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A continuación el fallo completo que el TIP dictó hoy:

FALLO Nº 22/18 -P.A.- SALA "A" En la ciudad de Santa Rosa Capital de la Provincia
de La Pampa, a los veinticinco días del mes de julio del año dos mil dieciocho, reúne la
Sala "A" del Tribunal de Impugnación Penal integrada por los Jueces Pablo Tomás
Balaguer y Filinto Benigno Rebechi, asistido por la Secretaria María Elena Grégoire, a
los efectos de resolver los recurso de impugnación interpuestos por la defensa del
condenado Matías Nicolás Biondo -Abogado Gastón Eduardo Gómez- y por la parte
querellante Patricia Alejandra Castellano -con el patrocinio del Abogado Martín García
Ongaro-, en el legajo registrado por ante este Tribunal con el nº 65820/1, caratulado
"BIONDO, Matías Nicolás S/ Recurso de Impugnación", y del que:

RESULTA: I.- Que la Audiencia de Juicio de la Primera Circunscripción Judicial, con


fecha 24 de abril del corriente año mediante sentencia nº 61/2018 condenó a Matías
Nicolás Rodolfo Biondo a la pena de 12 años de prisión como autor material y
penalmente responsable del delito de homicidio simple (artículo 79 del Código Penal),
accesorias legales y costas atento el ejercicio de la defensa particular ejercida (artículos
12, 29 inciso 3º del Código Penal y 355, 474, 475 y c.c. del C. de P.P.) en perjuicio de
Mario Antonio Castellano. Y, en el mismo fallo resolvió absolver a Carmen Michelle
Montenegro por el delito de homicidio simple en grado de participe necesaria por el que
fuera acusada.

II.- Que contra dicha sentencia, por un lado, la defensa de Matías Nicolás Rodolfo
Biondo interpuso recurso de impugnación en baso a los que dispone los inciso 1º
(errónea de la ley sustantiva) y 3º(errónea valoración de la prueba) del artículo 400 del
C.P.P. Como planteo subsidiario, y en caso que se rechace el planteo principal, sostiene
que la pena es arbitraria al no expresar los fundamentos por los cuales se apartan del
mínimo que prevé la escala penal.

Asimismo, la parte querellante interpuso recurso de impugnación contra la absolución


resuelta en favor de Carmen Michelle Montenegro respecto al delito de participe
necesaria de homicidio simple por el que fuera acusada en el desarrollo del debate; y,
también, contra la pena de doce años de prisión que le fuera impuesta a Matías Nicolás
Rodolfo Biondo al encontrarlo autor material y penalmente responsable del delito de
homicidio simple (artículo 79 del Código Penal) contra Mario Antonio Castellano, en
base a lo dispuesto en la errónea aplicación sustantiva inciso 1º del artículo 400 del C.
de P.P. -artículos 40 y 41 del C.P.- y errónea valoración de la prueba en el inciso 3º del
artículo 400 del C.P.P.

III.- Que admitidos formalmente los recursos interpuestos ante este mismo Tribunal se
le dio el trámite previsto en los artículos 407 y s.s. del C.P.P. e integrada la Sala llamada
a decidir, ha quedado esta en consecuencia ésta en condiciones de ser resuelta. Así:

CONSIDERANDO:
El Juez Pablo Tomás Balaguer dijo:

1.- En primer término, corresponde afirmar que los recursos de impugnación


interpuestos por la Defensa y el Querellante Particular, resultaron admisibles
formalmente toda vez que, razonablemente fundados plantearon su disconformidad con
la parte de la sentencia que resulta contraria a sus intereses, habilitándolos los artículos
400, 402, 404 y 405 del mismo cuerpo legal.

Los motivos en los que se fundamentan ambos recursos, se encuentran debidamente


explicitados, brindando los mismos, el marco de avocamiento y contralor que este
Tribunal revisor debe efectuar, a los efectos de garantizar a quién resultara condenado
mediante sentencia aún no firme, el derecho que tiene de que la imputación concreta en
su contra, sea analizada una vez más en forma integral, a los fines de legitimar
plenamente el poder punitivo estatal, conforme lo dispuesto por la Convención
Americana de los Derechos Humanos ( Art.8:2) y el Pacto Internacional de los
Derechos Civiles y Políticos (Art.14.5), incorporados a nuestra Carta Magna como
ordenamiento legal positivo con la reforma constitucional de 1994.

