• La hélice o rotor. Es la parte expuesta al viento al viento, que al girar sus paletas,
transmiten la energía generadora por su movimiento a una caja de engranajes. El rotor
suele llevar tres palas con un diámetro variable entre 40 y 80 metros.
• Turbina o caja de engranaje. Reciben la energía procedente de la hélice y la transmiten
al generador.
• Freno. Necesario para regular el funcionamiento de la instalación.
• Generador. Equipo donde se produce electricidad a partir del movimiento. Los
generadores que llevan estas maquinas suelen tener una capacidad productiva de 600
kilovatios a mas de 3MW.
• Carcasa de protección. Dentro de esta carcasa van incluidos los equipos principales del
aerogenerador.
• Torre. Es la encargada de sujetar a los componentes arriba citados. Cuanta más alta sea
la torre, más posibilidades tenemos de conseguir vientos de mayor velocidad, y de
alejarnos de las turbulencias del viento inferior.
Normalmente tienen una altura de 40 a 100 metros. Las torres se suelen construir de
acero o de hormigón. Deben ser robustas y resistentes. También deben permitir el
acceso a la góndola. Se debe evitar la posible resonancia entre las gamas de frecuencias
de las aspas y de la torre.
• Equipo de control. Alojado en el interior de la torre, para controlar todo el
aerogenerador, en función de las condiciones exteriores y de las necesidades de
producción.
Inconvenientes:
• Daños a las aves. Que colisiona con los aerogeneradores. Actualmente, se procura
disponer los aerogeneradores de forma que no interfieran en las migraciones de las
aves.
• Contaminación visual. Todos hemos visto las torres con sus aspas cuando pasamos por
una carretera.
• Movimientos de tierras. Para hacer las fundaciones de las torres y los accesos al parque
eólico, hay que mover tierras que pueden tener un valor ecológico.
• Nivel sonoro. Su nivel sonoro no es fuerte. A una distancia de 300 metros las turbinas
nos hacen llegar un ruido de 40 decibelios, que es inferior al ruido ambiental que hay en
una vivienda o en una oficina (30-60 dB), o en el interior de un coche (70-90 dB), un
aparato musical (90 dB), el ruido en una fabrica (110-119 dB), una taladradora en la
calle (120-130 dB), etc.
• Intervención inicial fuerte. Con la aplicación de nuevas tecnologías se están reduciendo
estos costos.
HIDROGENO PILAS
Métodos para la obtención de hidrógeno.
Son varios los factores que influyen en el funcionamiento de las pilas de combustible:
• Temperatura. Para evitar problemas con los materiales de la pila, la temperatura debe
ser siempre la misma. Cada tipo de pila de combustible tiene su temperatura idónea
de trabajo. Así tenemos que las células de combustible alcalinas trabajan bien a
temperaturas por debajo de 80 °C. Las de combustible de acido fórmico trabajan en un
rango de temperaturas de 90-120 °C. Las células de combustible de membrana de
intercambio de protones, trabajan bien a 70-200 °C.
• Flujo. Debe existir flujo constante, tanto del combustible entrante por un lado, como
del oxígeno entrante por el otro. Es decir, la relación H2/O2 debe ser constante.
• Toleran concentraciones de CO de hasta 1,5 por ciento, lo que significa que se pueden
utilizar varias tipos de combustible.
• Si se usa gasolina como combustible, hay que eliminar previamente los sulfuros, ya
que podrían dañar a los materiales de la pila.
• Pilas estacionarias. Son las que se instalan en un lugar y no se mueven. Las vemos en
hospitales, edificios públicos, instalaciones energéticas industriales, etc. Pueden ser la
fuente principal de suministro energético o bien para casos de emergencia, cuando falta
el suministro normal. Su empleo puede significar ahorros energéticos del 25 al 40 por
ciento.
• Pilas portátiles. Son pilas de combustibles en miniatura que se utilizan para teléfonos
móviles, ordenadores portátiles, audífonos, alarmas, detectores de humos, aparatos
diversos de medida y control, etc. Pueden revolucionar el mundo de la electrónica y las
telecomunicaciones, ya que estas micropilas de combustible pueden dar energía a los
aparatos para su funcionamiento durante semanas e incluso meses, sin necesidad de
recargar. Estas micropilas funcionan con etanol (los líquidos limpiaparabrisas también
contienen este alcohol).
