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El Corredor Mediterráneo

Río Cuarto / Río Tercero / San Francisco / Villa María Miércoles 23 de mayo de 2018 - Año 18 N° 804

Martín Díaz,
poeta
la ColuMNa
de diario
Hay poetas que no necesi-
PÁG. 8

De orilla a orilla tan de galas ni tormentos


para vivir la poesía con
Por

naturalidad y sencillez.
JorGe rodríGuez HidalGo

Sus versos o sus cuentos


son latidos del corazón
que siguen el ritmo de las
vivencias y las historias
propias y ajenas de la
gente común. Uno de esta
HiStoria de la

clase de poetas es Martín


MoreNo Pág. 6

Diaz, a quien ECM entre-


vista para conocerlo y que
lo conozcan un poco más.
Martín Díaz
Fotos: Soraya Clop

Los zombies
pág. 2

la Carretera
Cormac McCarthy

de García Lorca
Pág. 7

En el sincretismo del vudú, los zombies son


los muertos vivientes cuya popularidad el
cine y la televisión, además del clip de
PoÉtiCa de la luz
“Thriller”, el célebre álbum de Michael
Jackson, han llevado al paroxismo. En su lec-
Eduardo Salvatierra Pág. 7

tura de “Poeta en Nueva York”, Luis Emilio


Abraham descubre a estas criaturas como
una premonición del poeta granadino.
HuMorSoliNi
Heraldo Mussolini
Pág. 8 Federico García Lorca
pág. 4
El Corredor Mediterráneo / Página 2

Martín Díaz,
poeta de diario

En el año 2001 Martín marchó a Buenos ¿Martín, cómo fue su vinculación con la
Aires y allí comenzó su largo viaje que literatura?
hace siete años lo trajo a Río Cuarto, Mi relación con la literatura se fue
como diría él, de “casualidad”. “Me dando porque yo creía que tenía una
asustó mucho la situación, yo tenía mis deuda pendiente con la literatura, yo
padres muy grandes y todo lo que pasó siempre fui lector, mi vinculación siem-
provocó en mi la necesidad de irme de pre había sido desde ese lugar, me gus-
Buenos Aires, me fui tan dolido que no taban diferentes estilos, personalida-
volví nunca más” dice Martín. des, el tratamiento de los temas. Y
A lo largo del tiempo se presentaron bueno, siempre tuve inquietudes, pero
diferentes oportunidades y razones consideraba que lo mío no servía, no
para volver, pero sin embargo nunca valía, escribía, rompía, tiraba. Hasta que
volvió. Martín no se casó, ni tuvo hijos, una vez una persona me dijo que había
cumplió una especie de mandato fami- una nueva forma de analfabetismo, y
liar, único hijo de padres mayores, a los era aquel que aún sabiendo leer y escri-
cuales acompañó y cuidó, sin que pudie- bir no lo hacía, y realmente esto me
ra formar pareja. “Dentro de la soledad abrió la cabeza, y dije bueno, esta es
siempre estuve cubierto por lo laboral, una oportunidad para que yo me fami-
pero todo ratito que le puedo dedicar a liarice con el tema, ya era grande, tenía
la literatura lo hago, leyendo, informán- otras ocupaciones, otras preocupacio-
dome” dice Martín. nes y nunca podía hacerme un tiempo
Martín no se considera escritor, el escri- para la literatura.
be. Escribe para esos cinco minutos de
atención que le puede prestar ese lector Cuando, antes de llegar a Río Cuarto,
del diario Puntal que inesperadamente Martín trabajó de sereno en un campo
mientras lee su diario se encuentra con de plantación de soja, escribió “La codi- Martín Díaz
una hojita firmada por un tal Martín cia del manco bombín”, cuento corto
Díaz. “Un día mientras repartía los dia- que se publicó en una revista cultural
rios en la esquina del Banco Galicia, se que luego fue difícil mantener por sus
acercó un hombre y me dijo, ¿te das costos. En ese momento en el que el
cuenta que sos el escritor más leído de trabajo implicaba presencia y la literatu-
Río Cuarto? Y yo le respondí, no, la ver- ra mayor dedicación, se dio cuenta de
dad que no tomé dimensión”. dice que necesitaba capacitarse, saber cues-
Martín. tiones técnicas, llevó a otro hasta que un día llegó a un con ellos, le han abierto las puertas a
Cuando comienza a agregar sus escritos Fue en Serrano donde un cliente amigo quiosco de diarios y revistas en el bule- todo aquel que se acercaba”.
al diario, éste toma otro curso, otro tipo llamado Daniel le recomendó Río var y un muchacho le cuenta que com- Pero Martín no olvidaba la literatura y
de clientes son los que se dirigen a la Cuarto, una ciudad que conservaba cos- pró el quiosco accidentalmente y que así fue como llegó a la Biblioteca
esquina en la que él está, gente que no tumbres de pueblo, como lo que Martín no sabía mucho del negocio. Entonces Popular Mariano Moreno y conoció a
solo buscaba el diario sino también buscaba, una localidad chica y así fue Martín comenzó a recomendarle cómo Rubén Padula, de quien tiene muy bue-
aquella que espera ver esa hojita que como emprendió viaje, sin conocer a podía mejorarlo, hasta que el joven le nos recuerdos como profesor y como
encontró una vez de forma inesperada. nadie, con el nombre de algunas perso- ofreció trabajar con él por la mañana excelente persona. En el taller de
Esto hizo que tuviera una clientela pro- nas que Daniel le había recomendado vendiendo diarios y revistas. “Empecé a Padula aprendió a ver cuáles eran los
pia, 100 hojitas que todos los días repar- llegó a Río Cuarto, donde desde el pri- vincularme, a conocer mucha gente del errores que tenían sus narraciones y
tía, siempre tenía algo para elaborar, mer día, desde hace siete años no paró diario Puntal, a quienes estoy profunda- qué técnicas podía emplear para mejo-
algo corto, simpático, entretenido, que nunca de trabajar, ya fuese de pintor de mente agradecido, porque ellos han ayu- rar su escritura.
no moleste. letreros, carteles, etc. Un trabajo lo dado a toda persona que ha trabajado Al mismo tiempo Martín no solo se vin-
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Martín Díaz es canillita y tiene la pasión de la literatura, escribe cuentos y cada día esos cuentos los distri-
buye con el diario Puntal que vende todos los días. En cada “hojita” que reparte no hay temática ni personaje
que se repita.
Martín Díaz tiene sesenta y cuatro años, llegó a Río Cuarto luego de vivir en Serrano, localidad ubicada al
sur de la provincia de Córdoba. Nació en Ramos Mejía, la misma ciudad en la que nació María Elena Walsh
y Juan Alberto Badia, a quienes tuvo el gusto de conocer, según cuenta a ECM.
A lo largo de su vida, Martín siguió diferentes rumbos, que tomó según la oportunidad laboral que represen-
taban. Así, trabajó en una fábrica de neumáticos llegando a ser jefe de personal y ofició de pintor de letreros,
sereno y actualmente de vendedor de diarios.