En tal sentido, la C.S.J.N. en el Fallo "CASAL, Matías y otro" (del 20/09/05), al


referirse sobre los alcances de esta segunda instancia o doble conforme, expresó que:
"...debe entenderse en el sentido de que habilita a una revisión amplia de la sentencia,
toda lo extensa que sea posible al máximo esfuerzo de revisión de los jueces de
casación, conforme a las posibilidades y constancias de cada caso particular y sin
magnificar las cuestiones reservadas a la inmediación, solo inevitables por la oralidad
conforme a la naturaleza de las cosas".

2.- Que entrando al tratamiento de los recursos interpuestos, habré de pronunciarme en


primer término por cuestiones que hacen a las temáticas de los agravios planteados en
los remedios presentados, por lo que en primer lugar trataré el recurso interpuesto por la
defensa, para luego abordar el de la parte querellante.

2. a.- La defensa sostiene que al momento de resolver se interpretó mal la prueba y con
una errónea aplicación de la ley sustantiva, traducido ello en una incorrecta subsunción
de los hechos en el tipo penal escogido.

Alega el recurrente que Biondo fue acusado falsamente por Castellano de haberle
sustraído a Sosa una planta de marihuana, sin que eso constituya una razón válida para
que le haya quitado la vida, y que en este hecho no se puede ignorar el contexto de la
situación, siendo en este sentido que la defensa nunca puso en discusión la materialidad
del hecho, sino más bien la forma en que fuera analizada la conducta y su intención,
elementos que deben ser probados y acreditados en debida forma.

Agrega que el sólo hecho de que Biondo haya culminado con la vida de Castellano no
implica que se lo haya encontrado responsable del delito de homicidio simple con una
pena de 8 a 25 años de presión conforme al artículo 79 del Código Penal. Referente a
esto, manifiesta que el dolo de causar la muerte no fue probado en Biondo, y por eso
insiste con la figura del delito de homicidio preterintencional, ya que considera que
existen pruebas que lo demuestran.

Es así que destaca el recurrente que, a partir de las manifestaciones que brindaran los
testigos Luciana Montes y Josefina Lazo, los que dieron cuenta del motivo de la
presencia del acusado en el domicilio, generada por la acusación que efectuara la
víctima sobre el victimario respecto a un hecho anterior, crea en Biondo un estado de
angustia por aquella imputación injusta, generándose entre ambos una discusión.

Acota que la propia sentencia poco dice respecto a la exteriorización de la voluntad de


dar muerte a Castellano, siendo para la defensa un punto central ya que no hay indicio
alguno para siquiera pensar que Biondo tuvo intención de matar; y, si hubiese querido
matar a Castellano muñido de un arma, no está demostrado que la tuviera y a la fecha no
se sabe qué arma fue. Como tampoco se sabe cómo llegó el arma al lugar, el Fiscal no
demostró este extremo, pesando sobre él la carga de la prueba.

También refiere que la forma del acometimiento no da indicio o signos de una intención
de matar, recordando que en el medio de la discusión, con una persona de por medio,
Biondo acomete contra Castellano y los testigos presentes fueron contestes en describir
eso pero como un golpe de puño, agregando los mismos que luego de tirar el golpe
Biondo se sube a la motocicleta y se retira.

A manera de descripción, el recurrente afirma que existió una discusión fuerte entre
ambos y hubo un acometimiento de manera instintiva que producto del trágico destino
se convirtió en un golpe mortal, lo que resulta encuadrable en el homicidio
preterintencional previsto en el artículo 81 inciso 1º del Código Penal.

Transcribe un precedente de la Cámara Penal de Mercedes, Sala I, 17-10-96, P 57467 al


decir que "es de aplicación el artículo 81 inciso 1º.b del Código Penal, cuando no existió
dolo de homicidio por parte del acusado, sino el propósito de causar un daño en el
cuerpo o en la salud de su oponente. Para aplicar la figura de preterintencionalidad no se
requiere que se produzca una lesión y luego el resultado muerte, no es un delito de
doble resultado, requiere únicamente que el autor tenga el propósito causar un daño en
el cuerpo o en la salud de otra persona y que obrando así origine de manera inmediata o
mediata su muerte, siendo la relación causal la ordinaria de homicidio".

Definitivamente, el recurrente insiste con su argumentación, basándose en que los


hechos conforme a las pruebas producidas en el contradictorio, se debe aplicar de
acuerdo a la conducta desplegada por su defendido dentro de la previsiones del artículo
81 inciso 1º apartado b del Código Penal.

