Teorías pedagógicas
Según él, el rol de la escuela es a la vez de instruir y de educar, la finalidad que es la
emancipación del alumno y el desarrollo de su autonomía. De este hecho todo enseñante
está confrontado a uno cierto número de contradicciones :
todo educador tiene que esforzarse de transmitir normas sociales para favorecer la
inserción del niño en la sociedad. Pero debe aprender también a opinar por sí mismo y a
examinar de manera crítica las reglas sociales existentes. La educación a la libertad toma
un carácter paradójico.
hay asimismo una tensión entre la necesidad de hacer adquirir al alumno de los
saberes que son necesario a su formación y la toma en cuenta de sus centros de interés.
Efectivamente, todo aprendizaje verdadero necesita la movilización del interés del
alumno. Entonces, intenta promover en la escuela los temas o de las actividades que son
susceptibles de activar el interés inmediato del alumno. No obstante, privilegiando los
centros de interés de los alumnos, el educador tiene el riesgo de no abrir a nuevos objetos
de conocimiento y a nuevas prácticas culturales. Philippe Meirieu resume el problema así :
«¿El interés del alumno es lo que lo interesa o más bien lo que es en su interés? Porque
de toda evidencia, lo que lo interesa no es siempre en su interés y lo que es en su interés
no lo interesa verdad>>. .
sobre el hecho que cada alumno es diferente y que las clases son forzosamente
heterogéneas. Frente a esta heterogeneidad, propone de utilizar la pedagogía diferenciada y
más particularmente los grupos de necesidad.
Reflexión general que desea presentar es sobre la educación, sobre la situación educativa
en la modernidad.
Vivimos en período de crisis en materia educativa que se desarrolla hace varios años: ya en
1991 Rosenbaum escribe una novela donde dice que hemos perdido a nuestros hijos, como si
los niños de américa hubieran muerto; comatosos en los centros comerciales, hipnotizados
frente a la tv. Y que lo mejor que podemos hacer por ellos y nosotros es morirnos de rabia con
aquellos que nos los han tomado.
Esa rabia de la que habla engendra un PORVENIR y termina Rosenbaum diciendo que:
Y en esa reinvención del futuro, esta capacidad para recrear juntos nuestro futuro, para darle
a los chicos de hoy la posibilidad de pensar un futuro, distinto al de hoy y que no este
determinado de antemano. Esa es la AMBICION DE TODO EDUCADOR
La existencia misma de los chicos educados nos impone abandonar esa ambición por el
presente e imaginar un mundo para ellos, imaginar que ellos podrán imaginar el mundo. Los
chicos nos brindan mas servicios que nosotros a ellos porque ellos nos imponen el mundo y
a respecto el educador es que el mira al niño, mira hacia el futuro. (Filosofo Jonas;principio
de responsabilidad)
Montessori (gran pedagoga) el hombre degeneraría sin este niñpo que lo ayuda a elevarse,
el hombre ayuda al niño a elevarse porque el hombre educa y eleva al niño.
La democracia afirma que el lugar del poder está vacío. Nadie está habilitado para ocupar
ese lugar y debe seguir quedando vacío. Solo puede ser ocupado provisoriamente por
mandantes a quienes se les confía el poder provisoriamente. Entonces tenemos que
alegrarnos de la crisis de la educación. En los países con dictadura no hay reflexión
educativa. La crisis de la educación es el precio que pagan las democracias por la
incertidumbre que asumen en términos de poder político, moral y social. Cuando una
democracia afirma que no hay poderes en sí y que son los hombres los que asumen el poder,
no puede entonces imponer una dirección única, que sea la misma para todos.
Entonces, en cierta forma, no solo hay que aceptar sino también que reivindicar que hay y que
haya crisis de la educación. Quiere decir que nadie detenta la verdad educativa, que
nadie sabe ni puede imponer en lugar nuestro aquello que debemos educar a nuestros hijos.
La cuestión de la crisis de la educación está ligada a nuestra visión democrática.
Lo que hoy hace difícil la educación es que está a contracorriente de lo que es el carburante
económico de la sociedad, del consumo individual, la pulsión inmediata y satisfacción de
todos nuestros deseos.
Vive en un mundo que nos invita todo el tiempo a la omnipotencia ojeto de la omnipotencia
por excelencia control remoto falo de alta tecnología en decimas de segundos uno
puede optar por el mundo que quiere ver esto se traslada a clases con consecuencias
pedagógicas: en países desarrollados los niños llegan con el control remoto inserytado en la
cabeza y lamentan no poder hacer zapping. Están obligados a quedarse en el mismo canal y
como el docente no puede rivalizar con la tv, viven esa situación como una terrible frustración.
Crecer es aceptar que el mundo existe por fuera de nosotros, que no somos
omnipotentes. Y que debemos renunciar a interpretarlo todo.
Un aprendizaje difícil para los chicos: el de la alteridad. Tiene que aprender a entrar en
relación con el otro, a reconocerlo como su semejante pero también como un ser distinto.
Aplazar el pasaje al acto, aceptarlo para tomarse el tiempo de analizar, de encarar las
consecuencias de los actos.
