los levees y el borde externo de la llanura es más baja, con
un drenaje superficial e interno muy pobre y otras zonas donde las
aguas del desborde permanecen durante largos periodos. Estas ultimas
zonas se denominan cubetas y pueden ser de dos tipos : Cubetas de
inundación y cubetas de decantación (ver esquemas)

49
- Cuando los levees alcanzan altura significativa (>1-2 m.) entonces
muchos tributarios no desembocan transversalmente al río principal sino
que siguen por tramos largos una trayectoria paralela al río principal,
antes de tributar sus aguas. Estos tramos se denominan: tributarios
yazoo (ver esquemas)
- Durante un evento de desborde es posible que el flujo desbordado erode
un corredor del levee (“lo corte”) formándose un pequeño canal que se
denomina Crevasse (paso o abertura) por el cual entra un volumen
considerable de agua a la llanura aluvial formando una especie de
abanico que se denomina “crevasse splay” (explayamiento). (ver
esquemas)
- Cuando los “crevasses” (“paso”) se consolidan y amplían puede ocurrir
que el flujo del canal principal se desvíe a través de éste y el río
excavará un nuevo canal en la llanura aluvial, abandonando el lecho
preexistente. Este cambio brusco del canal se conoce como avulsión.

50
5.2.3 Planicies aluviales.

Planicies aluviales muy extensas (muy largas y muy anchas) formadas por
acumulación de depósitos aluviales son muy comunes en las zonas bajas
laterales a las cadenas montañosas (por ejemplo: el piedemonte llanero y la
planicie costera en Colombia).

Estas superficies planas suavemente inclinadas corresponden parcialmente


con abanicos aluviales de ángulo muy bajo pero también tienen algunas
características de las planicies aluviales de los ríos trenzados.

Generalmente tienen extensiones en el rango de 103 – 104 Km2 y pueden


llegar a almacenar varios cientos de metros de espesor de materiales.

Su orígen se explica por una combinación de levantamiento tectónico en los


cinturones montañosos y una erosión intensa.

5.3 terrazas.

Las terrazas fluviales son superficies planas sub horizontales,


aproximadamente paralelas con el canal aluvial o con las paredes del valle, las
cuales, generalmente representan niveles antiguos de las llanuras de
inundación o del fondo de los valles.

Las terrazas pueden ser continuas o discontinuas a lo largo del valle, lo


“normal” es que terrazas más bajas y más jóvenes tengan una mayor
continuidad que las terrazas más altas y más antiguas.

Sin embargo; existen ejemplos donde las terrazas mejor preservadas son las
mas antiguas, como ocurre con el sistema de terrazas de río Negro.

51
Donde se tiene un agrupamiento o conjunto de terrazas se configura un relieve
escalonado.

El perfil longitudinal de cada nivel de terraza puede ser similar o diferente del
perfil longitudinal de la llanura aluvial. En zonas sujetas a levantamientos
tectónicos plio – cuaternarios es muy frecuente que los gradientes (pendientes)
de los niveles de terraza más antiguos difieran significativamente de los
gradientes de las terrazas mas jóvenes.

Los sistemas de terrazas presentes en un valle son de dos tipos principales:

- Terrazas modeladas en roca y con una capa de espesor mínimo de


sedimentos aluviales (géoformas de erosión)
- Terrazas como géoformas de acumulación , con una acumulación de
depósitos aluviales de uno o varios metros.

5.3.1 Terrazas erosivas.

Las terrazas modeladas en roca (terrazas erosivas) son el resultado o “efecto”


de un descenso en el nivel – base de la corriente, ya sea en respuesta a un
levantamiento tectónico o un descenso en el nivel del mar. A las terrazas
modeladas en roca se les denomina “strath terraces” un tipo particular de las
terrazas “strath” son las terrazas estructurales o rellano. Son terrazas que se
forman en valles modelados en secuencias de rocas sedimentarias
horizontales que presentan estratos muy resistentes intercalados con estratos
débiles. En estos casos las terrazas poseen un control estructural marcado y se
forman por erosión diferencial.

52
5.3.2 Terrazas por acumulación.

5.3.2.1 Origen: El proceso de formación de una terraza por acumulación


involucra dos fases:
1- una fase de acumulación.
2- Una fase de incisión y remoción parcial.

Fase de acumulación
La primera fase conlleva un proceso de acumulación de sedimentos en el fondo
plano del valle. Este incremento en la depositación puede ser el resultado de:
a. un incremento en el aporte de sedimentos desde las vertientes suficiente
para sobrecargar al río y estimular así la depositación.
b. Una reducción apreciable en el caudal del río.
c. Un ascenso en el nivel-base de referencia y por lo tanto una disminución
en la gradiente longitudinal de la corriente.

Las dos primeras condiciones (a y b) se pueden producir simultáneamente en


regiones alejadas del mar como consecuencia de un cambio climático, de unas
condiciones más cálidas y más húmedas a otras condiciones más frías y más
secas.
La condición c- puede ocurrir en zonas bajas, adyacentes al nivel del mar como
consecuencia de un ascenso en el nivel del mar (en respuesta a un cambio
climático de más frío a más cálido).

Esta primera fase corresponde así a un proceso de relleno o aluvionamiento


intenso en los valles y los fenómenos que lo producen son muy diversos:

- Una fase de erosión acelerada en las vertientes en respuesta a un


régimen de precipitaciones torrenciales.
- Desarrollo de incendios forestales de gran extensión.
- Deterioro de la vegetación (de bosque a vegetación abierta)
- Un cambio climático como se describió anteriormente.
- Como consecuencia de levantamientos tectónicos intensos que
desencadenan procesos de remoción vigorosos.
- Una actividad volcánica que produce un volumen considerable de
materiales.