• Pilas para usos en lugares donde no puede llegar la red eléctrica. En estas áreas, las,
pilas de combustible pueden ser una alternativa solas o en combinación con una
instalación de aprovechamiento de la energía solar. Además tienen la ventaja de ser
silenciosas y no contaminar. Los gases calientes que despiden se pueden emplear para
la calefacción o para disponer de agua caliente. Como combustible suele utilizarse en
estos casos, hidrogeno procedente de gas natural o gas propano.
• Pilas para vehículos de transporte. Como ya hemos dicho, todos los fabricantes de
automóviles están investigando en este campo, y ya encontramos coches y autobuses
que funcionan con pilas de combustible en Japón, USA Y Europa.
• Pilas para emisiones de metano y otros gases. En los lugares donde se existen
yacimientos de gas natural o instalaciones de depuración que emiten gas metano, es
interesante disponer de pilas de combustible para producir electricidad a partir de esos
gases.
Las estaciones para recargar hidrogeno
En esta primera sección tiene lugar la producción de hidrógeno por descomposición del
agua en sus constituyentes (hidrógeno y oxígeno). Para conseguir la rotura de las
moléculas de agua se utilizan energías limpias (solar fotovoltaica y eólica), en vez de
partir de combustibles fósiles (metano por ejemplo).
En esta segunda sección se produce al almacenamiento en plataformas del hidrógeno
producido en la primera.
En la tercera sección se procede a la comprensión del hidrógeno a altas presiones para
almacenarlo en depósitos de dimensiones normales. el hidrógeno está ahora en forma
líquida.
Esta última sección es la hidrogenera propiamente dicha donde está el surtidor o
surtidores para despachar el hidrógeno.
Los iones de litio pasan del ánodo (electrodo de grafito) al cátodo (electrodo de fosfato de hierro
y litio) sirviendo como medio de transporte el electrolito (polímero en forma de gel). Por otro
lado, los electrones pasan por un circuito exterior desde el ánodo al cátodo creando una
corriente eléctrica. En la fase de carga la circulación de iones de litio y electrones se produce en
un sentido, mientras que en la fase de descarga la circulación es en sentido contrario. La
velocidad con la que mueven los iones de litio por el electrolito nos marcará el tiempo necesario
para la carga de la batería. Todos estos movimientos se producen para conseguir el equilibrio
de las cargas.
Las pilas de iones de litio tienen sus ventajas e inconvenientes. Veamos las ventajas en primer
lugar:
Las pilas de iones de litio son muy ligeras para su tamaño, ya que los materiales de sus
electrodos son poco pesados (litio, grafito).
El litio es un elemento muy reactivo, lo que quiere decir que almacena mucha energía
en sus enlaces atómicos. Es decir, tiene una alta densidad energética.
Solo pierden un 5 por ciento de su carga al mes cuando no se usan.
Se pueden cargar y descargar ciento de veces. No es necesario esperar a su descarga
total.
Se usen o no 2-3 años de vida útil. En el caso de los automóviles totalmente eléctricos
se emplean grandes baterías de iones que tienen una vida útil de 6 a 8 años.
Son muy sensibles a temperaturas altas.
Pueden arder.
Tienen un precio alto en el caso de baterías para automóviles (hasta 12.000 euros o
más), aunque cada vez resultan más baratas. Muy distinto es el caso de los teléfonos
móviles que necesitan baterías de litio de muy poco peso y alta densidad energética.
Las baterías de iones de litio que se utilizan en los automóviles pueden pesar hasta 150-
200 kilos.
Vehiculos híbridos.
Cuando se habla de coches eléctricos e híbridos hay cierta confusión entre el público.
Así tenemos diferenciar entre:
Vehículos que se caracterizan por tener un solo motor eléctrico. Este motor recibe la
electricidad de la batería o baterías instaladas en el vehículo.
Vehículos híbridos, que se caracterizan por tener dos motores, uno eléctrico y otro de
gasolina o gasoil.
Vehículos de pila de combustible que funcionan con hidrogeno.
Los vehículos híbridos (motores de gasolina o diesel y motor eléctrico) tienen ventajas tales
como:
Se aprovecha la energía de las olas a base de colocar una central undimotriz en la parte de la
costa donde se produce oleaje suficiente. Estas centrales tienen:
Una boca para la entrada del agua.
Un muro de protección frente a las olas excesivamente altas.
Una cámara de aire, que es empujado por las olas hacia la turbina.
Una turbina que mueve un generador que genera electricidad.