De manera subsidiaria formuló el reclamo de la pena impuesta tildándola de arbitraria


por no expresar una fundamentación suficiente en cuanto a alejamiento del mínimo que
prevé el artículo en su escala penal, considerando que se debe respetar ciertos principios
de modo de frenar la expansión punitiva más allá de los límites impuestos por la ley,
como limitador del poder punitivo estatal.
Siendo así que el juzgador -expresa el recurrente- menciona como algo negativo la
extensión del daño causado no solo por su resultado sino porque que se vio severamente
afectado el grupo familiar de Castellano, perdiendo a una ser querido de manera abrupta
e irreparable. También se tuvo en cuenta como agravante la edad de la víctima siendo
una persona joven, por lo que razonablemente presume que contaba con una mayor
expectativa de vida..."; lo que definitivamente, en cuanto valoración negativa no puede
efectuarse contra su pupilo.

Lo mismo sucede respecto a la edad de la víctima, ya que por ese único elemento no
puede considerarse que Biondo merezca una sanción alejada del mínimo previsto en la
norma.

Finalmente, sostiene en este segundo agravio subsidiario que no son aplicables las
circunstancias tenidas en cuenta para agravar la pena, por lo que corresponde la
aplicación del mínimo legal.

Que con el objetivo expreso de dar respuesta al agravio principal, y adelantándome en


cuanto a que mi opinión resulta absolutamente contraria a las pretensiones del
recurrente en lo que se refiere la calificación jurídica respecto a los hechos que se le
endilgan al justiciable, considero que corresponde efectuar algunas reflexiones dirigidas
a dar claridad a la cuestión planteada en cumplimiento del mandato legal de revisión
que le corresponde a esta alzada; ello sin perjuicio que la temática pretendida por el
recurrente en el presente agravio ya fue postulada como estrategia de la defensa en el
desarrollo del contradictorio, obteniendo una respuesta fundada respecto a la
calificación jurídica del injusto tratado en subjudice.

En función de la reiteración apuntada anteriormente por parte de la defensa, advierto


que la situación procesal en que se encuentra Biondo es sumamente delicada en
términos de autoría y responsabilidad a partir de la contundencia objetiva del resultado
probatorio producido en el debate, por lo cual las alegaciones técnicas efectuadas por la
defensa, legítimamente por cierto, son un mero intento en el logro de mejorar la
situación procesal en que se encuentra en relación a haberle causado la muerte a
Castellano en las circunstancias de tiempo y lugar que no ofrecen contradicción alguna
en las partes.

Con un razonamiento inverso al efectuado por el recurrente en sus pretensiones en


cuanto que al hecho lo califica como homicidio preterintencional de conformidad al
artículo 81 inciso 1º aparatado "b" del Código Penal, y partiendo del resultado que nos
ofrece el Médico Forense en su informe de la operación de autopsia del cadáver de
Mario Antonio Castellano cuando observa y así lo destaca en el título "EXAMEN
TRAUMATOLOGICO: 1) herida punzo cortante de 4 cm con borde superior romo y
borde inferior con coleta a 2 cm de borde de areola mamaria izquierda, a 12 cm de
borde axilar anterior izquierdo y en tercer espacio intercostal. 2) herida punzo cortante
de 3 cm irregular en sus bordes en piel de tórax anterior a 10 cm de axila y por arriba de
la anterior"; resulta evidente que los argumentos dirigidos a querer demostrar que tan
solo el acusado tenía la intención de provocar o causarle a la víctima un daño y no la
muerte se desvanecen, permitiendo así concluir que la acometida efectuada con el
elemento punzo cortante ha sido lo suficientemente fuerte para lograr lo que en
definitiva sucedió y siendo esa la única intención que, por otra parte, de acuerdo al
plexo probatorio y las circunstancias motivadoras de que el victimario lo haya ido a
buscar a la víctima tal como sucedió, no deja lugar a dudas que el accionar fuera
premeditado.

