ESTRUCTURAL
Figura 2. Sentido del movimiento (según las flechas en rojo) que está determinado de
acuerdo a la relación geométrica oblicua entre la superficie de falla y el plano de riedel.
Gráfico tomado de Allmendinger (1987).
Convenientemente, las relaciones geométricas del modelo de riedel son bastante frecuentes
en afloramientos rocosos de reología frágil. Es más, las fracturas tipo riedel (representadas
por R) se forman durante la generación y evolución de la falla. Aparecen de forma
“escalonada” o “en-echelon”, es decir que ocurren de forma repetida y paralela; así como
poseen la misma cinemática que la falla principal. Entonces, para la correcta determinación
cinemática de una falla es imprescindible que las relaciones geométricas entre la falla y los
riedels lleguen validarse en campo para luego verificar su comportamiento según el modelo
de cizalla de Ramsay (1967) (Fig. 3). Así, un buen ejemplo de estas aseveraciones puede
verse en la fig 4.
Figura 3. Vista en planta del modelo de cizalla de Ramsay (1967) en el que se aprecia entre
las relaciones geométricas de los planos de riedel (R) y el fallamiento principal de cinemática
dextral. Nótese que según este mecanismo de deformación es posible tener diferentes tipos
de movimientos tectónicos para un mismo tiempo, además que las fracturas tipo riedel y el
fallamiento principal comparten el mismo tipo de cinemática (dextral).
Figura 5. Planos de foliaciones tectónicas (señaladas por las flechas en blanco) que tienen
superficies flexionadas y que son oblicuas al plano de movimiento principal (main slip plane)
de cinemática dextral dentro de las rocas de la Formación Pisco (Mioceno) en Ica-Perú.
Imagen tomada de Rustichelli et al. (2015).
Las fibras de recristalización o conocidas también en inglés como slickenfibers son fibras de
mineral de origen tectónico. El tipo de mineral en estos casos puede ser de cualquier tipo,
aunque los ejemplos más ideales se presentan en calcitas. Un detalle a tomar en cuenta
sobre tales fibras es que aparte de aparecer sobre la misma falla también ocurren sobre
planos de recristalización que son oblicuos a ella. Así, las relaciones geométricas pueden
asemejarse a las descritas para el ejemplo de los riedels; sin embargo, en este caso la
determinación cinemática es en sentido opuesto. Es decir que el movimiento del bloque que
no alberga a los ángulos oblicuos es en sentido contrario respecto a la dirección de
inclinación de los ángulos oblicuos formados entre los planos de recristalización y la falla
(Fig. 6). En la Cordillera Occidental del centro del Perú, las calizas de la Formación Jumasha
exhiben excelentes ejemplos de fibras y planos de recristalización tectónica (Fig. 7).
Figura 6. Gráfico esquemático de fibras y planos de recristalización. Nótese que la relación
geométrica entre el plano de recristalización y la superficie de la falla también es según un
ángulo oblicuo. Aunque a diferencia de lo que sucede con la determinación cinemática
utilizando planos de riedel, en este caso el sentido del movimiento es en 180º respecto a la
dirección de inclinación de los planos de recristalización. Tomado de Allmendinger (1987).
Figura 9. Vista de una estructura S-C, nótese que la compresión principal máxima (sigma 1)
tiende a ser perpendicular a la traza de la esquistosidad (S). Tomado de Geology slides.
Los stepovers o jogs son estructuras que se forman a lo largo de zonas de cizalla dextrales o
sinestrales. De forma general, como producto de una compresión o extensión a una escala
más restringida respecto a la escala en la que se produce la cinemática correspondiente a la
zona de cizalla principal. Por ello es que durante su formación desarrollan formas
romboédricas muy definidas que bien pueden estar abiertas o rellenadas por mineral. Para
esta descripción, se hará hincapié en cómo luce un stepover formado por extensión. Donde
en un inicio, dos de los cuatro lados del romboedro son oblicuos respecto a la zona de cizalla
subvertical. A la vez que son paralelos al sigma 1 por lo que actuaron como fallas normales
que dieron lugar a la apertura de la estructura romboédrica (Figs. 10 y 11).
Figura 10. Stepover extensional visto en los alrededores de Balmorhea-Texas. Nótese que la
cinemática extensional se corrobora a partir del salto y rechazo de la capa delgada que yace
directamente encima de la estructura romboédrica ubicada en el centro de la imagen.
Tomado del Southwest Research Institute SwRI®.
Figura 11. Stepover extensional cuya zona de cizalla es subvertical y de inclinación hacia la
derecha. La estructura romboédrica posee dos bordes que tienden a ser paralelos al sigma 1
los cuales también coinciden con el área de apertura del stepover.
Asimismo, podemos hacer una breve lista con los criterios más relevantes que se necesitan
tener en mente al momento de realizar la identificación de indicadores cinemáticos:
-La escala de observación a la que se les puede apreciar es bastante asequible cuya
identificación y análisis dependerá de la experiencia del observador.
-Su identificación no debe ser subestimada. Es decir, que en la mayor parte de ejemplos
reales no es posible determinar la cinemática a partir de “escalones”, “cuñas” ni mucho
menos según el criterio de rugosidad-suavidad de la superficie frontal de la falla (Billings,
1942). Esto es así debido a que la parte frontal de una falla suele ser más propensa a
erosionarse/alterarse lo que genera ambigüedad en el reconocimiento del sentido de la
cinemática. Por lo que para determinar el tipo de movimiento es más recomendable realizar
una vista en perfil de la falla para lograr observar la relación geométrica entre ésta y el
indicador cinemático de turno.
-De manera fiable hacen conocer el tipo de cinemática de una falla para un tiempo de
deformación en específico. Por esta razón, es que también permiten determinar criterios de
reactivación tectónica. Sobre todo en superficies donde la cinemática no sólo puede estar
reconocida por el desplazamiento de niveles estratigráficos/diques o tal como sucede en el
uso del criterio de bloques younger-on-older y viceversa.
-Los indicadores cinemáticos más comunes son las fracturas tipo riedel y/o las foliaciones
tectónicas. En casos más excepcionales es posible encontrar un conjunto de riedels
asociados a fibras de recristalización o a estructuras S-C. Pero es muy difícil apreciar todos
los indicadores sobre una misma superficie de falla.
-Son elementos necesarios para la toma de datos microestructurales y por supuesto, para el
análisis poblacional de fallas.