Las olas del mar entran en la cámara de aire, con lo que el agua empuja el aire de la cámara
hacia la turbina, de forma que esta se pone en movimiento operando un generador, generando
electricidad. Después, el agua se retira, por lo que la cámara vuelve a llenarse de aire y se vuelve
a repetir el proceso. Para que la fuerza de las olas sea mayor, se canaliza el mar por un túnel que
se va estrechando hasta llegar a la central undimotriz. De esta forma las olas adquieren mayor
velocidad y por lo tanto mayor energía cinética, que después se transformara en electricidad.
Estas boyas se colocan relativamente cerca de la costa (1,5-4 kilómetros), en sitios de mucho
oleaje, donde exista una profundidad de unos 35-45 metros. Al elevarse y descender funcionan
de manera parecida a las centrales. Es decir, con esos movimientos (arriba y abajo) se obliga al
agua a subir mediante una bomba hidráulica hacia la turbina. Después esa electricidad se envía
a tierra mediante un cable submarino.
En algunos sitios donde se han instalado estas centrales y estas boyas, se quejan de que afectan
a la pesca y a la navegación en general. Hay que rehacer las cartas marinas con indicación exacta
de la boyas.
Existen muy pocas instalaciones en el mundo para aprovechar la energía de las olas.
En España, existe ya un proyecto para colocar unas 10 boyas de este tipo a 1,5-3 kilómetros de
la costa, y a una profundidad de unos 40 metros. La potencia total desarrollada será de 1,5 W.
También existe un proyecto similar en Canarias para generar electricidad. Para ello se quiere
mejorar la tecnología y pasar del aprovechamiento energético que actualmente se consigue con
las olas (25 %) hasta el 45 por ciento.
La energía producida por estos sistemas es limpia, disponible en cualquier época del año
renovable, aunque está por determinar su impacto ambiental.
Hasta ahora solo se han construido en el mundo instalaciones pequeñas, que pueden servir para
suministrar electricidad a poblaciones donde no llegan las redes eléctricas.
Las mareas están provocadas por la fuerza gravitacional que ejercen el sol y la luna,
conjuntamente con el efecto de rotación de la tierra sobre mares y océanos en las costas, en
determinados lugares del planeta. Por ejemplo, ciertas costas de Canadá, India Australia,
Argentina, Méjico, Francia, Rusia e Inglaterra cumplen los requisitos para poder colocar
centrales mareomotrices.
Aprovechar el movimiento de las olas o las corrientes marinas para mover las palas de
una turbina.
Aprovechar las diferencias de temperatura entre la superficie y el fondo marino.
El nivel de las mareas puede llegar a variar hasta 13-15 metros entre la marea alta y la marea
baja. Para que sea rentable la instalación de una central de este tipo, la variación mínima debe
ser de unos 4,5-5 metros.
Se está probando en Irlanda del Norte un nuevo sistema. La columna que sostiene las dos
turbinas se fija al lecho marino con unos clavos de 12 metros de longitud. Las turbinas llevan
unas palas de 16 metros de largo, y aprovechan el paso de las corrientes marinas de la zona, a
una velocidad media de unos 8 nudos/hora. De esta forma se genera electricidad.
En las mareas se distinguen varios conceptos:
Pleamar o marea alta, que es la máxima altura que de forma lenta y progresiva alcanza
el agua por la atracción solar o lunar.
Bajamar o marea baja, que es la mínima altura que alcanza el agua de manera lenta y
continua al ir disminuyendo la atracción solar o lunar.
Flujo: es el lento y progresivo descenso de las aguas, con la disminución de la atracción
lunar o solar.
Amplitud de la marea: es la diferencia de altura entre la pleamar y la bajamar.
Sistema maremotriz (SeaGen) para el aprovechamiento de las mareas, con dos turbinas
gemelas.
Para la colocación de estas centrales se buscan en la costa lugares como las bahías, ríos,
estrechamientos en general, donde el agua penetre en la tierra, se aprovecha esa estrechez
natural para colocar un dique. El funcionamiento del sistema es sencillo: primero se abre el
dique para dejar pasar el agua en la marea alta llenándose el embalse, cuando el nivel del agua
embalsa llega al máximo establecido se cierran las compuertas. Cuando la marea baja, se
produce una diferencia de altura entre el agua embalsada y el agua del mar. En ese momento
se abren las compuertas y el agua pasa por las turbinas las cuales operan un generador
produciendo electricidad.
5.
6.
Además de esas posibilidades, se han desarrollado modernas instalaciones para
conseguir captar la energía del sol de varias formas:
Instalaciones solares térmicas. Con ellas se consigue captar el calor del sol y
emplearlo para calefacción de casas y edificios, calentamiento de agua para
necesidades industriales y necesidades domesticas tales como duchas, piscinas,
etc. Para ahorrar energía, es muy importante que todas las casas y edificios
incorporen instalaciones solares térmicas, ya que el 75-80 por ciento del
consumo energético de una vivienda o edificio se va en la calefacción y el
calentamiento de agua.