Al describir las particularidades del tipo penal del homicidio preterintencional previsto
en el inciso 1ºapratado "b" del artículo 81 del Código Penal (Código Penal Comentado y
Anotado, Andrés D' Alessio Editor La Ley, Parte Especial página 27) resulta
absolutamente claro que "el tipo penal requiere que el autor obre con un medio que no
debía razonablemente ocasionarle la muerte de la víctima. Objetivamente, esa
razonabilidad atañe a la capacidad o idoneidad letal del medio empleado. El medio que
normalmente es apto para causar la muerte, ya sea por su propia finalidad o por su
capacidad vulnerante, impida la aplicación del tipo. Así, se ha resuelto que la muerte de
una menor a manos de un albañil que le aplicó un contundente garrotazo en la cabeza,
produciendo la fractura del cráneo, constituye homicidio simple -y no preterintencional-
si el medio empleado debía razonablemente ocasionar la muerte, queda excluida toda
otra consideración sobre la índole de la intención del autor, y hay que concluir
sosteniendo que actuó con dolo homicida" (la negrilla me pertenece).

Tal como lo sostuviera el Juez de Audiencia en la sentencia, solamente a partir de los


descargos efectuados en el debate por el acusado aparece la existencia del arma
utilizada en total contradicción con la versión que efectuara ante el acusador público, la
que consintieran que fuera incorporada al debate. Lo cierto es que, por más que no se
sepa de dónde sacó el arma, al igual que dónde terminó la misma luego del hecho, su
utilización conforme al poder letal y la forma que fuera utilizada -adviértase que el
médico forense describe dos heridas punzantes siendo una de ellas la letal- con ello no
se exterioriza la sola intención de causar simplemente un daño como acto doloso, muy
por el contrario el dolo de homicidio se encuentra presente en todo momento en el
desarrollo de la consumación de los hechos desde sus inicios.

En definitiva conforme al razonamiento que vengo efectuado la postura pretendida por


el recurrente en cuanto a la calificación jurídica no puede prosperar por lo que, en ese
sentido debe confirmarse lo resuelto por el Juez de Audiencia.

Como respuesta al planteo subsidiario efectuado por la defensa de Biondo al recurrir, el


a quo luego de enumerar y valorar los atenuantes y agravantes al momento de elegir el
monto de la sanción aplicable, siempre dentro de la oferta que le brinda el artículo 79
del Código Penal, expresa en los considerandos los motivos por los cuales se aparta del
mínimo de 8 años conforme al injusto cometido por el acusado, entendiendo como justo
y equitativo que corresponde imponer una pena de doce años de prisión, remitiéndose a
tal efecto a la extensión del daño efectuado.

En esta cuestión, nuevamente voy a coincidir plenamente con los fundamentos del Juez
de Audiencia al momento de elegir el monto punitivo aplicable a la persona acusada de
homicidio simple habiendo mencionado las razones fundantes de esa escala penal
elegida conforme a los dispuesto en los artículos 40 y 41 del Código Penal; pero,
adviértase que, además que dicha elección de la escala penal si bien supera el mínimo
que establece la norma del código de fondo, se encuentra más cerca de ése mínimo de
ocho años que el máximo de veinticinco, lo que no la convierte en irracional y
desproporcionada en su aplicación en términos de equidad, tal como lo mencionara el a
quo.

2. b.- Como primer agravio la Querella centró su queja en la errónea aplicación de las
reglas de autoría de conformidad con los artículos 45 y s.s. del Código Penal,
considerando que la sentencia adolece de un defecto de legitimidad consistente en la
ausencia de completitud y autosuficiencia de la sentencia respecto a la prueba rendida
en el debate. Es decir que discrepa con la sentencia respecto a la absolución de la
Señora Montenegro, a la que pretende que sea condenada como partícipe necesaria.

Con posterioridad de describir los fundamentos en que se afinca el a quo para absolver -
considerandos que doy por reproducidos en el presente en honor a la brevedad- el
querellante entiende que el aporte de la acusada resultó decisivo para el despliegue del
accionar del propio autor habiendo contribuido de manera dirimente para que Castellano
careciera de recursos defensivos cuando fuera agredido.

Señala el recurrente que en la extracción de datos efectuada por la División de Análisis


de Telecomunicaciones, aparece una importante información que confirma que siendo
la presencia como excepcional de Castellano en el domicilio donde le dieron muerte,
asegura así que fue Montenegro quien dio a Biondo la información respecto la presencia
excepcional de Castellano en ese domicilio. Definitivamente sostiene que el dominio de
las circunstancias que facilitaron ese despliegue estuvo en manos de Montenegro y de
allí que su accionar no puede quedar impune, porque de igual forma la nombrada tenía
en su manos el control del cese de un curso lesivo con eficacia lo que la convierte en
responsable sobre los alcances que ese curso causal puede ocasionar.

