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Santurantikuy

Ubicación:
Como en la antigüedad, se realiza en la Plaza Mayor del Cusco, en cuyas veredas los
artistas tienden sus mantas con sus productos, siguiendo la costumbre de las
tradicionales ferias andinas.

Fecha:

El Santurantikuy se celebra todos los años, el 24 de Diciembre.

A vísperas de la Navidad, la Plaza de Armas del Cusco se transforma para recibir a los
artesanos, escultores e imagineros cusqueños que muestran sus mejores obras en la
peculiar feria navideña que cada año convoca y encanta a cientos de cusqueños y
turistas. El Santurantikuy (o Santuranticuy) es mucho más que un lugar donde encontrar
todo lo necesario para los Nacimientos y productos artísticos de gran calidad y
originalidad, el es espíritu cusqueño, tradición, cultura, arte y devoción. Conoce con
nosotros más de esta experiencia mágica que solo encontrarás en el ombligo del mundo,
y no te pierdas los 6 secretos cusqueños para disfrutarla al máximo.

“Para mí la Navidad es Santurantikuy, como para todos los cusqueños”


Jorge Flores Ochoa

Historia:

Empecemos con un poco de su increíble historia, “Santurantikuy” es una mezcla de


palabras castellana y quechua que se traduce como “Venta de Santos”; igual que su
nombre, el Santuratikuy es un complejo proceso de síntesis de culturas, la andina y la
europea colonial.

No se tiene una fecha clara del inicio de esta celebración, se dice que se originó en el
siglo XVI, la reseña más antigua con una referencia al Santurantikuy data de 1834 y no
se le llama por este nombre. Pese a este cierto misterio, lo que sabemos a ciencia cierta
es que el Santurantikuy es una creación española de la época colonial, impuesta con el
fin de evangelizar de los indígenas peruanos, pues como su nombre lo dice, desde
antaño se vendían imágenes de Santos católicos en las escaleras de la Catedral del
Cusco.

Entre los Santos que se ofrecían y ofrecen el protagonista es el “Niño Manuelito”. Este
no es más ni menos que el Niño Jesús, el nombre Manuelito nace de una tierna
variación de “Emmanuel”, como también es conocido el niño Jesús según la tradición
católica, que en el Perú pasó a castellanizarse como Manuel.

Los cusqueños de la época adoptaron como suyo el concepto del Niño Manuelito de tal
manera que se lo vistieron como inca rey, esta práctica partió de los jesuitas y desató la
indignación en la iglesia católica. Hoy, el Niño Manuelito sigue siendo para los
cusqueños una figura propia y querida, especialmente en épocas navideñas; en el
Santurantikuy se pueden encontrar cientos de imágenes y esculturas del Niño
Manuelito, en distintos tamaños y diseños. El diseño más conocido y valorado por su
fineza es el de Antonio Olave Palomino, quien hace ya 40 años diseñó el primer Niño
de la Espina, o Niño Manuelito. El artista cusqueño se basó en una tradición oral de
Vilcabamba.

El Niño Manuelito es sumamente importante para los cusqueños y cusqueñas; adorna


siempre los tradicionales nacimientos y cada año se acostumbra comprar nueva ropa
para el niño. El lugar idóneo para encontrar el nuevo atuendo del Niño Manuelito es,
por supuesto, el Santurantikuy, donde se encuentra ropa de distintos tamaños y de
diseños muy variados, algunos tradicionales y otros ocurrentes e innovadores.

Los productos tradicionales de la feria:

Ya conoces un algo de la extensa y compleja historia del Santurantikuy y sobre su


principal protagonista, ahora pasamos a contarte sobre todas las maravillosas obras que
verás en el Santurantikuy. ¡Hay tanta variedad y tantos productos únicos que desearás
tener una maleta más grande para llevártelo todo!

Empecemos por lo tradicional: en el Santurantikuy se exhibe todo lo necesario para


armar el Nacimiento Navideño, y no hablamos solamente de bellos pesebres con las
figuras de San José, la Virgen María y el Niño Jesús, en el Cusco se arman nacimientos
que incluyen ciudades enteras que pueden ocupar una habitación completa.