La reducción de los caudales en periodos largos de tiempo es básicamente


consecuencia de un cambio climático hacia unas condiciones más secas
(aridez)

Fase de incisión - remoción.

La segunda fase para la formación de una terraza se inicia cuando la corriente


incrementa su capacidad de transportar los sedimentos por encima de la tasa a
los cuales los recibe de las vertientes.

En estas circunstancias se crean unas condiciones favorables a la incisión y


remoción. Estas condiciones favorables ocurren:

53
a- Cuando un cambio climático tiende hacia condiciones más cálidas y más
húmedas (en regiones alejadas del mar).
b- Cuando hay disminución de las tasas de denudación.
c- Cuando se incrementa la densidad de la cobertura vegetal.
d- Cuando hay un incremento en la gradiente longitudinal del canal.

El incremento en la gradiente longitudinal del canal fluvial puede producirse


por:
- Basculamiento tectónico.
- Por ajustes locales como consecuencia de “borrar” o eliminar algunas
obstrucciones creadas por un nivel - base local.
- Por reajuste de las gradientes asociadas: por ejemplo cuando el río en
estudio “captura una red de drenaje de otro río grande”.

De esta manera, cada nivel de terraza es la expresión de dos fases: una de


aluvionamiento y otra de incisión. De este modo, la presencia de un sistema
numeroso de terrazas aluviales pone en evidencia una sucesión de eventos
(comportamientos) de “corte y lleno” (“cut and fill”).

5.3.3 Tipos de terrazas.

- Terrazas “pares” (equivalentes): son aquellas terrazas que en una


sección transversal del valle, se encuentran a lado y lado del valle y a la
misma altura respecto al nivel de la llanura del río o del nivel medio del
río, las cuales son “remanentes” de un mismo fondo de valle (llanura
aluvial) antigua.

Sistemas de cuatro niveles de terrazas “pares”.

54
Las terrazas “pares” ocurren:

- Donde hay un control estructural para la elevación de las terrazas.


- Cuando, durante la fase de incisión, predomina la incisión vertical sobre
la socavación lateral.

Terrazas “impares”.

Sistema de terrazas impares.

Las terrazas impares son más frecuentes en aquellos ríos cuyo paleo –
comportamiento estuvo dominado por procesos de migración lateral, de
extremo a extremo del ancho del valle. Es decir, en este caso la socavación
lateral es más importante que la incisión vertical.

Unas condiciones de descenso suave del nivel – base o de levantamiento


suave favorecen el desarrollo de “terrazas impares”, mientras que un descenso
rápido del nivel – base o un episodio de levantamiento tectónico fuerte
favorecen el desarrollo de terrazas “pares”.

5.3.4 Perfiles longitudinales de las terrazas.

En distancias cortas, el perfil longitudinal de las terrazas corresponde a una


línea sub – horizontal; sin embargo, cuando los perfiles longitudinales se
levantan para tramos muy largos (20 – 30 Km o más) se presentan
configuraciones más complejas:

- puede ocurrir que las terrazas presenten gradientes longitudinales


diferentes.

Es frecuente que los niveles de terraza presenten gradientes más pronunciadas


que las terrazas más jóvenes como consecuencia de levantamientos

55
tectónicos. Un ejemplo excelente son las terrazas – abanico del río Guayabero
en el sur del departamento del Meta.

- Puede ocurrir que las gradientes longitudinales de las terrazas sean


similares a las de la llanura aluvial.

- Que las terrazas reflejen un fenómeno de levantamiento que ocurre en el


recorrido medio de un río.

5.3.5 Las secuencias de aluvionamiento – incisión en un valle en respuesta a


un cambio climático de frío y seco a cálido – húmedo.

56
Frío – seco Cálido - húmedo
Cuenca alta Reducción de la Aumento de la cobertura
cobertura vegetal. vegetal.
Estimulo a la Estimulo de la
meteorización física. meteorización química.
Mayor producción de Producción de
sedimentos gruesos en sedimentos finos en las
las vertientes (arenas, vertientes (arcillas).
bloques). Aumento del caudal.
Disminución del caudal. Incisión – remoción.
Aluvionamiento.
Cuenca baja Descenso del nivel del Ascenso del nivel del
mar. mar.
Estimulo a la incisión Estimulo al
fluvial aluvionamiento

Este esquema sirve para mostrar que un cambio climático genera respuestas
contrastantes. En dos sectores diferentes de una misma cuenca.

El cambio climático de frío – seco a cálido – húmedo implica:

- Durante frío - seco crea condiciones favorables al aluvionamiento en la


cuenca alta y de incisión en la cuenca baja.
- El comportamiento opuesto ocurrirá durante el periodo cálido – húmedo.

6. Abanicos aluviales.

Un abanico aluvial es un depósito fluvial cuya superficie configura un segmento


de cono que se irradia aguas abajo a partir de un “apex” (ápice o punto de
irradiación; zona proximal). A partir del “apex” se inicia un proceso intenso de
depositación de un alto porcentaje de la carga que traía la corriente:

57
La zona fuente es generalmente una zona montañosa y la zona de
depositación puede ser un valle mayor, el pie de monte de una cadena
montañosa o los bordes externos de una gran planicie aluvial.

Los abanicos aluviales presentan una gama de tamaños muy amplia: desde
unos cuantos metros de largo hasta varias decenas de kilómetros (desde 101
hasta 104 m) y el espesor de los depósitos acumulados puede presentar una
gama también muy amplia (desde unos pocos metros hasta cientos de metros)

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