culó como canillita con el diario Puntal, a la ciudad. Recuerda que hubo muchas Si un día tuviese que dejar de ser canilli-
sino también como lector a través de las críticas, no solo por la contundente titu- ta, Martín se considera afortunado por-
cartas enviadas al director, medio por el lación sino también por el posiciona- que tiene muchas posibilidades de rein-
que se fueron publicando sus escritos. miento de reclamo por una investiga- sertarse laboralmente, la posibilidad
Uno de los primeros trabajos que ción más profunda y por el pedido de ésta, hay que ver cómo se plantea. Pero
Martín publicó en Río Cuarto fue sobre justicia que exigía. Martín se disculpó tampoco viviría de ser un escritor, de
la explosión de la planta piloto en la con aquellos que criticaron esa carta y vender libros, porque son muy pocos
Universidad Nacional de Río Cuarto. sintió que siendo un “extranjero” no los que pueden vivir de sus libros: consi-
Cuando ocurrió sintió la necesidad de podía ponerse en papel de investigador dera que éstos son latidos del alma, una
escribir sobre este terrible accidente y de señalar responsables cuando en manifestación de ella. La vida es un cir-
porque conoció al padre de Juan Rio Cuarto había, según su juicio, gente cuito en el que en algún momento estás
Politano, para quien había trabajado en que sabía más que él y eran investigado- en un lugar y después en otro. Siempre
la escuela de Jovita, de la que era direc- res, periodistas, etc. recuerda que cuando llegó a Río Cuarto
tor. “Tuve un acercamiento a la historia Martín sostiene que escribe no para no conocía a nadie ni nada, y hoy cree
de Juan Politano y a lo que él fue por lo publicar un libro, ni para ser famoso, se conocer más gente de Río Cuarto que
que yo creía. Pensamiento a partir de lo considera un escritor independiente, aquellos que nacieron aquí. “Es cuestión
que me habían dicho de lo que Politano hace una escritura artesanal para los de saber mirar, de acercarse a las perso-
significaba. Después con el tiempo y mi amigos, y si esa escritura trasciende de nas adecuadas, por eso para mí cuando
llegada a Rio Cuarto, realmente era así sus amigos a otros amigos mucho conozco a un Tello, a un Formia se me
lo que yo creía, Politano era un héroe, mejor, escribir para comunicar un punto abre un abanico de posibilidades. Que
por su actitud, valentía por haber sido de vista, una manera de ver o de sentir hoy Tello me haya dado la oportunidad
expulsado por la misma onda expansiva una realidad que se puede enfocar de de expresarme en un medio como éste a
de la explosión y volver al lugar porque diferentes ángulos. De la literatura, le lo mejor hace que alguien que tiene la
él tenía conocimiento de unas válvulas gusta mucho la literatura nacional, Andino, Martín cuenta que esta esta- intensión de empujar este carrito que yo
de seguridad que había que cerrar para autóctona, la literatura latinoamericana, ción le recuerda mucho a la estación en vengo tirando, lo podamos transformar
que esa explosión que terminó siendo de también Rodolfo Walsh, Galeano, la que se acercó a María Elena Walsh, en un libro que tenga un efecto multipli-
4 o 5 tambores de hexano no se prolon- Benedetti, María Elena Walsh. quien era hija del jefe de estación. Walsh cador”. dice Martín.
gara a 24 tambores que eran los que Martin, si fuese joven otra vez elegiría la era un inglés que había venido con el Por día puede leer siete diarios, los que
había en el lugar” dice Martín. profesión de escritor? ferrocarril y le dieron una vivienda den- vende, observa lo que viene en la Voz
Con el tiempo Martín conoció más Si fuese joven de nuevo, tal vez sí, seria tro de lo que era el mismo casco de la del Interior, en Clarín, voy juntando ele-
gente relacionada con la explosión, escritor, pero lo encararía desde otro estación, muy parecida a la de El mentos, cosas que me sirven para la lite-
como los primeros bomberos que llega- lugar, con la premisa de ser escritor, de Andino. Él recuerda que a María Elena ratura. Hay cosas jugosísimas que se
ron al lugar, la primera chica que llegó tomarme los tiempos de escritor para siempre le gustó la escritura y de muy pueden utilizar para la literatura, por
porque bajaba del colectivo en el recorrer las historias, transitarlas. jovencita la veía cruzarse a la plaza, sen- ello la literatura fue llegando, no te das
momento que se producía la explosión, Los cuentos cortos que escribe parten tarse frente a una estatua de Domingo cuenta, dice “Yo tenía cincuenta y pico
la gente le fue acercando información al de información real, genuina en la que Faustino Sarmiento y allí se ponía a hasta que me decidí a mostrar, siempre
punto tal que escribió una ligera sem- relata un lugar que la gente conoce y le escribir. “Yo iba a una escuela secunda- escribí, recuerdo en primer año, una pro-
blanza vinculada a Juan Politano. agrega personajes y a partir de allí la ria, en primer año recuerdo verla muy fesora que nos preparaba para ingresar
En aquellos días sintió que toda esta gente termina conociendo ese persona- frecuentemente, era una chica bastante a la escuela de Ford Motor Argentina,
información que iba recibiendo le abría je porque conoce el lugar, imagina o más grande que yo, pero a lo que todos pidió que escribiéramos un relato corto
la cabeza sintió la necesidad de colocar supone que ese personaje es real. A par- nos llamaba la atención es que a la hora sobre una consigna que había dado y
una carta sencilla en el diario que ven- tir de lo que Martín escribe sostiene que que pasaras la veías escribiendo, y esto cuando lo entregué y lo leyó me dijo:
día. Hasta hubo gente que le ofreció tiene la oportunidad de comunicar un generaba todo tipo de posibilidades, se ¿Martín esto lo hiciste ahora? Si, respon-
hacer un libro sobre lo que había sido hecho, si puede ser convincente, el otro pensaba, ¿le estará escribiendo al dí yo, y ella me respondió: sublime”.
aquel suceso que había sacudido no se compromete con esa historia. novio?, ¿cuantos novios tendrá? ¿a quién
solo a la casa de estudios, sino también Mientras toma un té en la estación de El le escribe?”. Dice Martín. Soraya CloP
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Los zombies Las monstruosas criaturas que hoy campean en películas y series de tele-

