“Cuestión de Oriente”
- Desde el siglo XVIII cancillerías europeas llamaban “Cuestión de Oriente” al conjunto de problemas
políticos, territoriales y confesionales derivados de la decadencia del Imperio Otomano.
- En el último tercio del siglo XIX se añaden los problemas nacionales dentro del Imperio.
Encima de todo aparecen rivalidades entre las grandes potencias: planteando el problema del equilibrio
entre las diferentes zonas de influencia.
Decadencia del Imperio Otomano
El reparto de Polonia y las guerras de la Revolución y del Imperio le valieron al poder otomano, su decadencia
inexorable, convirtiéndose en una presa para sus vecinos.
El espacio político, al sur del Danubio entre el Adriático, el Egeo y el Mar Negro, tuvo la capacidad de atraer el
interés de las potencias como ningún otro, convirtiéndose en un auténtico avispero.
Se ha inventado un término para aquella realidad el de “balcanización” para designar las situaciones de
fragmentación y polarización extremas capaces de llevar al enfrentamiento armado.
Rusia frente al Imperio Otomano
Rusia consideraba la Cuestión de Oriente como algo vital, que la afectaba de manera real.
El débil imperio turco podría ser un lugar de expansión para Rusia o un peligro por cuanto otras potencias podrían
tomarlo de base contra ella, llegado el caso Rusia estaba dispuesta a ir a la guerra para impedirlo, como hizo en
Crimea entre 1854-1856.
La alternativa bélica estuvo excluida de las tres vertientes clásicas que Rusia siguió en su política otomana, a
saber, el mantenimiento del poder turco bajo supervisión rusa:
- Tratado de Kainardji 1774 que le otorgaba el derecho de protección sobre los súbditos cristianos del sultán.
- Convención de los Estrechos 1841, equilibrio internacional mediante un acuerdo de neutralización del Imperio
otomano.
- Convenio de Budapest 1887 entre Austria y Rusia reparto entre potencias de manera que sus intereses quedaran
a salvo.
Salvo Italia, que aspiraba al control del Adriático y a la obtención de los puertos seguros de la costa dálmata
(Valona y Pola), el resto de las potencias no tenia intereses directos en la zona,
Alemania y Francia frente al Imperio Otomano
Ni Francia ni Alemania jugaban un papel especifico en los Balcanes.
Francia por su momentáneo apartamiento internacional.
Alemania por su desvinculación de toda política susceptible a alterar el mapa europeo de Bismark, pero sus
perspectivas de alianzas con Rusia y Austria las harán seguir sus pasos en la Cuestión de Oriente.
La deseada reconciliación de Austria-Hungría y Rusia, base de las construcciones diplomáticas de Bismark y de la
estabilidad en el continente, demostró su inviabilidad precisamente en torno a dicha Cuestión de Oriente, de
manera que el canciller alemán tuvo que hacer y rehacer sistemas, desplegando toda su habilidad personal, por
culpa de unos territorios que, a su juicio, no merecían la sangre de uno solo de sus granaderos prusianos.
El sistema diplomático de Bismarck
Los sistemas bismarckianos fueron la edición, en tres tiempos, de una complicada combinación diplomática, tejida
por el canciller alemán Otto von Bismarck, cuyo objeto era mantener la situación de Europa tal y como la había
definido la paz de Fráncfort de 1871 y, con ella la posición predominante alcanzada por Alemania
Primer sistema de alianzas: Liga de los tres emperadores 1873
Se firmo un tratado germano-ruso en el que se afirmaba la voluntad de Alemania y de Rusia de “consolidar el
estado actual de la paz en Europa” por medio de una “convención militar”.
Ambos imperios se comprometían a defenderse mutuamente con 200.000 hombres en caso de ataques de
terceros países, resultaba evidente que, en caso de una guerra francesa de revancha, Alemania podía disponer de
un apoyo armado de Rusia. La preocupación de Bismarck por apartar a Austria e Italia de toda idea de alianza con
Francia coincidió con los esfuerzos del zar por aproximarse a Austria.
Francisco-José acepta firmar con el zar Alejandro II en 1873 la “Convención de Schoenbrunn” por la que los dos
soberanos prometen concentrarse, en el caso de agresión de una tercera potencia, y de concluir en una
convención especial en caso de que la acción militar fuera necesaria.
El octubre de 1873 Guillermo I se asocia: el sistema de los tres emperadores nació para la satisfacción de
Bismarck, pero su vida fue corta, la Cuestión de Oriente lo hizo inviable, su reactivación en 1875 jugo un papel
esencial en las relaciones entre las grandes potencias durante la segunda mitad de la década de 1870.
Una revuelta campesina en bosnia, contra el poder turco y contra los propietarios señoriales islamizados da pie a
una extensión de la revuelta a Bulgaria, Serbia y Montenegro y a una intervención rusa, que dio como resultado
una paz impuesta en Turquía por Rusia: el Tratado de San Estefano.
El resto de las potencias no aceptaron este tratado, debiéndose revisar en el Congreso de Berlín, patrocinado por
Bismarck que dispuso:
- La Gran Bulgaria de San Estefano fue despiezada.
- Rusia obtuvo el sur de Besarabia
- Serbia, Rumania y Montenegro se independizaron.
- Austria paso a administrar Bosnia-Herzegovina: establecía una guarnición en el Sanjanato de Novipazar,
cortando la continuidad entre Serbia y Montenegro.
Rusia apareció a los ojos de los pueblos balcánicos como la potencia libertadora.
El dogma de la integridad del Imperio otomano se vino abajo en el Congreso de Berlín, y por ello, Gran Bretaña
debió realizar una retirada estratégica, lo que compenso tomando posiciones en Chipre.
En el Congreso apareció la rivalidad austro-rusa, circunstancia que excluyo la posibilidad de edificar un gran
Estado unificador, que hubiera servido de elemento de equilibrio en la zona, se prefirió la formula mas peligrosa
de la multiplicación de pequeños Estados y principados que abría las puertas a las luchas de influencias entre las
grandes potencias.
La suma de todos estos acuerdos y tratados produjo el efecto deseado por Bismarck: el aislamiento completo de
Francia.
La unidad y constancia de la estrategia de Bismarck y su empleo de todos los recursos disponibles, dan a la palabra
“equilibrio” un contenido real innegable, el sistema alemán reposo sobre una pirámide de acuerdos tan frágiles y
contradictorios, que el equilibrio en los últimos tiempos de Bismarck había desembocado en un peligroso juego de
“equilibrismo”.
En 1890 Bismarck desaparece de la escena europea, su política europea se baso en:
- Que los políticos europeos pudieran actuar según la Razón de Estado, sin preocuparse por la opinión de los
pueblos.