Por último, sostuvo que el autor de los hechos nunca hubiera podido diseñar el
programa de acción destinado a matar sin el aporte que le asegurase el lugar de
emplazamiento de la víctima, su ubicación en condiciones de indefensión, y un marco
de garantías sobre el abandono de la escena del crimen sin riesgo sobre su persona,
condiciones que fueran puestas a disposición por la co-imputada, a quien le
corresponde sea imputada en los términos oportunamente señalados.

Como segundo agravio en el contexto del inciso 1º del artículo 400 del C.P.P. -
inobservancia o errónea aplicación de la ley sustantiva- la parte querellante discrepa con
el monto punitivo impuesto, a mérito de los fundamentos se valió el resolutivo para la
determinación del monto.

Considera el recurrente que los Jueces de Audiencia no tuvieron distintas circunstancias


que agravan el injusto y permite una pena más gravosa y por eso solicita ante esta
Alzada la pena de veinticinco años de prisión, esgrimiendo las razones para ello.
Enumera en primer lugar el daño causado a la familia de Castellano a partir del relato
que efectuara la madre del occiso en el debate. En segundo lugar reitera otra
consecuencia disvaliosa tal como daños a terceros consistentes en amenazas por parte de
familiares del acusado para que declaren de cierta manera. Y como última
circunstancias menciona la manera de cómo se produjo la acción de matar con total
indefensión de la propia víctima, contexto casi asimilable a un obrar con alevosía
(artículo 80 inciso 2º del Código Penal).

Finalmente la parte querellante pone en crisis el fallo en lo que se refiere la manera o el


modo de cómo se valoró la prueba. Advierte así contracciones entre el cuadro descripto
por los Jueces de Audiencia al expresar que el ataque se caracteriza como un arrebato de
golpe único, y al mismo tiempo el experto forense detecte más de una herida, lo que le
permite pensar al quejoso que los contenidos de los testimonios presentados en la
audiencia del debate se encontraron condicionados de conformidad al reconocimiento
que hicieran los propios testigos, lo que permite pensar en términos del recurrente que el
ataque intentó ser minimizado, no ya en sus resultados aunque si en el modo en que
fuera perpetrado el homicidio contra quien en vida fuera Mario Castellano.

En función de lo expuesto el recurrente solicita que se revoquen los puntos 1), 2) y 4) y


se condene a Matías Nicolás Rodolfo Biondo y Carmen Michelle Montenegro a la pena
de veinticinco años de prisión, tal como lo solicitara en el debate.

Conforme lo resolvieran los Jueces de Audiencia, aquellas circunstancias que


posicionan a la acusada Montenegro en horas previas en el domicilio donde a la postre
Biondo le diera muerte a Castellano, de ninguna manera se la puede adjetivar como la
persona entregadora para que Biondo cumpla sus designios posteriores en la
consumación del injusto por él perpetrado. Su presencia anterior no resulta a mi criterio
un dato incriminante en tanto y en cuanto no se encuentra acompañado de cualquier
medio probatorio que resulte la mera objetividad presencial en el domicilio, lo cual de
por sí no tiene un valor intrínseco lo suficientemente dirimente para considerar un grado
de participación en miras a que el otro -por Biondo- logre su cometido. En este sentido -
tal como lo manifestara el a quo- ninguno de los acusadores aportó prueba alguna que
verifique o demuestre que Montenegro entregó a Castellano a Biondo más allá de su
presencia anterior al hecho, inclusive su aparente comunicación entre los sindicados con
posterioridad al hecho, lo cual tampoco se pudo demostrar a partir de la ausencia de
información en el celular de la propia Montenegro, lo que de por sí no basta como dato
incriminante en el homicidio de Castellano.

Sin perjuicio de los reclamos efectuados por el acusador privado ante esta alzada, en el
contradictorio no logró demostrar el dolo de participación para que el otro lograra su
cometido.

En definitiva las pruebas producidas en el desarrollo del legajo no fueron lo


suficientemente idóneas para derribar el grado de inocencia en la presunta actividad
accesoria que se le achaca a la acusada Montenegro en la consumación del delito que
cometiera Biondo, siendo por eso que el presente agravio exteriorizado en el presente
recurso no puede prosperar, debiendo confirmarse lo dispuesto en el apartado 1) del
fallo.

Con respecto al agravio referido al monto punitorio de doce años de prisión al


encontrarlo autor penalmente responsable del delito de homicidio simple en los
términos del artículo 79 del Código Penal, me remito a "contrario sensu" a los
fundamentos que fueran expresados en el presente voto en el tratamiento del agravio del
interpuesto por la defensa Biondo.