de García Lorca
visión como una metáfora del hombre masificado de estos tiempos, ya fue-
ron prefiguradas por la intuición poética de Federico García Lorca en su
poema “Poeta en Nueva York”, el más audaz y moderno de sus libros.

Como andan gruñendo por todos lados, claridad qué tiene de los zombies tal
me parecen unos bicharracos de lo más como nos los figuramos hoy estereotípi-
interesantes. Son el monstruo-masa de camente, pero también podremos pen-
nuestra época y una de las causas del sar en qué aspecto se resisten las imá-
apocalipsis postulada con mayor insis- genes del poemario a encajar del todo
tencia por nuestras pesadillas. Después con ese estereotipo.
de un tiempo de coleccionar objetos
zombies, me decidí a hacer una de esas Justo el mismo año en que Lorca anda-
cosas divertidas que hacemos los profe- ba por Nueva York escribiendo algunos
sores en el tiempo libre: una ponencia versos, se publicaban las primeras pulp-
de congreso y después un artículo sobre fictions norteamericanas sobre zom-
los embriones de zombies que deambu- bies, estimuladas por la divulgación del
lan por las calles de Nueva York en el mito haitiano que está en las raíces de la
poemario de Lorca. La cuestión es que cuestión: un hechicero hacía volver a los
hace poco le pasé el texto al amigo negros muertos a una miserable semi-
Pablo Dema para que le echara un vista- vida y los usaba como autómatas para
zo. A Dema parece que le gustó y hacer el trabajo duro en las planta-
comentó un fragmento en Facebook. ciones. Las primeras novelas y películas
Alguien le pidió que escribiera sobre el estaban mucho más cerca de ese mito
tema en este Suplemento cultural y él, originario que nuestros zombies de hoy,
muy amablemente, me pasó el encargo. pero al poco tiempo comenzaron a
Así que acá me encuentro, haciendo atribuirles el rasgo de canibalismo, que
algo que me encanta y me suena rarísi- en el imaginario europeo formaba parte
mo: una especie de divulgación de tan del estereotipo “indígena caribeño”
solo un artículo que todavía no se publi- desde la exploración de América.
ca. Se llama “Protozombis de Poeta en Entre las variaciones que experimenta-
Nueva York: una lectura social”. Saldrá, ron después las ficciones zombies, estu-
al parecer en julio, en Revista Landa pendamente historiadas por Roger
(www.revistalanda.ufsc.br) una revista Luckhurst, necesitamos tener en cuenta
académica brasileña, cosa que me da tres. En primer lugar, el brujo comenzó
mucho gusto. Entre nuestros países her- a ser reemplazado por un científico
manos, el Brasil quizás sea el más afec- loco. En segundo lugar, ese amo fue
tado históricamente por las tensiones desapareciendo de la intriga y los zom-
sociales que están en las raíces de la bies se convirtieron en seres “controla-
cuestión zombie: el esclavismo asocia- dos” por fuerzas mucho menos visibles,
do a la negritud. Pero me meto en tema generalmente achacadas, bajo la forma
y no demoro más el asunto. de emanaciones químicas o contagios
La idea surgió en medio de una clase de virales, al uso irresponsable de la cien-
literatura española. Leí en el aula “La cia: “ciencia sin raíces”, diría Lorca.
aurora” y de pronto me encontré Dibujo de Federico García Lorca conocido como “Autorretrato en Nueva York”. Entonces los zombies se transformaron
echando mano de los zombies para en esa masa fuera de control que nos
hacer ver a los estudiantes la “realidad” Empecemos por degustar en clave zom- de la muerte”, devoran sus propias resulta familiar, en autómatas bajo el
del monstruo urbano que Lorca percibe bie algunas de las imágenes que Lorca manos. Son a veces también los muer- misterioso dominio de la masa misma.
en 1929 (el año del Crack de la Bolsa): propone al lector cuando dice que: “Hay tos los que se alzarán (profetiza el En tercer lugar, los grupos de zombies
“Por los barrios hay gentes que vacilan un dolor de huecos por el aire sin gente / poeta) contra su condición de oprimi- fueron creciendo hasta conformar hor-
insomnes / como recién salidas de un y en mis ojos criaturas vestidas ¡sin dos y no se comerán ya a sí mismos: “los das monstruosas y entraron en relación
naufragio de sangre” despierta en nues- desnudo!”. Detrás de estas palabras del muertos son más fuertes y saben devorar con el mito cristiano del Apocalipsis. Sin
tros cerebros siglo XXI la imagen mental poema “1910”, hay un paradójico pedazos de cielo”, se lee en “Iglesia esta absorción de un mito tan arraigado
de un grupo de zombies. Eso fue todo. paisaje de ciudad sin seres humanos y, abandonada”. En “Danza de la muerte” en nuestra cultura, es probable que el
Se dijo al pasar. Pero la reacción de los sin embargo, plagado de cuerpos que, y otros poemas, las muchedumbres género no se hubiera globalizado como
alumnos me impactó. En el ensayo que carentes de vida interior, impresionan esgrimirán, como nuestros zombis de lo hizo después, de la misma manera
debían escribir, la mayoría retomó justa- los ojos del poeta; continentes sin con- hoy, un lenguaje animal, básico: “El mas- que es muy posible que las creencias
mente esa idea. Parece entonces que tenido, cuerpos sin alma, de manera carón bailará entre columnas de sangre y haitianas hubieran catapultado poco y
preguntarse por el lugar que ocupa análoga a lo que sería un traje sin per- de números, / entre huracanes de oro y nada del proceso que he resumido si no
Poeta en Nueva York en la historia del sona desnuda que lo habite. También gemidos de obreros parados / que hubieran encontrado un terreno
género zombie puede ser una lectura podemos pensar en muertos vivientes aullarán, noche oscura, por tu tiempo sin preparado por manifestaciones de la
compartida. Después, buscando en cuando se atribuyen ciertas luces”. cultura moderna.
Internet y leyendo bibliografía, vi que a propiedades de vida (muy elementales) Entre los antecedentes modernos,
a esos cadáveres putrefactos en que se Podría seguir un buen rato desenterran-
otros les había ocurrido lo mismo y com- Luckhurst menciona a Baudelaire, a
han convertido los habitantes de la ciu- do muertos vivos de los versos de
paraban al pasar algunas partes del poe- Poe, a Lovecraft, que habían gestado
dad industrial y financiera. Hay cuerpos Lorca, pero la cosa empieza a tomar
mario con nuestros zombies de hoy. condiciones muy propicias para la
que deambulan por la “Ciudad sin más forma si hacemos un poco de histo-
Mucho mejor. Quiere decir que mi tra- recepción de los zombies produciendo
sueño” donde “No duerme nadie por el ria. Una vez que precisemos cuál es el
bajo no nace de un capricho individual. un amplio abanico de efectos de horror
mundo. Nadie, nadie” mientras los lugar de Poeta en Nueva York en la histo-
Es más bien el desarrollo de una lectura que surgían de transgredir el límite tabú
muertos se quejan o lloran o, en “Danza ria del género, podremos ver con mayor
social incipiente. entre vivos y muertos. Podríamos decir
El Corredor Mediterráneo / Página 5