Podrás ver y comprar figuras de todo tipo de animales, hasta los menos pensados y en
distintos materiales, diseños y estilos; miniaturas de puentes, casas y pozos de agua de
finos acabados. Pequeñas esculturas preciosas que vale la pena admirar incluso si no
tienes en mente armar un nacimiento, puedes llevarlos para adornar tu casa o tal vez
sorprender a un amigo con una miniatura de su animal favorito traída desde el Cusco.

En un nacimiento digno del concurso que organiza cada año la EMUFEC (Empresa
Municipal de Festejos del Cusco), todo tiene importancia, no solo los personajes que lo
adornan sino también el espacio en que se encuentran. Para agregar estos detalles, desde
las provincias altas del Cusco llegan las llamadas “hierberas” para presentar distintas
hierbas traídas desde cada una de sus zonas.

Son familias enteras, quechua-hablantes y muy humildes que llegan a la ciudad por un
par de días a ofrecer sus hierbas a precios sumamente bajos. La gran mayoría no cuenta
con un lugar para pasar la noche y se quedan con sus niños en los portales de la Plaza de
Armas, que ofrecen muy poco resguardo del frío y la lluvia. Son varias las iniciativas
para brindarles apoyo en estos días previos a la navidad que para ellos significan
sacrificio y trabajar durante todo el día, muchas organizaciones e instituciones les
ofrecen chocolate caliente, panetón y regalos para los niños. Está también el colectivo
de voluntarios Caravana Cusco, a quienes podrás reconocer por sus coloridos trajes de
clown; estos jóvenes cusqueños ofrecen su tiempo y cariño a los niños que llegan a la
ciudad y durante toda la mañana juegan, cantan, y les hacen shows de mimo, teatro y
cuentacuentos. No pases por alto a estas familias, ofrecen sus hierbas por la entrada de
Santa Catalina hacia la plaza.
Santurantikuy, siempre renovándose:

Cuando hayas saciado tus ansias de cultura y tradición, puedes ver otra cara de la feria,
igual de increíble y única. En el Santurantikuy podrás comprar ropa única, todo tipo de
prendas muy originales, como polos y blusas con diseños de inspiración andina,
amazónica, o simplemente artística, curiosos chullos tejidos a mano que salen de lo
ordinario, con orejas de llama, de gatos y de otros seres mágicos no identificados. Y
hablando de seres mágicos, no se te pueden pasar los títeres y muñecos de divertidos
duendes y hadas, lámparas que son tiendas de circo en miniatura, las pinturas de
reconocidos artistas de la escuela cusqueña (si tienes suerte podrías llevarte alguna obra
de Mendivil u Olave) o jóvenes de trazos nacientes.

Si lo que buscas es decoración delicada y dulce, lo tuyo son los arreglos en flores
secas… o los accesorios como vinchas y ganchos adornados con flores trabajadas en
cuero, las coloridas velas también llamarán tu atención.

Hablemos de materiales, el Santurantikuy te ofrece todo tipo de trabajos en cuero, desde


correas hasta mochilas, platería digna de la nobleza inka, altos relieves que te quitarán el
aliento (y el dinerillo que no pensabas gastar) y trabajos en madera tan bien trabajados
que te vas a sorprender buscando la manera de llevar una cómoda contigo en el avión. Y
si tienes niños o quieres llenar tu casa de alegría, pregunta por los coloridos camioncitos
en madera que pueden servir de juguete favorito o adorno envidiado, ¿o quizás una
estantería creativa? En lo que conviertas y para lo que uses tus adquisiciones depende de
ti, el Santurantikuy se encarga de darte piezas de ensueño sumamente diversas, para
todos los gustos y a precio de feria.

Ahora que tienes una idea de todo lo que el Santurantikuy tiene por ofrecer, te lo vas a
perder? Sabemos que es lo último que quieres y nos alegra contarte que a partir de este
año 2015, la feria se extiende del tradicional 24 de diciembre, a los días 23 y 24. Dos
días para explorarlo todo o para lograr que un viaje corto coincida.

Ya sabes lo linda que es esta feria, pero ten en mente que congrega a toda la ciudad y
provoca mucho movimiento. No dejes que esto te abrume, para hacértelo más fácil no
dejes de considerar los 6 tips que hemos compartido en este articulo.

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