NICOMÁQUEA DE ARISTÓTELES
César Adolfo Arceo Arévalo
En sus trabajos conocidos como las éticas (Magna Moralia, Ética Nicomáquea y Ética
Eudemia) las reflexiones versan sobre las relaciones existentes entre las acciones y el
pensamiento y específicamente sobre la estructura del comportamiento humano.
Este panorama permite reconocer que las preguntas por el sentido de la vida humana,
el bien, el mal, el valor, la virtud, el destino, la justicia, la amistad, las pasiones, los deseos y las
deliberaciones, por citar solo algunas, sean los temas que componen estas obras.
Una constante atención en lo que se hace, es una de las necesidades subrayadas para
lograr lo oportuno en los actos. Esta atención en los actos será la dirección que la recta razón
apunta, el camino para la proporción que permita alejarse tanto del exceso, como del defecto.
La virtud es acción y los referentes que señalan su estado serán el placer y el dolor. En
su cercanía con las pasiones, el placer y el dolor se conectan con las virtudes, pues la vivencia
debida de dichos estados se traduce en hacer lo que es mejor en tales situaciones. La recta
acción es para Aristóteles lo medido, la moderación.
La práctica moderada requiere de tres disposiciones. La primera es la consciencia de
los actos o saber lo que se hace. La segunda es la elección de las acciones. La tercera es la
acción firme e inconmovible. Una reiteración de actos que involucren estas disposiciones
propicia un afianzamiento en la práctica de la virtud.
Hasta aquí se han resumido ideas sobre los tipos de virtudes existentes, sobre su
producción y destrucción y sobre las disposiciones requeridas para su aprendizaje práctico. A
continuación se definen qué es la virtud y cómo se relaciona con los sucesos del alma, con el
comportamiento y la conducta.
Para Aristóteles, suceden tres cosas en el alma: las pasiones, las facultades y los modos
de ser. Si las pasiones son expresiones del placer y del dolor, y las facultades capacidades de
afectación de las pasiones, las virtudes son modos de ser que se expresan en el actuar frente a
las pasiones, los contextos y las situaciones. Son elecciones realizadas frente a situaciones que
nos disponen de cierta manera. Esta manera, será buenas acciones (virtuosas) si las cosas que
se hacen se hacen bien y si cumplen con su función.
La virtud es entonces un modo de ser selectivo que manifiesta una elección moderada
regida por una recta razón y tendiente al bien. La moderación en el ejercicio electivo se
manifiesta en la constante búsqueda del término medio. El punto medio se establece, ya sea
con las cosas mismas (en términos cuantitativos), o bien con uno mismo (en términos
cualitativos). En cualquiera de los casos, el punto medio se ubicará como aquello que dista lo
mismo de ambos lados. Sin embargo, será expresado en el ámbito de las cosas como aquello
entre el exceso y el defecto, mientras que en el ámbito de los seres humanos será relativo a
cada persona.
REFERENCIA