Como esta nota puede resultar extraña, mejor contar un poco


su historia. En 2018 se cumplen ciento veinte años del naci-
miento del poeta granadino, sí. Pero la nota no está motivada
por eso. Son más bien los zombies los que piden atención. Laura Martín y Victoria Urquiza
dibujadas en clave zombie
por Lu Libertina
con el mismo derecho que el libro de Quizás la mejor concretización de lo que denuncia)”, con los millones de anima-
Lorca es otro hito importante en la pre- venimos diciendo se encuentre en un les y vegetales que mueren para el con-
historia del género. dibujo de Lorca conocido como sumo desmedido de la humanidad opu-
“Autorretrato en Nueva York”. A la lenta “que levanta sus montes de cemen-
Muchas imágenes de Poeta en Nueva izquierda, hay enormes plantas que to / donde laten los corazones / de los ani-
York se parecen más a nuestros zom- polinizan el espacio y, en las calles, sólo malitos que se olvidan”. Por eso el poeta
bies actuales que a los de 1929: arman unas bestias alrededor del rostro se excita con el apocalipsis. Como ha
un relato similar. Se puede identificar en inmenso del poeta, con los ojos vacíos. visto Francisco Umbral en su ensayo
el libro de Lorca una narración dispersa Arriba, al fondo, bajando de los rasca- Lorca, poeta maldito, siente placer con
entre los versos. Primero, la naturaleza cielos, puede verse un monstruoso el arrasamiento de la civilización por
herida. Como consecuencia, el infierno espectro, un humanoide gigante hecho parte de una naturaleza hambrienta en
urbano: las multitudes alienadas por el de varios cerebros y múltiples miem- la que se confunden la multitud de obre-
uso deshumanizado de la ciencia, la bros que parecen raíces. A semejanza ros y negros que gimen y aúllan, con la
urbe geométrica y desproporcionada, el de la muchedumbre de varios poemas y hierba africana y con hordas de insectos
movimiento inhumano del capital. a semejanza del rey de Harlem, que pro- “crepitantes, mordientes, estremeci-
Finalmente, el apocalipsis que, anuncia- yecta una “sombra vegetal” y adquiere dos, agrupados”. Pero la actitud afecti-
do siempre con tono profético, ocurrirá efectos que procuran inducirnos podría
su dimensión de ídolo como efecto de va y valorativa del poeta es en realidad decir así: el público experimenta placer
por la explosión de un nuevo orden nat- las proyecciones de la multitud negra, ambigua, inestable. Aparte de esa com-
ural aguerrido. Es la jungla africana que por la aniquilación del sistema, pero al
esa figura emanada de la ciudad desafía plicidad con la venganza de la naturale- mismo tiempo es estimulado a desidenti-
invadirá Nueva York: “Que ya las cobras a la vez las fronteras humano / animal / za, también hay miedo y angustia, como
silbarán por los últimos pisos. / Que ya las ficarse de los actores sociales que la pro-
vegetal y la diferencia individual / colec- ocurre en “Ruina”, donde el hablante y ducen. Por supuesto que existen libros y
ortigas estremecerán patios y terrazas”. tivo, aparte de alcanzar una estatura su hijo parecen los últimos seres huma-
Aunque no resulte tan evidente, esto películas que intentan revertir esos
demoníaca. nos sobre la tierra en un momento en efectos, aunque sea parcial o pasajera-
también puede verse en varias historias que la vegetación está por invadir la
de zombies. En la película Soy leyenda, Ese monstruo está cerca de las imáge- mente. Algo de eso se da también en
casa. una zombie parade, donde los ciudada-
por ejemplo, junto con la proliferación nes de revuelta social que aparecen en
de los salvajes humanoides, la metrópo- el poemario y es arengada por el poeta, Para finalizar, comentaré dos aprecia- nos se alegran por un rato de asumir la
lis se ha convertido en sabana poblada que en muchos pasajes del libro se iden- ciones críticas que nos permitirán pro- identidad de unos simpáticos monstrui-
de leones y gacelas. tifica con la masa hasta el punto de fundizar la comparación y percibir final- tos. Ahora mismo hay en Mendoza una
compartir sus alienaciones. El poeta mente una diferencia importante entre movida cultural impulsada por Laura
Pero las semejanzas no se terminan ahí. empatiza con la mitad oprimida de la el estereotipo zombie y Poeta en Nueva Martín y Victoria Urquiza en la que el
