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Ricardo Millares, “EQUILIBRIO, HEGEMONIA Y REPARTO: Las relaciones internacionales entre 1870-1945”

La cuestión de Oriente y las grandes potencias

“Cuestión de Oriente”
- Desde el siglo XVIII cancillerías europeas llamaban “Cuestión de Oriente” al conjunto de problemas
políticos, territoriales y confesionales derivados de la decadencia del Imperio Otomano.
- En el último tercio del siglo XIX se añaden los problemas nacionales dentro del Imperio.
Encima de todo aparecen rivalidades entre las grandes potencias: planteando el problema del equilibrio
entre las diferentes zonas de influencia.
Decadencia del Imperio Otomano
El reparto de Polonia y las guerras de la Revolución y del Imperio le valieron al poder otomano, su decadencia
inexorable, convirtiéndose en una presa para sus vecinos.
El espacio político, al sur del Danubio entre el Adriático, el Egeo y el Mar Negro, tuvo la capacidad de atraer el
interés de las potencias como ningún otro, convirtiéndose en un auténtico avispero.
Se ha inventado un término para aquella realidad el de “balcanización” para designar las situaciones de
fragmentación y polarización extremas capaces de llevar al enfrentamiento armado.
Rusia frente al Imperio Otomano
Rusia consideraba la Cuestión de Oriente como algo vital, que la afectaba de manera real.
El débil imperio turco podría ser un lugar de expansión para Rusia o un peligro por cuanto otras potencias podrían
tomarlo de base contra ella, llegado el caso Rusia estaba dispuesta a ir a la guerra para impedirlo, como hizo en
Crimea entre 1854-1856.
La alternativa bélica estuvo excluida de las tres vertientes clásicas que Rusia siguió en su política otomana, a
saber, el mantenimiento del poder turco bajo supervisión rusa:
- Tratado de Kainardji 1774 que le otorgaba el derecho de protección sobre los súbditos cristianos del sultán.
- Convención de los Estrechos 1841, equilibrio internacional mediante un acuerdo de neutralización del Imperio
otomano.
- Convenio de Budapest 1887 entre Austria y Rusia reparto entre potencias de manera que sus intereses quedaran
a salvo.

Inglaterra frente al Imperio Otomano


La gran potencia mediterránea que era Gran Bretaña defendió la integridad del Imperio turco como la mejor
formula del equilibrio.
Su supervivencia daba a los británicos el control de salida de los rusos a las aguas cálidas del Mar Mediterráneo, a
la vez que defendía su progresión por el Cáucaso, de manera que las rutas imperiales, marítimas y terrestres,
quedaban a salvo.
 Según Palmerston, Gran Bretaña siempre considero a Turquía un “mal necesario” hasta que las matanzas
armenias de 1897, que siguieron a los “horrores búlgaros” (Gladstone) de 1886 y su control en Chipre
1878 y de Egipto 1882 hicieron innecesario aquel mal.
Austria frente al Imperio Otomano
Para Austria, los Balcanes eran el lugar de competencia, tras su derrota en Sadowa (1866) a manos de Prusia, y su
expulsión de Alemania.
Además quiere controlar el movimiento de las nacionalidades eslavas y apartarlas del influjo de Rusia.
En este sentido la cuestión de oriente fue vital para Austria ya que la explosión del polvorín amenazaba con
arrastrarla al abismo, como así fue.