Instalaciones solares fotovoltaicas. Con ellas se consigue captar la luz del sol y
convertirla directamente en electricidad, que se puede emplear en las mismas
aplicaciones que tiene en la actualidad.
Instalaciones solares termoeléctricas. Son una combinación de las dos
anteriores, ya que a partir de la energía recibida del sol, producen calor y
electricidad.
1 Definicion y componentes de una instalación solar térmica.
Colectores solares térmicos
Básicamente un colector (también llamado panel) solar es una estructura especial que
es capaz de absorber la radiación solar transformándola en calor. Ese calor se cede a un
fluido (agua, aire, fluidos especiales) que se calienta. Ese fluido caliente se puede
emplear después en calentar una vivienda o edificio, en calentar agua para las
necesidades de una vivienda (duchas, lavados, piscina, etc.).
El colector solar térmico de la siguiente figura, es de tipo plano, que es el más utilizado
en la actualidad. Esta en continua evolución, mejorando su rendimiento y disminuyendo
su costo, lo que es esencial para que este tipo de instalaciones se vaya generalizando.
Componentes de un panel solar térmico.
Estos paneles tienen unas dimensiones de 2 metros de longitud por 0,8 metros de
anchura. Es decir, tienen un área de 1,60 metros cuadrados, Pero como captan calor por
las dos caras, la superficie aprovechable es de 3,20 metros cuadrados. Pesan 8
kilómetros por panel, Por ejemplo, para climatizar una piscina de 600 metros cúbicos se
utilizaron 120 paneles que ocuparon 120 metros cuadrados.
Por las muchas instalaciones que ya se han hecho, se han visto las ventajas de este tipo
de tecnología:
Hasta ahora hemos estudiado las dos primeras (baja y media temperatura). Vamos a ver
ahora como se pueden conseguir temperaturas altas con instalaciones solares térmicas.
Hasta ahora, hemos visto en este capítulo que la energía solar se aplica para obtener
calor, que sirve para la calefacción, el agua caliente, etc. Se han desarrollado un tipo de
instalaciones solares en las que se utiliza la energía del sol para producir calor
(temperaturas altas, de 200 a 1.000 °C). Este calor producido no se emplea en
calefacción o para obtener agua caliente, sino que se transforma en vapor (de alta
presión y temperatura) y ese vapor se emplea para producir electricidad.
Como veremos a continuación, esta tecnología se basa en concentrar mediante espejos
la energía solar en un punto o línea, por cuyo interior circula un fluido. Este fluido debido
a las altas temperaturas alcanzadas por concentración solar, es también capaz de
producir vapor a temperaturas altas.
Básicamente, la tecnología termoeléctrica de concentración solar es de tres tipos:
Como se aprecia en las siguientes figuras, en este caso los paneles solares (también
llamados captadores o colectores) tienen una forma cilíndrico-parabólica. De este modo
consiguen concentrar los rayos del sol en un punto o en una línea de superficie reducida.
En la figura se ve como los rayos directos del sol caen sobre el captador curvado, que los
envía a ese punto o tubo central (tubo absorbedor).
También apreciamos cono es necesario un sistema de seguimiento para estar siempre
en la mejor posición con respecto al sol, y obtener el máximo rendimiento posible en
cada momento. Estos sistemas de seguimientos suelen estar compuestos por un sensor
técnico, que manda las órdenes oportunas a un servomotor que hace girar al colector,
para que se situé en la posición en la que la recepción de energía solar es máxima. En
vez del sensor se puede poner un reloj.
Captadores solares cilíndrico-parabólicos para concentración solar.
Para instalar un campo solar con tecnología cilíndrico-parabólica, el lugar escogido debe
reunir las características apropiadas, tales como:
Motor Stirling. El fluido portador del calor lleva al motor Stirling la energía
necesaria para su funcionamiento. En vez del motor Stirling, se puede usar una
microturbina en combinación con un generador eléctrico.
La primera instalación de este tipo que se hizo en el mundo está cerca de Sevilla. La
planta se llama PS10 y es una instalación de concentración solar con torre, para producir
electricidad, con una potencia de 11 MW. Fue desarrollada por Abengoa Solar.
Tiene un sistema de almacenamiento de energía para 30 minutos. En condiciones
nubladas, es decir de baja radiación solar, está preparada para quemar un 12-15 por
ciento de gas natural. La planta puede generar unos 24 GWh de energía limpia al año.