Las imágenes vanguardistas de un poe- humanidad: los negros explotados, York. zombie se carga de valores positivos.
mario difícil y las figuras que nos pro- encerrados en trajes de conserjes, dedi- Bajo el mote Literatura zombie.
pone un género popular de nuestros cados a limpiar las escupideras de los Tomo el primero de esos comentarios Resucitando las palabras, nos recitan
días implican también operaciones simi- blancos, alienados por la otra mitad, del libro de Luckhurst, que cita ideas de versos por Whatsapp y se han disfraza-
lares en sus procesos creativos. Lorca igualmente deshumanizada. Empatiza Guerry Canavan: el mayor placer que do de muertas vivas para hacer una
pensaba que la luz del poeta era la con- también, en “New York (oficina y genera una historia de zombis ocurre suelta de poemas en las calles del cen-
tradicción y promovía fusiones entre justo en el momento de la ansiada tur- tro. Pero analizar estos fenómenos nos
conceptos opuestos. Apenas tomamos bulencia. Esa caída de nuestras estruc- llevaría a otro lugar. Digamos por ahora
distancia de la imagen zombie que ten- turas de dominación excita al lector o al que, recurriendo a los viejos trucos del
emos tan naturalizada, advertimos más espectador, aunque no se dé cuenta de carnaval y la parodia, violentan el este-
o menos lo mismo. Los zombies trans- que esa es la causa. reotipo.
greden varias fronteras conceptuales.
La más obvia es la frontera entre los El segundo es de Noam Chomsky. Se En esto reside una diferencia fundamen-
estados de vida y muerte. Pero hay encuentra originalmente en una video- tal entre nuestros zombies de hoy y los
otras paradojas que establecen entre sí conferencia para los estudiantes de un muertos vivientes de Poeta en Nueva
correlaciones interesantes de observar college. Entre otras cosas, Chomsky dice York. Como son embriones de zombies,
y también se encuentran en Poeta en o sugiere lo siguiente. Los zombies son la identificación con ellos no requiere
Nueva York. En primer lugar, los zom- un reflejo invertido de los oprimidos por transgredir un estereotipo cristalizado y
bies transgreden las diferencias y las jer- los Estados Unidos y son un producto se da con tanta fluidez que alterna o
arquías convencionales entre lo psíquico inconsciente de la cultura convive misteriosamente con el miedo a
humano y lo inhumano. Lo humano se popular: hay “un reconocimiento, en la masa. Los obreros parados y los
imbrica con lo animal e incluso con lo algún nivel de la psiquis, de que si tienes negros son parte de la masa inhumana
vegetal: en algunas películas, los zom- tu bota en el cuello de alguien, hay algo en muchos pasajes del libro. Pero eso
bies vegetan cuando no hay estímulos que está mal. Y de que la gente que no impide la empatía del poeta con esos
cerca. Pero también existe un desliza- estás oprimiendo podría levantarse y personajes en los que percibe lo que
miento hacia lo sobrehumano: en oca- defenderse”. Además, a partir de estas busca. Lo expresa en “Poema doble del
siones, esa plaga apocalíptica se presen- reflexiones, se infiere que, mientras en Lago Eden” con un sustantivo y un adje-
ta como producto de razones inescruta- la cultura popular parece más bien un tivo que podrían resultar obvios en cual-
bles o como efecto de acciones fenómeno inconsciente o involuntario, quier otro contexto, pero se llenan de
humanas que desbordan toda posibili- podría venirle muy bien a las élites sugerencias en esta lectura zombie del
dad de control por parte de la gobernantes porque se dificulta, se inhi- libro. Lo que desea el poeta es “amor
be, la empatía con las masas afectadas.
humanidad. En segundo lugar, esa La sabana africana ha invadido la ciu- humano”.
porosidad de las fronteras de la cate- dad. Soy leyenda (2007), película de Entre uno y otro comentario hay eviden-
goría “ser humano” a veces corre pare- Francis Lawrence basada en la novela temente fricción, pero no son del todo luiS eMilio abraHaM
ja con la tensión entre lo individual y lo de Richard Matheson. incompatibles. Una buena definición de
colectivo. Profesor de la Universidad Nacional de Cuyo
las ficciones zombies atendiendo a los
El Corredor Mediterráneo / Página 6