Los argumentos que fueran utilizados por el acusador privado para agraviarse en ese
monto punitivo y solicitar el máximo previsto por el artículo 79 del Código Penal, no
me perecen atendibles como criterios cuantitativos fundantes de la aflicción que debe
sufrir en el encierro el declarado responsable. Si bien, el reclamo resulta legítimo no
resulta razonable en el ámbito de la discrecionalidad judicial que la normativa le ofrece
al juez decisor; el que, por otra parte a efectuado las circunstancias que lo perjudican
como las que lo favorecen a Biondo y el injusto reprochado, la hora de determinar el
monto.

Aparece así, el reclamo por la parte querellante, totalmente inoportuno en mi parecer, la


pretensión o indicación que el accionar de Biondo y Montenegro lo habilita a pesar que
se trató de un contexto de indefensión y asimilándolo a un obrar con alevosía
mencionado entre paréntesis el inciso 2º del artículo 80 del Código Penal, extremo este
que no se encuentra presente como discusión en el contradictorio, por lo que no merece
tratamiento alguno y tampoco sirve como argumento para el logro de pretender elevar la
pena que aparece en el fallo como razonable y proporcional a las circunstancias
subjetivas y objetivas fueran mencionados por los jueces decisores.

Al finalizar, la parte querellante menciona como motivos de los agravios el inciso 3º del
artículo 400 del C.P.P. como errónea valoración de la prueba, destacando
contradicciones en varios párrafos y como derivación de ello se permite pensar que los
testimonios prestados en la audiencia de debate se encontraron condicionados y que
habilitan a pensar que el ataque fue minimizado, no ya en sus resultados aunque si en el
modo en que fuera perpetrado el homicidio contra la víctima.

Resulta claro que la conexión de pensamiento entre la calificación de la alevosía y que


los testigos que declararon en la audiencia de debate fueron condicionados, no deja de
ser eso, simplemente un pensamiento que no ofrece consistencia como una crítica al
razonamiento lógico que se advierte en el fallo impugnado en el logro del
esclarecimiento de los hechos.

Por lo antes fundado, el recurso interpuesto por la parte querellante tampoco puede
prosperar debiendo confirmarse en todas sus partes el Fallo de la Audiencia de Juicio
puesto en crisis.

El Juez Filinto B. Rebechi dijo:


Que voy a compartir el criterio sustentado por mi colega preopinante en relación a la
totalidad de su voto.

Sin perjuicio de ello, quiero dejar sentado mi criterio, tal como lo he manifestado en el
legajo nº 34031/2 -Reg. de este Tribunal-, caratulado "LEZCANO, Roberto Fabián S/
Recurso de impugnación" al adherirme al voto de mi colega preopinante en el
mencionado legajo respecto de que los cuestionamientos de las partes acusadoras (sean
públicas o privadas), sólo pueden prosperar sobre la falta de fundamentación,
fundamentación ilegal, omisiva o ilógica, manteniéndose ajeno a la vía recursiva los
agravios enderezados a procurar el control de la aplicación de la regla de la sana crítica
racional en la determinación de las pruebas.

Teniendo en cuenta lo resuelto por nuestro Superior Tribunal de Justicia en el legajo


citado precedentemente, y a los fines de no producir un desgaste jurisdiccional
innecesario, a lo allí resuelto me remito, y por ende al trámite dado por mi colega
preopinante en relación al recurso interpuesto por el Querellante Particular.

En mérito al acuerdo que antecede, la Sala A del TRIBUNAL DE IMPUGNACIÓN


PENAL:

FALLA:

PRIMERO: NO HACER LUGAR al recurso de impugnación interpuesto por el


abogado Gastón E. Gómez, defensor particular de Matías Nicolás Biondo.

SEGUNDO: NO HACER LUGAR al recurso de impugnación interpuesto por el


abogado Martín García Ongaro, como patrocinante de la Querellante Particular, Sra.
Patricia Alejandra Castellano.

TERCERO: CONFIRMAR, en consecuencia, la Sentencia dictada mediante Fallo nº


61/2018, de fecha 24 de abril de 2018, por la Audiencia de Juicio de la Primera
Circunscripción Judicial.

CUARTO: PROTOCOLÍCESE, NOTIFÍQUESE y oportunamente REMÍTASE el


presente junto al legajo nº 65820/0 a la Oficina Judicial de la Primera Circunscripción
Judicial, sirviendo la presente de atenta nota de envío.

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