Salvo Italia, que aspiraba al control del Adriático y a la obtención de los puertos seguros de la costa dálmata
(Valona y Pola), el resto de las potencias no tenia intereses directos en la zona,
Alemania y Francia frente al Imperio Otomano
Ni Francia ni Alemania jugaban un papel especifico en los Balcanes.
Francia por su momentáneo apartamiento internacional.
Alemania por su desvinculación de toda política susceptible a alterar el mapa europeo de Bismark, pero sus
perspectivas de alianzas con Rusia y Austria las harán seguir sus pasos en la Cuestión de Oriente.
La deseada reconciliación de Austria-Hungría y Rusia, base de las construcciones diplomáticas de Bismark y de la
estabilidad en el continente, demostró su inviabilidad precisamente en torno a dicha Cuestión de Oriente, de
manera que el canciller alemán tuvo que hacer y rehacer sistemas, desplegando toda su habilidad personal, por
culpa de unos territorios que, a su juicio, no merecían la sangre de uno solo de sus granaderos prusianos.
El sistema diplomático de Bismarck
Los sistemas bismarckianos fueron la edición, en tres tiempos, de una complicada combinación diplomática, tejida
por el canciller alemán Otto von Bismarck, cuyo objeto era mantener la situación de Europa tal y como la había
definido la paz de Fráncfort de 1871 y, con ella la posición predominante alcanzada por Alemania
Primer sistema de alianzas: Liga de los tres emperadores 1873
Se firmo un tratado germano-ruso en el que se afirmaba la voluntad de Alemania y de Rusia de “consolidar el
estado actual de la paz en Europa” por medio de una “convención militar”.
Ambos imperios se comprometían a defenderse mutuamente con 200.000 hombres en caso de ataques de
terceros países, resultaba evidente que, en caso de una guerra francesa de revancha, Alemania podía disponer de
un apoyo armado de Rusia. La preocupación de Bismarck por apartar a Austria e Italia de toda idea de alianza con
Francia coincidió con los esfuerzos del zar por aproximarse a Austria.
Francisco-José acepta firmar con el zar Alejandro II en 1873 la “Convención de Schoenbrunn” por la que los dos
soberanos prometen concentrarse, en el caso de agresión de una tercera potencia, y de concluir en una
convención especial en caso de que la acción militar fuera necesaria.
El octubre de 1873 Guillermo I se asocia: el sistema de los tres emperadores nació para la satisfacción de
Bismarck, pero su vida fue corta, la Cuestión de Oriente lo hizo inviable, su reactivación en 1875 jugo un papel
esencial en las relaciones entre las grandes potencias durante la segunda mitad de la década de 1870.
Una revuelta campesina en bosnia, contra el poder turco y contra los propietarios señoriales islamizados da pie a
una extensión de la revuelta a Bulgaria, Serbia y Montenegro y a una intervención rusa, que dio como resultado
una paz impuesta en Turquía por Rusia: el Tratado de San Estefano.
El resto de las potencias no aceptaron este tratado, debiéndose revisar en el Congreso de Berlín, patrocinado por
Bismarck que dispuso:
- La Gran Bulgaria de San Estefano fue despiezada.
- Rusia obtuvo el sur de Besarabia
- Serbia, Rumania y Montenegro se independizaron.
- Austria paso a administrar Bosnia-Herzegovina: establecía una guarnición en el Sanjanato de Novipazar,
cortando la continuidad entre Serbia y Montenegro.
Rusia apareció a los ojos de los pueblos balcánicos como la potencia libertadora.
El dogma de la integridad del Imperio otomano se vino abajo en el Congreso de Berlín, y por ello, Gran Bretaña
debió realizar una retirada estratégica, lo que compenso tomando posiciones en Chipre.
En el Congreso apareció la rivalidad austro-rusa, circunstancia que excluyo la posibilidad de edificar un gran
Estado unificador, que hubiera servido de elemento de equilibrio en la zona, se prefirió la formula mas peligrosa
de la multiplicación de pequeños Estados y principados que abría las puertas a las luchas de influencias entre las
grandes potencias.