Historia de la Moreno

reseña
Orígenes y primera etapa como biblioteca pública (1872-1874)

“Yo, que me figuraba el Paraíso bajo la especie de una biblioteca”


(J.L.Borges, Poema de los dones, 1960)

Al amparo de las disposiciones de la ley


nacional 419 de septiembre de 1870, también
conocida como “Ley Sarmiento” por su ins-
pirador, se produce progresivamente la
apertura de bibliotecas populares a lo largo y
ancho de la República Argentina. A partir de
1872, surge entre algunos vecinos de la Villa
de la Concepción del Río Cuarto la iniciativa
de fundar una biblioteca pública. Nuestra
ciudad, privilegiada por su cercanía al río y
por la fertilidad de sus suelos, cuenta por
entonces con algo más de 5000 habitantes.
El 1º de septiembre de 1873, la Villa de la
Concepción, abrió las puertas de su primera
biblioteca y, para la posteridad, esta fecha
será la que se tenga como conmemorativa del
nacimiento de la Institución.
Entre los más de cuarenta socios iniciales se
encuentran el por entonces coronel Julio
Argentino Roca, el comandante Antonino
Baigorria y el presbítero González Iglesias.
Completan la nómina vecinos comerciantes,
hacendados, militares y artistas. Se destaca
la participación de dos mujeres. La Comisión
Nacional Protectora de Bibliotecas
Populares envía libros y volúmenes por un
total de 350 pesos fuertes, y poco después
remite otros 148 títulos. Entre los más desta-
cados, se encuentran: “Viaje alrededor del mundo” y “De la Tierra a la Luna”, ambos de Julio
Verne, “Los Miserables”, de Víctor Hugo, “Amalia”, de José Mármol, “El Ingenioso Hidalgo Don
Quijote de Mancha”, de Miguel de Cervantes Saavedra, y “Una excursión a los indios ranque-
les”, de Lucio V. Mansilla, cuya publicación original databa de tres años antes.
Sin embargo, en 1874, pese al fervor inicial, se produce el decaimiento de la biblioteca debido a
que muchos de sus socios desertan o dejan de abonar su contribución mensual por no interesar
los títulos bibliográficos o la escasez de disponibilidad dineraria. Es así que a fines de este año,
cesa toda actividad institucional y habrán de pasar dos años antes de que la biblioteca renazca
en la vida de la ciudad.
El Corredor Mediterráneo / Página 7