Hay una perfecta simetría entre acceder al estado adulto y al estado ciudadano. El ciudadano
es aquel que renuncia a lo infantil, que sabe tomarse el tiempo de examinar las
consecuencias de sus actos, que no está en la inmediatez, que está en el tiempo de la
reflexión TODA EDUCACION ES EDUCACION PARA EL APLAZAMIENTO no para la
frustración.
No hay que decirle al chico que renuncie a sus deseos, sino pasarlos por el tamiz de su
conciencia, anticipar las consecuencias de sus actos y examinar más allá de su interés
individual, el interés colectivo. Por eso es que la democracia y la educación se inscriben en
el mismo colectivo: es la renuncia al narcisismo.
Marcel Mauss evoca los caballeros de la mesa redonda colocar la lanza en la entrada de
la sala “si entras aquí, renuncias a tu violencia”. Espacio donde está la meditación, la
reflexión, y en donde todo esto lo hace la ley y no tu espada. La escuela podría ser ese lugar
donde todos dejan la espada en la puerta, búsqueda de la verdad, as naciones y los
individuos deben confrontarse sin sacrificarse unos a otros.
Para nosotros, educadores, nuestra misión hoy es refabricar LA MESA REDONDA. Crear
espacios donde los seres puedan comunicarse sin pelear. gran desafío de la modernidad.
En una democracia que acepta la diversidad uno va a tener que aprender primero a
encontrarse. Como queremos democracia tenemos que construir esas mesas redondas.
Nacer al mundo es difícil porque para el niño el mundo no existe: el mundo es la tv. La ficción
y la realidad se mezclan cotidianamente. El mundo ya no es mundo, es lo que la tv muestra
del mundo y lo que la tv no puede mostrar no existe.
Tenemos que SALIR DE LO IMAGINARIO para no confundir al mundo con una película o con
un juguete. Norteamericanos, Afganistán, Pentágono, Misiles controlados por mandos
virtuales. El mundo es como una PlayStation.
El problema es que hoy para muchos chicos el mundo entero se transforma en un juguete. La
capacidad de comprender que la acción humana no es un juego porque esta inscripta en una
historia irreversible implica un aprendizaje muy complejo para el chico.
El chico necesita ser útil como el adulto. Darle lugar en la obra colectiva es permitirle ya no
tener más la voluntad de ocupar todo el lugar, también es así como el chico aprende a entrar
en la ley, que las reglas no caen del cielo sino que son requeridas por el proyecto que
perseguimos en común. El adulto no es la regla, es el que lleva al chico hacia la regla. La
regla no puede ser impuestas ya que está construida, desde el momento en que se descubre
que todas nuestras prohibiciones están hechas para autorizar. La verdadera prohibición es
aquella que permite ver al chico todo eso que la prohibición va a autorizar y cuando el chico
obedece tiene que saber que no es por sumisión sino porque es una promesa de libertad,
nacer a la ley es también nacer a lo posible, porque lo que impide la libertad es el encierro y el
encierro es tanto más poderoso cuando es manejado por grupos que ejercen influencia sobre
otras personas.
Uno de los problemas más importante para las nuevas generaciones no es la desaparición de
la autoridad, sino que el ejercicio de la autoridad sobre los jóvenes es hoy mucho más
potente, poderoso y tiránico que en las autoridades tradicionales. Es el ejercicio de la
autoridad por estrellas de los medios que IMPONEN su manera de vestir, hablar, comportarse.
Está prohibido distinguirse del grupo. Hay que ayudar al chico a liberarse de esa PRESION
DE LA NORMA a través de las marcas del comercio. Que los hace ser igual a los demás, UN
PROTOTIPO y eso les impide acceder a nuevas posibilidades. Hay que ayudarlo a escapar
de todas las formas de influencia. Abrirle posibilidades, proponerle objetos culturales que
ignore, trayectorias de vida que le permitan dejar de lado las fatalidades sociales y resistir a
estos tipos de imperio.
Esto supone una verdadera formación de la VOLUNTAD. Para trabajar la voluntad hay que
trabajar siempre la relación deseo y ley y no pueden articularse más si el niño simboliza ese
deseo, si lo representa.
Educación en lo político proviene del reconocimiento de los demás. Aprendizaje del respeto
por el otro, no vivirlo como un peligro al otro sino como un ser semejante y a la vez distinto.
Estamos en los inicios de la invención de algo que es la posibilidad de un mundo fundado en
la cooperación, solidaridad, confrontación.
Grandes razones para inquietarse por el porvenir.
Tenemos la posibilidad de educar a nuestros chicos para que sean buscadores de verdades y
no para que queden atónitos ante cualquier ídolo que haya. La desaparición de lo que
llamamos referencias puede ser una magnífica oportunidad de construir nuevas referencias,
en torno a nuevos valores que quedan por inventar: por eso en este misterio no tenemos que
volvernos siempre hacia el pasado.
Podemos construir un porvenir juntos y que nada esa jugado definitivamente y que es porvenir
puede ser mejor que el presente y el pasado. En occidente está muy bien visto hoy estar
desesperado, hay como una estética de la desesperación. En la desesperanza no hay
porvenir.