Segundo sistema de alianzas: Dúplice austro-alemán 1879


Establecía que, en caso de un ataque ruso, las dos potencias podrían en común todas sus fuerzas, precisado,
igualmente que, si una de las dos fuera atacada por otra potencia que no fuera Rusia, la otra mantendría una
neutralidad benévola.
Bismarck para no dejarse arrastrar a una política anti rusa en los Balcanes ni por Austria ni por gran Bretaña y para
impedir un acercamiento franco-ruso, emprendió negociaciones con Rusia. Así el canciller logro la firma de un
acuerdo secreto, la alianza de los Tres Emperadores, en 1881 de tres años de duración.
El aislamiento de Francia fue mas completo que nunca, reforzándose con la firma de la Triple Alianza en 1882.
Este acuerdo prometía a Italia que, en caso de un ataque francés no provocado directamente por ella, Berlín y
Viena la auxiliarían asistiéndola con todas sus fuerzas. Roma por su parte se comprometía a lo mismo “en el caso
de una agresión no provocada directamente de Francia contra Alemania.
En otros artículos, se preveía que en caso de guerra de Francia y Rusia contra Alemania (sin provocación de esta)
Italia y Austria-Hungría deberían intervenir.
Esta Triple Alianza, alianza defensiva, jugo contra Francia.
Bismarck encerraba cada vez más a Francia en una red sin fisuras, a no ser que dichas fisuras se abrieran por el
costado más doliente de Europa, los Balcanes.
La crisis que separo a Austria y Rusia fue creada en Bulgaria en 1886 donde el pro-austriaco príncipe Alejandro de
Battenberg es derrocado por militares pro-rusos, y la situación interna de Bulgaria con un nacionalismo contrario
a la pretensión de la tutela rusa sobre el país, termina por acabar con la alianza de los tres emperadores.
Tercer sistema de alianzas: Renovación de la Triple Alianza Italia, Austria-Hungría y Alemania 1887
El canciller alemán tuvo que emplearse en la construcción de un tercer sistema de alianzas.
El primer paso es renovar la Triple Alianza, en el contexto donde la ola revanchista francesa esta en la cima con el
general Boulanger.
Las dificultades vienen de poder conciliar los intereses de Austria-Hungría y de Italia, en las cuestiones balcánicas.
Con todo, Bismarck logra la firma de un acuerdo y de un tratado en 1887:
- En el acuerdo de logra renovar la triple alianza.
- El tratado de suscribe por separado entre Italia y Alemania, este amplia las obligaciones hacia Italia,
garantizándole protección y ayuda, incluso en el caso de que aquella se viera obligada a atacar a Francia,
en Europa o incluso en el norte de África, con objeto de salvaguardar sus posiciones mediterráneas.
La alianza se ha hecho ofensiva y, en el caso de victoria conjunta sobre Francia, Alemania llega incluso a
prometer dividendos: Naza y Córcega. A instancias de Crispi, varias reuniones de Estados Mayores
proyectan la transferencia de tropas italianas hacia la región del Rhin en caso de guerra francoalemana.
Por primera vez en su carrera diplomática, Bismarck se había comprometido en asuntos europeos con Italia, pero
lo contrarresto con los Acuerdos del Mediterráneo en 1877, suscritos por Italia y Gran Bretaña: en el que los
estados garantizaban sus posiciones e intereses en el mediterráneo frente a Francia y Rusia, además se obtuvo la
adhesión de Austria a estos acuerdos.
- Triple Alianza de Oriente: Gran Bretaña, Austria e Italia garantizaban el estatus quo del mediterráneo, la
independencia de Turquía y la libertad de acceso al Mar Negro por los estrechos.
La diplomacia alemana se preocupa por un eventual acercamiento ruso-francés: ya que Alemania no tiene mas
que un deseo, la neutralidad de Rusia en caso de guerra con Francia. En esta situación Bismarck no renuncia a
anudar relaciones con Rusia, aunque el acuerdo sea mas favorable para Rusia.
- Tratado de Reaseguro en 1887 con la duración de 3 años entre Rusia y Alemania: en el se acordaba que,
en el caso de guerra de una de las partes con una tercera potencia, la otra “guardaría neutralidad
benévola y consagraría todos los esfuerzos a localizar el conflicto. Pero dicha disposición no entraría en
juego en el caso de un ataque de Alemania contra Francia o de Rusia contra Austria.
Este tratado tendía a evitar una coalición ruso-francesa, sin embargo, cuando se produzca la renovación
de la cuestión búlgara, en 1887 Bismarck tomara partido por Austria-Hungría llevando el tratado de
Reaseguro a una situación sin salida.

La suma de todos estos acuerdos y tratados produjo el efecto deseado por Bismarck: el aislamiento completo de
Francia.
La unidad y constancia de la estrategia de Bismarck y su empleo de todos los recursos disponibles, dan a la palabra
“equilibrio” un contenido real innegable, el sistema alemán reposo sobre una pirámide de acuerdos tan frágiles y
contradictorios, que el equilibrio en los últimos tiempos de Bismarck había desembocado en un peligroso juego de
“equilibrismo”.
En 1890 Bismarck desaparece de la escena europea, su política europea se baso en:
- Que los políticos europeos pudieran actuar según la Razón de Estado, sin preocuparse por la opinión de los
pueblos.

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