*
La carretera

POÉTICA DE LA LUZ
Córdoba

Docta y católica
CorMaC MCCartHy
Trad. Luis Murillo Fort
Círculo de Lectores,
Barcelona, 2007

La carretera, de Cormac McCarthy, es una bella y desgarra-


dora descripción de la soledad existencial. La vigorosa
prosa de McCarthy, a pesar de ciertos ripios y arritmias sin-
tácticas atribuibles a la traducción, sostiene de principio a
fin la tensión de una narración que reduce el argumento a
la ceniza misma que cubre el planeta por donde vagan los
protagonistas.
La desesperada lucha por la supervivencia de un padre y su
hijo camino a la esperanza da un paso más en el terrible
absurdo de la existencia humana, como la prefiguraron
Melville, Kafka y Musil, entre otros, aunque su estilo lo
aproxime a Faulkner. Cormac McCarthy demuestra con
talento hasta dónde puede llegar la novela contemporánea
sacudiéndose los cánones del realismo novecentista, a los
que sigue atada la mayoría de los narradores actuales.
La carretera es una novela que, como Moby Dick, sitúa al ser Córdoba
humano ante las consecuencias devastadoras del mal,

El general y sus pájaros


cuando el absurdo y la estupidez dominan su conducta.
Quizás el único pero que me atrevería a señalar en esta
obra maestra es su final. Acaso una concesión para su adap-
tación al cine, que se estrenó en 2009, dirigida por John
Hillcoat, con guión de Joe Penhall, música del australiano (*) esta sección está abierta a fotó-
Nick Cave y protagonizada por Vigo Mortensen. grafos profesionales y aficionados
que vean algo especial del lugar

Poética de la ciudad
a.t. donde viven. la única condición es
que las fotos sean creativas y sin

Córdoba
photoshop. eCM quiere conocer y
SUPLEMENTO CULTURAL DEL CENTRO sentir cada pueblo o ciudad a tra-
vés de sus habitantes. enviar como
DECLARADO DE INTERÉS CULTURAL POR EL máximo dos fotografías en alta
resolución a:
eduardo Salvatierra
CONCEJO DELIBERANTE DE RíO CUARTO myrnamedeot@hotmail.com
El Corredor Mediterráneo / Página 8

De orilla a orilla
La Columna

que, por ejemplo, el discípulo de Sócrates consideraba al hombre


la medida de todas las cosas, y, en consecuencia, la fuente de
cualquier razón. En la Edad Moderna, el dieciochesco francés
LA LEY: ALGUNOS ARGUMENTOS Y PRINCIPIOS François Marie Arouet, ‘Voltaire’, consideraba aleatoria la corres-
pondencia entre la ley, como norma benéfica, y los hombres.
Decía que “un espíritu recto es persona decente por la misma
Por JorGe rodríGuez HidalGo razón que quien no tiene el gusto depravado prefiere los exce-
Coordinador:
El amigo que cada día me devuelve el saludo desde el espejo lentes vinos de Nuits al vino de Brie, y las perdices de Mans a la Antonio Tello
me relató no ha mucho lo que le había sucedido con unos poli- carne de caballo”. Las leyes penales punirán a quienes carezcan
cías mientras trabajaba como repartidor. En España, en la pro- de un gusto bien educado., por lo que es fundamental inculcar Diego Formía
Myrna Medeot
vincia de Barcelona, las municipalidades reservan algunas pla- las buenas costumbres en las sociedades, pues estas no se rigen
zas de aparcamiento para los vehículos comerciales a fin de por alambicadas filosofías sino por los hábitos adquiridos. Ya en Colaboradores:
que puedan realizar las funciones de carga y descarga y facili- la Edad Contemporánea, el decimonónico filósofo y poeta esta- Oscar Aimar
Claudio Asaad
tar de este modo el abastecimiento de las tiendas de alimen- dounidense Ralph Waldo Emerson se propuso conciliar en su Silvia Barei
tación y almacenes de venta de artículos de todo tipo. Un día, ensayo “Naturaleza” las concepciones clásica y moderna del Abelardo Barra Ruatta
cuando se disponía a estacionar su furgoneta en uno de esos hombre del siguiente tenor: “La capacidad de un hombre para Leandro Calle
aparcamientos, un auto particular se le adelantó y lo ocupó. vincular su pensamiento con el símbolo apropiado, y expresarlo, Eva Cháves
Mi amigo se situó justo detrás y aguardó unos instantes, los depende de la sencillez de su carácter, es decir, de su amor a la Sergio G. Colautti
necesarios para que, según esperaba él, el conductor invasor verdad y su deseo de comunicarla sin merma. A la corrupción del Pablo Dema
se diera cuenta de que estaba en un lugar que no le correspon- hombre le sigue la corrupción del lenguaje. Cuando la simplicidad Verónica Dema
día. Además, la señal indicativa de la zona y su función estaba del carácter y la soberanía de las ideas se quiebran por el predo- Marcelo Díaz
a dos palmos de la ventanilla del asiento del copiloto, por lo minio de deseos secundarios -el deseo de riqueza, placer, poder José Di Marco
que era casi imposible no apercibirse de la infracción. Dado o alabanza-, y la duplicidad y la falsedad ocupan el lugar de la Marcelo Fagiano
Jorge Felippa
que nadie salía del coche ni lo desalojaba, se acercó hasta el sencillez y la verdad, se pierde en gran medida el poder sobre la
Hernán Genero
lado de quien manejaba. Dos hombres cuarentones, que usa- naturaleza como intérprete de la voluntad; se deja de crear imá- Alberto Hernández
ban anteojos con cristales negros, hablaban entre sí afectando genes nuevas, y las palabras antiguas se pervierten para significar Rosa Lentini
un gran secretismo. Golpeó suavemente uno de los vidrios al cosas que no son, se emplean como papel moneda cuando en las Hugo Morales Solá
tiempo que les decía con voz tímida que ahí no podían apar- arcas públicas no hay ningún lingote. A su debido tiempo, el frau- Heraldo Mussolini
car. Como no recibiera respuesta alguna, insistió, pero esta vez de se hace manifiesto, y las palabras pierden todo poder de esti- Gonzalo Otero Pizarro
con más firmeza. De pronto, el conductor, sin siquiera girarse mular el entendimiento o los afectos”. Daila Prado
hacia él, se sacó del bolsillo trasero del pantalón una carterilla, Julio Requena
Equiparo, con valor discursivo, lo pasado entre mi amigo y los
que abrió de espaldas, para que viera la placa que le identifi- Jorge Rodríguez Hidalgo
policías a la relación entre un amo y su esclavo. Si, dada su propia Vicky Sagárnaga
caba como agente de policía. Sin hacer más caso de quien les
naturaleza, el esclavo no ha de obedecer, pero es obligado a aca- Bachi Salas
interpelaba, volvieron a su conversación. Mi amigo, no obstan-
tar, ¿es libre cuando se resiste al sometimiento? Si la muerte Mario Trecek
te, insistió y apostilló que ser policía le obligaba a velar por la
(amo) trata al hombre (esclavo) con una tiranía inexorable, ¿en el Miguel Zupán
ley, no a infringirla o interpretarla a capricho.
morir se abriría la oportunidad de ser libre? Pero aunque así