Con esa electricidad se puede cubrir el consumo anual de 5.500 hogares, evitando lanzar
a la atmosfera 6.700 toneladas de CO₂ por año.
Los espejos (heliostatos) concentran los rayos solares sobre el receptor situado en lo
alto de la torre, que genera vapor a alta presión y temperatura (40 bar y 250 °C). Este
vapor mueve una turbina que a su vez genera energía mecánica que suministra a un
generador eléctrico. El vapor que sale de la turbina pasa a un condensador, y mediante
bombeo, vuelve al receptor para repetir el ciclo.
624 heliostatos diseñados por Abengoa Solar New Technologies, de 120 metros
cuadrados de superficie reflectante por cada uno de ellos, lo que hacen una
superficie total reflectante de 75.000 metros cuadrados.
Estos espejos concentran las radiaciones solares en el receptor que está en la
torre a 115 metros de altura. El receptor está preparando para la generación
directa de vapor saturado, y está compuesto por cuatro paneles verticales de 5,5
metros de ancho por 12 metros de altura. Están dispuestos en forma
semicilíndrica, y se alojan en una cavidad con una apertura de 11 metros x 11
metros. Por ello se llama “receptor de cavidad”.
Torre de 115 metros de altura. Para reducir su impacto visual, de lado tiene unos
8 metros de ancho, aunque la parte frontal tiene unos 18 metros de anchura.
Sistema de almacenamiento de vapor.
Turbina y generador eléctrico.
Condensador y bomba de retorno.
Otros elementos de regulación y control (tuberías, válvulas, etc.)
Llamamos materiales conductores de la electricidad (el cobre por ejemplo) a los que la
dejan pasar libremente ya que tienen electrones libres o que pueden liberarse
fácilmente. Llamamos materiales aislantes (plástico, papel) a los que oponen una
enorme resistencia al paso de la corriente eléctrica (los electrones de sus capas
periféricas están fuertemente ligados y se necesitaría una gran energía para librarlos).
Entre ambos extremos hay unos materiales llamados semiconductores. Los más
conocidos son el silicio, el germanio y el arseniuro de galio. Estos materiales si están a 0
K son aislantes, pero si reciben energía (luminosa por ejemplo), se encuentran más cerca
de los conductores y pueden producir corrientes de electrones. Eso es exactamente lo
que ocurre en las células fotovoltaicas, que suelen estar hechas de silicio. Como se ve
en dicha figura, un material semiconductor (el silicio), es expuesto a los rayos solares,
que contienen energía luminosa (fotones). Estos fotones aportan energía a los
electrones de valencia de los átomos de silicio. Si la energía que aportan es suficiente
para vencer la fuerza que mantiene los electrones unidos al átomo, estos electrones se
liberan y llegan a formar una corriente de electrones (electricidad), que en la figura se
representa por un circuito que es capaza de encender una lámpara. Este es el esquema
de funcionamiento del efecto fotoeléctrico.
Ante la demanda tan fuerte de silicio de grado solar se produjeron fuertes subidas de su
precio. En la actualidad ya se están instalando varias fábricas para hacer frente a esa
demanda. Por otro lado, la tecnología de purificación está avanzando mucho. Veamos
los tipos comerciales de silicio existentes:
Silicio amorfo. Es más barato pero tiene menor rendimiento que el silicio
cristalino. La célula amorfa consta de: una unión p.i.n, capa transparente de
óxido en la parte superior, una capa de metal de contacto y reflectora, y un
sustrato final flexible. La capa de silicio amorfo se deposita sobre un sustrato
(acero, vidrio, plástico) a una temperatura de 200-300 °C. Estas bajas
temperaturas (relativamente hablando) hacen posible la utilización de sustratos
de menor coste. Cuando las temperaturas de deposición son muy altas se
necesitan sustratos de materiales caros (resistentes a esas altas temperaturas).
El silicio amorfo tiene una elevada capacidad de absorción de la luz, por lo que
se puede poner en capas extra-delgadas (1 um), pero la propia intensidad
lumínica produce su degradación progresiva, con lo que va bajando su
rendimiento. Cuando el silicio amorfo es nuevo tiene un rendimiento del 12 por
ciento, aproximadamente.
Micro-silicio. Están hechos de células de silicio en capas muy delgadas (unos 5 um),
con lo que se pueden reducir los costes respecto a las de mayor grosor, mejorando los
rendimientos. Además, tienen la ventaja de que se degradan poco con la luz, por lo
que duran más, manteniendo todas sus características