humorsolini
Fotografía:
La ley. Todos tenemos una idea de lo que es, pero sobre todo fuera, ¿quién querría morir para ser libre? Soraya Clop
de lo que, a nuestro juicio, debe ser la ley. La ley es, poco más Jorge Tello
o menos, lo que nos conecta con el mundo, pero siempre que
garantice que lo que prevalece es la idea que de él tenemos. ilustración:
“Yo soy la ley”, parecía querer decir el agente con su demos- José Aranguez
Paco Rodríguez Ortega
tración; es decir, “la fuerza está de mi parte, y también la
Jorge Sarraute
razón”; o sea, la razón de la fuerza. Cuando se defraudan las Rocío Toledo
expectativas que en la ley tenemos depositadas, pasa a ser
vista como un instrumento de dominación. Nos vamos de un diseño:
extremo al otro: o me satisface individualmente o se convierte Por Heraldo Mussolini Ana Alonso
en la causa de mis males y se impone su extirpación. Por tanto,
la ley como conjunto de preceptos ordenadores de las relacio- MuNiCiPalidad
nes sociales encuentra en esta actitud un obstáculo principalí- de la Ciudad
simo, una negación axial. Repárese en que he escrito “extirpa- de río Cuarto
Subsecretaría de Cultura.
ción”, con valor de subversión, pero no reforma ni derogación, CC DEL ANDINO
conceptos que llevan implícita la idea de negociación, y por Tel. 0358 - 4671995
ende de socialización; es decir, de cesión de autoridad. En
efecto, como si su imposición de una victoria cualquiera se tra-
tara, tiene la ley, cual garantes, muchos padres dispuestos a MuNiCiPalidad
de la Ciudad
defender su título incluso a costa de la perversión, rapto y de villa María
aherrojamiento de sí misma, si fuera preciso (la no-ley como Bv. Sarmiento y San Martín
pseudo ley no escrita en la ciudad nunca fundada, sino en per- Tel. 0353 4527092
manente fundación y no sujeta a principio de contradicción
alguna). direCCióN MuNiCiPal
Pensaba Platón (siglos V-IV a. C.) que la ley, como razón o de Cultura
gobierno del hombre sobre la polis, sometía y preparaba a la de la Ciudad
de SaN FraNCiSCo
autoridad a fin de que ésta educase al ciudadano para que Bv. 9 de Julio 1190
fuera virtuoso y feliz, finalidad última de aquélla. Aseguraba (2400) San Francisco
que las causas de la ley podían ser tanto inmediatas –el huma- Tel. 03564-439157
no legislador- como remotas –la divinidad-, en la creencia de
que una y otra tenían raíces diferentes y no la misma. Cicerón
(siglo I a. C.), por su parte, consideraba la ley “la razón supre-
ma inherente a la naturaleza, en cuanto ordena lo que hay que
hacer y prohíbe lo contrario”; es decir, el hombre es una espe-
cie de amanuense, con poco o nulo margen para la interpreta-
ción de lo dispuesto por la naturaleza. Tanto Platón como
Cicerón convenían, por tanto, en el carácter determinista de la
ley, pero confiaban en la ductilidad del ser humano, pese a

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